Vicios (6)

Mi primera cita con Ricardo y su chico Borja (1ª parte, sexo y vicio sin complejos).

VICIOS (6)

RICARDO Y BORJA (recomiendo leer vicios 1,2,4 y 5 para entender mejor el contexto en el que nos encontramos) Como ya sabéis, Ricardo y yo mantenemos una relación… podíamos decir oculta, desde que hace cerca de diez años, nos conocimos y mantuvimos nuestra primera relación sexual, él es un chico gay, sin pluma pero tremendamente pasivo, si bien alguna vez hemos intercambiado los papeles aunque nunca me ha llegado a penetrar porque a mí no me apetece hacerlo y él siempre me ha respetado puesto que prefiere que sea yo quien me lo folle, asegura que como yo no se lo ha follado nadie y que por eso me necesita a pesar de que él mantiene relaciones con otros chicos, algunas veces más largas y otras más cortas.

En el día de nuestro reencuentro, después de 8 meses de nuestra primera cita, hace ya 10 años, decidimos que cada tercer jueves de mes, nos citaríamos en el mismo hotel en el que pudimos disfrutar por primera vez sin el miedo a ser sorprendidos después de algún que otro polvo en condiciones... digamos... menos tranquilas, tengo que decir, que solo una vez hemos fallado a nuestra cita, si bien lo arreglamos aplazándola para la siguiente semana.

Estas citas siempre suelen tener la misma rutina, Ricardo llega antes que yo al hotel y me espera en la habitación, cuando yo llego, nos fundimos en un beso lascivo y vicioso para acabar desfogándonos rápidamente con una buena paja o una buena mamada e incluso alguna vez con un polvo rápido y morboso para calmar mi sed de leche y de polla, tras ducharnos juntos (a veces también con alguna de nuestras pollas dispuestas a mas), bajamos a cenar, que es el momento en el que aprovechamos para ponernos al día de nuestras cosas y por último volvemos a la habitación para acabar follando como posesos tanto tiempo como el cuerpo aguante, nos conocemos tanto que somos capaces de alagar nuestros orgasmos durante largo tiempo para poder disfrutar al maximo del sexo lascivo, vicioso y duro que tanto nos gusta.

En una de esas citas, hace ahora 2 años, Ricardo se mantenía extraño, nuestro ritual se vio alterado por la poca tranquilidad que en él reinaba, notaba que mi chico estaba tenso y que no acababa de disfrutar del todo, después de nuestro desfogue inicial y nuestra ducha bajamos a un bar cercano a comer algo, momento en el que aproveché para preguntarle cual era el motivo de su tirantez. Ricardo dudaba en contármelo y lo primero que pensé es que quizás había perdido interés por nuestras citas y no sabía cómo decírmelo, pero empezó a contarme.... Verás es que...., ya sabes que desde hace unos meses estoy saliendo con Borja... - empezó- la cuestión es que hace diez días que vivo en su casa, nuestra relación es magnífica, nos entendemos en todos los aspectos incluso en el sexual, (Ricardo es muy exigente en este aspecto), es un volcán en la cama y además el muy cabrón es superlechero, tiene unas corridas increíbles como ya te he contado...entonces....me vi en la obligación la otra noche de hablarle de ti, de contarle lo nuestro, si verdaderamente quiero estar 100% con él, debe de saberlo . Aquello me daba a entender que parecía ser el fin de nuestra relación, pero me equivocaba, Ricardo continuó Cuando se lo conté me dijo que le parecía muy bien que tuviera esa relación ajena a la nuestra, siempre y cuando no llegara al terreno sentimental, ya le he dicho yo que de eso no hay nada, que solo hay sexo y nada más, el tema está es que me ha pedido como condición que pueda participar de vez en cuando en nuestras citas, que si no...Pues... que tendré que elegir entre él o tú, a ti que te parece?, ya sé que no te gustan los chicos pero...harías eso por mi?- concluyó Ricardo Ahora la pelota estaba en mi tejado, si quería seguir follando con Ricardo debía aceptar que cada tanto Borja participara de nuestro juego, de lo contrario perdería a Ricardo, quien sabe si para siempre. Bueno- empecé yo-, ya sabes que a mí no me gustan los tíos, a mi me gustas tú y por el cariño y aprecio que te tengo, aceptaré, pero eso si... también te pondré una condición....no quiero que en principio Borja me toque a mí, sabes?, podemos ser los dos para ti, pero entre él y yo no debe haber nada, te parece bien?-le respondí yo, zanjando el problema- nos vamos para arriba?. Ricardo estaba feliz, se notó en nuestro polvazo posterior a la charla, follaba como un cabrón poseído y gritaba como nunca, tenía una sed increíble, supongo que el morbo de pensar en follar conmigo y con su chico le estaba pudiendo. Finalmente, después de varios orgasmos abandonamos la habitación. En el hall del hotel Ricardo me recordó que en nuestra próxima cita nos acompañaría Borja y me dio la dirección del piso que compartía con él, así el próximo mes no volveremos al hotel, follaremos en su casa. Durante los días siguientes, me encontraba algo nervioso y preocupado pero a la vez excitado, si bien no volví a pensar en ello hasta el día anterior a nuestra cita, cuando recibí un mail de Ricardo para confirmarlo todo... Borja estaría con nosotros. Llegué puntual a la cita en un piso en una zona buena de la ciudad, piqué al timbre y la voz de Ricardo me abrió la puerta, en el ascensor me encontraba preocupado arreglándome la ropa para causar buena impresión a su chico, estaba tremendamente excitado. El piso era un loft magnifico, con cocina con barra americana, un sofá enorme de piel marrón y una cama también muy grande al fondo, tenía solo una puerta que era el lavabo y estaba adornado con un gusto exquisito. Ricardo estaba vestido con una camiseta roja y un pantalón vaquero, iba descalzo y me saludó como siempre, con un beso largo y profundo y con una cara de satisfacción tremenda... Siéntate...quieres tomar algo... Borja llegará dentro de un rato, acaba ya mismo y trabaja muy cerca de aquí- dijo Ricardo. Mientras observaba la decoración de la casa y Ricardo me ponía al día de quien era Borja.... Borja es de Santander, su empresa lo ha destinado aquí, pero en septiembre tiene que volverse y seguramente para siempre a no ser que yo le convenza para que se quede, aunque me veo yéndome yo a Santander para estar con él, es muy buen chaval y como ya te he dicho nos entendemos perfectamente en todos los aspectos...ya verás, el tío es una maquina jajajajaja . En breve y tras apurar mi cerveza, llegó Borja, abrió la puerta con su llave y al entra fue directamente hacia Ricardo, se dieron un beso en los labios, luego se acercó a mí y me dio la mano estrujándomela fuerza ,me dio buena impresión, iba muy aseado, su piel era oscura pero limpia, pelo moreno largo recogido con coleta y también lucía una figura magnifica esculpida en el gimnasio igual que Ricardo, todo lo contrario a mí, que no es precisamente a mis músculos pectorales y abdominales a los que mimo mas, se encaminó a la ducha tras decirle algo en el oído a Ricardo y cerró la puerta del lavabo tras de sí. Ricardo, aprovechando Borja se ausentó momentáneamente, se acercó a mí y se sentó encima de mis rodillas, lanzando su boca hacia la mía, nos fundimos en un apasionado beso y tras quitarse su camiseta, hizo lo propio con la mía, nos quedamos los dos con vaqueros refregando nuestros paquetes y comiéndonos la boca y los pezones, Ricardo se bajó para ponerse de rodillas en el suelo y empezar a desabrochar mis pantalones para liberar mi polla, una vez la tuvo a su alcance se la metió de golpe en la boca y empezó a hacerme ver las estrellas con sus expertas lamidas y chupetones, después de varios minutos tocando el cielo, Ricardo se levantó y me quitó las bambas y los calcetines y empezó a chuparme los pies, era tremendamente vicioso verle la cara metiéndose mis dedos en su boca chupándolos con tantas ganas, tengo que reconocer que me estaba gustando mucho y decidí pelármela lentamente observando el espectáculo que me daba la visión de Ricardo comiéndome los pies, después de un buen rato me puse de pie y me quité el pantalón para liberar mi cuerpo, Ricardo hizo lo propio y nos quedamos los dos desnudos frente a frente besándonos y masturbándonos lentamente el uno al otro, en ese preciso momento hizo entrada Borja en la sala, llevaba una toalla verde atada a la cintura dejando su torso al aire estaba perfectamente definido de abdominales y pecho y a la altura de la entrepierna se le notaba un buen bulto, si bien no parecía estar a tope, se acababa duchar y en su cuerpo aún se mantenían las gotas de agua. Que me he perdido?- dijo Borja. Nada te estábamos esperando - contestó Ricardo Borja se encaminó hacia nuestra posición y al llegar junto a Ricardo, este le quitó la toalla, dejando al aire una polla verdaderamente grande, que al sentirse liberada alcanzó rápidamente su máxima dimensión, era una polla venosa y semidescapullada, Ricardo la alcanzó con su otra mano y empezó también a masturbarle lentamente dejando ver su capullo en cada movimiento, Ricardo alternó mi boca con la de Borja mientras no paraba de pelárnosla a los dos de una manera muy morbosa, Borja me miraba a mí y yo a él, finalmente Ricardo dejó de masturbarme para, dándome la espalda agacharse y empezar a comerle la polla a Borja. Yo me sentí un poco desplazado, pero decidí no perderme detalle del espectáculo que me iban a dar. Me senté en la barra americana de un salto y me encendí un cigarro, me lo fumaba mientras con la otra mano me masturbaba lentamente observando a Ricardo y su chico, la mamada era brutal, Ricardo le tenía cogido por el culo y le apretaba hacia si para comerse toda aquella tranca entera y por momentos lo conseguía, no sin antes haber tenido algunas arcadas, salivaba mucho y los chorros caían en el parquet, hacían mucho ruido sus labios chupando aquella polla tan grande, por un momento me dieron ganas de acercarme y meterme también aquel pollón en la boca, pero con un cigarrito en la mano y mi rabo en la otra, me encontraba como viendo porno en directo, me recosté hacia atrás y me quedé semitumbado con las piernas abiertas y pelándomela a gusto, Borja ponía cara de estar a punto de correrse, con lo que Ricardo se detuvo y se levantó para encaminarse hacia mi situación, al verlo llegar, apagué el cigarro y mientras lo hacía, Ricardo me cogió el rabo y empezó a pelármelo con suavidad, se sentó en el taburete de la barra americana que había delante de mi posición y en esta postura pudo dejar su cara a la altura de mi verga, tragándosela de golpe y empezando a hacerme sentir en la gloria, poco después Borja se sentó a mi lado y adoptó la misma posición, piernas abiertas y polla a punto de reventar, Ricardo fue bajando su boca hacia mi ano para empezar a lamérmelo, mientras mis manos tocaban su cabeza, tan concentrado estaba en lo que me hacia Ricardo que tiré mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos, mi polla que estaba en ese momento libre, sintió como una mano empezaba a masturbarla, primero pensé que era Ricardo pero...algo era distinto, el tacto no era el mismo, entonces abrí los ojos y vi que era la mano de Borja la que me estaba pelando el rabo mientras Ricardo seguía comiéndome el ojete, Borja me masturbaba mientras me miraba a los ojos y tocaba con la otra mano su enorme verga, en un momento pensé en decirle que me dejara pero...no podía era demasiado placer como para decirle que parase, Borja acercó su cabeza hacia la mía y juntamos nuestras lenguas lascivamente, para acabar juntando nuestros labios y besarnos con lujuria, mientras mi polla cada vez palpitaba mas del gustazo que me estaban dando aquellos dos tíos.

Ricardo dejó de comerme el culo, mientras yo seguía besando a Borja y recibiendo su masturbación en mi polla, y empezó a hacerle lo mismo a Borja, este dejó de besarme para concentrarse en el placer que le daba Ricardo en su ojete, la mano de Borja abandonó mi polla para poder apoyarse hacia atrás con las dos manos, en ese momento pensé en coger aquel pollón y así lo hice, agarré la polla de Borja que estaba ardiendo, parecía que salía fuego de dentro, tenía un color oscuro y goteaba precum, no me pude aguantar y me incliné para meterme aquel pedazo de carne en mi boca, sabía a gloria, olía fuerte a sexo y tenía un sabor muy salado, mucho más que la de Ricardo, en principio no me gustó mucho pero luego empecé a chupar como un autentico perro, metiéndome muy dentro de mi aquel falo enorme, chupaba con verdadera pasión cuando Borja empezó a gritar de forma exagerada, su cuerpo se arqueaba y temblaba, dejé de chupársela, para empezar a masturbarlo rápidamente y asistir a un espectáculo digno de mencionar, su polla se puso como una roca, estaba aún mas caliente si cabe y de repente empezó a salir una cantidad de lefa a presión por aquel caño que me hizo abrir la boca, los chorros pasaban por encima de Ricardo que aún agachado seguía comiéndole el culo y mintiéndole algún dedo, yo aún boquiabierto acerqué mi boca a su polla para recibir los últimos chorros de semen, tenia un sabor fuerte, pero me gustaba, tragué aquel liquido mientras acababa de masturbar a Borja, cuando se relajó, Ricardo que también había recogido alguna gota de lefa se levantó para acercarse a mí y besarnos pasándonos la leche de Borja de boca en boca.

Ricardo me cogió la mano indicándome que me dirigiera hacía el sofá, bajé de la barra americana, dejando a Borja con los ojos entreabiertos y el pollón semierecto hacia un lado, Ricardo me empujó hacia el sofá y empezó a chuparme de nuevo la polla, cuando consiguió ponérmela de nuevo a tono, Borja, ya recuperado, se había unido a la fiesta y le estaba comiendo el culo a Ricardo por detrás, preparándolo para recibir alguna polla, cuando estuvo preparado, se sentó encima mío, clavándose mi rabo de un solo golpe hasta las entrañas, empezó a cabalgarme sin tregua, subía y bajaba por mi rabo, gimiendo de placer mientras la polla le bamboleaba a escasos centímetros de mi ombligo, Borja mientras se puso de pie al lado mío en el sofá y acercó su polla hasta mi boca, se la agarré y la tragué lentamente sintiendo toda su longitud, aun no la tenía del todo dura pero el tamaño ya era considerable, pero con lo vicioso que soy no dudé en chupársela como si me fuera la vida en ello, no tardó en tenerla de nuevo como una autentica piedra.

La cabalgada de Ricardo en mi polla me estaba matando y no iba a tardar nada en correrme, así se lo hice a saber a Ricardo que sacó inmediatamente mi polla de su culo para ponerse de rodillas y empezar a masturbarme bajando toda mi piel hasta abajo esperando que salieran los trallazos de semen, estos no se hicieron esperar y junto con un tremendo orgasmo hicieron su aparición haciendo temblar y convulsionar de placer mojando toda la cara y la mano de Ricardo que sacaba la lengua para tragar todo lo que salía, Borja que estaba de pie en el sofá y con su polla cogida por mi mano ya que no pude comérsela mientras me corría, saltó al suelo y compartió el manjar con Ricardo chupándole toda la cara y besándole tragándose ambos mi corrida hasta dejar mi polla y la cara de Ricardo completamente limpia.

La polla de Ricardo estaba a punto de explotar, Borja (que ya se había recuperado y lucía una erección ejemplar) y yo, ya nos habíamos corrido una vez, él aún no, así que nos pidió con la mirada que algo teníamos que hacer, así que Borja lo sentó en el sofá al lado mío y se puso de rodillas en el suelo entre las piernas de Ricardo para metérsela lentamente, pude ver como los ojos de Ricardo se abrían tanto, que parecían salir de las cuencas, desde luego meterse aquella tranca debía de ser duro pero lejos de quejarse empezó a jadear como un perro, giró su cabeza hacia mí y me ofreció su lengua, mientras me decía entre jadeos y boca a boca:

Que? te está gustando? menudo polvazo estamos echando eh? mira como folla el hijo de puta este!!! Aunque tu follas mejor cabrón!!!, me corrrrrrooooooooo!!!

De repente, sus ojos se cerraron y me empezó a morder la boca tan fuerte que le tuve que coger de la barbilla y apretarle duramente para que me soltara, cuando lo hizo, un chorro de semen cayó directamente en su cuello, para después varios más hacer lo mismo en su pecho, Borja le estaba masturbando mientras se lo follaba y Ricardo se lo agradeció echando lefa como un caballo por su polla descapullada, Borja sacó su pollón del culo de Ricardo y con la lengua recogió toda la lefa del abdomen y pecho para llevarla hasta la boca de Ricardo fundiéndose en un beso húmedo que hacía pasar la lefa de boca en boca, no me quise quedar sin comer y acerqué mi lengua para recoger algo de lefa… que esta sí, esta es de Ricardo y me sabe a gloria.

Nos quedamos varios minutos sentados en el sofá, con Ricardo en medio, con las pollas colgando hacia un lado y completamente extasiados, hasta que Ricardo dijo... Os apetece cenar comida japonesa? . Nos duchamos los tres juntos sobando nuestros cuerpos, nos vestimos y nos fuimos a cenar para después volver al piso a acabar con nuestra primera cita. Pero eso..... Os lo cuento otro día.