Viaje en el tren

Quedé con un desconocido para follar en el tren, y acabo siendo una experiencia que cambiaría mi vida completamente....

  • El tren con destino a Málaga va a efectuar su salida – La voz mecanizada por megafonia irrumpió el silencio nocturno de la vía, y me devolvió a la realidad, ya era tarde para abandonar, mi decisión había sido tomada.

No había ni comenzado a cumplir mi fantasía de mantener sexo con un desconocido en el tren, y ya estaba notando mi piel erizada de la excitación. Aunque, realmente, no era un autentico desconocido para mi, lo había conocido a través de un chat, su nombre era Gonzalo, y desde el primer momento que comenzamos a hablar, se notaba una especie de química entre nosotros, poco a poco, fuimos entrando en terrenos más personales, hasta terminar conociéndonos ciber sexualmente, y a pesar de mi extensa vida sexual, creo que algunos de esos momentos entrarían dentro de mis mejores encuentros.

El tren comenzó a coger velocidad en las vías, observaba por la ventana, como las luces de la ciudad iban desapareciendo, quedándose atrás, dejando paso a la oscuridad, y a mi reflejo en el cristal de la ventana. No pude evitar fijarme en él. Llevaba el pelo completamente recogido en una coleta alta, que caía por mi espalda hasta llegar a mi cintura, maquillada de una manera natural, si no fueran por los labios perfectamente pintados y delineados de color de rojo, en contra posición a mi atuendo, una camisa larga ancha, muy a la moda últimamente, con unas medias opacas a medio muslo, sin mas ropa interior que el sujetador, por lo que si levantaba los brazos por encima de mi cabeza, se vería prácticamente todo mi culo. Era algo que me daba vergüenza y me excitaba a la vez.

El tren ya encontraba encarrilado a máxima velocidad, fue entonces, cuando otra voz mecánica daba la bienvenida a los pasajeros y nos deseaba un buen viaje. No pude evitar reírme, entre el nerviosismo y la excitación, al escuchar “un buen viaje”, mi mente, superando la velocidad del tren, se llenó de imágenes que ocurrirían en ese viaje, y que no tardaría en producirse. Cuando termino el mensaje, respiré hondo, intentando tranquilizarme, esa había sido la señal acordada para nuestro encuentro.

Me levanté del asiento, y ante la atenta mirada de uno de los pasajeros, me coloqué disimuladamente mi atuendo y me dirigí con paso firme hacía el baño. Afortunadamente, estaba libre, había sido una buena hora coger el tren nocturno, la mayoría de los pasajeros estarían durmiendo, permitiéndonos libertad a nosotros. Pase, y cerré la puerta sin girar el picaporte, de esa manera él podría entrar sin llamar a la puerta.

Apoye mi espalda contra la pared y mi pierna izquierda en el Wc, abriéndome sutilmente de piernas, y manteniendo el equilibrio dentro del baño. Una de mis manos bajo, y como el me había pedido previamente, comencé a jugar con mis dedos en el clirotis. Si alguien abría la puerta del baño, me vería directamente masturbándome sin lugar a dudas.

Mi corazón bombeaba fuertemente. La puerta se movió y se deslizó hasta quedar abierta completamente, en ese momento, creo que se me paralizó hasta que reconocí la silueta de él en el marco de la puerta. Tenía un risa picarona y divertida, en su mirada se denotaba su triunfo y satisfacción, pues yo no estaba completamente segura de esperarle así.

Sin mediar palabra, entro y cerro la puerta, se acerco mas a mi, podía sentir su respiración pausada y tranquila en mi piel, me dio un beso apasionado en la boca, agarrándome de la nuca y apretando nuestros cuerpos. Sin soltarme la nuca, llevo sus labios hasta mi oído, y me susurró con su ronca y autoritaria voz : No pares de tocarte hasta que yo te lo diga .

Sentí como sus manos desabrochaban los botones de mi camisa, mientras mantenía su mirada fijamente en mi rostro. Sus dedos se introdujeron despacio en mi sujetador, y con un hábil movimiento, saco mi pecho del sujetador, dejando que quedarán elevados y sujetos por abajo por el mismo. Sus manos amasaban fuertemente mi pecho, mientras su lengua lamía mis pezones y su boca los succionaba aleatoriamente, hasta que sus dientes agarraron uno y tiro de él, a la vez, que con sus dedos pellizcaba el otro, arrancando de mi interior gemidos de placer y dolor a la vez. Repetía la operación con cada uno de ellos.

Continuo bajando por mi cuerpo, y a parto mis manos de mi entrepierna, sustituyendo mis dedos por los suyos y su lengua. Apoye las manos en las paredes para evitar caerme, me comenzaban a temblar ya las piernas al sentirle jugar conmigo. Su ritmo se iba acelerando al mismo tiempo que yo me iba humedeciendo mas y mas, y una vez, que el consideró que estaba preparada, introdujo sin miramiento sus dedos en mi interior, entraban fácilmente, podía sentir como los movía en mi interior.

Mis gemidos aumentaban y se intensificaban, estaba en tal punto, que no me importaba si me oían o no los demás pasajeros. Y de entre mis labios se escapo las palabras - me voy a correr –Lo que ocasionó que su lengua y sus dedos se movieran más rápidamente y enérgicamente, hasta conseguir su objetivo, que yo me corriera.

Saco los dedos de mi interior y me los llevo a la boca - chupa los como si fueran mi polla –y así lo hice, mientras su mano agarraba mi nuca por detrás. Saboreando mi fluidos sin apartar la mirada de él, dejando los completamente limpios, él se encargaba de marcar el ritmo, yo simplemente tenía que mantener mi boca abierta para recibirlos y cerrar mis labios sobre ellos. Finalmente los saco, y volvió a besarme.

Ahora es mi turno – dijo sobre mis labios mientras volvía a besarme – Al soltar la pared con mis manos, caí hacía atrás, momento que el aprovecho para pegarse más a mi. Aprisionando me contra la pared y su cuerpo. Me hizo notar el bulto en sus pantalones, movía sus caderas contra mí. Y mi deseo por sentirla se disparaba.

Se aparto suavemente de mi, momento que yo aproveche para ir bajando hasta su polla, pero me detuvo en mi intentó.

No , no , no – me dijo a la vez que movía un dedo delante mía reproduciendo el no de sus labios – quiero que te pongas donde yo estoy, mirando al espejo – Y rozando mi cuerpo con el suyo, notando como su mirada seguía mis movimientos, así lo hice. Me coloque en semicruz, apoyando mis manos en las paredes y mis pies también. Deja que yo te coloqué me susurro en el oído mientras me agarraba de la cintura y volvía a frotar sus caderas con la mía. Sentí su pierna moviéndose entre las mías, me empujo el pie, y lo colocó en la parte inferior del Wc, con mi otro pie hizo lo mismo en la pared opuesta. Yo quedaba prácticamente igual que antes, pero con las piernas algo más cerradas y mi culo mas en pompa.

Así perfecta – dijo mientras enredaba mi coleta en su brazo – Ahora sujetate bien – Notaba el dorso de su mano en mi culo, deslizando la cremallera y sacando su polla. En el espejo podía ver nuestros reflejos, yo semi inclinada hacía el lavabo, con las manos en cruz apoyada en las paredes, mi pecho por encima del sujetador aún a la vista colgando, su cuerpo erecto detrás de mi, agarrando mi coleta, tirando de ella suavemente, disfrutando de las vistas que le ofrecía su posición. Era una escena realmente excitante.

Deslizo su polla por la entrepierna un par de veces, rozándome, mientras que miraba mi cara en el espejo y tiraba de mi para levantarme la mirada ¿Quieres que te folle? Puse los ojos en blanco, ¿Qué clase de pregunta era esa? Pues claro que quería que me follase ya, y un golpe seco en mis nalgas me hizo volver a donde nos encontrábamos, había conseguido que me ardiera la zona, aún era capaz de sentir la marca de su mano en ella. Tiro más fuerte de mi pelo, haciéndome erguirme mas, y me volvió a repetir, está vez con un tono más enfadado ¿Quieres que te folle? Si es así, suplicamelo

Nunca me había imaginado que una escena así fuera a excitarme aún más, pero así lo hice, vi como mi reflejo movía los labios para articular palabras, y me escuche a mi misma, suplicando porque aquel hombre me follase. Mis ruegos, no se hicieron mucho de esperar, y enseguida, note como su capullo iba abriendo paso al resto en mi interior. Iba despacio, haciéndome sentir cada milímetro de su polla, hasta que sus huevos hicieron de tope contra mi cuerpo. Se detuvo en ese momento, tiro de nuevo de mi coleta, levantando mi cabeza y haciéndome mirarnos en el espejo No apartes la mirada de nuestro reflejo, quiero que te veas gimiendo como una zorrita .

Sus caderas comenzaron a moverse suavemente, produciendo un juego lento de mete y saca en mi interior. No sé lo que era, pero ese roce y esa imagen, producían en mi una mayor excitación, así que no tardé en comenzar en gemir, a la vez que sus movimientos pausados y lentos se transformaban en movimientos más rítmicos y fuertes.

Me encontraba deleitándome en ese placer que me producía, estaba tan obsesionada con fijarme en la imagen del espejo, que no me di cuenta cuando la puerta se abrió, hasta que él paro su movimiento, y me silencio la boca introduciendo sus dedos, estiró de mi coleta, curvando está vez mi espalda, haciendo que mi pecho sobresaliera mas aún.

En la puerta se encontraba el pasajero que anteriormente me había observado levantarme y dirigirme al baño, hasta ese momento, no me acordaba de él. Estaba ahí pasmado, con la boca abierta, observando la escena y clavando su mirada en mi pecho. En ese momento me quería morir, no podía soltarme de la pared para cubrirme con las manos o me caería de boca al lavabo, y conmigo, mi desconocido que aún mantenía su polla en mi interior.

Siempre me había excitado hacerlo en lugares públicos, tener la posibilidad de que me pillarán, pero nunca había pasado, ahora notaba como toda mi sangre subía a mi cara, llena de vergüenza, y está aumentaba, al excitarme realmente la situación.

Lo siento – dijo sin apartar la mirada de mi pecho – Escuché gritos de una mujer y vine a ver si necesitaba ayuda , pero veo que está bien atendida, no molesto más – Iba a cerrar la puerta lentamente cuando

¿Te gusta lo que ves? Escuché detrás de mi. Su voz sonaba igual de tranquila que siempre, que nos descubrieran no había causado mayor problema en él. Si quieres, puedes unirte a nosotros – continuo diciendo - Es una gran mamadora – dijo moviendo sus dedos dentro de mi boca suavemente - y tienes unos labios gruesos con una garganta profunda – ¿Qué estaba haciendo? Era lo único que se pasaba por mi mente en ese momento ahora, me está ofreciendo a un desconocido.

La puerta volvió a abrirse de par en par Puedes comprobarlo por 30 € o si prefieres sólo mirar como me la continuo follando son 20 € definitivamente se había vuelto loco, ¿me estaba vendiendo?¿Iba a ofrecerme realmente a aquel desconocido sin mi consentimiento? La verdad, es que la idea me aterrorizaba a la vez que me excitaba.

Aquel hombre, no se lo pensó dos veces, saco su cartera y abrió la billetera, saco un billete de 20 € y otro de 10 € que le dio a él, a través del espejo, vi como con la mano libre, los doblaba y los guardaba en el bolsillo de su pantalón.

Pasa, no te cortes – le invito con la mano libre – y cierra la puerta – Acerco su boca a mi oído y me susurro Este amable hombre ha pagado porque le demuestres lo bien que chupas una polla, no lo decepciones – Relajo el brazo con él que me tenía aferrada la coleta, dejando caer mi parte superior hacia delante Baja los brazos e inclinate más – me ordenó, y sin dudarlo, deslice mis brazos por la pared, sujetándome aún en ella, dejando mi boca justo a la altura de la entrepierna del hombre, que ya se había apoyado en el lavabo.

Vi como sus manos se movían delante de mi cara, sacando su polla, y pasándola por mi cara mientras la pajeaba suavemente con su mano. Abre tu boca y saca la lengua me dijo el desconocido mientras agarraba ahora él mi coleta. Aún estaba conmocionada por todo lo que estaba ocurriendo y como se estaba desarrollando la historia, entonces, sentí un azote fuerte en mi culo, Gonzalo me había golpeado de nuevo con intensidad, haciéndome abrir la boca por el grito de dolor, momento que aprovecho el pasajero para introducir su polla en mi boca sin mas miramiento.

Su mano apretó mi nuca con fuerza, inclinándome más hacía él, aplastando mi nariz contra su pubis y su polla en el fondo de mi boca, que comenzaba a crecer en ella. Las manos de Gonzalo, agarraron con fuerza mis caderas, y volvió a su movimiento lento de mete – saca. El desconocido, también lentamente, comenzó a follarme la boca, moviendo mi cabeza y su pelvis. Yo sólo hacia fuerza para no caerme de esa posición.

Los movimientos de ambos comenzaron a acelerarse al unisono, y aunque yo no los veía, se notaba que se comunicaban de alguna manera, pues comenzaron a embestir ambos al mismo tiempo, introduciendo sus pollas completamente en mi con sus movimientos. Gonzalo me empujaba hacia delante en sus embestidas, haciendo que la polla del desconocido entrará más en mi, a la vez que el desconocido aprisionaba mi nuca contra su pelvis.

Luego el movimiento cambio, y cuando uno la entraba de golpe el otro la sacaba, consiguiendo que mis gemidos se escucharán, me sorprendía a mi misma la excitación que esto me producía, nunca me había imaginado así, pero me estaba gustando, simplemente disfrutaba del momento, de sentir como me estaban follando entre los dos.

Escuchaba de vez en cuando como hablaban entre ellos de mí. Como Gonzalo presumía de zorrita y el desconocido afirmaba y repetía una y otra vez lo bien que la chupaba. Y entonces, llego mi segundo orgasmo, dejó mi boca libre para que pudieran escucharlo, y volvió a follarme la boca.

Mientras que Gonzalo saco aún su polla duro de mi lentamente, mientras manoseaba, apretaba y azotaba de nuevo mis nalgas, pero a diferencia de las anteriores, están eran más suaves. Yo continuaba afinada en mi labor, y no sé explicar muy bien como sucedió, pero me encontraba sentada sobre Gonzalo, con su polla quieta en mi interior, y el desconocido enfrente de mi, restregando su polla por mi cara, azotándome con ella en mi boca y en mi lengua.

Chupasela como tu sabes y haz que se corra – me susurro Gonzalo al oído, mientras sus dedos volvían a jugar con mis pezones. Sin esperar un segundo más, agarré con una mano la polla del desconocido, mientras que con la otra, acariciaba y apretaba sus huevos, mi lengua se movía fuera de mi boca jugando con su capullo, mis labios pasaron a envolverlo y a girar sobre él delicadamente, aumentando la velocidad de mi mano, sabía que le estaba gustando, gemía e inclinaba la cabeza hacía atrás, yo lo miraba fijamente mientras continuaba disfrutando y saboreando su polla.

Abrí mas mi boca, y comencé a introducirme su polla entera en la boca, lentamente, apretando mis labios a su alrededor. La saque lentamente, curvándola suavemente en su recorrido, y el espacio que iba dejando era ocupado por mi mano, que acompañaba el paso de mi boca.

Mientras continuaba pajeando su polla, baje mi cabeza hasta sus huevos, saqué mi lengua para lamer los, los iba acariciando con mis labios, atrapando los en el interior de ellos, succionarlos y tirar un poco de ellos. Aumentando el ritmo y la velocidad de mi mano. Entonces, un tirón brusco de mi coleta me separó de ellos, yo me quede mirándolo como si me hubieran arrebatado mi tesoro, ¿Es que acaso no lo estaba haciendo bien?

Tiro más fuerte de mi coleta, haciéndome gritar de dolor, y aprovecho el movimiento para introducirme su polla entera de una sola vez, notaba como le estaba palpitando en mi interior, estaba apunto de correrse. Sin soltar la coleta, y sin ningún tipo de piedad, me volvió a follar la boca rápidamente, en ocasiones, incluso me daban arcadas y estuve apunto de vomitar, pero finalmente, dio tres embestidas fuertes, y en la última, note ligeramente el sabor de su semen en mi boca, la saco bruscamente, apunto a mi boca abierta, y soltó su semen en mi lengua y en mi cara con un gesto victorioso.