Viaje en tren en familia (Tía Alicia - III)
Tras la playa y la vuelta a la rutina tía Alicia viaja a la boda familiar. En el viaje junto al resto de la familia esta su sobrino Miguel.
Pasaron las semanas sin que Alicia supiera nada ni de Miguel ni de Sonia hasta el miércoles en que todos saldrían en tren hasta Alemania camino de la boda. Su nerviosismo aumentaba a medida que se acercaban a la estación. En el andén ya estaba toda familia esperando. Juan y Sonia, sus hijos y parejas no habían podido asistir, y Carmen y Joaquín, que eran los padres de Miguel. Carmen era la hermana de tío Fran y tío Juan. Era la mediana de los 3.
Tía Sonia hacia señales con las manos a Tía Alicia a medida que se acercaban.
- Vamos Fran, Que perdemos el tren.
Se le notaba exaltada.
A Alicia temblaron las piernas a ver a Miguel. Sobre su maleta estaba la bolsa con el camisón que le había comprado Sonia. Sentía como el calor le subía a las mejillas.
-¿Estás bien Alicia? - pregunto Fran . -Estas colorada.
Alicia se avergonzó más aún.
-Hemos llegado a la carrera... casi lo perdemos. - Se justificó Alicia.
Uno tras otro empezaron a subir al tren. Carmen iba la primera abriendo la comitiva familiar mientras Juan, Fran y Joaquín iban a distancia, como siempre, al margen de todos. Unos metros por detrás de todos hablando de sus cosas. Sonia ayudaba a Alicia a subir al vagón. Sintió su coño inundarse al girarse para coger su maleta y ver la cabeza de su sobrino a la altura de sus muslos.
-Toma tía Alicia- Miguel sonrió con picardía mientras le ayudaba con su maleta.
Avanzando por el estrecho pasillo tía Sonia iba diciendo a cada uno que compartimento le correspondía. Tras Alicia, Miguel aprovechaba la estrechez del pasillo para rozarse contra el culo de su tía, que trataba de avanzar incomoda, excitada, intentando que nadie se diera cuenta.
El tren arrancó haciéndose tambalear a los viajeros con el primer tirón de la locomotora. Sonia y Alicia se tuvieron que apoyar en la pared del vagón mientras Miguel aprovechaba pegarse más aun a culo de su tía. A pesar de la tela Alicia notó el bulto de su polla clavado en sus nalgas.
-Este es vuestro departamento Alicia, este es el nuestro ... y este el tuyo Miguel.
Sonia indicaba a cada uno si sitio.
Alicia entró a su camarote, Fran continuo junto Juan, Carmen y Joaquín hasta el vagón restaurante. Se sintió aliviada de poder quedarse sola al fin. Cerró la puerta tras ella. Notaba el calor en su cuerpo, la presencia de su sobrino la alteraba. Temía que el resto de su familia pudiera sospechar algo. Los tres días en tren se le harían eternos teniendo tan cerca la tentación.
El sudor corría por su escote mientras empapaba su nuca y su cara con agua fría. Notaba el fresco y como sus pezones se endurecían, quedando erectos, contraídos y rugosos por el frio. Se marcaban exageradamente en su ropa. Notaba sus bragas empapadas pegadas a su coño tras el roce con Miguel.
-Alicia abre soy Sonia. - Se oía desde el pasillo.
Abrió la puerta un poco mientras su cuñada le indicaba que le esperaban los demás en el restaurante para cenar.
-Me cambio y voy. Necesito ponerme cómoda.
-Yo voy también a cambiarme y paso a buscarte. - Le dijo Sonia mientras se iba por estrecho pasillo camino de su departamento.
De la maleta Alicia sacó unos vaqueros y una camiseta, deseaba ir cómoda para la cena. Sobre la cama quedaron la falda y la blusa. Sus bragas estaban empapadas y el encaje se pegaba a su sexo transparentándose. Notaba su clítoris duro.... rozándose al ritmo del traqueteo del tren. Bajo las bragas por sus muslos dejándolas en el suelo mientras pasaba sus dedos por su pubis. Sintió deseos de masturbarse.
- ¿Estás lista? - Preguntó Sonia tocando la puerta.
- Ya salgo- Respondió Alicia mientras se vestía rápida. Respiró hondo tratando de recomponerse, mientras abría la puerta.
-¿Dónde está el vagón restaurante? - Pregunto Alicia mientras cerraba la puerta.
Siguiendo a su cuñada se dirigieron por los estrechos pasillos hasta el restaurante tras cruzar tres vagones.
Al abrir la puerta al final estaban Joaquín y Carmen, junto a Juan y Fran. Eran mesas para cuatro comensales. En la mesa anterior estaba Miguel solo. A su lado había una pareja joven que más tarde supieron que eran una pareja de recién casados. A cada paso que se acercaban a la mesa aumentaba la excitación y el nerviosismo de Alicia.
Tía Sonia estaba como siempre. Habladora y desenfadada, Alicia callada bajaba la cabeza, le asustaba su propia reacción al mirar a Miguel.
En la mesa de al lado la pareja joven no dejaba de buscarse. Las manos de él se movían buscando el cuerpo de su esposa sin importarle que alguien pudiera verles. Su mano bajo mesa se abria paso bajo su falda, mientras ella daba facilidades separando las piernas, mordía su labio inferior en clara muestra de excitación. Tía Alicia no pudo evitar excitarse observando la escena, notaba su coño humedecerse y empapar sus bragas.
-Disculpad - dijo Tía Alicia . -He de ir al baño.
-¿Estás bien? Parece q estas pálida. - Pregunto Sonia.
-Solo un poco mareada. Voy al baño.... No es nada.
-Acompaña a Alicia - Pidió Sonia a su sobrino.
Alicia trataba por todos los medios de que Miguel no fuese con ella, pero sabía que era imposible ante la insistencia de su cuñada. Caminando entre las mesas Alicia y Miguel salieron del vagón hasta el baño. Miguel caminaba pegado a Alicia por el estrecho pasillo. Podía sentir el roce de su sobrino entre sus nalgas mientras su excitación aumentaba en cada paso. Entrar en el estrecho habitáculo del baño y cerrar la puerta libero a tía Alicia de todas sus reticencias. Miguel la volteo quedando uno frente a otro. Alicia no pudo evitar lanzarse a la boca de su sobrino besándolo con ansia. Notando la lengua de Miguel en su boca, mientras sus manos dejaban sus pechos al desnudo. Los manoseaba, estiraba sus pezones, cada vez más duros y salidos. Las manos de Alicia buscan la entrepierna de su sobrino, hasta abrir su pantalón y dejar su polla fuera. Estaba húmeda, dura. Alicia la pajeaba con rapidez descapullándola mientras notaba la humedad en su mano.
Las manos de Miguel sobre los hombros guiaron a su tía hacia abajo hasta dejar su boca a la altura de polla, acercándola agarrada por la cabeza hasta meterla hasta el fondo de su boca.
-Chupa zorra- Ordenó mientras dirigía los movimientos agarrando su cabeza.
Alicia obediente abría la boca sintiendo como llenaba toda su boca rozando su paladar en cada embestida. Caía por la comisura de sus labios su saliva y los restos la lubricación de su sobrino.
Miguel aumento el ritmo sujetándola por el pelo, llegando hasta el fondo.
-Trágatelo
La voz de Miguel era firme mientras eyaculaba en el fondo de su boca. Alicia tragaba a duras penas los chorros. Notaba como se disparaban en su garganta, espesos y calientes mientras tragaba con dificultad.
-¿Estás bien Alicia? -Preguntaba Sonia al otro lado de la puerta. -¿Dónde está Miguel?
-Tranquila. Estoy bien. Le he dicho que puede irse. Si no ha ido al vagón restaurante supongo que habrá ido a su camarote- Se disculpó Alicia tratando de aparentar normalidad.
Sonia se encamino de nuevo a la mesa. Tras un momento de pausa abrió la puerta. Miro a un lado y al otro. El pasillo estaba vacío. Salieron uno tras otro en direcciones opuestas.
Alicia llego de nuevo a la mesa con aire de normalidad. Unos minutos después llego Miguel.
- Pero ¿dónde te has metido muchacho? -Pregunto tia Sonia.
- Fui a mi camarote . Se me había olvidado una cosa.
- Es verdad. El regalo de Alicia - dijo Sonia con una sonrisa maliciosa.
- Si, si. Eso - Disimulo Miguel.
Tía Alicia volvió a notar sus bragas húmedas.
La cena continuó con normalidad. Carmen, Joaquín, Fran y Juan estaban en la mesa de al lado charlando de temas aburridos. La pareja de recién casados buscándose. Alicia pensaba en lo ocurrido la noche tras la tarde compras. Sonia hablaba sobre la boda... Miguel controlaba la situación mientras deslizaba la mano bajo la mesa subiendo por los muslos de tía Alicia.
La pareja de recién casados se retiró a su camarote. Los demás, como era típico en las reuniones familiares organizaron una partida de cartas tras la cena. Tía Alicia se retiró con la excusa del cansancio. Deseaba estar sola, su cuñada la siguió.
Caminaban por el pasillo, oyendo cada vez más altos los gemidos que provenían del camarote de al lado. No era duda que la noche de la pareja de recién casados iba a ser intensa.
Alicia oía desde su camarote perfectamente cada gemido y cada embestida. Escuchando las palabras de excitación.
-Ohhh más duro. No pares. - Pedía ella entre jadeos
Alicia no se pudo reprimir. Se deshizo de la ropa dejándose solo las bragas, separando las piernas mientras buscaba su coño. Lo abría y se masturbaba al ritmo de las folladas, mientras estiraba sus pezones. Cada vez aumentaba más y más la intensidad de sus dedos dentro de su coño. Sus jadeos se camuflaban con los de su vecina... sentía acercarse su orgasmo cuando llamaron a la puerta.
-Abre, tía Alicia-
Miguel entro cerrando la puerta tras de sí.
Alicia sin mediar palabra abrió su pantalón sacando la polla de su sobrino. Los gemidos del camarote de al lado se oían perfectamente.
De un empujón Miguel penetró a su tía. Alicia abría sus piernas, entregada. Sentía como entraba y salía de ella con vigor.
-Ábrete mas -
Alicia gemía cada vez más alto mientras se giraba quedando a 4 patas. Agarrándola por las caderas volvió a follarla cada vez más duro. Dejando su cara frente a la ventana. Las luces pasaban delante de ella mientras sentía cada golpe de la polla de Miguel en su coño.
-Mas, mas. - Pedía Alicia.
Desde el camarote de al lado se pudo oír perfectamente como se corría la joven esposa. Alicia seguía jadeando mientras su sobrino la follaba aumentando el ritmo.
-No pares me corro. - Suplicaba Alicia
Jadeando en silencio se corrió.
El tiempo había pasado rápido.
- Vete cariño, en breve estará aquí tío Fran.
Desnuda se despidió de su sobrino con un rápido beso en la puerta Por el pasillo se oían pasos. Miguel fue a su camarote velozmente. Alicia se puso el camisón y metiéndose en la cama justo en el momento en que entraba su esposo.
Disimulaba haciéndose la dormida. Las copas habían hecho efecto en Fran. Excitado por el alcohol buscaba a su esposa. Pegándose a ella frotaba su polla contra su culo. Estaba cada vez con una erección mayor. Alicia comenzó a masturbarle tratando de que acabase rápido y evitar que se diera cuenta de la humedad que había en su coño recién follado. Alicia aumento la velocidad, moviendo su mano arriba y abajo cada vez con más intensidad ... rápidamente sintió el semen de su marido en su mano. Fran deslizo su mano entre los muslos de Alicia. Sintio su "lubricación" en sus dedos. Sin dudarlo se agacho metiendo la cabeza entre sus muslos. Comenzando a lamer con ansia.
-Ummm hoy estas más húmeda. ¿Te da morbo hacerlo en el tren? - pregunto Fran.
- Si. - Gimió Alicia disimulando.
Tío Fran seguía lamiendo con ansia, mientras recogía cada gota que salía de Alicia.
Alicia no tardo en correrse. Mientras Fran saboreaba.
- Nunca te había notado tan húmeda - dijo Fran mientras se levantaba.
Si tu supieras pensaba tía Alicia mientras se giraba.
El tren continuaba rumbo a Munich. Aun les quedaban 2 días hasta llegar.