Viaje especial

El trayecto de una ciudad a otra se hacia demasiado largo y no podiamos esperar cojernos.

Ibamos a pasear lejos de nuestra ciudad, él tenía un curso en la capital y yo iba a encontrarme con él en esa ciudad. Recuerdo que me levanté tempranito, bueno en realidad fue poco lo que dormí por la ansiedad, siempre que hacemos algo especial me pasa lo mismo, la cosa es que me puse a pensar cómo me iba a vestir quería que me viera espléndida, sexy... que mi imagen refleje las ganas de él que tenía.

Como el clima estaba así muy muy especial -templado- me decidí por una remera con un escote –pero no "des-pechada"- pollera no muy corta, taquitos; Nunca me había parecido tan largo ese viaje no llegaba mas..... Por supuesto que en el camino fui imaginando cosas, él esperándome en la estación ¿su cara ya me diría si tenia tanta ganitas de sexo como yo?? Finalmente llegué y sí estaba ahí, su cara hizo un gesto al verme que como decirlo... estaba tan caliente como yo.

Nos saludamos, rozamos nuestros cuerpos en un abrazo –les puedo asegurar que sentí "algo" apoyarme que quise poseer en ese momento- nos dimos un beso tierno de saludo pero creo que nos hubiésemos comido la boca en ese momento sin importar la gente alrededor. Fuimos hasta el estacionamiento, nos subimos al auto y ahí sí nos dimos el abrazo mas desesperado, nos acariciamos, volvimos a besarnos muy intensamente, no pude evitar tocar su pene para demostrarle lo mucho que lo quería sentir abriendo mi vagina, estaba tan duro. Me hubiese tirado sobre él para cogerlo en el auto, nuestra respiración era cada vez mas agitada; metió sus manos por debajo de mi pollera y con sus dedos me penetro, estaba tan excitada que me hubiese acabado para él así.

Decidimos pasar la noche en una ciudad turística que queda a pocos km. de donde estabamos, de más está decirles que durante ese trayecto nos tocamos todo el tiempo, yo desabroche sus pantalones y metí mis manos su pito estaba tan excitado, tan calentito.... digamos que estaba justo para aprovecharme de su estado. Mientras yo lo tocaba, él acariciaba mis tetas, rodeaba mis pezones con sus dedos y los apretaba un poquito; ya ninguno de los dos podíamos mas, detuvimos el auto y bajamos a "ver" un poco el paisaje, bajamos entre unas piedras y volvimos a besarnos, fue un beso tan especial, nuestras lenguas no podían dejar de rozarce, se entrelazaban, querían llegar lo mas profundo posible. Abrí su camisa moría por sentir su piel, entonces besé sus pechos, los mordí un poquito mientras él hacia lo mismo con mi nuca, de repente él me puso de espaldas y siguió besado mi cuello, acariciándome, yo frotaba mi cola en su pene y me dedique solo a disfrutar de todo lo que me hacia sentir.

De pronto una de sus manos comenzó a subir mi pollera otra vez, sus dedos buscaban perforar mi bombachita, sentir cómo acariciaban mi clítoris... dios necesitaba que coja!! Entonces decidí sacarme la bombachita y aun de espaldas baje sus pantalones, sus boxer y comencé a jugar con su pito duro en mi cola... pero antes de que me penetre me pidió que se lo bese y a decir verdad yo también quería hacerlo así que me agaché, lo pude en mi boca y comencé a besarlo muy despacito primero, luego cada vez mas profundo mientras con unas de mis manos me tocaba yo misma.

Podía sentir cuanto placer sentir con lo que le estaba haciendo, pare y mire directamente a sus ojos, lo entendió fácilmente sin que le dijera nada, me levanto de los hombros y me recostó sobre una roca, ahí me penetro, pude sentir entrar cada centímetro de su pene mi concha estaba tan mojada y entre besos, caricias, gemidos... nos acabamos juntos como nunca, fue tal la intensidad que quedamos temblando mientras pencibíamos en olor a sexo que salía de nosotros, nos quedamos un ratito disfrutando de lo que habíamos hecho, con una sonrisa de satisfacción. Nos arreglamos un poquito y volvimos al auto para seguir viaje, durante todo el camino hacia el lugar donde nos íbamos a hospedar podía sentir podía sentir entre mis piernas toda su leche, fue algo muy especial sin dudas.... de lo que paso en el hotel le cuento otro día...