Vida adolescente, siglo XXI. Primera vez

El colegio ha descubierto algo nuevo para Sergio, y eso le hace recordar como empezó su despertar sexual con su amigo Andrés, el cual le cuenta que es pajearse, y como hacerlo. ¿Será este el comienzo gay, o solo una forma de descubrir el sexo adolescente?

Vida adolescente, siglo XXI

Parte 2: primera vez

Me gustaría comenzar dando las gracias por el recibimiento del primer relato. No esperara que gustara así. Recomiendo a los que no lo leyeran, hacerlo, para continuar con la historia.


Menudo primer día. Todavía rondaban por mi cabeza las imágenes que había visto en los baños del colegio. Nunca hubiera pensado ver algo así, y menos de una macarrilla como Jorge.

Tenía pensado contarle todo a Andrés, en clase de solfeo, en el conser. Seguro que flipaba tanto, o más que yo.

Andrés es mi mejor amigo de toda la vida. Somos vecinos, pues los 2 vivismo en chalets adosados, en una pequeña urbanización. Siempre hemos jugado juntos, nos hemos contado todos nuestros secretos y aventuras. Lógicamente fue con él, con quien tuve mi primer despertar gay, aunque a día de hoy, aun no lo tengo claro, pero se, que me gustó mucho.

Él es un chico muy abierto, siempre sonriente, un poco lo contrario a mí, que de primeras soy súper tímido. Es un poco más alto que yo, muy delgado, de pelo moreno y ojos de un color entre verde y marrón que lo hacen aún más adorable. Aunque es muy dinámico y enérgico, es la persona más leal que he conocido. Se desvive por los amigos si necesitan algo, y jamás desvela un secreto.

Pensar en Andrés, y lo que ví hoy me hace recordar cómo empezó mí despertar sexual. Cursaba de aquella 1º ESO. En clase, algunos compañeros comenzaban a hablar de las chicas, no como las típicas pesadas, que nos amargaban los recreos, nos fastidiaban las peleas, o siempre aparecían para criticarnos. No. Hablaban de tetas, te coños. Cosas que mi mente no entendía.

Uno de mis compañeros decía que, navegando por internet, había visto escenas porno, y que se había hecho una paja, mientras lo veía. Otro compañero le decía que eso no era posible, que el no sabía hacérselas, y que fijo que su pito (si, decíamos pito), no se le ponía grande. Yo no entendía de que hablaban. ¿Paja? ¿Hacerse una paja? En mi cabeza sólo tenía una idea de paja, y no sabía que tenía que ver con ver porno. Ellos seguían peleándose. Que si yo ya tengo pelos. Que si la mía es más grande que la tuya. Que si me la vas a comer.

La pelea quedó así, pero a mi me entró curiosidad. Sobretodo, porque al oírlos, notaba un picor por la zona de mi pito, y no sabía porque.

Cuando llegue a casa, me conecte al ordenador, y busque lo que era hacerse una paja. Me salían sitios de videos en youtube, que lo único que veía eran chavales de mi edad haciendo el tonto.

Otros de páginas que decían, como hacerse una buena paja. Pero nada que me aclarara.

Hasta que vi una que ponía, chico se masturba, y se corre. Mi mente decía, que es eso de masturbarse. Correrse. Pero si yo quiero ver que es una paja. No se porque lo abri. Aparecía un chico más mayor que yo, aparentemente no hacia nada. Hasta que de pronto se bajaba los pantalones, y sacaba un pito mucho mas grande que el mio. YO alucinaba. Y empezaba a moverlo de arriba abajo, cada vez mas rápido. Yo no podía parar de mirarlo. Estaba himnotizado. Veía que mi pito también crecia, no tanto como el del chico. Y quise imitarlo. Me daba mucho gustillo. Entonces, pasados unos 2 minutos, al chico le salía un líquido blanco, que como descubriría mucho después (supongo que como todos empezamos), era la famosa corrida. Yo pensaba que se había meado, pero no entendía porque era blanco.

Entonces oí que llegaba mi hermano, que quería entrar a usar el ordenador. Apague rápido todo, y me tape como pude. Él entró, se quedó mirándome quieto, pero no me dijo nada. Note como que sonreía, y no sabía porque.

-       Que pasa David. ¿Necesitas el ordenador? – le dije yo - .

-       Si enano. Tengo que buscar información, para un trabajo de tecnología. ¿Qué estabas haciendo?

-       ¿Yo? Nada. Jugar un poco. Pero ya me iba a ir, que tengo clase en el conser.

-       Bueno anda, deja de jugar tanto, enano. Que te vas a quedar ciego. –esa frase la dijo con recochineo. No le vi la gracia, aunque algún tiempo después supe que era con segunda –

Me fui a clase del conser. Allí hablé con Andrés. Al salir le conté lo que Había oído a los chicos, y mis dudas. El comenzó a reírse.

-       Jajaja. Tío, en serio ¿no sabes lo que es? –Dijo él –

-       Pues no. Que pasa, ¿Soy el único tonto?

-       No tío. Lo que pasa es que es algo que pensé que ya sabrías. A mi me lo contó mi primo Carlos. Ya sabes, el del pueblo.

-       Ah, ya. El que tiene 16 años. Si, se que habláis de cosas de mayores.

-       Exacto. Yo aún no me las hago, pero me dijo como se hacían.

-       Pero ¿Hacer?. Yo busque por internet, pero no encontré nada. Lo más que vi, fue un chico tocándose su pito, y meando algo blanco.

-       Jajajajaja. Eso es una paja. Y lo que hecho es corrida.

-       ¿Cómo? ¿Corrida?

-       Si. Semen. Mira, si quieres vamos a mi casa, que no están mis padres, y lo hablamos allí.

Fuimos a su casa. Subimos a su habitación. Y allí comenzó todo.

-       Mira, hacerse una paja es jugar con el pito, como dices tú. Aunque se le suele llamar polla.

-       ¿Polla? Que nombre más raro. ¿Qué tiene que ver con los pollos?

-       Nada. Pero se le llama así.

-       Que tontería

-       Bueno. Da igual. Para poder hacerse la paja, la polla se tiene que poner dura, y crecer. ¿Alguna vez te ha pasado?

-       Bueno. No se. Quizas…

-       ¿Quizas?

-       Cuando vi el video del chico tocándose el pi.. digo la polla.

-       Vale. ¿Y que sentias?

-       Cosquillas. Era raro

-       Bien, ese es el comienzo.

-       Y a ti, ¿se te ha puesto asi?

-       Si, algunas veces. Es más, ahora la tengo dura.

-       ¿A, si?

-       Si. Hablar de estos temas me la levanta siempre.

-       Jajajaja. Pero si te he visto desnudo muchas veces, y nunca se te levantaba.

-       Ya, bueno. Y tu, ¿la tienes baja?

-       Bueno, ahora que lo dices, algo se me ha puesto.

-       A ver.

-       Mira.

Me baje los pantalones, y salió disparada mi polla. No, no era grande, pero para mi, era enorme. En aquel entonces sería como un dedo, de larga. Ahora me ha crecido.

-       Ya veo –dijo él – Mira la mía.

Y también la saco. Era como la mía. Pero a él se le bajaba la piel sola, mientras que yo no podía quitar la mia. Se le veía algo de color rosado.

-       A ti se te baja la piel. Yo no puedo.

-       Por lo que me contó mi primo, le pasa a muchos chicos. De hecho, a él le pasa como a ti.

-       ¿Se la has visto a el también?

-       Claro. Y se hizo una paja delante de mi. Yo no me atreví, pero lo mire mucho.

-       Joder. Tendría que quedar con vosotros.

-       Un día le digo a tus padres que vengas a dormir al pueblo, y hablamos con él. Ya te conoce, y no creo que pase nada.

-       ¿Y que hacemos ahora?

-       Si quieres intentamos pajearnos. Así pruebo también. Mira hay que moverlo así.

-       Pero yo no puedo como tu. Me hago daño.

-       A ver, déjame que lo intente yo

Y me agarro la polla, e intento pajearme a mi. Me gustó mucho. En ese momento no pensaba en nada de gays. Solo en la confianza de mi amigo. Por suerte nunca contábamos estas cosas.

-       Que gusto da. ¿Puedo tocar yo el tuyo?

-       Claro.

Y también se lo agarre.

-       Oye. Los chicos decían algo de comerse las pollas. ¿Tu sabes que es eso?

-       Creo que es meterse el pito del otro en la boca.

-       Que asco, ¿no?

-       No se. En las películas porno, lo hacen

-       Esque el pito es donde se mea. Sabrá mal. ¿No?

-       Puede, si quieres probamos, y si da asco, lo dejamos.

-       Bueno, es que…

-       Mira, empiezo yo

Y se agacho, y la metió en su boca. A mi me gustó mucho. La movió un par de veces y se la sacó.

-       ¿Qué tal?

-       Bueno, no sabe a nada.

-       Pues a mi me dio mas cosquillas

-       Hazmelo a mi.

Y me agache. Miré su polla, y me la meti. Era raro. Pero me gustaba.

-       ¿Qué tal lo hice?

-       Bien, es guay.

-       ¿Lo hacemos mas?

-       Vale. Mira, una vez vi como lo hacían en una peli que salían solo tios. Ponte asi.

Y sin saber queera hicimos un 69. Era algo guay. Entonces note que a él le daban como espasmo y salía unas gotinas blancas, pero muy pocas.

-       Tío, que te meas.

-       Creo que me he corrido

-       Pero si sólo son gotas.

-       Ya, por lo que me dijo mi primo, al principio es así.

-       Joder, yo también quiero

Pero ese día no logré que me saliera mas. Pasado un rato me fui para casa pensando en ello. Con el tiempo experimentamos mas cosas, aunque nunca la penetración. Aprendí con el a hacernos bien las pajas, y todo lo que era.

También empecé a oir la palabra gay, pero como algo malo. Y yo empecé a tener dudas. Nunca lo conté a nadie. Veía escenas porno, con tías, y me gustaba. Pero un día vi una porno gay, y ese día me corrí, mucho. Se lo conté a Andrés. Me dijo que a él también le había pasado, pero no lo daba importancia.

Nunca me he sentido atraído por el, mas que como algo sexual. Disfruto mucho de nuestros juegos.

Y es ahora cuando vuelvo a la realidad. Tengo clase en el conser. Y Para allí voy. Andrés me espera y entramos juntos a clase. Al salir le cuento todo.

-       Joder tío. Y tu que no querías ir a ese cole. Que morro tienes

-       No se tío. Ahora me da palo. Encima el rubio me vio

-       ¿Y no sabes quien es?

-       No tengo ni idea. Pero yo creo que es más mayor. Por lo menos un curso más.

-       ¿Y que tal de pollas?

-       Tío, estas más salido que yo. Y luego dices que no eres gay.

-       Soy un estudioso de la anatomía humana,

-       Eres un pajillero sin medida.

-       Puede. Jejeje. Igual que tú

-       Ya, aprendi de ti.

-       Bueno, ¿y que vas a hacer?

-       No lo he pensado. No me atrevo a ir, y que me vea ese chico. Menos mal que Jorge no me vió. Aunque igual el otro se lo cuenta.

-       No creo. Y si lo hacen quizás te inviten. Un trío. MMM. Ya estoy empalmado.

-       Cerdo.

-       Seguro que tu también

-       Si, pero me lo callo.

-       Oye, mis padres no están en casa. ¿Qué tal si…?

-       Solo piensas en eso.

Pero al final cedí, y fuimos a su casa. Un 69, unas pajas y a correr… Mañana tengo clase de nuevo. Me toca educación física a última. Por lo que se, es obligatorio cambiarse allí. Buff, a ver que pasa…

CONTINUARÁ

Y hasta aquí el segundo acto. Siento que me centrará tanto en contar el pasado, pero es parte del hilo de la historia. Andrés tiene que ser importante para Sergio, y que mejor forma que un amigo super íntimo.

También saldrá el amor, pero son adolescentes, ¿no? El amor nunca llega cuando queremos.

Para próximos actos, quiero hacer otros hilos, con los personajes, entre ellos David, su hermano. Él también tiene cosas que contar.

Y como no, super Jorge, el macarrilla.

Me gustaría oir ideas, críticas. Acepto todo lo que se escriba de buena fe.

Vuestro sincero amigo, rebelde.