VIDAS capítulo 35 & 36
Iris continua su particular "fiesta" Franco descubre mas cosas acerca de la sexualidad humana
CAPITULO 35 ADIOS AMOR
IRIS
Don José Luis—Niña mi ahijado no mentía cuando me hablo de ti, eres un ángel—
Iris—Gracias, es usted muy galante, pero sus sobrinas son muy guapas también—
Don José Luis—jejeje, Pequeña no juegues a la inocentona conmigo, sabes bien que solo son dos de mis putitas, mira yo soy un hombre muy ocupado y me gusta tomar por lo que pague pronto—
Iris—Ok, pero esperemos a que se distraigan en la piscina ellos—
Don José Luis—¿Te da pena que tu novio vea la clase de puta que eres? –
Iris—Algo así—
Don José Luis—Vale esperaremos que salgan a la piscina y subiremos veras lo rico que la pasamos—
Unos minutos después ellos bajaron, las chicas traían puestos unos diminutos bikinis que apenas cubrían sus pezones y sus chochitos, Fernando tenía un bañador tipo bóxer y Erick solo se había quitado la t-shirt, dijeron que estarían afuera y salieron corriendo entre risas hacia el mar en lugar de la piscina, aun hacia buen sol y había calor.
Voltee a ver al señor y tenía una sonrisa que me pareció tétrica en ese momento, me tomo de la mano y me jalo hacia el para plantarme un enorme beso, mientras lo hacía estaba tocándome el pecho, le dije que esperara, que subiéramos, el solo se rio me hizo pasar por delante, mientras subía podía sentir su mirada lujuriosa en mi trasero y antes abrir la primera puerta que encontramos me dio una sonora nalgada que se debió escuchar hasta la calle.
Me tiro hacia la cama y empezó a desvestirse, despacio y con pena deslice los tirantes del vestido sobre mi hombro, el termino de desvestirse y con un pene similar al de Fernando, pero poco más gordo, estaba esperando a que me quitara la ropa, me pare y termine de deslizar el vestido hasta el suelo “ no mames princesa, que buena estas y ¿esa lencería es por mí? Que detallazo de Magdalena ”.
Se me acerco y me beso dejándome caer con su peso sobre la cama, con su cuerpo sobre el mío empezó a rozar su pene sobre la tanguita, podía sentir a través de la tela lo duro que estaba, el empezaba a bajar su cara por mis hombros para deslizar y quitar el sostén, me ordeno quitármelo cuando me lo quite el hombre empezó a besarme los pechos y mordisqueaba levemente sobre mis pezones, mientras hacía eso acariciaba mis nalgas, luego empezó a correr el hilo de la tanga para acariciar parte de mi ano y mi vagina con un dedo.
Empezó a besarme bajando por mi cuerpo arrastrando con suavidad la tanga, pensé que empezaría a hacerme sexo oral, pero en lugar de eso tomo el sostén y la tanga delicadamente colocándolos sobre una mesa cerca de donde había dejado su ropa, “ eso me lo llevo de recuerdo al terminar ” dijo volviendo a la cama mientras apuntaba su pene hacia mi vagina.
Le pregunte si se pondría condón y solo se rio, diciendo que así no lo mandaba dios, me penetro despacio, diciéndome “ como me tienes mamacita ” sus movimientos eran suaves pero constantes se interrumpían solo para besarme por todo mi cuerpo, daba especial énfasis en mis pezones los cuales lamia con suavidad, de a poco me empezó a gustar como me estaba tratando el viejo. Estuvimos cambiando posiciones por varios minutos y debo admitir que me provoco un orgasmo cuando me puso en cuatro y me penetro, en esa posición sus movimientos eran más rápidos y fuertes, mientras tomaba mi cuerpo por las caderas para que se acompasaran, escuche ruidos en la piscina y supe que ellos habían vuelto, pero no entraron a la casa.
Me volteo y me recostó sobre la cama luego acerco su pene a mi cara y era evidente lo que quería, así que procedí a tomarlo con la mano y de a poco me puse a chuparlo como si se tratara de un bombón, pasándole la lengua por la punta y luego metiéndomelo a la boca, allí se acabó mi gusto por el señor cuando tomo mi cabeza con ambas manos y procedió a empujar su pene tan adentro como pudo, casi le vomito encima, luego se movió hacia atrás y coloco su miembro entre mis pechos para apretarlo entre ellos, mientras movía sus caderas jugaba con sus dedos pulgares en mis pezones, luego se agacho para besarme metiendo su lengua y en esa posición volvió a penetrarme.
El tipo volteo a la puerta y se rio burlonamente, cuando busqué hacia donde el veía pude ver en la puerta a Fernando masturbándose frenéticamente. Lo invito a pasar y me levanto para que le hiciera otra felación a su ahijado, mientras yo estaba de pie frente a él me empujo la cabeza mientras me decía que levantara el culo, luego cuando ya tuve el pene de Fernando en mi boca puso dos de sus dedos en la entrada de mi ano.
Fernando tomo mi cabeza y la inmovilizo, luego empezó a mover la cadera, mientras el hacía eso el viejo metía su pene duro por mi ano y se movía con algo de violencia provocándome dolor, logré sacarme el pene de la boca para quejarme y solo recibí de respuesta una enorme nalgada, seguida de carcajadas por parte de ambos.
Fernando anuncio que ya se corría y el viejo respondió: “ Mijo, yo también casi acabo tirémosle la lechita a esta puta en la carita de ángel ”. Me pusieron de rodillas en el piso y ambos se masturbaron rápidamente colocando la punta de sus penes tan cerca de la boca como pudieron, yo solamente cerré los ojos mientras sentía su liquido cálido corriéndome desde la frente hacia mi cabello luego sentí otro chorro cerca de mi boca y ojos hasta que terminaron y sus respiraciones se hacían cada vez más entrecortadas, me pare y como pude abrí uno de mis ojos, corrí al baño a asearme.
Allí bajo la ducha que estaba más cerca del patio escuché la risa de una de las chicas junto con unos rugidos de Erick, salí del baño, envolviéndome con una de las toallas que estaban cerca, hacia le ventana para ver que hacían ellos me quede paralizada y triste cuando vi como Erick penetraba con ferocidad a la chica morena, imprimiéndole cada vez más fuerza a sus movimientos, la chica tenía un rictus de dolor con visibles lagrimas que salían de sus ojos, mientras él la tomaba del cabello jalándolo hacia atrás para que su cara estuviera completamente visible, de repente sentí como unas manos me tomaban por los hombros, por el tamaño era Fernando que se había colocado de nuevo el traje de baño, rio jocosamente por lo bajo y me dijo que sus primas habían apostado a ver quién era la primera que gritaba mientras le hacían sexo anal con una tranca como esa.
La chica tardo unos pocos minutos antes largar un grito fuerte de dolor, lo que provocó que Fernando se descojonara de la risa y los tipos de seguridad se asomaran a ver qué pasaba, la rubia rio mientras separaba a la morena que apenas pudo mantenerse de pie para luego colocarse en posición fetal sobre una de las tumbonas.
Fernando me indico que su tío me llamaba y me fui hacia la habitación sin ver atrás, el hombre me estaba esperando sobre la cama cubierto por unas sabanas, con señas me indico que me recostara a su lado, me abrazo y empezó a besarme los hombros, luego se paró y se envolvió en una bata que seguramente le había proporcionado Fernando, porque casi rozaba el suelo, dijo que iría al asearse al baño, me quede pensando, ya se me habían pasado las ganas de llorar en ese momento mi expresión seguramente era de tener el corazón roto, el hombre dejo la puerta abierta y se escuchaban de nuevo las risas desde el otro patio, luego de unos minutos regreso riéndose también, “ hay esta juventud de ahora, como se entretienen ” me dijo al volver, pensé que seguiríamos teniendo sexo, pero empezó a ordenar sus cosas y vestirse.
Mientras se vestía me pidió que le enviara saludos a Magda y Mónica, pensé que debió conocerlas muy jóvenes y quizás ellas también pasaron un rato de sexo con ese señor, luego me indico que hiciera lo mismo para acompañarlo a tomar algo en la sala, cuando salimos Fernando seguía observando el espectáculo de sus primas, en esta ocasión la rubia era la que recibía las potentes envestidas de Erick, pero estaba en una posición extraña para mí, ya que se apoyaba parada de manos con su cabeza en el suelo y él estaba arriba sobre la tumbona que le ayudaba a mantener el equilibrio, penetrándola, imagino que por la posición no podía darle tan fuerte como le estaba dando a la morena, pero eso no evitaba que la chica que aún estaba recostada con el culo al aire sobre otra silla la viera con expresión chulesca.
Don José Luis le ordeno a Fernando que preparara algo para que les aliviara el ardor del culo a sus primas ya que después les quedaba un viaje largo sentadas y no quería escuchar quejas, me tomo de la mano y nos fuimos a la cocina donde me ofreció un trago de tequila, me conto como anécdota “graciosa” que Erick siempre había sido un garañón para las mujeres y que gracias a él, que lo tenía bajo su protección por encargo de su abuelo, varios esposos y padres celosos aun no lo habían matado, pero que la última vez en su pueblo se había salvado por poco al meterse con la hija quinceañera de un coronel del ejército.
Lo vi con cara de que no me importaba Erick, una semana atrás hubiera estallado en llanto y colera contra el después de escuchar esa anécdota, pero ahora algo había muerto dentro de mí, esos últimos días me habían enseñado que había gente peor que Miguel y justamente tenía un par de ellos cerca de mí, me serví otro trago de tequila y mientras me lo bebía se escuchó desde el patio un grito fuerte de dolor que hizo voltear al señor dando una sonora carcajada.
Inmediatamente salió y hablo con sus hombres, mientras yo seguía bebiendo trago tras trago, apenas le daba tiempo de pasar un trago mientras ya me estaba sirviendo otro, pasaron varios minutos en que me contaba anécdotas de Erick, de su pueblo y de él, cuando entro apresurado uno de los hombres y le dijo algo al oído a don José Luis, inmediatamente llamo a Fernando a los gritos.
Don José Luis—Muchacho pendejo a quien le dijiste que venía hoy para acá, serás idiota—
Fernando—A qué se refiere padrino, a nadie en específico—
Don José Luis—Avísales a tus primas que nos largamos pronto de aquí y les aconsejo que hagan lo mismo ustedes dos, este baboso se viene conmigo— dijo mientras señalaba a Fernando.
Fernando salió rápido a hablar con ellas, mientras don José Luis me entrego un sobre con dinero diciendo que era lo acordado con Erick y que a la próxima esperaba que fuera en su finca donde nadie nos molestaría.
Los tres entraron en la casa y don José Luis le pregunto a Fernando si la había hecho caso y le dijo que si, mando a los hombres a traer las ropas de las chicas mientras las hacía correr, ambas tenían evidentes signos de dolor al caminar y les costaba hacerlo con la rapidez que quería el señor mientras le dijo a Erick que nos largáramos lo más pronto posible de allí, este asintió con la cabeza y me tomo de la mano llevando me hacia su auto, yo lo regrese de un tirón buscando la botella de tequila, la tome y me fui con el siguiéndole el paso.
Nos subimos al auto y nos dirigimos en dirección al hotel, la camioneta blanca salió en dirección contraria a la nuestra a toda velocidad, en el camino le pregunte a Erick si aún tenía la botella con lo que había dado y saco otra distinta de la guantera del auto diciendo que la que tenia se quedó en casa de Fernando, mientras me la entregaba yo le di el sobre a él, durante el camino me percate que me veía con preocupación mientras bebía directo de la botella de tequila alternándola con la otra.
Erick—Deberías de dejar de mezclar esas bebidas, recuerda lo que te mencione antes—
Iris—Bonita hora a la que te preocupas—
Erick—Nena, no me vengas a decir que te forzaron, los vi como hablaban en la sala—
Iris—Simple amabilidad, después de todo me hizo pasar un rato agradable—
Erick—jajaja, No quieras venir a darme celos y tampoco hagas escenas acá—
Nos quedamos en silencio mientras yo seguía bebiendo en el camino nos detuvo un retén de la policía y le hicieron la prueba del alcoholímetro a Erick que paso sin problemas, cuando llegamos al hotel me tuvo que ayudar a caminar, prácticamente me subió cargada hasta la suite donde estaba Magda que me vio preocupada por mi estado, solo la ignore y me deje caer sobre la cama para tratar de dormir, mientras me hacia la dormida escuche lo que le contaba Erick, me dejo como una puta de primera y que el señor había salido contento con mi actuación, ella le pregunto que más había pasado.
Erick—Me extraño que saliera así corriendo de la casa, pensé que tardaríamos más—
Magda—Me imagino ¿no tuvieron problemas con la policía de camino? –
Erick—Había un retén, pero no paso nada yo no había bebido— la escuche reírse por lo bajo —Magdalena ¿qué demonios hiciste? –
Magda—Nada amor, solo quería verlos rápido, jajaja—
Erick—¿Sabes qué clase de problemas provocaras si se entera de algo don José Luis? –
En ese momento, sentí que una gruesa lagrima me recorría la mejilla, luego de eso no recuerdo mucho más, desperté de nuevo tarde y estaba sola en la habitación, la resaca que tenía era la peor de mi vida, empecé a ordenar mis cosas y cuando me disponía a irme entro Magda y solamente hizo una mueca en desaprobación a lo que estaba haciendo, me dijo que ella me llevaría de regreso ya que Erick había salido para hablar con Fernando, al parecer se encontraba en su casa de playa.
Yo prácticamente no hable en todo el camino y si respondía algo eran monosilábicos, estaba aún enojada y dolida con esos dos por usarme así, Magda se dio cuenta de mi estado y dejo de intentar hablarme hasta cuando llegamos al frente de mi casa.
Magda—Iris, nena, mírame, sé que debes estar confundida y dolida, pero ten en cuenta que era lo mejor ese sujeto puede llegar a ser peligroso si se lo propone, lamento que la pasaras mal, pero veras que si te acostumbras podríamos llegar a hacer grandes negocios—
No podía creer el cinismo de Magda, solamente me limite a lanzarle una mirada que esperaba la matara, pero sabemos que las cosas no son así.
CAPITULO 36 HETEROCURIOSIDAD
FRANCO
Habían pasado un par de días desde que hable con Gaby y aun retumbaban en mi cabeza sus explicaciones y lo que me conto, pero especialmente la forma que lo hizo, me hacía pensar que ella quería jugar conmigo, por eso no la llame y cuando ella lo hizo rechacé la invitación de nuevo a su casa, ese día había decidido volver a ejercitarme y busque un gimnasio pequeño que había cerca del piso, la gente que llegaba era del barrio a varios los había visto cuando caminaba por las calles cercanas y francamente no había ninguna mujer que me llamara la atención, seguía pensando que Anwara estaba con su abuela y allí se encontraba Tony queriendo rehacer su relación.
No había pensado en Quique y Sally y ese día decidí llamarle a casa de mis tíos, me contaron que la estaban pasando bien, pero algo en sus voces me hacía pensar que no era del todo cierto, esa noche recibí otra llamada de Gaby pidiéndome que la acompañara al club, al inicio me negué, pero su insistencia fue tanta que me convenció, aunque con dudas ella paso a buscarme a casa cerca de las 10:00 de la noche y nos fuimos en taxi.
Gaby—La vez que estuviste en el club, solo viste ese show de Sally, ¿verdad? –
Franco—Si, te lo conté el otro día—
Gaby—Vale, solo quería estar segura, pero esta noche no se si te dejen verme, por lo regular no me dejan entrar a nadie, solamente Sally tenía ese privilegio por su relación con Antoine—
Franco—No entiendo ¿Qué relación tienen esos dos? –
Gaby—Algunas personas dicen que son familiares, pero nadie dice que tipo de familia—
Franco—Que yo sepa su familia vive en Wisconsin, en Green Bay—
Gaby—Es lo mismo que nos dice a todos, pero los privilegios de Sally eran mayores que los que tienen todos adentro, por eso dicen que había otro tipo de relación—
Franco—¿Quieres decir como de amantes o algo así? –
Gaby—Lo dudo, Antoine es gay o al menos yo solo le he visto que se acuesta con hombres—
Franco—Ya, entonces si no son o eran amantes es muy sospecho que tenga esos privilegios—
Gaby—Era la única que tenía seguridad privada—
Franco—¿Te refieres a Anton? –
Gaby—Exacto, a las demás solo si pedimos ayuda nos llegan a vez, pero no es común que pase algo que amerite pedir ayuda—
Cuando llegamos, ella me invito a ver su show, y me hizo pagarle a los de seguridad para poder entrar, me dijo que debía esperar un rato mientras me acomode en una de las cabinas, estaba todo oscuro en el centro se observaba movimiento de sombras, pero la luz que usaban era tan tenue que apenas se podía observar a un par de personas moviéndose por el centro de la habitación, luego de un rato se dejó de percibir el movimiento, cuando de repente se encendió la luz del centro de donde imaginaba se llevaría a cabo el espectáculo, me quede quieto esperando a ver los acontecimientos.
Estaba Gaby atada a un poste, mientras una chica rubia mucho más alta que ella le chupaba el pequeño miembro, al mismo tiempo le insertaba un consolador de tamaño “normal” (diría unos 16 centímetros de largo y un grosor que le calcule unos 3 o 4 centímetros), Gaby tenía una expresión de gozo increíble, parecía estar en otro mundo.
Unos minutos después la chica alta se paró y note que tenía un enorme bulto atrapado en su lencería, parecía querer liberarse y estar a punto de reventar la pequeña braguita, soltó a Gaby y esta cayó de rodillas de frente al bulto de la rubia.
La rubia empezó a acariciarle el cabello de forma tierna, y Gaby solo levantaba la vista como entendiendo que quería, empezó a lamer por sobre la fina ropa interior de la rubia el pene de la rubia, esta solo cerraba los ojos, de repente Gaby corrió la parte de enfrente empezando con los dientes y luego ayudándose con las manos, el pene de la rubia se liberó y era al menos del mismo tamaño del consolador que tenía en las manos.
Entonces vi como Gaby empezó a hacerle una felación y si con la forma que explicaba me empezó a calentar, verla en acción me la paro como obelisco romano. Pude ver como lamia el glande de la rubia, pasaba su lengua alrededor de este, después empezó a succionar la punta con algo de fuerza mientras con una de las manos recorría todo el tronco con rapidez, la rubia parecía disfrutar mucho de las habilidades de Gaby, ella empezó a meterse de a poco el resto del miembro hasta que logro hacer garganta profunda.
La expresión de la rubia era igual a la que tenía Gaby de éxtasis total, mi pantalón me empezaba a molestar por la erección que tenía, de hecho era casi doloroso, trate de ver si era el único que estaba viendo ese espectáculo, pero solo alcance a distinguir otras ventanas a oscuras, asumí que desde donde yo estaba no podría ver a nadie más ya que el club según lo que me habían contado Quique, Sally y Gaby era lo que podíamos llamar muy discreto, no era muy exclusivo ya que prácticamente cualquiera podría entrar a ver el espectáculo, cualquiera que pagara el precio solicitado.
La rubia empezó a moverse como follando por la boca a mi amiga era evidente que en cualquier momento empezaría a correrse dentro de la boca de Gaby, mientras tanto deseaba ver la cara de mi amiga, pero la posición en la que me encontraba y la diferencia de tamaños de ellas dos me impedían verle el rostro.
Luego de unos minutos la expresión de la rubia cambio, era obvio que estaba corriéndose, pero seguía con los movimientos de cadera sobre la cara de Gaby, de repente paro y bajo la mirada separándose del cuerpo de mi amiga, se agacho y le planto un enorme beso, luego se hecho hacia atrás y pude ver como de la boca de ambas le salían restos de la corrida de la rubia, habían compartido el semen, después de eso se apagaron las luces, estuve un rato para que se me bajara la erección, lo cual llevo más tiempo del que me imagine tan solo de recordar como lo paso la rubia.
Cuando salí de la cabina estaba uno de los de seguridad afuera, solo me sonrió y me dijo que me esperaban en el salón de descanso de las chicas, me indico el camino y me dirigí hacia allá, al abrir la puerta me sorprendí al ver a Antoine que estaba de camino hacia afuera, este se me saludo cordialmente ofreciéndome la mano y me dijo “ tú y yo debemos platicar pero hoy no tengo tiempo, que te parece si le das tu número a alguna de las chicas y luego nos ponemos en contacto ” le dije que ok, pero su petición me sorprendió y al entrar observe que Gaby y la rubia estaba platicando tranquilamente, me acerque a ellas y pude notar que la diferencia de tamaños era aún mayor y así de cerca la rubia me pareció más grande de lo que creí al inicio.
Al acercarme la rubia se despidió de Gaby y luego me saludo, Gaby me volteo a ver y me dio una tímida sonrisa.
Gaby—¿Qué te pareció? –
Franco—Bien, estuvo muy bien—
Gaby—¿Solo bien, así a secas? –
Franco—No, no a secas, la verdad tarde en salir porque no se me bajaba la erección que tenía—
Gaby—Eso está mejor, pero te hubieras masturbado, es lo normal acá cuando te excitas y no tiene a mano a alguien que te baje el calentón—
Me reí por el comentario, pero la verdad no me paso por la cabeza hacerlo, me dijo que, si la podía invitar a una copa en otro lugar, le dije que sí, pero que yo no bebía, le pareció bien y me dijo esperarla unos minutos para que se cambiara.
Ya en un bar cercano a su casa platicamos de lo que me pareció su “performance”, no le mentí le dije que después de lo que habíamos hablado el otro día y lo que vi esa noche, me había gustado y excitado más de lo que me hubiera imaginado, rio de nuevo de forma tímida (parecía tener facilidad para eso), luego la acompañé hasta su casa.
Gaby—¿Quieres pasar a tomar un café?
Franco—Claro que sí, me gustaría, pero ya se está haciendo tarde—
Gaby—Si se te hace muy tarde podrías quedarte acá, ya sabes que no muerdo, a menos que me lo pidan— en ese momento ella sonrió ya no de forma tímida, más bien picara rozando con ser lujuriosa.
Entramos y ella se puso a preparar la cafetera mientras yo me acomode en el sillón que tenía en la sala, mientras seguíamos platicando, recordé lo que me había dicho Antoine y le pregunte si ella sabría algo.
Gaby—No tengo idea, pero Antoine no se me hace un tipo peligroso, quizás quiera saber de Sally—
Franco—Quizás, pero no sé porque me da desconfianza—
Gaby—¿Por qué lo dices? –
Franco—Quizás solo sean cosas mías, ya veremos qué pasa, por cierto, le pasas mi número—
Gaby—Ok, yo lo hago, no te preocupes—
Cuando termino con el café se sentó en el sofá justo enfrente, estuvimos un rato hablando de cosas irrelevantes, pero de alguna manera sentía que ella quería prolongar esa charla para algo más, la verdad me estaba poniendo nervioso, llevaba algo de tiempo sin tener relaciones, desde la última con Anwara y en estos días Gaby me había estado calentando, de repente me encontré pensando en que la chica que tenía enfrente me deseaba y no estaba seguro si yo también la deseaba, y me lo impedían mis demonios y mis creencias inculcadas por mi educación, no sabía si al momento de enfrentar esa situación mi cuerpo respondería como lo había estado haciendo cada vez que hablaba con ella, mis meditaciones se interrumpieron por una pregunta de ella.
Gaby—¿Qué crees que estén haciendo tu primo y Sally? –
Franco—No lo sé, la última vez que hable con ellos me dijeron que estaban bien, pero algo me dice que no es del todo cierto—
Gaby—¿Te preocupas por ellos?
Franco—Si, Quique siempre hemos estado en nuestros momentos más difíciles el uno para el otro—
Gaby—Me lo imagino, no cualquiera sale a buscar a alguien en los lugares donde nos metimos—
Ella seguía viéndome mientras hablábamos no dejaba de hacerlo, sus miradas me parecían cada vez más como un felino esperando a saltar sobre su presa, en un momento me ofreció más café y esta vez me pare a ayudarle, había decidido dejarme llevar hasta donde mis principios me llevaran.
Cuando ella se para con dirección a la cocina la seguí, y me pareció que mientras se volteaba ver una sonrisa de victoria, nos paramos uno al lado del otro y la abrace antes que tomara la cafetera, le di un pequeño beso en la frente, lo que ella respondió con varias caricias en mi abdomen bajando cada vez más su mano hacia mi pantalón, recostó su frente sobre mi pecho y empezó a besarlo sobre la camisa, su olor era delicioso y la tome por la cintura acercándola a mi cuerpo mientras le besaba el cuello, ella empezó a desabotonarme a camisa con lentitud, besándome el pecho.
Mi cuerpo empezó a reaccionar de la forma en la cual se esperaría, mi miembro empezó a crecer con sus besos y caricias, en ningún momento me dejo besarle la cara y menos la boca, lo que no sentí fue en qué momento ella había abierto el cierre de mi pantalón y empezaba a acariciarme el pene por encima de mi bóxer, la sensación era cálida sabía muy bien lo que hacía y como lo hacía, en un momento levante su rostro para besarla, pero ella me lo impidió agachándose para dejar caer mi pantalón y mi bóxer.
Tomo mi pene suavemente con sus manos, en ese momento se encontraba sin llegar a máximo y lo acaricio con un dedo desde la base cerca de mis testículos lo fue levantando con un dedo hasta llegar al glande, en ese momento yo solo la observaba, no sabía que debía hacer, solo alcance a acariciarle el mentón y guiñarle un ojo como signo de aprobación, ella rápidamente repitió el mismo movimiento ahora con la punta de su lengua, mientras acariciaba mis testículos con suavidad.
Mi miembro empezó a crecer y a ella se le produjo una enorme sonrisa, empezó una leve paja que acompañaba de suaves lamidas en mi glande sin descuidar mis testículos, la verdad me estaba gustando y deje de verla como una amiga para empezar a verla como una zorra deseosa de sexo arrodillada en la cocina, me ayudo a sacarme la ropa, luego le propuse ir a donde estuviéramos más cómodos, me tomo de la mano y fuimos a su recamara, al cerrar a puerta la tome del rostro y esta vez no impidió que nos diéramos un beso lujurioso, ella se quitó la ropa y se quedó solo en una minúscula tanga, se recostó boca abajo en la cama y me llamo a su lado.
Me acerque y cuando estaba a punto de acariciarla me detuvo, allí estando yo de pie, tomo mi pene que no había bajado para nada y lo volvió lamer desde la base hasta la punta, luego empezó a meterse de a poco mi glande y empezó a jugar con su lengua, se rio diciéndome que era más grande que el de su amiga del club que le tuviera paciencia, de a poco fue introduciendo mi pene en su boca movía su cabeza, sentía como entraba y salía mi miembro de su boca y cada poco tiempo se introducía dentro de su boca hasta que sentí como sus labios se cerraron en la base de mi pene, ella lo saco y me volteo a ver directo a los ojos yo seguro tenía una expresión de asombro ya que solamente una vez había visto a alguien tomando así mi pene, digo no es que fuera la gran cosa, ni era digno de un actor porno, pero ella me sorprendió al no soltar ni una sola arcada o una expresión de que le hubiera costado trabajo hacer lo que me hizo.
Sonrió para luego continuar con su trabajo, de a poco me fui recuperando de la sorpresa y me llevaba a un gran placer, un par de veces le pedí que se detuviera para no correrme, cuando estaba a punto de pedírselo por tercera vez me dijo “ quiero sentir tu leche en mi boca y saborearla antes de tragarla “, estaba a punto le conteste y unos segundos después solté lo que tenía acumulado, habían pasado varios días desde que no descargaba y le llene la boca, ella con habilidad y esfuerzo logro tragarse todo y cuando digo todo es todo, abrió la boca para viera que ya no habían rastros de mi corrida en su boca, lo siguiente que hice fue tumbarme a su lado ella continuo boca abajo y se acurruco bajo mi brazo, las sensaciones que tenía fueron agradables hasta me sentí mal porque no sabía si ella había disfrutado algo de esta experiencia, intente levantarle la cabeza para besarla.
Gaby—No Franco, déjalo así—
Franco—Quiero hacerte sentir al menos la mitad de las cosas que hiciste sentir—
Gaby—No te preocupes por mí, dejemos esto hasta acá—
Franco—¿A qué te refieres? –
Gaby—Déjalo son cosas mías, mientras estemos bien, estoy tranquila—
Franco—Quiero que sepas que por mí no hay problema con nada solo quiero hacerte sentir como me hiciste sentir, esto ha sido muy especial para mí, y quiero compensarte—
Gaby—Franco, quiero dejarlo todo así, este tiempo ha sido muy lindo para mí y el hecho que quieras “compensarme” lo hace más especial, pero soy muy consciente de la situación—
Sus palabras me dejaban inquieto, no entendía que situación era esa, la única situación que veía era que un tipo había recibido una enormemente placentera mamada por una chica casi desnuda que temblaba a su lado, y así se lo hice ver, pero lo que me contesto me dejo como piedra.
Gaby—Mira, lo que pasa es que no se si me aceptes por mi condición de chica trans, otra cosa es que no quiero tener un rollo, novio o algo por el estilo, la verdad esto que te acabo de hacer no lo había hecho con ningún chico hetero fuera del trabajo— me quede pensativo y extrañado por su confesión —por lo regular no me fijo en tener pareja, pero las pocas que he tenido han sido chicas trans como yo o en su defecto han sido chicos bastante amanerados, de hecho la chica con la que me viste hoy en el club quiere que seamos pareja y en verdad me gusta mucho ella—
Franco—¿Entonces a que se debió todo esto? –
Gaby—Una prueba, para mí, quería saber hasta dónde puedo llegar con un chico completamente hetero y aunque me gusto, no me veo siendo poseída por un macho o peor aún por un pusilánime, sin obtener nada a cambio, tú no eres ninguno de estos estas en alguna parte del medio de toda esa escala de hombres—
Franco—Ok, pero sigo sin entender, ¿que fue esa sonrisa cuando nos levantamos por más café? —
Gaby—¿Te diste cuenta? — ella me miro extrañada —no pensé que me hubieras visto, pero era solo una expresión victoriosa, la verdad eres un chico muy guapo y desde que te vi ese día en la cafetería me propuse llevarte a la cama para probarme que era capaz de seducir, pero viendo lo bueno que eres no quiero que pase a mayores o que te enamores de alguien que no te corresponderá—
La verdad me había descolocado por completo, ella me contesto sin hacerle pregunta alguna, la verdad cosas como estas me hacían dudar cuando alguien me llamaba genio, pero en realidad los genios eran las personas que como ella entienden sin que se les diga nada y saben que responder sin que le preguntaras algo.
Franco—Gaby no se si me podría enamorar de ti, pero sí sé que me agrada pasar tiempo contigo y esto que acabas de hacerme…uff… no lo voy a olvidar jamás, pero siento que, si tu intención era seducir a un chico hetero, pues lo has logrado en un principio, y siendo el chico seducido, demando que lo lleves hasta el final—
Gaby—¿A qué te refieres? –
Franco—jajaja, nada mujer, que gracias y lamento que no quieras pasar de este punto, la verdad estoy muy confundido de momento, para seguir —mi pequeño intento de chascarrillo pareció que no le hizo mucha gracia, igual después de analizar lo dicho a mí tampoco me hizo tanta gracia —te agradezco esto y te repito que jamás lo olvidare—
La abrace y le bese la frente, aun estábamos prácticamente desnudos, luego le pregunte por sus relaciones y como habían sido sus anteriores parejas, el resto de la noche hablamos de cosas así y llego un momento en que nos cubrimos con una pequeña sabana para quedarnos dormidos.
Cuando desperté ella se encontraba a mi lado riéndose de mi erección matutina, se había cambiado la ropa, ahora portaba un pequeño top deportivo y unas mallas de ejercicio que le marcaban muy bien sus piernas y aunque me dijo que era muy tentador encargarse de mi erección, ya habíamos decidido que dejáramos así nuestra relación que a partir de ese día solo seriamos amigos, antes de partir me recordó que Antoine me llamaría en esos días y que me preparara para cualquier cosa, que ella no o consideraba un tipo peligroso, pero si podría estar muy preocupado por Sally y ella no sabía cómo podría reaccionar el por ella.