Vicios (4)

mi reencuentro con Ricardo...

PROLOGO

Recomiendo leer vicios (1 y 2), para comprender el contexto de este relato.

Me acosté realmente confundido y preocupado por mi sexualidad, solo unas horas atrás yo estaba convencido que era hetero…entonces… ¿como había sido posible que hubiera follado dos veces en un día con un chico?, la verdad es que no lo entendía y mi cabeza iba a explotar de tanto darle vueltas al asunto, por un lado me sentía sucio y aturdido, pero por otro me sentía totalmente relajado y excitado por el tremendo placer que aquel vicio con Ricardo me había proporcionado, las imágenes de su polla escupiendo lefa, de la mía follando su culo y las sensaciones de haber chupado y masturbado una verga ajena me tenían extremadamente caliente…¿seré homosexual?.

Por otro lado esperaba con ansiedad la llegada de Norma, mi novia, para demostrarme a mí mismo que seguía siendo tan hetero como siempre o que pasaba con mi sexualidad, además ella me había prometido su precioso culo virgen para ese fin de semana…¿un culo?, el de Ricardo es un agujero de lujuria, donde mi polla ha experimentado el máximo placer hasta el momento y encima a él le encantaba ¿le gustará a Norma que me la folle por su pequeño orificio?, seguro que a mí sí.

Como entenderéis con esos pensamientos era imposible dormir, finalmente cuando los primeros rayos de sol entraban por la ventana de la habitación, mis ojos se cerraron hasta que un calor tremendo hizo que me despertara de golpe, completamente sudado y como no...Con la erección mañanera habitual.

Bajé al comedor y miré el reloj que marcaba las 14:10, era tardísimo y en la casa parecía no haber nadie, me asomé a la ventana y comprobé que el coche no estaba, con lo cual los chicos habrían ido a la playa y no me habían despertado para ir con ellos, decidí ducharme y entonces volvieron otra vez esos pensamientos a mi cabeza, con el añadido de pensar en que posiblemente Ángel y López nos habrían escuchado follando como animales en la parte de atrás de la casa, joder! Que marrón!, cuando lleguen a ver con qué cara me miran y peor aún… si Ricardo está con ellos, ¿le habrán dicho algo? ¿Qué mañana habrá pasado con ellos haciéndole miles de preguntas?, ayayay… que sea lo que tenga que ser!

Por fin mientras me secaba, escuché la puerta abriéndose y la voz de Ángel preguntando a López si aun estaría dormido, a lo que este respondió que la luz del lavabo estaba encendida y que posiblemente me estaría duchando, me puse el bañador y las chancletas y salí a su encuentro tras respirar profundamente y preparado para que me hicieran miles de preguntas si confirmaba mis sospechas de que me habían oído follando con Ricardo.

-Hombre por fin dormilón!! Ya te has levantado- dijo Ángel- que cabrón! Que hartón de dormir macho!!!, no sabes lo que te has perdido en la playa, miles y miles de tías con las tetas al aire, esos pezones duritos después de bañarse, esos culos joder!!! Que buenas están todas!!! Jajajaja… por cierto que has preparado de comer!!!!.

Esas palabras me tranquilizaron, parecía todo normal, nos fuimos a la cocina a preparar unos macarrones, cuando me di cuenta de que faltaba Ricardo, no quise preguntar para que no sospecharan nada, en el momento de meter la pasta a hervir, López me informó de que Ricardo se había ido a su casa, que por la mañana cuando habían ido a la playa le habían dejado en la estación de tren, se ve que había algún problema en su casa y que tenía que regresar urgentemente. Por un lado me sentí triste, sentía algo por aquel chico que me había subido al cielo con su vicio, pero por otro lado me sentía liberado, el viernes vendría Norma y nunca mejor dicho todo volvía a la normalidad.

Ni que decir tiene que la borrachera fue continua hasta el viernes que llegaron las chicas y que a partir de ese momento no nos separamos de ellas ni un segundo, follando cada uno en su habitación y viviendo momentos viciosos que contaré en los capítulos dedicados a Norma.

REENCUENTRO.

El curso 1999/2000 en la facultad de psicología empezó y por primera vez en mucho tiempo, no conocía a ninguno de mis compañeros, yo estaba acostumbrado a ver siempre a Ángel y López en clase y ahora ellos estudiaban otras cosas y estábamos separados, nuestra relación varió de vernos cada día a vernos mucho menos, teniendo en cuentas nuestros estudios separados y que ahora cada uno tenía una relación formal con una chica, pero nos reservábamos los jueves por la tarde para encerrarnos en nuestro bar habitual y bebernos toda la cerveza que nuestro cuerpo aguantase.

Un jueves del mes de Enero pasado fiestas, Ángel nos recordó que ya llegaba su cumpleaños y que como ahora no nos veíamos tanto, la fiesta iba a ser memorable, así que para ese día había reservado mesa en un restaurante de moda en la ciudad, que después se convierte en discoteca y que tiene unas animadoras (go-go´s), de escándalo que por un módico precio te sirven un chupito boca a boca o te dan de comer un poco de nata desde sus pechos o su vientre.

El día indicado unas 12 personas (todo tíos), nos reunimos para celebrar el evento, tras cenar y asistir al espectáculo de las go-go´s, nos encaminamos hacia la pista para empezar a tirarle al caña a todas las tías que por allí estuvieran, que no eran pocas pese a ser jueves, en un momento dado de la noche me encaminé hacia la barra que estaba bastante alejada de nuestra posición para pedirme una copa, tras varios empujones accedí a una de ellas y un camarero estaba agachado buscando una bebida de una de la neveras que estaban justo detrás de la barra, cuando se levantó y me miró para decirme que iba a tomar, mi corazón dio un vuelco…. era Ricardo.

Iba con el torso desnudo, sus abdominales y su pecho estaban marcadísimos de gimnasio, mucho más que en verano, se había puesto el pelo de punta y llevaba unas mechas rubias, estaba todo depilado y su mirada desprendía luz propia

-Que tal? Que haces por aquí? Me dijo

-Pues mira celebrando el cumpleaños de Ángel-respondí

-Esta Ángel por aquí?

-Claro, estamos todos los colegas celebrando su fiesta.

Ricardo se encaminó hacia su compañera de barra para decirle que se iba a ausentar un momento para saludarnos, cuando se separó de la barra y me dio la espalda no puede evitar mirar su culo y su cuerpo…un escalofrío me recorrió y mi polla tuvo un espasmo, mi estomago saltó y mi cabeza empezó a recordarme que ese chico había sido mío y que aunque me resistiera a pensarlo, tenía unas ganas enormes de volver a follar con él.

Salió de la barra y se encaminó hacia mí, parecía como si la música se escuchara más floja, como si todo estuviera a cámara lenta, como si su cuerpo desprendiera luz propia, era un pedazo de tío con un cuerpo perfecto y la transformación había sido evidente en solo 8 meses que hacía que no lo veía, por fin llegó a mí y tras dudar en si darle la mano o dos besos, me decanté por lo segundo, olía a crema y a colonia suave, tras el segundo beso me dijo en la oreja:

-Acompáñame, luego saludaré a Ángel.

Mi cabeza me decía que no fuera, pero mis piernas se encaminaron detrás de él, Ricardo llevaba unas bermudas azules celeste con flores blancas muy hawaianas y la visión de su cuerpo delante mío, me estaba excitando, al llegar a una puerta cogió una llave colgada justo al lado del marco y la abrió, entró y yo hice lo mismo, asegurándome de que nadie conocido nos viera, una vez dentro puso la llave en el pomo y la cerró.

En ese habitáculo, había cajas de coca-cola y de cerveza amontonadas, algunas cajas cerradas y muchos carteles de fiestas anteriores tirados por el suelo, estaba insonorizada y al cerrar parecía como si entraras en una nevera, dentro había un pequeño lavabo, cuando quise darme cuenta, Ricardo estaba besándome y metiendo su lengua en mi boca.

Me empezó a chupar el cuello y las orejas, él sabe que me gusta mucho, me mordía con pasión y me susurró al oído: - Joder… cuanto tiempo esperándote...no sabes la de veces que me he acordado de ti-, su mano ya estaba sobando mi paquete que estaba reventando dentro de los pantalones…-no tenemos mucho tiempo- se agachó delante de mí, y me desabrochó los pantalones para sacar mi polla y empezar a chuparla como solo él sabe hacerlo, se la tragaba entera , la hundia en su garganta para sacarla llena de hilos de saliva que unían mi verga a su boca, tras tres chupetones fuertes mi polla ya quería escupir toda la lefa en su cara, le pedí que parara que me iba a correr, me hizo caso y ocurrió algo completamente extraño.

Cuando estuvo cara a cara conmigo una vez se hubo levantado, sus labios estaban rojos y mojados junto con su boca empapada de saliva y sus ojos iban a reventar, entonces y de forma increíblemente rápida, su mano golpeó mi cara dándome una sonora bofetada que hizo que me quedara completamente helado, reaccioné y pude parar su otra mano intentado agredirme agarrándola por el antebrazo y coger la otra mano que lo intentó de nuevo, cuando lo tuve agarrado por los dos brazos, vi que tenía más fuerza que yo y que poco podía hacer para pararlo, pero en ese mismo instante de su boca salió un escupitajo que fue a para directamente a mi boca, empezó a insultarme:

-Hijo de puta…. ¿Donde has estado todo este tiempo? ¿Por qué no has intentado saber de mí? ¿Me fui sin más… y ni siquiera preguntas?, eres un cabrón!!!

Yo estaba alucinando con la escena…cuando de repente me volvió a besar, nuestras bocas se volvieron a fundir… era un beso caliente, húmedo, excitado…vicioso, nuestras lenguas se buscaban, nuestras bocas estaban abiertas, mi polla volvió a responder recuperando la dureza perdida por la bofetada y demás, él no paraba de decir entre beso y beso: hijo de puta…hijo de puta… te voy a matar…, mi cerebro reaccionó, decidí darle su merecido a ese cabrón que me estaba volviendo loco, no sé ni cómo pude pero le empuje fuertemente hasta la pared cercana y le cogí del cuello, reconozco que en ese momento si Ricardo hubiera querido, me hubiera agredido sin problemas puesto que es mucho más fuerte que yo, pero eso le paralizó.

-¿Qué quieres?, ¿quieres que nos peguemos? Va venga…. Pégame!!.

-No quiero que nos peguemos…quiero que me folles!!!

Seguía completamente anonadado por la situación, pero ahora no había marcha atrás, estaba decidido a reventarle, a hacerle tragar sus palabras, así que le solté el cuello y le obligue a girarse cara a la pared, le bajé las bermudas de un solo golpe hasta los tobillos, que él acabó de quitarse haciendo movimientos con sus pies y al ponerme de pie, me detuve en su culo, abrí sus cachetes y escupí una cantidad tremenda de la saliva acumulada en mi boca en su ojete, me puse de pie del todo y cogiendo con mis manos las carnes de su culo abriéndolas fuertemente y restregando mi saliva escupida por todo su ano, metí mi polla de un solo golpe hasta el fondo dentro de su cuerpo

Ricardo gritaba de placer, movía su culo arriba y abajo para que se la metiera más fuerte, me insultaba, no paraba de hacerlo, pero mi polla entraba y salía de él cada vez más rápido, lanzó un codo para agredirme, pero lo esquivé, si quería irse podía hacerlo, pero no se iba, al contrario, su cuerpo cada vez estaba más arqueado, para que mi polla entrase mejor, yo me moría de gusto y de morbo, mis manos agarraron su cintura y la velocidad de mis embestidas era cada vez mayor, hasta que descubrí que me iba a correr, Ricardo seguía gritando y sus gritos se ahogaban con el ruido de mi polla reventándole el culo, hasta que finalmente exploté de placer llenándole el culo de lefa y metiendo mi polla lo más adentro posible, teniendo unos espasmos de placer increíbles y flaqueando de piernas apoyándome en la pared y sobre su espalda para no caerme, cuando me hube vaciado del todo, aproveche para cogerle del pelo hacia atrás y decirle que era la última vez que nos íbamos a ver y por supuesto la última vez que me agredía, puesto que la próxima vez no iba a ser tan bueno con él, pero mi mano derecha se encaminó hacia su polla morcillona y empecé a pajearle desde atrás, nuestras caras estaban muy cerca y mi mano izquierda no soltaba su pelo, él estaba inmóvil, le masturbé rápidamente, su polla crecía en mi mano, sus ojos se cerraba y su lengua buscaba mi cara, mi mano no paraba de pelársela, finalmente y tras varios meneos, se empezó a correr como un animal, mientras mi polla salía flácida de su culo y mi lefa le resbala piernas abajo, su cuerpo se convulsionaba con cada chorro que salía de su pollón, cuando acabó lleve mi mano a su boca para que chupara toda su leche derramada en mi mano y tras hacerlo, le besé apasionadamente buscando que me pasara el resto de su cáliz para saborearlo, mi mano le apretaba la boca por los lados y su leche entró en mi boca casi de golpe.

Me arreglé la ropa y Ricardo permanecía inmóvil, tenía el culo abierto y las piernas llenas de mi lefa, completamente despeinado y la polla flacida goteando semen, cogí la llave y salí de aquel sitio, la compañera de barra de Ricardo me vio salir y me preguntó por él, le dije que ahora salía, que estaba en el lavabo.

Llegué a la zona donde estaban mis amigos y todos me preguntaron que me pasaba, les dije que acababa de vomitar en el lavabo toda la priva y que me encontraba fatal, que me iba para casa, tras despedirme de todos, oí a Ángel decir: -Ricardo tío cuanto tiempo!!!!! ,- a la vez que se abrazaban saludándose efusivamente- cuanto has cambiado!!!, espera mira quién hay aquí… y nos señaló a López y a mí, que estaba ya a punto de marchar- ¿Te acuerdas de ellos?- le preguntó Ángel… ¿que si me acuerdo?, claro que me acuerdo- dijo Ricardo- no sabes cuánto!!!