Viaje Inolvidable

Viajé con mi compañera de estudios a realizar un trabajito y por el camino ocurrieron cosas que nunca pensé pero sí deseé.

VIAJE INOLVIDABLE

Este viaje ocurrió cuando yo era un estudiante de periodismo, tenía veinte años y el dinero justo para unos meses, por lo que hacía trabajitos extra a mis estudios junto a mi compañera Laura.

Un día en la facultad, me buscó Laura para contarme que teníamos que cubrir una noticia en valencia, se trataba de una famosa y querían fotos de ello. Nos lo pagaran bien, dijo ella.

Entonces acepté, también tengo que contar que aparte del dinero me interesaba mucho Laura, porque me gustaba mucho, os hago una breve descripción: sus azules ojos trasparentes no pasan desapercibidos, su cabello es negro y con un color de piel muy moreno, sus pechos son esplendidos y no digo nada de su trasero.

Era viernes por la tarde y quedé con ella para irnos a Valencia, la recogí en el lugar indicado, así que fuimos hacia el lugar indicado los dos solos, hablando mucho y escuchando música.

Tras varias horas de viaje llegó la noche y oíamos la radio, en esto que comienza un programa de sexo.

¿Lo quito?, le pregunté

No, me gusta oír estos programas…, me respondió

Me pasó por la mente que en esa noche debía de pasar algo, pues ya no podía resistir no tirarle los tejos a este bombón.

Pasó el rato y ella parecía estar muy interesada en lo que hablaban a través de las ondas, mi vista a veces miraba sus piernas, ya que ella llevaba una falda hasta las rodillas, podía ver el brillo de las luces del coche en la piel de Laura.

Me armé de valor, y le dije, aprovechando que hablaban sobre la excitación: - yo tengo un control mental muy grande y creo que puedo controlar mis excitaciones

ahh sí, respondió ella

Le propuse una cosa: ¿A que no eres capaz de llegar a que me ponga erecto sin tocarme?

Ella rió con una risa muy picarona, se quedó un rato callada pensando

Pensé que se había enfadado y que mi estrategia no había funcionado, pero en esos momentos se levantó despacito la falda mostrando sus preciosos muslos, con el labio inferior mordido por sus blancos dientes. Me entró un calor muy grande en el cuerpo y en el estómago sentía a miles de mariposas danzando. Ella seguía levantando su falda y se acariciaba sus piernas al mismo tiempo "y voila", aparecieron sus blancas braguitas, ya estaba empinado como una vela, y notaba mucha molestia en el pantalón, por lo que me toqué ligeramente para acomodarme la polla. Laura me vio tocarme y susurró: ¿ya te has empalmado?, entonces acercó su mano para comprobar que lo que suponía era cierto.

¿No has durado mucho ehh?, me preguntó

Me la has puesto dura muy rápido, eres especial. Le dije

Pues aún no he terminado!!, me dijo con voz sutil y cara de pilla.

Se quitó lentamente las braguitas y las colgó en el espejo retrovisor, esto supuso para mí un acelerón en mi cuerpo, la situación era muy sexy, y me tenía que controlar porque tenía entre manos el volante y mi mente estaba en la carretera en ella y en la excitación que tenía.

Laura seguía con sus andadas, con su mano izquierda giró la palanquita del sillón, y de un golpe se colocó tumbada en el sillón, entonces se metió el dedo índice y corazón en la boca y con su lengua se los humedeció para descender a su precioso felpudo, ¡¡comenzó a masturbarse para mi!!.

Mi corazón se salía al escucharla gemir y al verla hacerse un dedo, incluso se abrió tanto de piernas que me puso su pierna izquierda encima de mi muslo, entonces yo le toqué el pié hasta la rodilla. La polla me estallaba sentía los zumbidos del corazón en ella y no sabía como iba a terminar esto.

Tras unos minutos de gemidos llegó a un orgasmo frenético su cuerpo se movía como si estuviese endiablado, entonces se quedó un ratito quieta y suspiraba.

Le dije: nunca he visto a una chica masturbarse para mi, gracias.

Laura no dijo nada y levantó el sillón, se incorporó y se acercó a mi, me besó en la mejilla y me susurró al oído que lo que me iba a hacer tampoco la había vivido, yo estaba cachondo y quería follarla.

Con su mano acarició el pantalón haciendo hincapié en mi pene, hasta que quitó el botón y bajó la cremallera, apareció mi miembro esplendoroso, ella se lanzó a él como si fuese una golosina y chupaba y chupaba. Uhhhh

Me estaba comiendo la polla como nadie, y por supuesto en estas circunstancias hacían mas excitante la situación, pero yo estaba a punto de correrme y paré el coche en un área de descanso de la autovía, que casualmente estaba vacío.

Entonces le saqué la picha de la boca y le dije que me pusiese su culo en pompa, ella muy obediente se subió en su sillón y se colocó de rodillas mostrándome su precioso culo, le colgaban hilos de flujos de coño y eso me ponía muy excitado, toqué aquel manjar con la mano y muy pronto le apunté con la polla, hasta que plazz, se la metí un poquito, pero ella me paró diciéndome que no tenía condón. Esto me cortó un poco pues ella no tomaba ningún anticonceptivo y no quería que se quedase embarazada, así que, con mi pene hice círculos sobre su culo e intenté penetrarla, estaba duro como si fuese un anillo pequeño para un dedo grande, esta presión me hizo llegar a sentir que me corría, notaba las contracciones de mi polla indicando mi orgasmo.

Ella se incorporó rápidamente, pues notaba que estaba a punto de correrme, salió por su puerta al exterior. Yo también salí con la picha en mano, me apontoqué en el capó del coche y ella me puso sus preciosas tetas en la polla, e intercambiaba estas con unos chupetones, hasta que le dije:

  • Me corro, me voy

Ella se levantó y con una mano en la polla y otra en los huevos hizo que brotara un abundante esperma, yo gritaba de placer y la besé con locura.

Continuamos con el viaje hasta nuestro destino, ese fin de semana fue maravilloso, por cierto, sacamos buenas fotos que nos pagaron muy bien y por supuesto no paramos de follar en la noche que pasamos en el hostal.

Si alguna vez se os presenta esta situación, tened cuidado con la carretera, yo era un joven y no pensé en las consecuencias, pero desde luego el morbo está añadido.