Viaje paradisiaco con mi joven madre
Madre e hijo, viajan a mexico, y en una playa nudista, el descubre la tremenda hembra, que tenía por madre.
Me encontraba en la pensión donde alojaba, mientras realizaba mis estudios universitarios, cuando recibo una llamada de mi madre
Me preguntaba cuando salía de vacaciones, ya que tenía una sorpresa para mí. Le di la información, pero no me quiso decir cual era la sorpresa, y que me la daría cuando volviera el fin de semana a casa.
La sorpresa consistía en que mi madre le había solicitado por mucho tiempo un viaje a Cancún, pero el por motivos de trabajo no podía acompañarla. Ella muchas veces planeó ir con amigas, pero mi padre, enfermo de celoso, nunca se lo permitió. A las finales, la única solución era que yo, acompañara a mi madre.
Mi año universitario estaba listo y mis buenas notas, no me impedían ausentarme de la universidad una semana, a si que coordine con ella y el primero de junio, ya nos encontrábamos los dos arriba del avión, rumbo a esa paradisíaca ciudad.
La llegada fue infernal. Apenas abrieron las puertas del avión, un golpe de calor nos dejo exhaustos, mas aun que en nuestro país estaban en pleno invierno. Nos alojamos en el hotel, en una habitación doble, ya que como éramos madre e hijo, no era necesario dos habitaciones. Nos cambiamos de ropa e inmediatamente salimos a recorrer.
Mi relación con mi madre era genial. Ella me tuvo muy joven, por lo que nuestra diferencia de edad no era mucha, incluso en el hotel nos trataron como pareja y nosotros por seguir la broma, nos tratábamos de mi amor o cariño, siempre abrazados o dándonos besitos delante del personal.
Los primeros días fueron espectaculares, fiestas, buceo, clases de salsa, en fin aprovechábamos al máximo. Mi madre era genial, más que mi madre, era una verdadera amiga, con la cual tenía mucha confianza.
Un día ella como broma, sugirió ir a la playa nudista y yo la secunde en su sugerencia. Me preguntó si realmente yo me atrevería a ir y por su puesto le dije que si. Ella se moría de la risa y pensaba que yo bromeaba, pero al poco de insistir, me dijo que lo haría, con la condición, que mi padre nuca lo podía saber.
Con esa promesa hecha nos dirigimos a la playa. Ya a lo lejos, veíamos a las personas sin ropas. Al llegar, instalamos nuestras toallas bajo una sombrilla y nos quedamos mirando como la gente sin ninguna inhibición, pasaba a nuestro lado.
Bueno , ya que estamos acá, no podemos ser menos
Ja j aja me da vergüenza
Pero no seas tonta , vas hacer la sensación de la playa, entre todas estas viejas
Y no era broma, casi todas las mujeres que estaban ahí, era mujeres de edad, solo una que otra mujer mas joven. Pero el físico que tenía mi madre, superaba muchas veces a cualquiera que estuviese ahí.
Yo fui el primero que me saqué mis short, pero por algo obvio, me tumbe de boca sobre la toalla. Mi madre se mataba de la risa, y aun no estaba muy convencida de hacerlo, sin embargo, luego de pensarlo un poco, comenzó a desabrochar su traje de baño, sacando solo su parte de arriba. Yo reclame que el compromiso era sacarnos todo. Estuvimos mucho rato, yo insistiendo y ella salo tapando sus pecho con sus brazos cruzados, hasta que se decidió, y me dijo que si lo haría, pero que teníamos que meternos al agua inmediatamente. Se levantó y delante de mis ojos, se saca la parte de abajo. Mis ojos no podían dar crédito a lo que veían una concha completamente depilada, perfecta hermosa, la que me hizo efecto inmediatamente en mi zona genital. Ella ahora desnuda, me tomaba de la mano y me pedía que me levantara y que fuéramos al agua, pero aunque fuese mucha la confianza entre mi madre y yo, verme con la verga en esa posición, era muy incomodo para mi, a si que la engañe y la hice mirar hacia otro lado y salí corriendo, terminando mi carrera en las calidas aguas.
Ella me siguió también corriendo y se junto con migo en el mar. Mi erección que yo pensaba se acabaría con el contacto con el agua, me traicionó y al contrario mas dura se puso al contacto de las manos de mi madre sobre mi cuello, tratando de botarme o montarse en mi espalda.
Por mas que trataba de darle la espalda, ella me buscaba de frente hasta que logro abrazarme por delante, y cuando se acerco mas a mi cuerpo, se enterró mi receta verga en su estómago.
Uyyyyyy que es eso !!!!!!! ja ja ja, acaso un pez tropical !!!!!!
Ja ja ja , eso debe ser un pez tropical
Parece que te han hecho efecto , las mujeres desnudas que andan por acá
Digamos que ya perdió la vergüenza ja ja
Ja ja ja
Ella bromeó un poco mas con eso, mientras disfrutaba de las calidas aguas. Yo por mi parte no perdía detalle de sus pechos y una que otra nalga que salía del agua, cuando mi madre trataba de saltar unas pequeñas olas que se formaban.
Estuvimos bañándonos casi toda la tarde, y mi verga al momento de salir, nuevamente se levantó, lo que me obligó a salir corriendo, dándole la espalda a mi madre. Ella se reía y me decía que no era justo que yo la viera a ella y que ella no me viera a mí. Le dije que no me molestara, que el clima al parecer me afectaba (en broma) y que antes de irme a acostar se la mostraría, para que estuviésemos a mano, pero cuando este en una posición normal.
Nos fuimos al hotel, luego a comer algo y después a bailar. Algo paso esa tarde y comencé a ver a mi madre con otros ojos. Su vitalidad, juventud y ganas de vivir su pelo rubio, su forma de moverse, sumado a unos cuantos tequilas, me fueron cautivando poco a poco.
Ya cansados de bailar, nos dirigimos a nuestra habitación. Ella se sienta en una silla y me da las gracias por acompañarla, agregando que nunca en su vida lo había pasado tan bien. Yo sentado a su lado, también le reconocí que para mi, habían sido hasta el momento, unas vacaciones fantásticas.
Como muestra de cariño, la bese en los labios, como era habitual que lo hiciéramos , sin embargo, esta vez, por mi parte, cuando después que nuestros labios se juntaran como muchas veces por solo segundo, la volví a besar nuevamente, pero esta vez, mis labios se abrieron un poco y los de ella también.
Fue un suave beso, con un contacto muy suave de nuestras lenguas. Nos separamos, nos miramos y nuevamente nuestras bocas se juntaron, esta vez en un beso un poco más largo, luego otro mas y luego otro mas. No podía creer que me encontraba besando de esa forma a mi madre y como ella al parecer le gustaba que yo lo hiciera.
El último beso fue realmente exquisito. Ya nuestras lenguas forcejeaban una con la otra, intercambiando saliva, y saboreando los labios del otro. Ella tenía su mano apoyada en mi pierna y mi verga, al igual que en la tarde, se despertó. Sabía muy bien que ella, aun sin estar tocándola, podía sentir como me había puesto
Mirándome directamente a los ojos, me pregunto si yo la encontraba linda, y le dije que para mi, era la mujer mas linda del mundo, lo que me agradeció con otro ardiente beso. Su mano suavemente recorría mi pierna hasta estar casi, tocándome la verga, que apenas se contenía en mi pantalón.
Muy coqueta, apenas separando un centímetro sus labios de los míos, me dice, que le debo algo y que quería que cumpliera mi palabra ..
Me levanté y me paré delante de ella, mostrándole como mi verga ya no cabía en el pantalón. Ella no me miro, sus ojos se fijaban en el bulto que se formaba dentro del pantalón de su hijo, y dejando de lado toda moral comenzó lentamente a bajar el cierre del pantalón. Este al ser ancho, cayó por su propio peso, y al no usar ropa interior, mi verga quedó a escasos centímetros de su boca. Sus ojos no daban crédito a lo que veía, ese pequeño pene, que años antes en mas de un juego cuando lo mudaba había besado, hoy se encontraba en todo su esplendor, colorada por la sangre que acumulaba y que ella había provocado.
Sin tener control de sus actos, no dudo en tomarlo entre sus manos y llevárselo a la boca. Luego de un pequeño beso, abrió lo mas que pudo su boca y la introdujo, saboreando con su lengua cada parte de esa hermosa herramienta.
Ver como mi madre, muy suavemente me entregaba la mamada mas exquisita de mi vida, me tenía loco, y luego de sacarme mi camisa, la hice levantar y comencé a desnudarla
Ella me miraba directo a los ojos sin saber que decir, solo una mirada cómplice, y llena de excitación, me dejaba y ayudaba a desprenderla de cada una de sus prendas.
La recosté suavemente en la cama y me dedique a sacar sus pantalones, para luego , muy suavemente volver a dejar al descubierto , esa hermosa y perfecta concha que en la tarde había provocado esa reacción en mi cuerpo.
No aguante mas y me lleve su sexo a mi boca. Un largo gemido salió del interior de mi madre, al sentir como mis labios y lengua, comenzaban a recorrer ese privado sector de su cuerpo que 19 años antes, me había dado paso a la vida.
Mis multiples experiencias con muchachas de mi edad, y mi fanatismo por el sexo oral, me hicieron darle a mi madre, según sus propias palabras, la mejor chupada de su vida, al punto que estuvo en dos oportunidades a punto de correrse , pero me detuvo, ya que me pidió, que acabáramos juntos y me descargara dentro de ella.
Fue ella la que ahora me recostó en la cama y montándose sobre mi, se coloco mi verga en la entrada de su sexo y lentamente se lo fue introduciendo, hasta que este se perdió en su interior. Como una loca me cabalgaba, y gemía , excitándome mas aun. Mis manos se deslizaban por todo su cuerpo, apretando fuertemente sus nalgas, o jugando con sus pechos.
Era una diosa en la cama, no había duda, con sus movimientos pélvicos me tenía loco y me hacía esforzarme mucho, para no terminar.
La tome y la recosté en la cama, y poniéndome detrás de ella, la penetre desde atrás, viendo como mi pelvis chocaba con sus exquisitas nalgas, mientras mis manos no soltaban ni un minuto sus hermosos pechos.
Ya no aguantaba mas y justo cuando estaba por acabar, mi madre alcanza un monstruoso orgasmo, pidiéndome que acabe en su interior.
Como dos animales en celo, fuertemente la penetraba hasta que no aguanté más y termine botando litros de esperma caliente en su interior.
Toda mi leche fue a parar dentro de ella, con mi verga metida hasta el fondo, y sus movimientos se concha, que me estrujaron con una fuerza increíble, hasta sacarme la última gota.
Exhausta, contenta, satisfecha, reposaba mi madre desnuda a mi lado, con sus ojos cerrados, con su respiración aun agitada, y con sus dientes mordiendo sensualmente sus labios.
Sin sacársela me quede detrás de ella, viendo cada detalle de ella y amándola aun mas ..
Nuestras vacaciones desde ese momento cambiaron rotundamente, lo hacíamos varias veces la día, en nuestra habitación, incluso una par de veces en el mar, solo salíamos a dar una vuelta y volvíamos nuevamente a nuestro cuarto a buscar placer en lo que muchos llaman incesto .. y yo . Amor.
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