Viajes

Cuando algo se desea de corazón, hasta lo mas ilógico es lo único que tiene sentido

… sentía la brisa que humedecía mi rostro mientras cerraba mis ojos para respirar la frescura de la tierra mojada, el olor a pino, incluso el agua de la cascada lograba darme a probar en gotas su dulce sabor a manantial, ¿Qué estación es? No lo se, por este viaje es verano, de repente mi tranquilidad fue pausada por un “Hola”, no abrí los ojos, creí que alguien se había desviado nuevamente a mi lugar, ya que usualmente suelo toparme intrusos que coinciden en mis tiempos y destinos, “Es un bello lugar” escuche nuevamente, no era un eco, no era alguien de paso, era alguien que estaba ahí, su voz irradiaba dulzura y tranquilidad, aunque también sonaba a frase interrumpida, y abrí mis ojos, estaba contra luz, y mis pupilas encandilados no lograron en los primeros segundos identificar su cara, no contesté, solo sonreí, era hermosa,- si-  lo admito, también irradiaba la paz de su vestido blanco

- Esta vez tenía ganas de venir aquí – respondí, mientras ella se sentaba y logré ver su rostro angelical, me sonrió esperando que no me fuera a levantar

- No ví a nadie mas en este lugar, y solo seguí el arroyo

- Creo que nadie viene aquí, bueno, hoy coincidiste, me llamo Jaqueline

- Si, de hecho este lugar es justo como lo deseaba, me llamo Grecia

- Igual opino, porque es un refugio del alma en la madre naturaleza

- Si – sonrió sorprendida – que coincidencia, yo creo lo mismo, a veces la rutina de la vida o el caos de la ciudad, añadiendo el individualismo de la sociedad a veces me hace sentir fuera de lugar, así que esperaba con ansias llegar a un lugar así

En realidad algo siento que sucede pero no sé, me parece extraño que llegara así, tal vez Luis enviaría a alguien cuidarme.

- ¿Eres viajero frecuente? – le pregunte, su personalidad me hacía sentir confianza

- Tengo poco que lo tomé como terapia, ¿de dónde eres?

- De un pueblo que se llama Santa María de la Paz, ¿tu? – le pregunte mientras muy atenta me observaba a mis movimientos corporales mientras me dirigía a ella, y es que su presencia comienza a inquietarme, su vibración me transmite cierta familiaridad

Creo que ya es hora de regresar, y ella también lo sabe, y en realidad no quiero irme, quisiera platicar mas con ella, así que le propuse vernos al  día siguiente donde mismo, pensé que tal vez no aceptaría, normalmente uno viaja con alguien o para encontrarse con otra persona, sin embargo me sorprendió su respuesta ….

Ya eran las 7:30 A. M. y no tenía ganas de levantarme, como siempre, pero tenía que recoger mi título de abogada en dos horas mas, además debo estar en audiencia mas tarde.  Pase por mi compañera camino a la Universidad, estábamos emocionadas, por fin litigaríamos con nuestra firma

-          Pásame los lentes que están en la guantera – le pedí

Cuando los saca cayó entre sus piernas un calendario de cartera, yo encendía mientras el coche y me ajustaba el cinturón, me vi en el espejo y como aún no me daba mis lentes volteé a ver que sucedía

-          ¿Qué? -  le pregunte por su tardanza

-          Que bonito – dijo mientras me pasaba el calendario

Lo tomé y era el mismo paisaje en el que conocí a Grecia, ¡Grecia! no recordaba ese encuentro, lo guarde en mi bolsa del saco y nos fuimos. Saliendo del Juzgado me llevo tremenda sorpresa, Gerardo iba en su carro con Jazmín, pareciera que sabía la hora exacta en que yo andaría ahí, y si, estoy molesta, Jazmín es mas joven y guapa que yo, además yo no accedí a tener sexo con él cuando me lo pidió, por eso ella aprovecho la oportunidad.  Aun siento feo verlo con ella, se que pasará esta sensación desesperante.

-          Termina toda la comida -  me dijo mi amiga que esa noche se hospedaría en mi casa, ya que ella es originaria de un pueblo a 5 horas de aquí

-          La verdad no tengo hambre

-          Seguro que el Gerardo te paso a la Jazmín ¿verdad?

-          Ni digas, ya no siento igual de feo

Terminamos de recoger la mesa y ordenar la cocina antes de ir cada una a su habitación a dormir, me recosté y tome el pequeño calendario, cerré mis ojos y no se en cuanto tiempo me quedé dormida

Llegué al lugar donde nos habíamos citado, ella ya estaba ahí esperándome

- Perdón por la demora

- Descuida, acabo de llegar

Platicamos de trivialidades, me comentó que tenía novio, que las cosas no iban bien últimamente, le platique de mi relación terminada con Gerardo. Ella es reportera, lee mucho, le gusta la historia en específico la romana y mitología griega, y analizándola bien, tiene rasgos egipcios, así que su atracción por esas culturas puede ser porque en vidas pasadas fue originaria de aquellos lugares. Me platicó un cuento de esas civilizaciones, su talento para relatar es extraordinario, pareciera que lo había vivido presencialmente, y ser testigo de los detalles que su historia  describía. Por un momento me sentí una tonta, no leo, soy inculta, y me he propuesto conocer para conversar con ella sobre estos temas. Yo le platiqué de lo que pienso respecto a lo que somos como materia  física y energía, de mis pocos conocimientos de religiones paganas de las cuales soy simpatizante. Para variar, nuevamente es hora de partir, no sin antes acordar una nueva cita en ese lugar.

- Que lástima que debamos partir

- ¿Te parece que nos viéramos en Grecia?, me gustaría platicarte algo de ahí con lujo de detalles – me invitó mientras me daba un abrazo de despedida, un abrazo en el que su calidez no me daba otra opción que aceptar ir al fin del mundo con ella, ir a lugares inexistentes e inventarlos para ella.

- Claro – le respondí inmediatamente, en realidad que felicidad me daba su interés por mi.

Andes de darse la vuelta y alejarse me dejó un beso en mi mejilla, aunque mas que en la mejilla, fue una llave abierta para dejar en mi ser una llave para abrir la puerta de esa enigmática mujer con la que conversar es sinónimo de viajar, antónimo de críticas y chismes, es sobre todo una conexión de nuestras almas.

Realmente era un evento muy concurrido, normalmente no dan ruedas de prensa dirigentes de la resistencia política, y para Grecia era un día decisivo, en los planes de su superior estaba asignarle ya un área en específico y lugar propio en el periódico.  Ella era de complexión delgada, de talla aproximada a un metro sesenta y siete, cabello largo negro brillante, ojos obscuros de mirada profunda, labios grandes, tan grandes como sus ganas de ser besados con amor puro, vestía siempre casual. Después de todo su talento nato no dejo en duda la excelente nota de hoy. ¡Ring…! ¡Ring…!

-          Hola – contestó aún sabiendo que su novio estaría realmente molesto, ya que él es demasiado celoso y posesivo, abusando del carisma de Grecia.

- Tengo mas de veinte minutos esperándote en la cafetería, ¡apresúrate! – su voz siempre imperativa ya había acostumbrado al altibajo de emociones que eso ocasionaba a ella

-          Leo, te comenté que no tenía hora exacta de salida, esto se prolongó un poco mas de tiempo, solamente me despido de mi jefe y …

Sus ojos se humedecieron, respiró profundamente y salió a toda prisa del salón de conferencias, bajo las escaleras hasta llegar a la cafetería del hotel, no lo veía, caminó hasta una pequeña área que formaba un privado, tampoco estaba ahí, se acercó a la barra para preguntar sobre su novio, le informaron que se acababa de salir.  Marcó a su celular pero él no contestó. Antes de abandonar el lugar un mesero la alcanzo para entregarle una nota que le había dejado – Espero hayas disfrutado tu conferencia, y disfruta la cogida que te de tu jefe, porque si te dará el ascenso con algo seguro que le pagarás, y como no tienes dinero no creo que puedas pagar de otra manera – No pudo contener sus lagrimas y salió en dirección a su casa.

Grecia se disponía a tomar su te antes de dormir, mientras finalizaba la redacción de su artículo,  todo parecía estar mas tranquilo hasta que tocaron la puerta de entrada a su departamento con demasiada insistencia que la asustó, no contestó, no tenía humor, además era tarde, solo podría ser Leo

-          ¡Ábreme maldita zorra! – le grito Leo

Grecia puso en silencio su celular para que no fuera a escucharse cuando le marcara, se sentó en el piso y comenzó a llorar mientras él desahogaba una serie de insultos sobre la puerta, timbro 5 veces el celular y ella no le contestó

-          Nena, ábreme, se que estas ahí, debemos hablar, te traje algo de cenar – su tono de voz cambió completamente – tu sabes que te amo y que no me gustaría que el sucio de tu jefe lograra lo que tiene en mente contigo, te ve siempre con ojos de lujuria, por favor abre.

Grecia no contestó ni abrió, de repente todo quedó en silencio, se dirigió a su recamara, solo hizo a un lado su computador y se recostó

Vine hasta Grecia sin conocer, de hecho no supe en qué lugar nos veríamos, con lo poco que he leído desde la última vez que la ví, pero como uno de mis lugares favoritos del Acrópolis es el Erecteion caminé hacia él, me senté justo en el recinto exterior, donde imagino por mi poca información que es el lugar donde se encuentra el olivo sagrado que Atenea obsequió al pueblo de Atenas, en realidad no estoy segura si Grecia vendrá, es extenso este lugar y tal vez no coincidamos, tal vez no logró emprender este viaje, tal vez…. “tal vez estoy nerviosa porque deseo verla”, el sol se estaba oponiendo y permitía que la sombra refrescara mi temperatura corporal, en eso escuche pasos acercándose a mi, mi corazón no pudo contenerse, estaba entuciasmado, y esperaba verla en cualquier momento girar la esquita del Erecteion, apareció, ella, vestida como ninfa, “¡wow!”

- Que coincidencia que me esperaras en este, uno de mis lugares favoritos – me saludó con la mejor sonrisa que le he admirado

- Pensé que no coincidiríamos – me levante mientras le salude con un abrazo y un beso que lentamente me acerque para plantar en su mejilla, pero su sonrisa alcanzo a rozar mis labios, me estremeció

Me senté de manera que recargué mi espalda en una de las figuras que conforman la tribuna de las cariátides, y le hice la seña de que se sentara a un lado, se recargo en mi hombro – es un lugar de ensueño – decía como si se sintiera en casa, abrí mis piernas y ella se sentó delante de mi, reposó su espalda en mi pecho, yo sudaba frio, y no por el clima, en realidad ella me despertaba algo que desconocía, observaba su rostro de perfil mientras su mirada evocaba imágenes vivientes de la época dorada de Grecia, y lentamente mis manos la abrazaron de su cintura mientras que relajaba su cuerpo al mío

- ¿Qué opinas del amor? – preguntó con un suspiro desolado

- Del amor… - fue una pregunta inesperada, yo apenas disfrutaba el aroma a flor salida de su botón que su cabello desprendía, y con mis ojos cerrados acercando mi rostro frotaba su cabello a mi nariz - … opino que es una energía, un espacio en no se qué dimensión que comunica o sintoniza a las personas que se encuentran en ese estado emocional, y que cuando la persona que uno ama, corresponde, su unión es la expresión máxima del fin que tenemos como humanos en la tierra, en este plano astral, creo que el amor es el motor de todo, sin amor nuestros padres no hubiesen formado una familia, sin amor no se daría la vida por los hijos, sin amor ¿Qué sería del mundo sin amor? Pero en realidad no lo he vivido en carne propia, es solo una respuesta de lo que he sido testigo

- El amor a veces trae consigo consecuencias trágicas – dijo a secas, volteó hacia mi para ver mi expresión, su mirada denotaba nostalgia, y sin mas pensar uní mis labios a los suyos, ella los correspondió y elevo su mirada al cielo – Se dice que hubo una vez una Diosa, la creadora de todos los reinos de la naturaleza, su nombre era Cibeles, y concebió un hijo al que nombró Atis, desde su nacimiento ella quedó prendada de su belleza y gracia, así que cuando el niño se volvió joven, el amor de ella hacia él se volvió mas profundo, ella se apropió de su hijo de tal manera que se convirtió en su amante, le obligó a hacer un voto de fidelidad absoluta, y para ello se aislaron viviendo en un mundo paradisíaco y sellado en el que nada podía estropear la perfección del vínculo.

- ¡Vaya! No se que tipo de amor sea ese -  le interrumpi

- A veces las personas deciden sobre los demás – comento mientras me miraba sonriendo – pero cuando Dios nos tiene designado a alguien para el resto de nuestra vida, no hay poder humano que evite sus planes

- ¿Crees que Dios tiene un plan para nosotras? – le pregunté con miedo a una respuesta que no quería escuchar, pero tomó mi mano y simplemente suspiro mientras entrelazaba sus dedos en los míos

- ¿Sabes? Mi novio y yo estamos pasando por mal momento, yo deseo terminar esta relación tan posesiva de su parte, me humilla porque el es rico y mi trabajo es un poco recortado en cuanto a salario, y todo ha empeorado a partir de que me ascenderán

- Si tu así lo deseas, adelante, es un hecho que para él solo eres un objeto o trofeo solamente

- Ultimamente ha sido mas violento y agresivo, me ha cacheteado y jaloneado de mi brazo – me enseño la mancha purpura de lo que fue un gran apretón junto a su codo, le di un beso en ese lugar – por eso me gusta viajar, y desde que te conocí me transmites mucha comprensión, paz y escuchas sin juzgarme, me agrada sentir que me demuestras limpiamente el interés que tienes por mis gustos, como esta vez, viniste hasta aquí, justo a este lugar en el que Atenea es para mi la figura femenina mas importante del Olimpo, si quitar méritos a los grandes Dioses

- Si necesitas ayuda con tu novio dime, y le ponemos un ultimátum, las mujeres somos mas tranquilas, a veces dicen que somos paranoicas, pero no utilizamos nuestra fuerza para imponernos, además tu eres muy inteligente, tanto que me has platicado de este lugar, de historias que jamás había oído mencionar – le di un beso en sus labios, con mas confianza, ya era el segundo, y había sido correspondida – te pareces a las imágenes de Atenea que encontré en internet,  y con este atuendo, mas.

Nuevamente llegaba la hora de partir, ella se puso de pie y tomó mi mano para ayudarme a levantar, nos abrazamos me besó mis mejillas mientras me susurraba que nos volveríamos a ver en este mismo lugar, giré mi rostro para besar sus labios - Es una cita – dijo mientras me dejaba beber su aliento…

Nada podía estar tan mal, después de todo mis dolores de cabeza y sangrados nasales habían disminuido con la dieta que me sugirió la nutrióloga, así que sobre estos incidentes les informaré a mis padres hasta tener los resultados

-          Santiago Jaqueline, ficha 7 – informó la enfermera que salió del consultorio privado

Me incorporé y la seguí, tomó mi peso y talla

-          Se ve muy sonriente señorita Santiago, su pulso está mas acelerado – Comentó la enfermera, y sin darme cuenta me ruboricé – Para cualquier enfermedad, el amor cura, y si no hay mejoría, aumente la dosis – vacilando me sugirió

Después de las revisiones de rutina entré con el neurólogo, el privado era pequeño, blanco brillante como la tarde en que conocí a Cebiles y Atis, “cielos, no supe en que terminó la historia”

-          Jaqueline… - el médico detuvo su oración, frunció el seño y apretó los labios

-          ¿Sucede algo?

-          ¿Estos han sido los primeros estudios que se ha realizdo?

-          Si

-          Disculpe si le digo algo que tal vez no deseaba escuchar – se puso de pie y colocó en su aparato para ver radiografías mi encefalograma, había varios colores, no sabía si era bueno o malo – esta sección, junto al cerebelo, sobre el axis – señalaba en forma circular – ha presentado un tumor, por el lugar y la invasión que ha hecho no es operable, desconozco por qué causas no había presentado algún otro síntoma, de hecho nunca he visto algo así

-          ¿Qué significa eso?

-          El tumor que se generó en este lugar es maligno y ha crecido muy notoriamente desde que le he ordenado hacer los dos distintos estudios, me alegro que no sienta malestar, tal vez el medicamento pueda ayudar a ofrecerle una mejor vida por un tiempo que no puedo determinar

Cuando volví al departamento sentí por primera vez el estrago de la noticia ¿tan malo es? , definitivamente no podría decirle esto a mi familia, ni yo comprendo la magnitud del problema.  Antes de acostarme a dormir sonó el timbre de la puerta

-          Hola Jack- su sonrisa era de hombre alcoholizado, quise cerrar la puerta pero logró entrar

-          Gerardo ya dormiré, no es bueno que estés aquí, no deseo otra riña con Jazmín -  le dije mientras esquivaba su caminar hacia mi, me estaba acosando y me comenzó a dar miedo

-          No tiene por qué enterarse -  sonreía con malicia

Esquivaba su acosamiento caminando de espaldas alrededor de la mesa mientras su lujuria insistía volverme su presa ¡Ay no, si no hice esto cuando pude, ahora menos! No soy una persona que entregue su cuerpo al placer, mis valores aún no han se han rebajado del lugar que los tengo, además por eso me cambió por Jazamín, ella la primera noche se acostó con él, sonó mi celular que estaba en el sofá, al mirarlo me distraje y el me alcanzó a tomar contra la pared, su aliento era asqueroso, le pedí que volviera para platicar ya que le pasara la borrachera, pero el decía que no quería hablar, entonces comencé a querer soltarme sin éxito de él, subió mi blusón y entre mis piernas coloco las suyas para impedir mi movilidad, presionando mi pecho evitaba que tuviera escapatoria, comencé a llorar desesperadamente rogándole que me bajara y platicaramos, le supliqué que me dejara y que no le diría a nadie ni haría nada en su contra, sin embargo entre el forcejeo sentí su miembro con fuerza brutal adentrarse en mi interior, el dolor fue insoportable, pero cuanto mas resistencia ponía mas me dolía, simplemente volví al lugar donde conocí a Grecia, no contabilice los minutos que duró mi ultrajo, simplemente me hizo volver de ese paradisiaco lugar cuando me soltó de golpe dejándome caer sentada en el piso, ya había dejado de llorar, pero no volteé a verlo, creo que el tampoco me miro

-          Ya comprobé que si guardabas bien ese tesorito – burlándose mientras limpiaba mi sangre en su cuerpo me dijo

No contesté nada, simplemente me levante para ir al baño a lavarme, no podía haberme pasado esto, no comprendo, simplemente es el peor día de mi vida.  Me recosté en la cama y me quede dormida entre la humedad de mis lagrimas sobre la almohada.

- Te contaré la que para mi es una gran historia de amor – me susurró Grecia mientras acariciaba mi cabello mirándome a los ojos recostadas bajo la sombra que nos resguardaba bajo el porche del templo hexástilo dedicado a Atenea – espero te guste

- Esta bien

- Tisbe y Píramo eran dos jóvenes babilonios que vivían en casas vecinas, se amaban sinceramente pero sus padres desaprobaban la relación, así que los jóvenes desarrollaron un código propio, un lenguaje gestual que usaban para comunicarse  cuando se encontraban en la calle, un día descubrieron una pequeña grieta por la cual podían hablarse sin temor alguno, pero esta grieta impedía el contacto visual, así se comunicaron por varios meses, hasta que la comunicación por medio de la hendidura fue suficiente y deseaban consumar su amor, así que llenos de angustia y deseo comenzaron a planear su huida, acordaron escapar la noche siguiente, acordaron reunirse cerca del monumento Nino, Tisbe fue la primera en llegar, pero su sorpresa fue descubrir a una leona que acababa de cazar bebiendo agua de la fuente, con el susto no se dio cuenta que se le cayó su velo cuando corrió a ocultarse en unas rocas, el animal se vio atraído por la brillante seda del velo y se acercó a olisquearlo, cuanto Píramo llegó al lugar y descubrir las huellas de la bestia junto con las huellas de Tisbe y el velo ensangrentado como prueba, sacó un puñal y se lo encajó en el pecho, después de un momento Tisbe salió de su escondite pero no veía señal de su amado, comenzaba a dudar que él iría, pero después de caminar un poco descubrió el cuerpo sin vida de él, lo abrazo y llenaba de besos, rogaba porque no muriera, maldecía a las Moiras, son las diosas del destino, loca de tristeza, se clavo el mismo puñal en su vientre.

- Es linda, me gustó – miré hacia el cielo, deseaba contarle mi trágico día, pero ella tiene enormes problemas que no puedo invadirla con mas – como están las cosas con tu novio

- No le he visto, no deseo hacerlo, pero lo enfrentaré para terminar con la relación- me volteó a ver con malicia y estremeció mi ser - ¿Cuántas veces hiciste el amor con tu ex novio?

- ¿yo? – pregunte tontamente, pues claro que se refería a mi, cerre mis ojos para contener la decepción que pudiera ocasionarle el tormentoso incidente con Gerardo – ninguna – dije secamente

Se sentó a mi lado rápidamente, creo que sintió mi pena, pero no fue así, ella quitó el cordón dorado que marcaba su cintura sobre su blanco traje de ninfa, sin despegar su mirada de la mía quitó su vestido y yo me hinqué y senté sobre mis pantorrillas frente a ella para permitirle desvestirme, colocó sus manos sobre mis pechos mientras comenzó a besarme, mis manos tomaron su cintura, sus caderas, hacían camino al erizar sus bellitos de la piel mientras recorrían hacia sus pezones, color rosa, sin embargo, sus labios…. Sus labios saciaban esa sed que mi boca jamás había degustado, su aroma sexual penetraba por mis poros hasta llegar a el corriente sanguíneo de mi clítoris, hormigueando y sintiendo gran ansiedad por ser tocado por sus dedos, y lo hizo, su dedo medio marcaba un camino  de arriba para abajo, desde mi pezón hasta mi pelvis, formando una concha con la palma de su mano y dedos, cubrió mis labios vaginales externos en espera de que yo hiciera lo mismo, pero me era imposible hacerlo tan rápido, mi sorpresa era admirar la belleza del cuerpo de Grecia, su piel parecía rocío de amanecer, besé sus pezones para probar su sabor, ella presionaba mi clítoris y yo por instinto mordía suavemente su pezón con cada apretón que ella ejercía en mi, se detuvo, bese su boca, su cuello, baje por sus hombros asta la palma de su mano, donde la bese por ambos lados, y llegué ahí, al lugar donde solo se le deja llegar a quien ha logrado abrir con cautela el cryptex para llegar al tesoro que con tanto recelo protege la dignidad femenina, y una vez mi nariz en su humedad desbordada mi lengua bebió de su manantial, mis labios sedientos de algo que recién degustaban, deseaban mas y mas, su respiración agitada marcaba el ritmo del movimiento de nuestros cuerpos sintonizados que formaban una sola masa en movimiento, sus manos apretaban mi cuerpo al suyo y mi ser quería introducirse por completo dentro su nido generador de vida, todo era nuevo, extraño, dulce y pasional, todo parecía ser solo un momento, un sueño, una eternidad, todo fue un momento en el que la conmoción de sensaciones culminaron en un mutuo explosivo orgasmo.

Desnudas entrelazadas de piernas y brazos solo nos observábamos nuestro rostro recién maquillado con la belleza de la unión espiritual y sexual del amor.

- ¿Alguna vez te has imaginado lo que hay después de la muerte? – le pregunté

- Creo en la reencarnación después de un juicio con el Señor, cuando nos llama – respondió muy segura mientras me dio un beso en la frente

- Siento que te conozco desde toda la vida

- Tal vez alguna vida pasada coincidimos, pero no creo que sea probable eso

- ¿Temes morir?

- Si

- Yo también

- ¿Podrías un día venir a visitarme a mi departamento y pasar unos días ahí?

- Me encantaría, pero no se dónde queda tu lugar de residencia… un día será, porque también lo deseo – suspiro -  la próxima cita será en Ucrania, justo en la península de Crimea ¿Te parece?

- ¡Claro!, seguro me contaras otra historia, y la verdad me gusta mucho escucharte

- Te llevas ropa invernal –suelta una risita burlesca – es mas frio que aquí

Grecia por fin tenía su propio cubículo en el periódico, eso significaba que era ya una reportera con su propia columna en él, podía participar en convocatorias de concursos en su temática.  Su novio la había frecuentado muy tranquilo, al parecer las cosas estaban mejorando, pero no para ella, ella solo quería esperar el momento adecuado para pedirle que se dieran un tiempo, pero cuando comenzaba a encaminar alguna conversación a ese fin, él la evadía y evocaba otro tema.  Independientemente del cariño que por él sentía, ella podía sobrellevar ese vínculo maduramente hasta estacionarlo en una simple amistad mientras él se olvidaba de ella con la ayuda de alguna mujer que llegara a su vida como pareja, ya que Grecia había encontrado su felicidad con Jaqueline, ser escuchada atentamente, como si fuese una catedrática universitaria, y el brillo de asombro en los ojos de Jaqueline que irradiaba cada que le platicaba de historia, le hacían sentir la satisfacción que jamás había experimentado con su novio.  Aunque ella nunca había externado la atracción que algunas mujeres despertaban en ella, no lo diría tampoco a Jaqueline, al final de cuentas ella había sido su primera mujer y experiencia sexual.  En una oportunidad se puso  a buscar en el Internet el lugar donde vivía Jaqueline “Cielos, está del otro lado del país” abrió su agenda y vio las fechas en que el periódico rolaba vacaciones, pensó en tal vez ir de sorpresa a visitarle.  Por la noche recibió la visita de su novio, al parecer comenzaba a entender que el noviazgo se estaba enfriando, creía en la  verdad de Grecia al sugerir tiempo solos

-          Traje de tu vino favorito para tomar una copa – comentó mientras sacaba de la bolsa de papel la botella – es del que te gusta – añadió esperando ver qué tipo de expresión despertaba en Grecia

-          Gracias, la guardare para otro día -  la tomó mientras la ponía en la alacena – no puedo beber hoy porque mañana salgo a trabajar a las 6 para alcanzar una rueda de prensa ¿recuerdas?

-          Si lo recuerdo – contestó a secas

Después de cenar conversaron un rato sobre la relación, ella pedía tiempo a solas, y que él tomara también ese tiempo para reflexionar hacia dónde podría ir la relación, qué deseaban y esperaban el uno del otro, sin embargo el no quería dar por terminada la relación, aunque no había entrado en shock violento, estaba renuente a la propuesta de Grecia, pero ella logró convencerlo que era lo mejor.  La noche transcurría y él no se iba, se acercó a ella seduciéndola con besos en la mejilla que se recorrían a su boca, su oreja y cuello, ella puso resistencia, pero el insistía, aceptó porque él había tomado las cosas tranquilo y después de todo sería la última vez. Aunque ella envuelta en placer tenía en mente a Jaqueline disfrutó de la intimidad con él, ya que si se hacía presente emocionalmente con él, no podría haber continuado con la relación sexual.  Poco antes de sonar la alarma él se despertó, ella aún estaba profundamente dormida, le dio un beso en la mejilla y entre susurros le dijo que extrañaba eso de ella, ella aún dormida le respondió “quiero volverte a ver” él eufórico no podía concebir lo que escuchaba – eres una zorra -  le grito, y ella despertó de golpe, desubicada frunciendo el seño logró enfocarlo - ¿y ahora que quieres? – le pregunto ella

-          Sabía que te estas acostando con alguien mas – gritaba mientras la empujaba hacia atrás contra la pared

-          Estas loco, no se de que hablas, no he salido con nadie mas – respondía ella asustada, él estaba paranoico y muy molesto aventando lo que estuviera a su paso

-          Acabas de decir que quieres verlo – le dio un golpe en su mejilla y ella sangró de la nariz y labios

-          Estas equivocado, no me he acostado con ningún hombre

-          Mientes – le goleó del otro lado de su mejilla, le dio unas patadas en su estomago y la dejó tirada, incosciente

El frio estaba poniendo morado mis dedos, aunque estaba vestida como para víspera navideña, era demasiado frio, ella aún no llegaba, tal vez porque no fijamos bien la fecha lo ha olvidado, o simplemente esta vez no pudo viajar, cuando me puse de pie y di la media vuelta ahí estaba, de pie observándome, vestida como esquimal con un largo abrigo de piel gris y gorro gris, con una sonrisa a medio sonreír y sus ojos lagrimosos, corrí a abrazarla fuertemente y le di un beso en sus labios, anhelaba volverla a ver, la tome de la mano y la encaminé para sentarnos, yo sabía que no había mucho tiempo en este viaje, ya pronto amanecería y seguiríamos nuestra rutina en nuestros respectivos mundos, me senté y le hice la seña de sentarse frente a mi con su pecho junto al mio entre cruzamos las piernas y la abrace mientras le pedía me contara su historia de este lugar, ella suspiro, yo sabía que algo andaba mal con ella, pero distraerla sería lo mejor

- Bueno… - comenzó haciendo un breve espacio de tiempo en el que le bese su frente y en respuesta obtuve su mano tomando con fuerza la mía, como si deseara que nos quedáramos para siempre así – aquí, en la península de Crimea es uno de los dos principales lugares donde se tiene antecedente que vivieron las amazonas

- ¿Las amazonas?

- Si, según los antiguos griegos, las amazonas son una tribu guerrera únicamente de mujeres, esta tribu descendía de Ares, Dios de la guerra, y en la mayoría del tiempo estuvieron en lucha contra Grecia, aunque también con otras naciones. Ellas únicamente iban hacia los hombres para aparearse pon un corto tiempo, si el bebé era hombre lo enviaban con los progenitores o mataban, y si era mujer, la entrenaban como arquera.  Ellas se preparaban físicamente para luchar, y para ello se amputaban un seno para poder disparar mejor y como estrategia de defensa, lo hacían quemándoselo.

- Jamás había escuchado sobre ellas

Me abrazó mientras me decía que teníamos que partir ya, pues este encuentro era corto, pregunté cuando volveríamos a vernos, pero no me respondió, me beso los labios tiernamente mientras logré probar sus lagrimas

- Yo te buscaré -  me susurró en el oído mientras apretó sus dedos de la mano entre lazados a los míos

Aunque no había sentido molestias con mi dichoso tumor hoy mis piernas han perdido movilidad y no puedo hablar, mi amiga Rosa que llegó de visita a mi casa tuvo que llevar un cerrajero para que forzara la chapa y poder entrar, estaba aterrada, y yo mas porque no podía ver mi condición física, me llevaron en ambulancia al hospital, y aunque no escucho lo que platican Rosa y el médico, por la expresión de ella comprendo que no es nada bueno, esto me pone triste, en realidad es porque tal vez no vuelva a ver a Grecia, ella me visitaría un día, lo dijo, pero en estas circunstancias no querrá tener algo que  ver conmigo, no podre acariciarla o abrazarla, menos comunicarme con ella, esta enfermedad llegó justo cuando sentí que mi vida tenía una gran ilusión, y eso me enferma aún mas.  Ya en cama dentro del hospital Rosa lloraba, con mucha dificultad le pedí a rosa a señas que deseaba escribirle algo, y rápido saco su pluma y una libreta, como pude escribí el nombre completo de Grecia, creo que nunca me dijo de donde era, somos onironautas que disfrutábamos la compañía de nuestro propio mundo.  Rosa sacó su portátil y entro a su red social, comenzó a buscar el nombre que le di, me permitió ver una lista de personas con ese nombre, hasta que después de varios vi su foto al lado de su nombre, sonreí y Rosa se sorprendió, yo cerré mis ojos porque mis lagrimas quisieron escaparse, no las dejé.  Me dio nuevamente el lapicero y su cuaderno para que le escribiera por qué quería saber sobre ese perfil, y aunque nadie de mi circulo social algún día imaginara lo que he vivido con Grecia, tuve que escribirle que estaba enamorada de ella y deseaba informarle mi situación, porque tal vez ya no la volvería a ver, Rosa se quedó atónita, abrió el perfil de Grecia y cerro el portátil de golpe, se levantó, yo sabía que algo estaba ocurriendo y no era precisamente la sorpresa de enterarse que yo tengo algo que ver con ella, “ Dios, Rosa dime que sucede ” pedía desesperadamente dentro de mi, pero ella salió del cuarto al mismo momento que estaba entrando el médico con una enfermera, inyectaron a mi suero una solución que comenzó a enfriar mi brazo derecho

Volví al bosque donde la conocí, en lugar de sentarme donde conversamos la primera vez, camine cuesta arriba por el arroyo, quería saber de dónde emanaba el agua, y una vez en la cima logré descubrir el venero, me senté en una gran roca que permitía ver desde lo alto el lago que se abastecía del arroyo, miraba hectáreas de pinos hacia cualquier dirección, creo que estaba sola, pero a la vez sentía que no, la estoy esperando, se que vendrá, estuve por largo tiempo sin éxito y decidí regresar, tal vez no imagina que subí, mientras bajaba logre verla caminando hacia mi, se veía radiante, tan hermosa y con la sonrisa mas hermosa que me hubiera mostrado, corrí a abrazarla y darle besos en sus labios, mejillas, frente y nariz mientras ella tomaba mi cintura, caminamos de la mano a la cima nuevamente y nos recostamos en aquella roca, frente a frente

- Grecia….. debo decirte algo – le comencé a decir con temor

- Shhh ….  No hables, ya lo sé – puso su dedo índice en mis labios

Me beso tierna y suavemente mientras sus manos acariciaban mis mejillas, luego  las bajo hasta mi cintura, hicimos el amor de manera tal cual nos entendiéramos en ese ámbito a la perfección para terminar abrazadas desnudas, piel con piel, un solo aroma, una sola escencia

- Siento mucho no haberte platicado mas extensamente sobre las amazonas, me parecen un modelo de mujer a seguir, para no dejarnos pisotear por los hombres

- Descuida, me gustó escuchar, pero no me terminaste de platicar sobre Celibes

- Tienes razón, y justo ahora, por lo que he vivido te platicaré el resto – comenzó a narrarme mientras acariciaba mi cabello y me miraba fijamente – Nada queda oculto para siempre, y cuando Cibeles descubrió la infidelidad de su hijo Atis, sintió terribles celos y comenzó a golpearlo, entonces él en un arrebato se castró para no faltar a su voto de fidelidad, pero comenzaba a desangrarse en los brazos de Celibes justo en el lugar donde había hecho el amor con la ninfa que conoció, pero como él era en parte Dios, su muerte no fue definitiva, cada primavera el joven renace para su madre, y pasa el verano a su lado, y al llegar el invierno el vuelve a morir, y su madre le llora hasta que llegue nuevamente la primavera próxima.

- ¡Vaya! Es linda la historia, es un Dios, obvio no mueren, pero nosotros si – le dije triste – y debo decirte algo

- Shhh -  me silenció con un suave beso en mi frente – nosotras estaremos para siempre como somos ahora, ¿lo sabias?

- No – respondí asombrada

- Somos la energía que habitaba en nuestros cuerpos, y como tu me amas tanto me hiciste  venir aquí nuevamente, al lugar donde por accidente en mis primeros viajes onironautas te conocí, ya no sufrirás mas, ya no sufriré mas, aquí estaremos

- ¿sabes que moriré? – le pregunté

- Jamás moriremos, ahora podemos estar tranquilas y viajar a donde deseemos, solo tu y yo

Recostadas Grecia se volteó de espaldas y tomó mi mano para que le abrazara, en realidad me sentí tranquila, estaba en paz, estaba con ella, estaba en mi lugar.