VIDAS capítulo 23 & 24
Iris y sus primeros arrepentimientos, Franco conoce a alguien mas
CAPITULO 23 NUEVAS FANTASIAS
ELLA
Llego el jueves de la despedida de mi novio, y habíamos quedado de juntarnos en un bar cercano a su piso, no me dijeron cuanta gente llegaría, pero si me adelanto que la mayoría de sus “amigos” estaban de viaje con las familias y seriamos pocos, Fernando seguramente acompañado de su novia, Erick, yo y alguno que otro más.
Cuando llegue ya estaban Erick y Fernando acomodados en una mesa pequeña, los salude desde la puerta y me acerque, como siempre Fernando me dio uno de sus clásicos repasones, pero esta vez lo sentí peor ya que me tomo de la mano y me sentí obligada a dar una vuelta sobre mis pies, ambos silbaron en señal de admiración (cosa que no me agrado nada).
Iris—Al final ¿cuánta gente vendrá? –
Erick—Solo esperamos a alguien más—
Iris—¿En serio? Fernando creí que le hablarías a más gente—
Fernando—Ya vez, casi todos están de viaje, solo están por acá para estudiar o trabajar—
Erick—Tranquila amor, además tú sabes que mi depa no es muy grande, entre menos mejor—
Iris—No puedo creer que de todos de la fiesta de la playa nadie venga—
Erick—En realidad si la viste en la fiesta, pero aún no ha salido de trabajar—
Esas palabras de mi novio me descolocaron, la persona que pensé que esperábamos era la novia de Fernando y sabía que no estaba trabajando, igual que nosotros dos, pero si no era ella ¿quién podría ser? La respuesta llego como una hora y media después, era la chica del bikini negro de la fiesta en la playa, hasta ese día me entere que se llamaba Aura y trabajaba de recepcionista en las oficinas de un banco, llego con su uniforme, que por cierto le levantaba bien el trasero, un maquillaje discreto y el pelo agarrado en una cola de caballo.
Se acerco y nos saludó sin aspavientos, Fernando la vio cómo me miro cuando llegue, pero a ella no le toco darse vuelta para que la “admiraran mejor”, continuamos otro rato más en el bar el ambiente era bueno y se me paso la sorpresa de la compañera de Fernando cuando recordé lo de la relación abierta que tenían esos dos.
Cuando decidimos ir al piso de mi novio ya estábamos algo tocados por el alcohol los cuatro, al entrar Erick y Fernando se pusieron a preparar bebidas mientras Aura y yo nos acomodamos en los sillones a platicar.
Aura—Que gusto verte de nuevo, estas más guapa de lo que recuerdo—
Iris—También me da gusto verte y gracias, pero tú te vez genial con ese uniforme, vaya trasero se te marca— era cierto, pero igual quería quedar bien por el halago.
Aura—Gracias— decía con ternura mientras me guiñaba un ojo.
Los chicos nos acompañaron con las bebidas, di un sorbo y me supo raro.
Pusimos algo de música para bailar y estar en ambiente, después del tercer trago ya me dio igual el sabor de la bebida y seguimos, en unos momentos me empecé a sentir eufórica y buscaba besar a mi novio desaforadamente sin importarme el público, después que note que nos habíamos acabado la botella empecé a sentirme mareada y somnolienta ignoro cuanto tiempo habíamos estado celebrando alegremente, pero las cosas se pusieron raras y despues no recordaba nada.
Cuando desperté estaba desnuda, acostada boca abajo en la cama y comenzaron a venir imágenes de la noche, cerré los ojos para que no me molestara la luz, recordaba los labios de la chica y su dulce sabor, luego recuerdo estar de rodillas frente al pene de mi novio y una mano femenina que me empujaba la cabeza hacia él, de vuelta a la realidad, repentinamente sentí como una mano separaba mis glúteos y colocaba la punta de un pene para después introducirlo en mi ano, me dolió poco y estire mi mano para tantear el cuerpo del que me estaba penetrando, no necesite más de unos toques para saber quién era.
Su piel sudorosa y peluda y el peso de su cuerpo sobre el mío no dejaba lugar a dudas, sus movimientos fueron rápidos y fuertes, unos pocos minutos después sentí que me llenaba mi agujerito con pocos y débiles chorros de semen, seguía con los ojos cerrados, no podía creer que mi novio hubiera permitido este abuso, me estaba sintiendo violada, cuando escuche un gemido de hombre que reconocí al instante abrí mis ojos buscando la fuente de ese sonido, cuando mire hacia el sofá estaba Erick follandose por la boca a la chica que solo tenía un sujetador blanco, la imagen era como recordaba a Fernando en la oscuridad y deduje que la chica a quien tenía ese día era ella, Aura, mi novio tenía una expresión de placer comparable a la última noche que me destrozo analmente.
La chica me vio a los ojos y se sacó el miembro de Erick de la boca para decirme “ amiga que buena polla tiene tu novio ”. Volvieron los confusos recuerdos de la noche, recordaba a mi novio penetrándome de frente mientras atrás unos dedos frágiles estaban abriéndose camino en mi recto de fondo se escuchaban las risas de Fernando.
Volví a escuchar esa risa entre jadeos fuertes y empezó a animar a la pareja para que follaran, yo cerré mis ojos, los recuerdos no paraban de llegar, en la primera imagen que vino estaba yo de rodillas frete a la chica y en medio estaba una polla normalita delgada con una erección potente la chica estaba lamiéndola invitándome a hacerle lo mismo, cambio de repente a ver de frente la lengua de Fernando en mis pechos y sintiendo como me penetraba furiosamente, luego era la conchita de la chica mientras mi novio estaba parado a su lado recibiendo una mamada de campeonato yo sentía una polla penetrándome por el ano sin que me doliera.
Quería llorar, pero las lágrimas no me salían, escuche a Erick en un grito ahogado de placer lo voltee a ver, evidentemente estaba corriéndose, pero la chica no se sacó su miembro de la boca, al final tosió escupiendo una gran cantidad de lo que mi novio le acababa de depositar, él le levanto la cabeza y le propino una sonora cachetada diciéndole “ perra, no lo vuelvas a hacer ”. La chica se asustó y solamente asintió con la cabeza, Erick se levantó sin voltear a verme con rumbo al refrigerador saco una cerveza y comenzó a beberla dando grandes tragos, cuando se la termino me vio y me sonrió con sorna, se me acerco tomando del brazo a la chica y acercándola a Fernando le dijo “ métele la lengua a este perro le gusta ”, la chica le hizo caso y él se sentó a mi lado, no sabía que estaba sintiendo yo en ese momento, si rabia por la forma en me utilizaron, engañada por mi novio, frustración.
En la maraña de sensaciones y sentimientos que tenía escuche a mi novio decir “ oso, ¿ quieres probar algo nuevo? ” lo voltee a ver y estaba recuperando la erección, tomo a Aura por los cabellos y le jalo la cabeza hacia su pene, dejando su cuerpo encima del mío, ella empezó a jugar con su lengua el glande de mi novio para después introducírselo, el soltó a la chica y dirigió esa mano a mi sexo introduciéndome dos dedos de golpe y empezó a jugar allí adentro, con la otra mano me metió otros dedos en la boca, Fernando sonrió y se paró a nuestro lado acariciándole el trasero a Aura.
Erick lo vio con enojo diciendo “ deja ese culo, aun me falta follarlo ”, Fernando solo sonrió y la chica soltó su miembro para verlo con cara de susto, él se levantó y me tomo de las piernas para penetrarme con fuerza, yo no había lubricado nada desde que desperté y eso aumento la sensación de dolor, la chica se levantó a darme un beso de lengua, ahogando mis posibles gritos, acariciando con suavidad mi pecho, se separó cuando me calle y empezó a tocarme y lamerme los pezones.
Las embestidas de Erick aumentaron de fuerza sin ser muy profundas por la rapidez que tenía, se corrió mucho antes que de costumbre y sus chorros, aunque fuertes no fue la cantidad que acostumbraba sacar, de repente vio a Fernando y lo tomo por la cabeza acercándolo a mi sexo diciéndole “ vamos oso ese es tu premio, búscalo ”, el empezó a lamerme mi sexo del que escurrían pequeños hilos con el semen de mi novio, y luego empezó a aspirar con la boca dentro de mi sexo metiendo la lengua para saborear, la rara sensación me provoco un orgasmo leve que todos notaron y Aura fue la primera en reír asombrada por el espectáculo que acababa de presenciar.
Erick me beso con ternura mientras Fernando daba los últimos sorbos en mi vagina, “ nena eres la mejor, te amo ” me dijo al soltar el beso, yo empecé de nuevo a sentir la mezcla de emociones y le pedí permiso para ir al baño a asearme, se levantó y me dejo libre el paso, corrí presurosa a meterme y me puse bajo la ducha, las imágenes de la noche no habían cesado, ahora recordaba cómo nos animaban a besarnos entre las chicas, luego recordé como Aura lamia de mis pechos una reciente corrida de alguno de ellos, me distraje de mis pensamientos al escucha afuera como Aura decía “ dame más, duro así duro, que suerte tiene la pendeja de tu novia ”, en ese momento la sensación de dolor por la traición gano a todo lo demás y llore por unos minutos, no me podía imaginar cómo había llegado hasta ese punto, luego escuche que cambiaban los gritos por murmullos ahogados, me dispuse a salir después de componerme las lágrimas, con miedo a lo que me encontraría.
Mis miedos se confirmaron cuando vi como Aura estaba de frente sobre Fernando y este amasaba sus pechos, encima de ellos dos se encontraba mi novio perforándole el ano con furia y movimientos bruscos, la chica con evidente dolor tenía una sábana mordiéndola para callar sus sonidos, yo me encontraba desnuda con el agua escurriendo por todo mi cuerpo.
Cuando Fernando se corría con una expresión grotesca le apretujo más los pechos, mi novio siguió algunos minutos bombeándola con fuerza hasta que se corrió con un gruñido que me dio miedo, se separaron como pudieron y Fernando me vio, señalándome dijo “ creo que tu novia quiere más, pero ya no puedo, me han dejado seco ” la chica solo estaba recostada boca abajo sobre la cama, no podía articular palabras, Erick se paró y me abrazo alcanzándome unas toallas para secarme, los invitados se vistieron con dificultad y se prepararon para irse.
Cuando se despidieron Fernando la ayudaba a caminar, casi cargándola, al cerrarse la puerta Erick me vio y se metió al baño, escuche la ducha mientras buscaba mi ropa, no encontraba mis bragas de repente el salió y fue al refrigerador a sacar dos cervezas, destapo una y me ofreció la otra, yo no la acepte y seguí buscando mis bragas en silencio.
Erick—Nena ¿estás bien? –
Iris—Ayúdame a buscar mis bragas creo que Fernando se las quedo—
Erick—No me extrañaría, pero no me contestaste— su tono era recriminatorio —mira… sé que fue raro, pero no paso nada que tu no quisieras—
Iris—Ya, déjame procesar lo vivido— hable con rabia mientras seguía en mi búsqueda infructuosa.
Empezó a contarme su versión de la noche, diciéndome episodios que no recordaba donde me ponía como la principal instigadora de nuestra pequeña orgia, resignada me vestí y me despedí de él, me vio extrañado diciéndome que lo esperara para llevarme a mi casa, me negué y salí sin despedirme y sin bragas a la calle, necesitaba pensar y el solo me confundía con sus palabras.
ERICK
Creo que después de todo no estuvo tan mal para ser la primera vez que organizo algo sin ayuda de ella, le contare los detalles cuando la vea, este tipo de platicas le gustan de frente y si logro que se excite seguro me la pasare bien, necesito que Iris se calme un poco para seguirle planteando “fantasías”. Le voy a preguntar a Fernando qué demonios les dimos para que se soltaran así, menciono éxtasis mezclado con algo, pero con tantas estupideces que dice casi no le pongo atención.
CAPITULO 24 FRUSTRACIONES
EL
Regrese a mis estudios luego de las navidades con mis padres, que me recordaron a las de mi infancia, con esa alegría de niños, pero la tristeza de recordar a Ana, Sally la paso entre la casa de sus suegros y la nuestra, decía que no extrañaba ni la nieve ni el tráfico de Nueva York, o el frio seco de la casa de sus padres en Green Bay, el clima de acá le encanto, aunque hacia frio no era como en los lugares donde habitualmente la pasaba ella, se quedó pasmada con la posada/fiesta que se organiza en la sede del partido cada año, además de una leve indigestión por la cantidad de comida engullida.
Durante estos días solo pude hablar con Anwara pocas veces y por poco tiempo, me contaba que Anton se enfadó un poco al contarle nuestra relación, pero se le fue pasando y para la noche vieja brindaba por nosotros en su casa, ellos se quedarían un par de semanas extra con su abuela.
Ya sentado esperando las instrucciones para las siguientes actividades vi que entraba al salón junto al catedrático una chica pequeñita de inmediato me fijé en sus ojos grises que estaban detrás de unas gafas negras de pasta, era como de mi edad. Su cara redonda con labios suaves, era casi tan bonita como Ana o Leticia, estaba enmarcada por mechones rubios que no habían sido tomados por la semi trenza que traía puesta.
Vestía unos vaqueros, botas negras hasta la rodilla y un pesado abrigo negro, ella al entrar me vio directo a los ojos y nos sostuvimos la mirada hasta que el catedrático hablo presentándola como Jenny, estaba haciendo su traslado desde Chicago para nuestra escuela y la asignaron a mi grupo de trabajo, durante las presentaciones seguimos viéndonos ya con más disimulo.
Al finalizar la jornada quedamos para ayudarla entre todos en la biblioteca para que se actualizar con nuestras clases y los métodos, cuando llegamos y nos dispusimos a colgar los abrigos y demás cosas para el frio, los hombres del grupo nos quedamos embobados con Jenny, tenía un sweater gris de cuello alto y ajustado al cuerpo que le resaltaba unos pechos casi desproporcionados con respecto a su tamaño y se miraban duras como piedras, ella se percató de nuestras miradas, pero parece que estaba acostumbrada a recibirlas.
La tarde se pasó rápido entre libros y platicas, la verdad se nos había armado buen ambiente, quedamos que el siguiente viernes saldríamos en grupo por la ciudad visitando pubs para que nuestra nueva compañera conociera la gran manzana, todos les dimos nuestros correos e intercambio números de teléfono con todos. En los siguientes días me conto que había cambiado de ciudad por el reto de esta escuela, que no tenía en la otra, que era hija única de padres divorciados, pero estos tenían hijos más pequeños con sus actuales parejas. Mientras yo le contaba de mi país y mi familia, me sorprendió que conociera muchas cosas de la cultura y costumbres, aunque nunca estuviera por allá, cuando tocamos el tema de las parejas se vio medio triste por haber dejado a un novio que tenía desde el high school y que lo extrañaba yo le platiqué de Anwara tratando de no entrar en detalles le conté de cómo nos conocimos y como me ayudaba en el acondicionamiento físico.
El domingo había decido levantarme temprano, había dejado medio de lado el ejercicio desde que Anwara se fue y quería reponer el tiempo perdido corriendo unos kilómetros, inconscientemente había tomado la ruta más larga que lo habitual, la que hacía casi siempre acompañado de ella, cuando de la nada alguien me salto a abrazarme de un costado, era Anwara, que empezó a comerme la cara a besos, cuando la reconocí también empecé a besarla, después nos hablaron desde atrás diciendo que se retiraba a casa, Anton nos ayudó a recomponernos, me saludo con un abrazo y se marchó.
Anwara y yo nos tomamos de la mano y fuimos al departamento, una vez allí levantamos a Quique y Sally, salieron entre risas y bostezos a abrazarla y desearle feliz año, desayunamos juntos y ella nos platicaba de sus días en la playa y las visitas a sus familiares por allá, mientras Sally recordaba sus vivencias y la primera navidad que paso sin nieve desde que tenía memoria.
Cuando terminamos mi primo y su novia regresaron a la cama, y al estar solos Anwara salto sobre mi besándome y tomando mis manos para que le sobara los pechos, cuando se quitó el abrigo note que tenía los pezones durísimos y ella me tomo de la mano dirigiéndome hacia mi habitación, entramos y tras poner seguro me empujo sobre la cama saltando sobre mis pantalones deportivos casi casi arrancándomelos yo estaba en shock por la sorpresa y solo me dejaba hacer por ella, de repente me ordeno que terminara de desvestirme mientras hacía lo propio, me pidió ayuda a la hora de quitarse los jeans super ajustados que pasaron jalando una fina tanga de encaje azul.
Anwara—Lastima quería que me la vieras puesta—
Franco—¿Si quieres la vuelvo a subir? –
Anwara—Déjala así, me urgen más otras cosas—
Franco—jejeje, Cosas… ¿cómo esta? – le decía mientras metí mi dedo recordando la última vez.
Anwara—Si mi tigre a eso me refería—
Le bese su zona púbica, mientras ella acariciaba mi cabello yo sostenía el movimiento de mis dedos dentro de ella, se empezó a mover como lombriz anunciando su orgasmo y de nuevo largo un pequeño chorro esta vez sobre parte mi cara y cuello, lo que la hizo verme con miedo, se le paso cuando empecé a reírme y decirle “ de modo que así se siente ”.
Mis risas llenaron el cuarto, junto a su expresión de apenada y un sentimiento de trágame tierra que se le notaba en la mano que coloco sobre sus ojos y su sonrisa, me levante a limpiarme y la abrace, ella se tapaba la cara ahora con sus dos manos cuando se recostó en mi pecho.
Anwara—Lo siento amor, es que fue mucho tiempo sin vernos—
Franco—Descuida, no pensé que yo fuera capaz de provocarle eso a una diosa como tu—
Anwara—Te dije que desde la primera vez que te vi me gustaste—
Franco—Lo recuerdo, también recuerdo que hicimos la primera vez que me confesaste eso—
Le levante la cara y la bese, luego del beso empecé a quitarle el sostén y empezamos la sesión de sexo duro como a ella le gustaba, me gustaría decir que estuvimos mucho tiempo en eso, pero la verdad es que yo también la extrañe demasiado y ese día no había tenido la paja de preparación que tuve la última vez.
Solo se rio y me dijo con cierta preocupación que no se cuidaba y que esperaba que no tuviera puntería, pero según sus cálculos no estaba en sus días fértiles, también a manera de burla me dijo que se apiadaba de mí, si su hermano se enteraba que la había embarazado sin estar casados.
Franco—jajaja, Espero que aciertes y me disculpo, también te he extrañado—
Anwara—No te preocupes, pero debemos empezar a cuidarnos aun no quiero tener bebes—
Franco—De acuerdo, pero cambiando el tema, ¿Cuándo llegaste a la ciudad? –
Anwara—Esta madrugada, mi madre se sentía mal y acá tienen mejores hospitales—
Franco—¿Cuándo pensabas avisarme? –
Anwara—Pensaba llamarte después en casa de mi madre, pero te vi y no pude aguantar las ganas—
Volvimos a los besos y caricias, cuando estaba a punto ella me detuvo diciendo que debía regresar a la casa para ver cómo estaba su madre, que no confiaba en Anton para cuidarla.
Nos despedimos y volví a mi habitación, cuando estaba por abrir la puerta de mi cuarto salieron mi primo y su novia con sonrisa burlona a darme “ánimos”, Sally dijo que la próxima vez si necesitábamos condones ellos nos podían prestar, parecía que hubieran estado pegados a la puerta escuchándonos, solo alcancé a hacer una mueca burlona por resignación y cerré la puerta.
Decidí dormir otro rato y pasado el medio día me levante a ver que comía, Quique y Sally no estaban, tome una ensalada que tenía preparada de antemano del refrigerador y regrese a mi cuarto para ver los pendientes en el ordenador y de paso revise mi celular que lo había puesto en silencio la noche anterior.
Había notado desde el principio que las pláticas con Anwara no eran sustanciales, aparte del tema del acondicionamiento físico nuestras charlas no duraban más de 20 o 30 minutos, sin que empezáramos a besarnos y tocarnos para terminar muchas veces en sexo duro y bruto que era como le gustaba a ella, de a poco empecé a sentir que necesitaba más y para eso tenía platicas largas con Jenny, no sabía porque con ella las pláticas casuales se convertían en verdaderos diálogos platónicos y me gustaba eso.
La primera “gran” pelea con Anwara sucedió por estas platicas ya que había quedado a una hora con ella y por no darme cuenta del tiempo llegue casi 45 minutos tarde a mi sesión de entrenamiento, ese día lo pague con un dolor de piernas brutal. Jenny y Anwara se conocieron un día que mi novia me llego a buscarme a la escuela y el encuentro fue digamos normal, pero sentí un cruce de miradas entre las dos que no me agrado.
Los meses estaban pasando y se acercaba el spring-break, que no habíamos tomado el año anterior, Anwara nos dijo que fuéramos en esas fechas a Florida, a Quique y a mí no nos gustó la idea porque sabíamos que era un ambiente de mucho licor y fiestas de las que huíamos por nuestro pasado, Sally, que conocía gran parte de nuestra historia tenía sus dudas, pero mi novia parecía muy entusiasmada con la idea y decidimos que le daríamos gusto a Anwara.