Víctimas de las hormonas 3

Años después, se repite la historia. Pero esta vez tendrá un final inesperado. ¿Será este el fin de Sumilde? Contiene no consentido, lésbico y control mental.

Años después, se repite la historia. Pero esta vez tendrá un final inesperado. ¿Será este el fin de Sumilde? Contiene no consentido, lésbico y control mental.

Hola queridos lectores de todo relatos, ¿cómo están? Lo prometido es deuda, aquí les dejo la tercera parte de Víctimas de las hormonas, donde se dará un giro radical a la historia.

Aviso: Todos los personajes son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Contiene escenas fuertes de violencia, sexuales, y fuera de lo común, se recomienda discreción.

Para entender mejor la historia les recomiendo leer los relatos “VICTIMAS DE LAS HORMONAS 1 Y 2” que se encuentran en mi perfil.

Sin más que añadir, disfruten la historia.

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Abriendo WhatsApp

“Contacto desconocido”

Nota de voz recibida, 10 Nuevos mensajes

“Vaya, cada uno dura casi una hora o más…”

-¿Tanto así? Son demasiadas notas-

-Es todo lo que dijo, consiguieron que hablara-

-Aparte de puta, sapa-

-Mejor escúchalas, y sigue el orden en que están numeradas-

-Dale, y tú quédate aquí, este es uno de los lugares más o menos bien de esta cosa-

-Ponle “play” entonces, quiero saber qué pasó-

-Ven, ponte aquí cerca, no quiero ponerle tanto volumen…-

* Nota de voz 01*

Reproduciendo…

-Se oyen dos voces chama…-

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MUJER: - “Comando policial destacamento N o xx del estado Aragua, Brigada de protección y atención al menor. Mediante los canales legales y de acuerdo al procedimiento en estos casos se tratará de obtener información de la versión de la víctima de violación ocurrida en Ocumare… durante la semana xx, del mes xxxxx, del año 2014, se proceda a grabar la versión de la víctima…”. Está bien, no tienes que contarlo todo con lujos y detalles-

CHICA: -No quiero… no. No quiero decir nada-

MUJER: -Nena, así no sirve. Tienes que decir algo, lo siento si no quieres recordar, pero necesitamos  información que coincida un poco con las investigaciones-

CHICA: -es que… (sollozos) No por favor, tengo miedo-

MUJER: -Nena, ya estás aquí, ya pasó. Aquí estás segura, nadie te va a hacer nada. Mira vamos a hacer algo mejor, yo te voy a dejar mi teléfono aquí en modo grabadora. Ya que te sientes insegura conmigo, es mejor que me salga y así tú podrás decir lo que quieras-

CHICA: -no creo que sirva-

MUJER: -no perdemos nada con intentarlo pequeña. Ya lo malo pasó, ahora toca comenzar de nuevo, y el primer paso es hablar y no callar, tranquila que de estas paredes no saldrá nada, sólo estarás tú. Así que me voy linda, tal vez esto  te ayude a sacar lo que sientes-

Se oyen unos tacones y una puerta, seguidos de un largo silencio y un llanto femenino que poco a poco aumenta en intensidad, de pronto se detiene y una voz temblorosa se oye desde la grabación

-Este… ¿hola? ¿Está grabando? - sniff - Y… yo quiero contarles, diré lo que me… es necesario según la policía. Lo diré ya:

Mi nombre es Edumar, te… tengo quince años de edad, vivo en Maracay, Venezuela, y estudio en el liceo “*” tercer año de bachillerato. Aunque mis notas no son tan buenas de pequeña quisieron adelantarme al primer grado, así que me tocó ser siempre la más pequeña de las estudiantes.

Mis padres trabajan cada uno por su lado, y soy hija única. La mayoría de las veces me toca quedarme sola en casa ya que ellos están por fuera. Tengo cerca la casa de mi abuela, que es con la que más me quedo, incluso se pude decir que vivo más allá que en la mía. A veces sólo hablo con ellos por WhatsApp durante varios días, pero así nos va bien.

Es mi abuela con la que más me comunico en persona, pero ella no está muy ducha en asuntos de tecnología así que su teléfono es un “gallito” de teclas. Ni siquiera llama mucho por él…

En el liceo se estaba hablando de las fiestas de Semana Santa, mis amigas no paraban de decirlo. A cada rato salía el tema a flote y metían casquillo a los compañeros para invitarlos. Muchas de ellas se daban a la fuga en las mañanas y se devolvían en las tardes,  decían que se bailaba tambor bien bueno, y que se podía conocer mucha gente que iba de turismo. No paraban de bromear de encontrarse su buen negro cuarto bate que te sacudiera el mundo.

Así estuve yo tratando con el gusanito de la rumba clavado en mi mente, era aburrido quedarme en casa esos días pues mis padres no iban a vacacionar, y mi abuela es muy casera. Aunque no me gusta andar de noche en las calles ni en casa ajena sí acostumbro a pasear de día. En la plaza cerca de casa de mi abuela por allá por La Cooperativa nos sentamos siempre a echar broma con los muchachos y hablar de novios, o si no me iba a pasear al CC. Las Américas o al Hyper Jumbo. En una de estas salidas una amiga mía andaba muy pegada con un muchacho moreno muy alto, no me hizo falta averiguar más para saber que era mayor de edad y andaban los dos matándose a besitos en las maquinitas de la feria, yo la saludé y me dijo que si estaba pendiente de ir a la playa un viernes, ya no sé ni cuál viernes fue.

Yo les dije que no podía, pero ella me jaló mucho y apoyada en el chico que decía que allá todo era tranquilo, el chico era universitario y vivía en “La Boca” una parte de Ocumare, que siempre iba los fines de semana allá y todo era tranquilo. Yo me negaba, pero en verdad todos hablaban de eso, incluso un gordito pendejo de la clase iba a ir con su familia y estaba planeando en clase para encontrarse con los compañeros, no quería quedarme por fuera del saco y mi amiga que me dijo que iba air con seguridad, dejó dicho que si yo llegaba a bajar hasta allá que le avisara y ella se llegaba a buscarme en el terminal.

Recuerdo que en mi casa estaba muy aburrida, estaba que me comía las uñas y salir al cine  sola no me gusta. Así que hablando con mi papá y mi mamá me enteré que precisamente no iban a salir a ningún lado en estas mini vacaciones y mi abuela es muy creyente y no iba a perderse las procesiones y las misas. Casi siempre me quedo sola en esta parte del año.

No aguanté y quise salir, recuerdo que metí en mi bolso escolar mi traje de baño y ropa para cambiarme y volver disimulada en la tarde. En la noche escondí el bolso debajo de mi cama y cuando llegaron mis papás les dije que en la mañana me iba a quedar con mi abuela y ellos me dijeron que aprovechara y me quedaba esa semana con ella, ellos me iban a dar plata para que fuera al centro comercial a curiosear.

La plata me caía perfecto, además de lo que ya tenía guardado. Así que en la mañana me despedía de ellos y me fui a casa de mi abuela con un maletín más grande en el que escondí el bolso pequeño. Al llegar apuré todo incluso llevé unas empanadas compradas y saludé a mi abuela, que me dijo que tenía planeado quedarse la vigilia en la iglesia. Me dio más impulso porque tenía más chance para irme y volver tarde. Me fui diciéndole que me vería con una amiga en su casa y tal vez nos fuéramos un a la piscina del club en El Castaño.

La parada de autobús, me subí, tomé la ruta para el terminal y preguntando llegué al andén, a lo mejor me hubiera equivocado bien como me pasó al llegar que me iba a subir en la ruta de Choroní en vez de Ocumare, pero el colector al gritar la ruta me di cuenta que ese no era el autobús porque todos son iguales hasta del color y de viejos.

Toda nerviosa porque era la primera vez que me escapaba, aunque lo hacía normalmente pero no tan lejos. El viaje me pareció horrible, el autobús iba lleno y al arrancar llamé a mi amiga pero no me contestó, tal vez por ser tan temprano así que no me importó y seguí, pero la gente me daba miedo. Chicos jóvenes que me parecieron interesantes y algunas chicas con las que quise hablar, pero tal vez por querer ir sin levantar sospechas me hizo quedarme en mi silla, aparte que habían unos señores muy feos que me miraban raro.

Nunca había bajado en autobús y nunca más lo volveré a hacer, no era ni parecido a bajar en carro con mi familia las pocas veces que lo hicimos. El autobús brincaba como loco sonaba la corneta   a cada rato, de forma que dormir no podía, y la música fastidiosa de vallenato que me tenía los oídos mal, me dieron hasta ganas de vomitar. Casi una hora de mal viaje hasta que me calmé un poco al llegar a la parte donde se empieza a ver el río, ya no eran tantas curvas bruscas y descansé un poco.

Recuerdo llegar al terminal y todo empezó mal, me bajé del autobús y perdí mi cartera con parte de mis reales, por suerte tenía más escondida en mi sostén y lo dejé así, me bajé y empecé a caminar por el pueblo y veía las tiendas de ropa, había mucha gente por ahí en la calle, así que decidí irme a la playa para buscar una zona abierta y más callada para llamar a mi amiga y ubicarla, pero no me respondió.

No sabía qué hacer, me empecé a asustar porque todos me miraban raro, unos tipos se me acercaron y me ofrecían cerveza a tanto precio, y otro me hacía señas con los dedos en la nariz diciéndome que si quería algo especial para el momento le avisara y cuadrábamos.

Yo le dije que no gracias que estaba guardando el sitio para cuando mis padres llegaran con la estera y las cosas. Se fueron y me quedé solo pensando en cómo hacer, por suerte aún tenía plata suficiente para devolverme y para comerme algo, así que busqué un sitio para cambiarme y empecé a caminar hacia las calles lejos de la costa. Seguí y seguí hasta que llegué al malecón, y ahí esa persona me encontró.

No me daba confianza, pero a todo lo que le decía me tenía una respuesta que me convencía, y era muy alta, además estaba sola en esa parte de la playa y era la única mujer con la que había hablado desde que llegué, me dijo que por qué estaba sola en esa parte del malecón y que no le mintiera porque era obvio que se me veía en la cara que estaba asustada, lo único que le dije, fue que  no tenía donde cambiarme mi traje de baño, ella misma me ofreció y me llevó a uno de los baños de playa y me dejó entrar y cuidarme las cosas, ahí dentro me cambié y me dijo que me las podía guardar, que supuestamente trabajaba de eso y yo creí que era verdad, porque ahí sí hay gente que le puedes pagar para dejarles tus cosas, sobre todo cuando son parejas o andas sola y te vas a meter a la playa, ella incluso pagó el servicio del baño pues yo no tenía sencillo en billetes, a partir de ese momento me quedé con ella cerca.

Se sentó bajo una mata con otros peroles hablando con otras personas cuidadoras, sólo le dejé mi ropa y la plata, mi celular sí lo llevaba yo y me fui a pasear y a integrarme en la playa. Creo que estuve como una hora o dos, bailando con varias personas en una miniteca que pusieron los de la alcaldía, de verdad me lo pasé bien, pero de pronto ella me hizo una seña y me preguntó muy seria que cuántos años tenía, que andaban unos policías revisando a los cuidadores porque se sospechaba de adolescentes escapados que dejaban sus cosas al cuidado de estas personas y que eso estaba prohibido, que captaban cuando llegaban y los hacían entregar la cédula cuando iban a recoger sus cosas y si se daban cuenta que eran menores los detenían y se le daba parte a la LOPNA y los padres.

Eso me dejó fría, pero me miraba fija y yo le dije que no me delatara, que de verdad me iba a reunir con alguien más pero no me contestaban las llamadas, le mostré el celular con el registro y todo, pero ella sólo me preguntó una cosa.

-¿Eres virgen?-

Yo me quedé sorprendida, no respondí nada.

-Chica contéstame, ¿eres virgen verdad? En la cara se te nota que “andas más perdida que el hijo e Limber” segura te comiste el cuento de tu amiga de que aquí se consiguen novios lindos, ¿verdad? ¿Tú eres medio loquita? ¿Cómo se te ocurre venir así aquí, a ver si te hacen daño? Me metes en un problema a mí también, chama. Lo siento mucho pero te devuelvo tus cosas antes de que me lleguen los policías a mí- (Nota del autor: “Mas perdida que el hijo e’ Limber” frase que encierra dos significados como entre perdida o lejos de su casa y además atontada)

-Bueno ok, discúlpeme de verdad no era mi intención yo no sabía, sí me vengo escapada, pero no sé qué importa si soy virgen o no, eso es caso mía-

-¡Claro que me importa!, imagínate el problema que hubiera sido si te hacen algo por juntarte con un loco y tus cosas las tengo yo… piensa un poquito niña. Mira, de verdad me caíste bien, veo que dices la verdad, así que vamos a hacer una cosa, vamos para mi casa aquí cerca y guardamos tus cosas ahí, así por lo menos no andas con ellas para arriba y para abajo, más tarde me avisas cuando te vayas y las buscamos, tú amiga nada que contesta?-

-No, nada. ¿pero dónde vive usted?-

-Ven ya te voy a decir, por lo menos es cerca-

Sin saber ya estábamos caminando, ella llevaba mi bolso, quise irme pero sentí también que ya me tenía y como me descubrió me daba miedo que le avisara a algún policía, que luego obviamente avisaría a mis padres.

-Aquí cerca de la playa, en ese callejón está la casa de mi hija donde yo me quedo, yo vivo en Maracay ahora, antes vivía aquí pero me casé y me mudé, pero mi hija se quedó aquí.

Era una casa normal, caminamos como por 10 minutos, me volteé y la playa se veía a lo lejos. Tenía dos pisos, estaba entre varias casa de aspecto antiguo y puertas y ventanas de madera. Ella caminaba e iba saludando a la gente, en especial a las mujeres, algunas le respondían con guiños de ojos lo cual me hizo pensar que era amigable y buena persona.

-Bueno ya que estás aquí… ¿De dónde vienes tú chica?-

-También soy de Maracay, en La Cooperativa-

-¿Dónde es eso? – me preguntó con cara de extrañeza.

-Un poco cerca de Las Delicias, el barrio que está por ahí-

-¡Ahhhh! Ya se…, pero eso sí es raro, ¿Choroní no te quedaba más cerca, por qué te viniste a El Playón?-

-Porque todos en el liceo querían venir aquí por semana santa, estaban cuadrando un viaje-

-Y al parecer fuiste la única que tuvo los ovarios bien puestos, los demás como que eran pura bulla y se asustaron-

-Jejeje, yo creo que sí-

Hablando llegamos hasta su casa, de fachada no era muy grande, pero sí lo era hacia adentro, la casa era muy muy larga hacia adentro, puso mi bolso en una especie de gaveta que había en la entrada y me preguntó si quería algo. En mi mente obvio no tomaría nada, así que sólo le pedí prestado el baño. Fue el peor error de mi vida.

Se quiebra la voz

Me señaló el final de un pasillo que terminaba en un patio, donde estaba el baño en un cuartico. Al ir pasando por el pasillo me fijé que pasaba al lado de las habitaciones. De pronto una de ellas se abrió y me asusté, pero de ella salió una muchacha negrita muy bonita en verdad, como de unos veinticinco años, ella me miró y su cara fue como de asombro y al mismo tiempo con una sonrisa, pero como fingida, me saludó con un “hola” y que con quien venía, al instante la señora se acercó me presentó a su hija, que se llamaba Yusmary, “La Yusma” por cariño.

Ella sólo me vio y me preguntó que si iba al baño y yo le dije que sí, me señaló el cuartico al final del pasillo y cerró la puerta.

Desde ahí las escuchaba hablar en voz baja, me puse nerviosa y quise irme, así que me preparé pesando una forma de agradecerle a la señora para agarrar mis cosas y salir.

Al hacerlo me encontré a la muchacha preparando algo en la cocina, ella volteó y me saludó y yo le pregunté por su mamá, ella con una especie de sonrisa como de resignación me señaló a la sala, yo le dije “chao mucho gusto” pero ella ni me respondió, solo sonrió y puso una sonrisa en forma de mueca y se recostó en la pared cruzada de brazos, algo así como “lo siento pero no puedo hacer nada”.

Salí caminando rápidamente y pasé la primera puerta, el cuarto de Yusmary, luego la segunda puerta que sería la de la señora, vi el cajón donde se suponía estaba mi bolso y al pasar por la tercera puerta todo se volvió… se volvió negro, como la negra, la negra…

Se abre la puerta

MUJER: -Hola, veo que si estás ayudan… ¿qué te pasa niña?-

CHICA: -¡La negra!, ¡La negra!, ¡Sumilde!, ¡Sumilde!,

MUJER: -Ya, ya, ya, tranquila, no hay nadie aquí, ella no está, respira… ya por favor-

CHICA: -¡NO! Ella va a entrar, y me va a agarrar, y te va agarrar a ti, porque ella es muy fuerte, es muy fuerte.

MUJER: -No, no, no, aquí no hay nadie, ella ya no te puede hacer nada, ven, mírame a la cara, ¡MIRAME!

Se escuchan sollozos y a la mujer intentando calmarla, se corta la grabación

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-¿Hasta aquí llega la grabación?-

-No, trata de adelantar, creo que la cortaron un momento.-

-Es raro, nunca creí que una chica de esas estuviera dispuesta a hablar de esas experiencias-

-A lo mejor porque fue la única vez que no se pudo llegar al final del sometimiento como con las demás-

-Creo que esa es la razón, al parecer el silencio de las otras lo confirman-

-Siempre les termina gustando…-

Reanudar reproducción audio pista 01

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MUJER: -Bien, ahora que estás más calmada, voy a preguntarte si estás dispuesta a seguir contando lo que te pasó allá con esa mujer estamos grabando-

CHICA: -sólo puedo decirle por ahora, que era muy fuerte, de verdad, esa mujer… era muy fuerte-

MUJER: -¿en qué aspecto? ¿Puedes describirla físicamente?-

CHICA: -Muy alta, un poco gorda, parece un hombre a la primera… sus brazos… sientes su piel colgando, pero también sus músculos, te abraza, te toma y eres suya, no puedes hacer nada, nada.-

MUJER: -calmada, no te dejes llev…-

CHICA: Te toma, te atrapa… peleas, una y otra vez, pero no sirve. Ya eres suya, y sólo no haces nada, y ya está… está dentro, dentro de ti, de mí, de todas, se mete en ellas…-

MUJER: -¿a qué te refieres que se mete en ellas, en tu mente, te controla?-

CHICA: …te quita tu ropa, te quiere sin ella, no debes tener ropa con ella… nada, y viene por ti, viene por mí, su sube encima, comienza a hacerte suya, te dañas los dedos golpeándola, le doy cien golpes, pero ella sólo da uno y te desmayas, mi pecho, se siente desprenderse de mí, sus manos me queman las tetas… que ya no son mías, son de ella, que según es mi destino, que todo es porque así lo quiere ella y Shangó me puso para ella…, para que entre en mí, su cosa entre en mí-

Se soba con fuerza descomunal los muslos con las manos, y empieza a jadear

MUJER: -tengo entendido que utilizaron en ti algunos juguetes creados para que la gente tenga relaciones sexuales, te refieres a eso como esa “cosa”?-

CHICA: -N... No. Su cosa, esa cosa que sale de ella, caliente, muy caliente, y te ve a la cara, te dice que la veas, que la veas cómo te hace suya, y empieza a arder, a picar…-

MUJER: -¿Qué cosa Edumar? ¿De qué hablas?-

CHICA: ¡Esa cosa!, es de ella, ¡sólo lo tiene ella!, para chicas como yo, te pica, te arde, es su amor, y te quema por dentro, y lo sientes (jadeos) lo sientes presionar, ella no se mueve, se queda quieta, y gritas, pero sientes que si gritas crece más dentro de tí, pero si no gritas ella te muerde… y tú la muerdes a ella, la rasguñas, y te arde, te asfixia aplastándote, pero no importa, porque arde y pica abajo más que sentir que te asfixias, y grita ronco, al fin grita ella, y te duele como nunca...

MUJER: -Edumar ya es suficie…-

CHICA: -…duele, y te quema, y ella sonríe y te ofrece a Shangó. NO se detiene, sientes que le gusta y se goza de ti, quiero gritar, pero no puedo, me falta aire, mi boca abierta y entra su saliva, su aliento a café, a vieja, a negra, y se queda en ti, y sientes que hace fuerza… ¡y su cosa se mueve!, te toca por dentro, porque según ella ahora es su cuca, ya no es mía, me reclamó para ella, y me tiene que gustar, y si no te gusta te hace que te guste… y lo hace, y lo hace, una vez, otra vez, ¡otra vez!, y entonces te empieza a gustar (llanto) y no quieres gritar pero su cosa te obliga, y ya no te duele, ahora te gusta, te gusta mucho, y si lo saca te duele, si lo mete te gusta, y si lo saca duele, y hace frío, y si lo mete gusta y calienta, ¡Y te orinas!-

MUJER: -E.. Edumar, voy a parar la grabación-

CHICA: -Te orinas, pero no sabes si es ella o eres tú, pero no es orine, no huele, no es amarillo, pero sientes que te orinas, y pides parar, pero no lo hace, pides parar, pero no se detiene. Escuchas a su hija, desde afuera, ella toca la puerta, grita que pare y me deje, que le había jurado no hacerlo de nuevo, pero tú gritas más fuerte, ya no gritas, chillas, no puedes evitarlo, sientes lágrimas en tus ojos, por no poder controlar tu cuerpo, porque sientes que te traiciona, y sientes que ya no te pertenece… porque ya tu cuerpo no te hace caso a ti, le hace caso es a ella, ¡a ella! ¡A SUMILDE MARIA! ¡A MI NEGRA! ¡ELLA ES MI MUJER, Y YO SOY SU HEMBRA! ¡SOY SUYA!-

MUJER: Yahhh, ahhh, este… pa… ¡para, Edumar! (jadeando) para, es mucho con demasiado, es mucho para mí.

CHICA: - ¡es mucho para todas! Tú tienes uno, yo tengo el mío, ella también, pero el de ella… el de ella es grande, es muy grande. Está hecho para entrar en la niñas tontas como yo, que se portan mal y andan buscando novio como tontas, crece en ti, dentro de ti, de mí, es para mí y crece por mí. Y es su clítoris, gigante, grande…-

Fin de la grabación

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-¡Uf!, que loco como la chica se excitó recordando-

-¿Y la tipa esa? Reconozco una voz de excitada donde sea-

-¿Crees que con eso sea suficiente confesión?-

-No creo chama, según las noticias fueron diez días, y debe haber pasado de todo-

-¿Por qué?-

-Hubo más gente involucrada en eso-

-¿Cómo no me enteré?-

-No te conté porque sé cómo eres tú, además sólo fue Yusmary-

-Espero que esa chama diga la verdad, porque si me entero que hubo más…-

-Eh, eh, eh,  no te equivoques, y menos aquí. Conseguir el beneficio de la visita fue jodido, además te morirías de la arrechera si te cuento a cuántas me tuve que coger para conseguirlo, así que peleas no-

Se escucha un toque en la reja y mueven la cortina

“Aquí te mandan las machitos desde el comedor Sumilde”

-Ya llegó la papa, carajita, pilas que voy a comer. ¿Tú no has comido nada?-

-No Sumilde, de hecho hasta me quitaron la plata en la revisión-

-¿Sabes quién te lo quitó?-

-Era una guardia pelinegra media malandrosa, con la peor pinta de puta si no  fuera por el uniforme-

-Esa caraja siempre jode a las visitas y alas nuevas, se equivocó, aquí ni las guardias se salvan-

-¿Qué le vas a hacer?-

-Yo nada, el grupo de machitos pranes le hará, pero eso ya no importa, ¿si trajiste un cargador para esta vaina no?, lo pedí claramente en el trato-

-Sí, aquí está-

-Bueno, pon a cargar esa vaina un rato ahí al lado del bombillo y déjalo, que ahora es que falta confesión de la carajita esa, voy a comer, pero vamos a compartir esto, yo pido otro plato, ven a comer siéntate aquí, mi “culito”-

-Donde tú quieras, mi negra…-

CONTINUARÁ

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Muchas gracias por leer, no olvides valorar o comentar. Tu participación cuenta para el desarrollo de la historia. No dudes en escribirme al correo que aparece en mi perfil para saber más de la verdadera historia original, ya que está basado en hechos reales.

Próximamente cuarta parte.