Viciosa madre y esposa
Silvia es una mujer de lo mas peculiar, es madre de dos hijos, y esposa de tres maridos.
Era de noche, mi familia y yo volviamos de la boda de mi sobrina, al volante iba mi hijo Lucas de 19 años, ya que es el único que no bebe alcohol, en el asiento del copiloto, mi marido Fernando de 46 años daba alguna cabezada, y en el asiento de atrás ibamos mi hijo mayor, Óscar de 20 años y yo. Permitirme que me presente, mi nombre es Silvia y tengo 44 años. El trayecto desde el convite en la sierra, hasta nuestro chalet en una urbanización a las afueras de Madrid duraba mas de media hora.
Óscar y yo ibamos charlando de unas chicas muy guapas que había conocido en la boda y que eran amigas de mi sobrina, me dijo que le habían puesto muy cachondo y comenzó a buscar mi rajita con sus dedos por la raja de mi vestido, comenzamos a besarnos y rapidamente bajé la cremallera de su pantalón, sacando su polla y comencé a masturbarlo y a hacerle una mamada. Óscar por su parte apartó mi tanga y comenzó a acariciarme el clítoris con sus dedos, delante, mi hijo Lucas conducia y su padre a veces dormia y otras no, aunque no eran ajenos a lo que se estaba cociendo y sabían perfectamente lo que estaba ocurriendo en el asiento de atrás. Después de un buen rato mi hijo se corrió en mi boca, tragué todo su semen, su corrida fue enorme, saqué un pañuelo de mi bolso y nos limpiamos.
Y os preguntareis, que como puede ser normal hacerle una mamada a mi primogénito en el asiento trasero del coche con su padre y su hermano sentados delante. Pues vereis, esta historia comenzó hace ya mas de tres años...
Era un lunes por la tarde, mi marido y yo tenemos un negocio de hosteleria y el lunes es el único dia que libramos a la semana. Después de comer mis hijos se marcharon a sus clases de música, Óscar toca el saxo y Lucas la trompeta, y Fernando y yo aprovechamos para echarnos la siesta y hacer el amor, ya que los chicos estarían fuera unas dos horas. En el tema del sexo he de reconocer que siempre he sido una mujer muy fogosa. Estábamos echando un polvo antológico, mi marido tumbado boca arriba y yo a horcajadas sobre el cabalgandolo como una loca, después me giré y lo cabalgué dandole la espalda, entonces cuando mis movimientos hacia arriba y hacia abajo y mis gemidos de placer eran cada vez mas fuertes, algo me sobresaltó, en la puerta del dormitorio estaban mis hijos, mirandonos a su padre y a mi follando como locos, y masturbandose ante el espectáculo que estaban observando.
-Ay dios Fernando, los niños...¡Qué vergüenza! (Grité mientras me bajaba de encima de mi marido y me tapaba con una sabana)
-¡No me jodas Silvia!
-Pero... peero... ¿Qué haceís vosotros aqui...?
-No te enfades mamá, lo sentimos mucho...
-El profesor se ha puesto enfermo y no hay clase y os hemos visto así... y no hemos podido evitarlo... ¿Nos perdonas?
No se como diablos Fernando y yo reaccionamos de la forma en que lo hicimos, el caso es que tan solo unos minutos después mis hijos estaban haciendo una orgía con su padre y conmigo, les puse un preservativo a cada uno, y menos mal, los chicos eran virgenes y se corrieron a los pocos instantes de empezar, me sentí una privilegiada por ser yo quien inició a mis hijos en el mundo del sexo, pero eso no fue todo, desde aquel dia comenzamos una relación incestuosa que dura ya tres años, lo hacemos los cuatro, otras veces tres, otras solo con uno, me he convertido en la mujer de la casa, tengo tres maridos, soy una viciosa madre y esposa.
Ahora que ya os he explicado como comenzó todo, continuaré con la historia del dia de la boda de mi sobrina. Llegamos a casa, que como os he dicho es un chalet en una urbanización a las afueras de Madrid. Pasamos directamente al dormitorio, yo iba guapísima con un bonito recogido en mi pelo castaño y llevaba puesto un bonito vestido para la ceremonia color azul, sin mangas, con una raja por delante que dejaba ver mis piernas y con casi toda la espalda al aire, y unos taconazos enormes que estilizaban mas mi figura, mis hijos y mi marido iban muy guapos y elegantes también con unos bonitos trajes de corte italiano. Fernando se sentó en una descalzadora que tenemos junto a la cama, Lucas se situó detrás de mi y comenzó a bajar la cremallera de mi vestido, y me lo quitó, dejando a la vista un precioso conjunto de combinación de tanga y sujetador de encajes también de color azul y que iban a juego con el vestido, por su parte Óscar estaba frente a mi besandome, mientras nos besábamos le quité la chaqueta y comencé a desanudarle la corbata, Lucas empezó a manosear mis pechos por detrás, al fondo pude ver como mi marido seguía sentado en la descalzadora y se estaba masturbando mientras nos miraba.
Mis hijos me tumbaron en la cama, es una cama enorme que habíamos comprado después de iniciar nuestra incestuosa relación y en la que podíamos acostarnos ampliamente los cuatro. Óscar me quitó el tanga, levanté mis piernas y mi culo para facilitarle esa labor, y comenzó a lamer mi chochito, lo tengo completamente depilado porque asi les gusta a mis hijos, a Fernando le gusta mas con pelo, asi que otras veces me lo dejo de crecer, ya que hay que satisfacerlos a todos, por su parte Lucas lamía y mordisqueaba mis pechos que ya se habían liberado del sujetador. Debo deciros que mis pechos son grandes y los tengo ya algo descolgados, y tengo dos enormes pezones rosaceos que contrastan con el color de mi piel, ya que soy muy blanquita, tengo un bonito culo firme, soy una mujer de lo mas normal, estatura media, ancha de caderas, no estoy gorda pero tengo algo de barriguita y celulitis.
Las lamidas de Óscar en mi vagina y de Lucas en mis pechos, sumadas a la excitación tanto del momento como de recordar la mamada a Óscar en el asiento del coche estaban matandome de placer, miré de reojo a mi marido, este seguía masturbandose disfrutando de la situación, pero ya se había desnudado por completo dejando a la vista su cuerpo, Fernando era moreno, alto y con algo de sobrepeso, sin llegar a estar gordo, y tenia el cuerpo cubierto de vello, entre sus manos tenia una polla de lo mas normal, mi marido no la tiene muy grande, unos 15 centímetros, eso si, muy gruesa. A continuación los que se desnudaron fueron mis hijos dejando frente a mi sus preciosos cuerpos. Óscar es casi clavado a su padre, también es moreno y alto, y también tiene algo de sobrepeso y vello por el cuerpo aunque no tanto como su padre. Es el menos dotado de los tres, es mas, el chico la tiene mas bien pequeña, algo mas corta que su padre, unos 13 centímetros, y menos gruesa por lo que aparenta mas pequeña, además con todo el glande al descubierto, pues le operaron de fimosis cuando era pequeño. Caso opuesto a Óscar es su hermano Lucas, el benjamín de la familia, Lucas también es alto como su padre y su hermano, pero eso si, mas delgado y fibroso, también es mas rubio y blanquito de piel, ya que ha heredado los genes de mi familia, y en cuanto a su miembro viril, es el mas dotado de los tres, la tiene enorme, unos 20 centímetros de largo y muy gorda notándosele unas enormes venas que se le marcan, además su cuerpo lo tiene completamente depilado.
Óscar se tumbó boca arriba, y yo comencé a lamer su polla, aún sabía y olia a los restos de su corrida en el coche de camino a casa, por su parte Lucas se situó tras de mi y comenzó a lamer mi coño, separaba mis nalgas con sus manos y podía notar su lengua recorriendo cada centímetro de mi coño, notaba como subía y bajaba y del coño pasaba al ano, y del ano volvía a bajar al coño, hacía circulos, además se ayudaba de los dedos para darme mas placer, acariciaba mi clítoris y los introducía tanto en el coñito como en el culito, por otro lado la polla de Óscar me llegaba a la campanilla, tambien me indicó que lamiera sus huevos, después me dijo que le hiciera una cubana, así que acerqué mis enormes tetas y rodeé su pequeña polla que desapareció entre mis grandes ubres y comencé a menearlas, por detrás sentí como Lucas introducía su enorme rabo dentro de mi chochito, estaba tan mojada y excitada que entraba y salía con suma facilidad, Lucas me follaba con fuerza, se agarraba a mis caderas y me daba algún que otro cachete en el culo. Después de un rato Óscar le dijo a su hermano que parara de follarme, porque ahora le tocaba a el. Así que me senté encima de el, agarré su polla con mi mano derecha y la fui introduciendo dentro de mi vagina, después de sentir el enorme miembro de Lucas en mi interior, la pequeña polla de Óscar no se sentía igual, pero ya estaba acostumbrada. Comencé a cabalgar a Óscar que gemía de placer, me eché hacia delante nos agarramos y comenzamos a besarnos, en ese instante sentí una sensación de frescor dentro de mi culito, era el lubricante que me estaba aplicando mi hijo Lucas con su dedo para estimularme y prepararme el ojete para la penetración. Notaba su dedo haciendo circulos y como una barrena fue entrando en mi culo hasta que por fin lo hizo por completo, entonces noté un segundo dedo dentro, después Lucas se lubricó la punta de su glande y lo apoyó a la entrada de mi culito, fue empujando poco a poco y noté como su enorme estaca se iba introduciendo dentro de mi. Unos instantes despues el sandwich ya estaba hecho, Lucas y Óscar acomodaron y sincronizaron sus embestidas para poder follarme al unísono. Fue en ese instante cuando mi marido que llevaba masturbándose mirándonos desde que habíamos empezado, se incorporó de la descalzadora, se acercó hasta la cama y quedandose de pie junto a esta, acercó su polla hasta mi boca y comencé a mamarsela. En ese instante todos mis agujeros tenían una polla en su interior. El placer y la excitación hicieron que me corriera por primera vez esa noche.
Llevábamos ya casi una hora de sexo intenso desde que comenzamos, cambiando infinidad de veces de postura, yo me había corrido varias veces ya, mi marido y mis hijos cambiaron de agujeros a su antojo, nuestros cuerpos estaban empapados en sudor, y me encontraba como tantas y tantas veces cada vez que follábamos los cuatro. Estaba de rodillas en mitad de la habitación, mi marido y mis hijos estaban de pie rodeandome, yo chupaba sus pollas con ansia, las turnaba, las agarraba y meneaba, con otra mano acariciaba mi coño, miraba hacia arriba y veia sus caras, sus ojos lo decian todo, estaban retorciendose de placer, entonces cada uno agarró su polla y comenzó a sacudirla a escasos centímetros de mi rostro, el primero fue mi marido, al mismo tiempo que gritó... "Abre la boca que me corrooo..." Comenzó a descargar gran cantidad de chorros de leche espesa y caliente que fue a parar a mi boca, todavía seguían saliendo los últimos chorreones de la polla de Fernando cuando la enorme corrida de Lucas empezó a impactar en mi rostro, su punteria fue peor que la de su padre y su corrida salió descontrolada, cayendo sobre mi pelo, mi frente, mis ojos causandome gran escozor, mis mejillas, mis pechos e incluso algunos lefazos fueron a parar a las piernas de su padre y de su hermano. Se las chupé a los dos sacándoles brillo mientras Óscar seguia masturbandose, esperándo a que llegara su turno, no se si es porque el ya se había corrido en el coche o por que, pero el caso es que aún no se corria, entonces volví a chuparsela, Óscar me agarró de la cabeza y comenzó a ser el quien me follara la boca en lugar de ser yo quien se la chupara, Lucas se arrodilló tras de mi y me metió los dedos en el coño masturbándome, después de varios minutos Óscar se corria por segunda vez esa noche en mi boca, estaba perdida de leche, tenía lefa por el pelo, por la cara, por las tetas, entonces Lucas me tumbó en el suelo, y siguió metiendo sus dedos en mi coño, esta vez metió los dedos anular y corazón y los llevó hacia mi punto "g", los movió de forma enérgica e instantes después un enorme orgasmo invadió mi cuerpo, y de mi vagina comenzaron a manar chorros y chorros de flujo que fueron a parar a las sábanas y a las cortinas dejando un enorme charco en el suelo de la habitación. Yo me quedé rendida en el suelo, recobrando la respiración, mi vientre subía y bajaba de forma ritmica, me temblaban las piernas, mis tres hombres me observaban sentados en la enorme cama acariciando sus pollas. Mas tarde nos dimos una ducha y nos fuimos a dormir. Esta es solo una de las muchas aventuras que hemos tenido en estos tres años. Quizás algún dia os relate alguna mas.