Vida adolescente3, siglo XXI. Clase de gimnasia

Comienzan las clases. Las horas son aburridas, hasta que llega la última. Lo que empieza como una forma de quitar la vergüenza, acaba con 5 enseñando sus miembros.

Vida adolescente3, siglo XXI

Parte 3: clase de gimnasia

Una vez más, gracias. Esta serie, que voy todavía empezando, me está gustando, y espero que así sea a los demás. Tardo en escribirla, porque no dispongo de mucho tiempo para hacerla, pero lo intento en la medida de lo posible. Espero que esta nueva parte, os guste.


El nuevo día ha llegado, y una nueva clase comienza. Las primeras horas pasan lentas, conociendo a los profes, y el temario a trabajar. Un curso diferente, y por lo que voy intuyendo, más jodido.

Llega la hora del recreo, y me junto con Fede. Charlamos de cosas generales. Del primer día de clase, de nuestros orígenes, amigos… lo típico. Me cuenta, que jugaba al fútbol en su antiguo cole, pero que ahora no tenía equipo para jugar, y lo echaba de menos. Le comento, que mi hermano David, juega en un equipo de la ciudad, desde hace años, y podría hablar con él, aunque sea más mayor que nosotros. Le entusiasma la idea, y espera que pueda lograrlo.

El resto de la mañana pasa normal, hasta que llega la última hora: gimnasia. Para está asignatura, tenemos todos que llevar ropa de cambio en las bolsas de deportes:

-       Toalla, pantalón y camiseta corta, ropa interior límpia, gel y champu, y desodorante.

La razón es, que nos obligan a ducharnos después del ejercicio. A mi me da una vergüenza horrible. Nunca me he desnudado delante de nadie, que no sea Andrés. No se como será eso.

La clase pasa sin pena ni gloria. Bastante rápida, y sin mucho cansancio. 10 min antes de ser la hora, el profe nos manda a las duchas. Alli empieza mi sonrojo:

-       Buah, este Jose es un cansino. Menuda clase más coñazo que nos ha dado hoy. – dice un compañero –

-       Ya te digo tío. Espero que esto mejore. Hoy ni he sudado.

-       Callaros ya, nenazas. ¿De que cojones os quejáis? – dice entonces Jorge –

-       Habló el machito. ¿Qué te pica Jorge?

-       La polla. Estoy esperando que me la comas, a ver si asi me deja de picar.

-       Primero deberías encontrártela. Que un subnormal como tu, fijo que ni tiene.

Mientras ellos 3 seguían dicutiendo, sobre sus pollas, y demás, algunos ya se habían desnudado, y se metían en las duchas. Yo no pude evitar fijarme. Algunos tenían unas pollas, con muchos pelos. Otros casi no tenían ninguno. Pero lo que más me llamó la atención es que ninguno tenía pudor en desnudarse, como si estuvieran en sus casas.

-       Sergio, ¿no te vas a desnudar? – Me pregunta entonces Fede –

-       Si, supongo. No se, es que me da apuro.

-       Jajajaja. ¿Nunca te has desnudado delante de nadie?

-       Si, de mi amigo Andrés. Pero aun asi…

-       Yo estoy acostumbrado, tío. En el fútbol, siempre nos duchamos juntos, y es algo normal. Lo hacíamos desde niños.

-       Vaya. Eso está bien, supongo.

Entonces, veo que Fede se quita el gayumbo, y asoma una polla gorda, que parece que este empalmada. Si no estuviera hacia abajo, y doblada, lo pensaría. No puedo evitar decir un comentario.

-       Joder Fede, menudo paquete gastas. Parece que estes empalmado y todo.

-       Jajajajaja. Pues no tío. Está dormida. Pero no eres el primero que me lo dice. Si la vieras dura, entonces te asustabas.

Con tanto charlar, y pasar el tiempo, me doy cuenta que la mayoría ya se ha vestido y largado. La ventaja de ser la última clase, es que el profe no nos mete prisa, y yo, con la excusa de la vergüenza, he tardado un poco más. Sólo quedamos nosotros 2, y Jorge y los otros con los que estaba discutiendo, que con la tontería aun ni se han desnudado. Están los 3 en gayumbos, marcando paquete. Yo aun ni me he quitado los pantalones, y bueno, Fede, está en bolas. Entonces Jorge, que parece habernos oído, habla a Fede:

-       Vaya con el nuevo. Ni que se creyera un actor porno.

-       Yo no me creo nada. Es lo que tengo, y punto. ¿Acaso te da envidia?

-       ¿Envidia? ¿A mí? No tengo nada que envidiarte, novato.

-       Mucho hablas, Jorge. Seguro que no tienes ni pelos en la polla – Le dice uno de los otros, llamado Jaime –

-       Tengo más huevos y polla que todos vosotros.

-       Jajaja, eso habría que verlo. – Dice entonces el otro chico, llamado Iván –

-       ¿Te apuestas algo?

Yo, con tanto hablar de pollas, y pensar en verlas, me estaba empezando a poner algo cachondo. Y por lo que notaba en los bultos de los demás, no era el único. Solo Fede, mantenía la polla igual.

-       Apuestas, apuestas. Pero si ni siquiera la has sacado. El único que muestra aquí algo, soy yo. Y seguro que mi polla es más grande que la tuya empalmada, según la tengo ahora.

-       Será porque la tienes ya dura. ¿El tema te pone caliente o qué?

-       ¿Dura? Jajajaja. Me meo. Si se me pone dura, alucinas.

-       Venga, apostemos. Yo me apunto. – dice ivan –

-       Yo también. Total, estamos solos, y nadie nos verá. Ademas, puede ser divertido. – Dice Jaime –

-       Vale. Pero empalmados. ¿U os da vergüenza? – dice Jorge –

-       No, a mi me la suda

-       Y a mi.

-       ¿Para que me la quieres ver dura, Jorge? – Dice entonces Fede –

-       Yo a ti para nada. Solo para demostrar quien es mas hombre aquí.

Yo no digo nada en ningún momento. Mi polla ya está a tope, pero me da miedo hacer o decir nada.

-       Pero todos. ¿O tu te rajas, novato? – Se dirije Jorge  ami –

-       Venga, vale. Yo también – digo, no muy convencido –

-       Ok, Venga, todos en bolas.

-       Hagamos una cosa mejor – dice Fede – Cada uno se desnuda en la ducha, y se empalama allí. Y salimos.

-       A mi me da igual aquí ya, total, ya la tengo me dio dura. – Dice Iván –

Y entonces se baja el gayumbo, y sale un rabo largo, y fino.

-       Vaya maricon. ¿Te pone el tema o que? – Le suelta Jorge –

-       No, pero yo me empalmo con nada. Y me la suda que me la vean. No sería la primera vez que me la ven dura colegas.

-       Ni a mi, ya ves – dice Jaime –

Y también se desnuda. Su polla es mas pequeña que la de Ivan, pero mas gorda.

-       ¿Y que apostamos? – Dice Jorge aun sin desnudares –

-       Me da que ya nada. Solo la hombría.

-       A mi me da igual. Mi rabo es el más grande fijo – Dice Fede, el cual ya empieza a empalmarse –

-       Una mamada. El que la tenga más pequeña se la chupa al que la tenga más grande. – Suelta Jorge –

-       Anda, yo paso. – Dice Iván –

-       Yo también. Si quereis, unas pajas como mucho.

-       Vale.

Y Jorge se desnuda también. Empalmado del todo.

-       Y hablaba de maricones.

-       Comemela, no te jode.

-       Comemela tu a mi.

-       Faltas tu, novato. – Se dirije Jorge  a mi –

Yo me acojono. Soy el que más peque la tiene fijo. Pero cumplo.

-       Vaya con el picha corta.

-       Bueno, la tuya no es más grande que la mía, asique calla.

-       Gano yo, ¿lo veis?

Entonces todos nos fijamos en Fede, ahora si empalmado. Menudo pollon. Es enorme. Nos gana a todos con creces.

-       Vale novato. Lo admito. Gastas un pollon de caballo.

-       Joder tío. Eso destroza a una tía.

-       Madre mía.

Mientras comentan, me fijo que Jaime e Iván se la están tocando, como si se pajearan. Y Jorge igual.

-       Veo que os pongo, que hasta os pajeais.

-       Va, ya total una pajilla.

Y todos nos pajeamos juntos, ya sin vergüenza. Terminamos, y nos vamos duchando. Jaime e Iván son los primeros en irse. Luego Jorge, tras soltar unas chorradas, también se va, y quedamos solos Fede y yo, aun desnudos, duchándonos.

-       Vaya tontería. Pero fue divertido.

-       Ya te digo. Pero al final no estaba tan cortado. Oye tío, en serío, esa polla es enorme.

-       Bueno, no se. Normal.

-       ¿Normal? ¿Eso debe medir lo menos 30 cm?

-       Jajajaja. No creo que a nadie le mida eso. Pero bueno, la mía son 20 cm. Tengo un primo, 2 año mayor que yo, al que le mide 22. Eso si que es grande.

-       Ostia, ¿y se la has visto?

-       Si, claro. Y nos hacemos pajas juntos. Tenemos mucha confianza. ¿Tu nunca te habías pajeado delante de nadie?

-       Bueno. Sí. De mi amigo Andrés. Es como un hermano para mi.

-       Pues eso. Yo con los colegas, empecé a hacerlo el año pasado. Es muy divertido. Jajajaja.

-       Ya, ¿pero no crees que es algo de gays?

-       Bo. A mi eso me la suda, sinceramente. Entonces si te digo que también nos la chupábamos, te acojonaras.

-       ¿Cómo dices?

-       Si tio. A ver. En confianza. Pero porque creo que tu eres legal. Algunas veces, nos mamamos la polla unos a otros. Empezamos una vez, en plan coña, y lo hemos hecho ya varias. No veo nada malo en ello.

-       Bueno. Supongo que no. A ver, ya que dices…

-       ¿Qué?

-       Yo. Bueno. Yo y Mi amigo, hemos hecho cosas también.

-       Jajajaja. Vaya con el timido. Bien.

Con la cosa de hablar de eso, se nos estaban poniendo duras las pollas otra vez.

-       Veo que te pone el tema.

-       Un poco. Y a ti también, Fede.

-       Si. Oye, ahora que estamos solo, y ya total, ¿te gustaría probar conmigo?

-       No se si podré tragarme es polla.

-       Prueba.

Me agacho, y meto solo la punta. Está muy guay. Luego el hace lo mismo conmigo.

-       ¿Y Alguna vez han follado?

-       No, nunca. Eso no.

-       Yo folle con uno de ellos. Me la metió y yo a él.

-       Joder. Lo destrozarias. ¿Y a ti te gustó?

-       Estuvo guay. Fue divertido. Otro día si quieres, probamos juntos. Es algo tarde, y deberíamos irnos ya.

Entonces, nos vestimos, y nos fuimos. Casí nos pilla el profe. Yo alucino, de lo que vivi. Y Me imagine, juntándonos con Andrés. Nunca se sabe.

Continuara---

Bueno amigos. Espero que os haya gustado esta nueva aventura. En la próxima, voy a cambiar la voz del autor, para empezar un nuevo hilo paralelo, de la historia. Mi idea es darle vida a su hermano. Espero que sea aceptado.

Vuestro sincero amigo, rebelde.