Víctor y Mercedes por las malas

Al no poder convencer a Mercedes de tener relaciones con él, Víctor planea todo por las malas.

El relato que van a leer no es fruto de mi imaginación, es real. La historia de una amiga que fue violada cuando su enamorado de entonces aprovechó la situación.

Yo estaba haciendo mis estudios universitarios fuera de mi país junto con un compañero de colegio, con el cual nos llevábamos muy bien, hacíamos casi todo juntos: trabajos, salidas de parranda, partidos de fútbol, etc., además que compartíamos un pequeño departamento para poder aminorar los gastos.

Nuestros padres nos visitaban una vez cada cuatro o cinco meses, ya que no estaban en la posibilidad de hacerlo seguido por el costo del viaje y la estadía, pero las veces que nos visitaban se aseguraban que todo este bien en nuestra vivienda, y alguna vez tuve que cubrirle la espalada a mi compañero para que no lo agarraran con una chica en su dormitorio porque se aparecían temprano en la mañana y sin previo aviso. Pero esas historias se las contaré en otros relatos.

Mi amigo, al que llamaremos Víctor, llegó a enamorar con una compañera de la Universidad, que llamaremos Mercedes, una chica flaquita, morena, no muy alta (1,67 mas o menos), tenía poco busto pero de buen trasero y cintura contorneada. Ella era residente en la misma ciudad y casi todos los días iba a nuestro departamento, por varios motivos, pero en ninguna tuvieron relaciones sexuales. A ella le gustaba mucho los juegos de video, mi compañero tenía en la sala una consola, así que se quedaban jugando hasta que empezaba a anochecer o ya era hora de la cena.

En varias oportunidades nos quedamos conversando con ella mientras mi compañero hacía alguna otra cosa, por ejemplo ducharse para que luego volvieran a salir, o cosas así. Entablamos una buena relación, y entre charla y charla me contó algunas de sus experiencias anteriores. Me contaba de sus anteriores relaciones sin entrar en detalles, me contaba las cosas que hacían con Víctor, los defectos que ella le veía y cosas por el estilo, de las que les gusta hablar a las chicas. Fue así que me convertí en su confidente, y algunas veces eran tema de comentario con Víctor.

El me comentaba que ella era muy conservadora, y no era fácil de convencer para comenzar a tener relaciones sexuales, pese que no era virgen, pero siempre ella decía que solo lo había hecho un par de veces por pura curiosidad, cosa de la cual nosotros dudábamos.

Víctor ya estaba empezando a perder la paciencia porque ella no cedía, y alguna vez me dijo que sería por las buenas o por las malas, y nos reímos, yo nunca lo tomé en serio, pensé que hablaba en broma.

Hasta que un día tomo acciones. Yo llegué al departamento de clases a eso de las 14:30 y ellos estaban jugando en la consola de video, como casi todos los días. Estaba de hambre porque salí en la mañana y no volví hasta esa hora, así que me fui a preparar algo para comer. Ese día ambos estaban cansados porque tenían un examen temprano en la mañana, para el cual habían estudiado hasta las 4 de la mañana y no pudieron dormir antes.

Mientras jugaban se notaba su cansancio hasta que ella le dijo que quería irse a dormir a su casa, a lo que el le respondió que mejor se quedará con el y juntos podían descansar un momento y luego verían que hacer, a lo que ella acepto no muy convencida. No entraron al cuarto de Víctor, se durmieron en el sofá que estaba en la sala. Ese día hacía calor, así que no necesitaron taparse antes de dormir.

Yo terminé de comer y pasé por donde ellos se encontraban descansando para entrar al baño, en lo que no pude evitar de ver como estaba vestida y realmente se veía muy bien. Traía amarrado el cabello en un cola que dejaba ver todo su cuello en el que se podía ver una pequeña rosa tatuada, tenía puesta una especie de solera-top blanca sin mangas con cuello en "V" que no llegaba a cubrir su ombligo, que en la posición en la que se había acomodado (posición fetal) se podía ver parte de su brasier y las raíces de sus senos; su pantalón no era apretado, mas bien era suelto, sujetado por un cordel que llegaba a la cadera. La verdad se veía muy bien.

Mientras me encontraba en le baño pasaron por mi cabeza un montón de ideas morbosas respecto a lo que había visto en la sala. Si bien solo eran ideas me calentaba, pero no podía hacer mas que disfrutar mi imaginación ya que sabía que nada de eso iba a pasar.

Al momento que salía ellos seguían durmiendo hasta que cerré la puerta del baño. Víctor despertó con el chasquido de la cerradura, levantó la cabeza y miró alrededor, vio que ella seguía soñando y luego me miró a mi, a lo que le respondí con un gesto para que no hiciera ruido y evitar despertarla.

Antes que yo me siga moviendo se levantó y entro a su dormitorio en busca de una cámara de video que tenía y una almohada, yo no tenía idea de lo que haría. Cuando volvió me preguntó si quería participar de algo que él había planeado, en lo que no me implicaría. Cuando le pregunté de lo que se trataba no me dio detalles, solo quería saber si aceptaba, a lo que le dije que sí, tomando en cuenta que éramos buenos amigos y cómplices de muchas otras cosas.

Me pasó la cámara y me pidió que filmara todo, y mejor si era en primer plano y lo mas cerca posible.

Se acercó a Mercedes y le toco el hombro para despertarla, ella levantó la cabeza sin abrir bien los ojos y sin dejarla reaccionar mas le colocó la almohada en la cara con mucha fuerza, ella comenzaba a defenderse pero el no la soltaba. Me quedé sin aliento por lo que estaba viendo, y le dije que no hiciera eso que podía matarla, a lo que me respondió que todo lo tenía bajo control. Estuvieron luchando más o menos 3 ó 4 minutos hasta que ella empezó a perder fuerzas y al final desfalleció. Levantó la almohada y tenía los ojos cerrados, me pidió que me fijara que estaba desmayada, cuando le toque el pulso era cierto, tenía un pulso mas lento que lo normal y respiraba también mas lento. Entonces me pidió ayuda para llevarla hasta su cama, entonces recién entendí lo que pretendía hacer. No me opuse solamente por la curiosidad de estar ahí y saber cual sería el desenlace.

Una vez en su cama le vendó los ojos con una pañueleta y comenzó a desvestirla, tratando de no hacerlo con mucha fuerza con miedo a que despertara ya que no sabía en que momento reaccionaría. Le sacó primero la solera y luego un brasier blanco de encaje dejando ver sus senos pequeños pero con aureolas cafés y en punta. Solo ver eso me excito de sobremanera. Luego procedió con su pantalón que no fue difícil por no ser apretado, abajo tenía una tanga blanca, de encaje del mismo juego del brasier, no se podía ver nada de vello púbico lo cual se confirmó cuando Víctor le sacó la tanga y dijo: - Así que se afeita, y no quería enseñármelo, bueno, entonces tendrá que ser por las malas.

La dejó solamente con las medias puestas, y realmente estaba muy deseable. Comenzó a amarrarle las muñecas y tobillos con corbatas que tenía guardadas en uno de sus cajones y las ataba en las patas de su cama. Al efectuar esta acción quedaron sus piernas abiertas y se podía ver a disposición todo su sexo, eso provocó una erección que no podía disimular, a lo que mi compañero me dijo: - Tranquilo, vamos a ver si tienes tu turno mas adelante.

Cuando terminó de atarla se empezó a desvestir, sin restricciones sabiendo que yo estaba en la misma habitación. Y la verdad, ganas de estar en la misma situación no me faltaban, pero estaba con la cámara en la mano y encendida.

Se subió a la cama entre sus piernas y empezó a abrir sus labios vaginales, comenzó a lamer su conchita para tratar de lubricarla un poco, mientras que le metía uno de sus dedos.

Al poco rato que lo estaba haciendo ella empezó a moverse, con pequeños movimientos y gemidos. Cuando levantó la cabeza a Víctor no le importaba y no paraba de hacerlo, hasta que ella despertó e intentaba zafarse de lo que la tenía atrapada, pero no podía. Decía: -¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? ¿Quién esta ahí? ¿Qué me hacen? ¿Que pasa?. Víctor no respondía y seguía con lo que había comenzado, ella empezó a mover su cuerpo para evitar que lo siguiera haciendo, lucharon por un par de minutos y él le propinó una bofetada que la dejó quieta, empezó a llorar mientras que él continuaba donde se había quedado. Ella volvió a moverse desesperadamente y le volvió a propinar otra bofetada que volvió a detener su accionar. Creo que esa segunda cachetada le hizo dar cuenta que no era un juego, que era mejor que se quedara quieta.

Mientras sollozaba e intentaba soltar sus nudos o sacarse la venda de los ojos Víctor dejó su conchita que se podía ver que a pesar de haber sido a la fuerza y sin su consentimiento ya estaba bien lubricada y en cuanto a él, se podía ver que su excitación era mucha, tomó su pene con la mano y empezó a masturbarse mientras seguía metiéndole tres dedos a Mercedes. Llegó un momento en que dejó de hacerlo y cuando ella estaba tratando de escuchar algo de lo que ocurría en le ambiente la penetró de un solo golpe, ella gritó de dolor por la embestida pero a pesar de ello él siguió bombeando. Mientras él disfrutaba y lo hacía con mas ahínco ella pedía que no siguiera, pero sus peticiones eran lo de menos, Víctor lo estaba disfrutando.

Estuvieron por buen momento así hasta que mi compañero paro de bombearla, saco violentamente su pene y lanzó un gemido de satisfacción, había terminado sobre el abdomen de Mercedes. Se levantó mientras ella intentaba pedir ayuda entre gemidos y su respiración entrecortada, se aproximó a mí, y me dijo: -¿No quieres probar?

Ese momento no sabía que hacer, aceptar su invitación para volverme en su cómplice activo y dejar salir mis instintos carnales para aprovechar la situación que era inmejorable. O retirarme por la amistad que tenía con ella y quedar como cómplice pasivo, dejando a criterio de Víctor el siguiente paso a seguir.

CONTINUARA