Viaje en bus al sur...(Tercera Parte)

Sola, pero libre apenas comienza la aventura...

Desperté, poco a poco y sin abrir mis ojos me sonreí, tan solo acaricié mi torso, mis caderas y llegando a mis nalgas desnudas recordar que la noche había sido única…

Abrí los ojos y la luz de la mañana entraba a mi cuarto a través de la puerta de la terraza y la ventana, sentí el fuerte olor a sexo y hmmm que rico sentí, que noche tan divina había sido, ¿pero donde estará mi adorado amante?, así como estaba me levanté, completamente desnuda y viéndome al espejo me desee yo misma, no hay nada como una buena noche de amor y lujuria para amanecer viéndose así.. me estiré, lo busqué en la terraza y no había nadie, busque en la entrada de la suite y no había nadie, fui entonces al baño, la puerta estaba cerrada y toque; nadie contestó… ¿habrá salido? dije para mis adentros…

Entre al baño y vi que había un sobre… lo abrí y entre otras cosas decía esto;

Diosa mía, me fui… no quería despertarte así que me cambié y escribí esta carta en el baño…

Lo siento, pero creo que lo mejor es que no nos volvamos a ver, esta madrugada me desperté y viéndote de lado durmiendo plácidamente, me puse muy nervioso al darme cuenta que lo que sentía al estar contigo era algo que podía cambiar mi vida, jamás he sentido esto por nadie, de ninguno de los dos sexos, eres única y no puedo darme el lujo de perder la estabilidad de vida que tengo, se que si sigo viéndote, seria incapaz de dejarte, en cambio si sería capaz de mandar todo al carajo por ti y ese precio es algo que no estoy preparado para afrontar y mucho menos a mi edad, lo siento.

Ódiame, que yo seguiré amándote y me llevo el extraordinario privilegio de haber podido compartir tu cama y tu piel, compartí la cama de una Diosa que bajo del cielo para estar con este ser humano… siempre llevaré tu aroma y tu piel en mi recuerdo, espero que algún día me puedas perdonar o por lo menos entender"

Mi cerebro descifraba a la velocidad de la luz miles de pensamientos y a la vez no sabía que pensar ni qué sentir, no era rabia, ni odio, ni mucho menos pesar, era una especie de soledad y libertad junto con mucho vacío, no vi venir esto… me metí a la ducha y me bañé para limpiar mi piel, mi alma, mis recuerdos y enjuagar mis lágrimas…

Salí del baño y me di cuenta que tenía mucha hambre, bajé al bufete aun como zombi pensando; “ ¿y ahora que?” pensaba, mientras disfrutaba de unos huevos con  chorizo y un divino café con leche, entonces tuve una especie de revelación, creo que más bien debía dar gracias por que algo que durante meses me satisfizo, ahora es un recuerdo real y fue sublime, debía perdonar y entender, saberme libre, como siempre… ¡saberme libre!, ese sentimiento de completa libertad era algo que no había sentido desde hace mucho, ahora lo recuerdo y me gustó… necesitaba algo que hacer y regalarme una buena aventura… quería olvidar y sé que eso jamás lo lograría, siempre mi Comandante, mi amante virtual, el dueño de mi ariete vikingo, siempre estará, es más el solo hecho de sentir el morbo de mi renovada libertad se acrecentaba pensando en el y poder seguir contándole mi vida a través de nuestro amor virtual…el siempre estará presente, aunque sea de manera virtual, siempre el, siempre…

Subí de nuevo a la habitación me puse un bañador negro súper divertido, tomé una toalla de playa enorme del hotel, mi aceite y bajé a la playa a dorarme al sol…

Estaba en mi tumbona disfrutando del sol y de una caipiriña divina que me había traído el mesero mientras decidía que al atardecer me pondría hermosa, divina y me iría a cenar para luego irme a algún bar a ver como me trataba este lugar y mi nueva recuperada libertad.

Al regresar al cuarto vi con placer que mi piel estaba hermosa y se me marcaba mi muy blanca piel en contraste con el bronceado de una manera divina gracias a él bañador que había usado, me veía divina… me di un baño tipo Cleopatra y salí a ponerme crema hidrante en todo mi cuerpo y mi colita, quería estar lista para lo que viniera, me perfumé y busqué que ponerme. Escogí unos pantalones súper cómodos de algodón muy fino de color blanco que me quedaban a la cadera, una camiseta también blanca y también de algodón que me estaba súper cómoda y abajo tan solo una tanga roja de satén chiquita con un pequeño triangulito atrás. Me la puse y me vi al espejo y mi cola era una belleza con el contraste de mi piel y ese rojo intenso, luego me puse el pantalón y la camiseta y viéndome al espejo me veía deliciosa, parecía un divino merengue con canela, me di vuelta para ver como me quedaba por atrás y bajándome un poco el pantalón dejé que se asomara esa cola mía apretando esa tanga hermosa, desde luego a cualquiera se le antojaría este dulce manjar…

Mientras recogía la ropa que había sacado se cayó al suelo un papel y vi que era la tarjeta del chófer divino con el que pasé la noche… me moje, me temblaban las piernas y recordé que me dijo que le llamará… por supuesto que lo llamaré, fue como descubrir de nuevo el placer,  quería verle y disfrutarlo sin pensar en nada más, será como si fuera la primera vez, será distinto, ahora sólo falta saber si quería verme, con ese pensamiento descubrí que mi amor propio había sido tocado por lo sucedido esta mañana… necesito sentir que me desean urgentemente. Tomé la tarjeta y bajé para llamarle desde el teléfono del lobby…

Yo : holaaa, ¿sabes quien soy?

Chofer : Pero por supuesto mi Diosa divina, no me esperaba tu llamada pero me has hecho muy feliz, ¡no!, no me ilusiones que podré verte…

Yo : podría ser, ¿que me ofreces? La última vez me diste una divina cena y una polla enorme y hermosa, ¿hoy que me ofreces?

Chofer : que rico, te llevaré a conocer un poco mi pueblo, luego cenamos juntos lo típico de por acá y después te llevaré a un lugar muy especial y por supuesto mi polla “enorme y divina" es tuya para lo que quieras… ¿que me dices?

Yo : desde que escuché; “te llevaré “ ya me tenias… Ven a buscarme…

Chofer : estás en Los Delfines, ¿cierto?

Yo : si, acá estoy…

Chofer : dame 20 minutos y estoy allá…

Yo : te espero en el lobby… date prisa… que muero de ganas de… comer.

Me acerqué al bar sintiéndome dichosa y muy excitada, esta cita me puso como adolescente de lo nerviosa que estaba, pedí una agua con gas y me senté a esperar.

A los 25 min cumplidos, le vi entrar al lobby, descubriendo que era mucho más grande de lo que recordaba, este hombre era un enorme oso de dos metros y su sonrisa alegre era única, así como su mirada de lobo feroz como queriendo comerse a esta caperucita, cuando me levante y se me quedó viendo mi cola, simplemente me entregué a la sensación de ser deseada de manera casi animal por este enorme oso… le pedí al mesero que me apuntara la cuenta a mi habitación y fui hacia el, le estire mi mano para no pasarme con el saludo en ese lugar público,  aunque quería tirarme encima de el. El tomándome de la mano me atrajo hacia el y dándome un abrazo que me estremeció, me decía; “ estas hermosa, que rica te vez así bronceadita" me colgué de su cuello y le di un besito en el cachete…

Subimos a su camioneta, una Ford pickup, ese tipo de coches me enloquece y a el le viene perfecto, al subir y antes de encender el motor se me acercó y de una me besó en la boca diciéndome; “ gracias por acordarte de mi, me fascina y ya me había hecho a la idea que solo serias un grandioso recuerdo" “ te voy a llevar al cielo mi Diosa hermosa" su lengua se encontró con la mía y puse mi mano en su entrepierna para descubrir su perfecto gran animal, duro y excitado debajo de sus jeans… hoy la noche promete…acelerando salimos del hotel.

Chofer : te voy a llevar a comer a un lugar muy rico y típico, luego a otro lugar que te va a fascinar y luego si quieres soy todo tuyo para que me hagas lo que quieras toda la noche, soy tuyo… todo. ¿ y para mi que hay? Me preguntó…

Viéndole con esa cara de zorra que debía tener, me arrodille en el asiento y dándole la espalda me bajé el pantalón dejando mi cola en tanga desnuda ante el, mientras veía el paisaje por la ventana sentí su enorme mano boca arriba entrar entre mis muslos para tomar mis nalgas a la vez y hacia arriba mientras me trataba de levantar, me hizo gemir… hmmmm

Me quedé un ratico sintiendo esa mano desearme y luego quitándosela le dije; “señor usted si es abusador “ con una cara muy pícara…

Chófer : si, quiero y voy a abusar de ti, tanto como quieras, ¿quieres?

Acercándome a él y cogiéndole de su polla enorme y dura a través del pantalón le besé en la mejilla y le dije; “abusa de mi todo lo que quieras, soy toda tuya “

Llegamos al restaurant y se veía bien rico, nos sentamos y comenzaron a atendernos, platos venían y platos iban mientras nos tocábamos y nos deseábamos al máximo, la cena fue espectacular…

Salimos del restaurante muy cachondos, abrió la puerta de la pickup y me ayudó a subir con sus manos en mis caderas y al estar sentada lo tomé del brazo y lo acerqué a mi para comerme su boca, estábamos que explotábamos; le dije; “ vámonos a mi hotel a follar , te deseo como una loca”

Mientras el encendía la camioneta me dijo; “ si, vamos a ir a tu hotel y te voy a follar mil veces, pero créeme te va a encantar donde te voy a llevar primero, quiero que te rías, bailes y disfrutes de la vida conmigo, luego ya verás “

El trayecto fue relativamente corto, mientras hablábamos, nos reíamos y nos deseábamos…

Llegamos a lo que parecía una casa tipo mansión alejada de todo, pasando en frente le pregunte; “¿estoy bien para este lugar, se ve muy elegante?”

Chofer : claro que si, este es un lugar muy relajado, es un club privado donde podrás ser tu misma y yo podré disfrutar de ti, beberemos, bailaremos y serás la mas deseada, acá los hombres vienen a eso a cazar una Diosa como tu… lo vamos a gozar…

Dejamos la camioneta en un parking al lado de la entrada y allí nos recibió un hombre que definitivamente era de origen africano, enorme y guapo… nos saludó, mientras viéndome de una manera descarada le dijo a mi oso; “ que bien acompañado vienes hoy…” y viéndome la cola, tomó mi mano elegantemente y me dijo; “bienvenida”, besándomela… eso me hizo soltar un gemido para mis adentros…

Entramos y la música latina me encendió más aun, había fácil más de cincuenta hombres bailando, bebiendo y riendo, la vibra del lugar era como de película, estaba dichosa…

Nos sentamos en una mesa apartada de lo que parecía una pista de baile y en menos de un segundo de la nada apareció un mesero que me preguntó que me tomaba; le pedí un tequila y una cerveza bien fría, mi oso me copio pidiendo lo mismo.

Al llegar el tequila me levanté y me acerqué a él para brindar y dije; “ por la libertad y la felicidad” el me tomó de la cintura dejando que uno de sus dedos acariciara mi piel desnuda por la postura, me tenía temblando… bebimos el tequila y la cerveza y llegó la otra ronda, repetimos y estábamos súper alegres ya, comenzó a sonar un merengue de 4:40 y levantándome hacia la pista de baile con el dedo le llame para que viniera.

Bailamos divinamente, mientras mi cola le rozaba cada vez que podía su dura polla, el juego de roces fue un preámbulo de algo divino, me acerqué de espaldas a él moviendo mis caderas al ritmo de la música, hasta que me pegue a él y pude sentir su carne dura entre mis nalgas, allí me quedé meneando mi cola y el me rodeó con sus brazos y me apretó más aun a él, sentía que me penetraba con ropa y todo… metió su mano debajo de mi camiseta y acarició mi torso suave y sudado, me pellizco mis pezones y me besaba el cuello ya volviéndose como loco, sino parábamos terminaríamos follando allí mismo delante de todos, cosa que no me hubiera importado, pero el se detuvo y con suavidad me llevó a la mesa, antes de sentarnos me besó divinamente y sentándose me hizo sentarme en su regazo, fue sentarme y sentir esa carne dura y palpitante entre mis nalgas me enloqueció aún más… Le dije; “ vámonos ya, quiero estar así mismo pero desnuda y con tu polla toda dentro de mi", el me dijo que si pero justo en ese momento llegó otra ronda de tequila y cerveza, el la aceptó y pidió la cuenta, mientras que yo haciéndole sentir mis nalgas sobre el aun más, arquee mi espalda para beberme de un tiro mi tequila y de casi un sorbo la cerveza, le besé la boca y le dije apúrate voy al baño y nos vamos, o te violo aquí mismo, el se sonrió y besándome me dijo; “ te me cuidas mira que hay muchos hombres aquí que te miran como queriéndote violar y eso me toca a mi hoy"

Me levanté, y me fui caminando divina mientras el me veía la cola y yo mordiéndome el labio le disfrutaba y si que tenía razón, recibí muchos piropos y ofertas en mi camino al baño…

Entré y fui a los urinarios, allí mismo entro el negro que nos recibió y sin decir palabra se acercó al urinario al lado del mío viéndo mi cola con mucha lujuria, yo viéndole con cara de puta excitada mientras me mordía mi labio inferior y sin decir ni media palabra, me bajé lentamente el pantalón dejando mis nalgas comiéndose la tanga a la vista de el, invitándole a sentirme, estaba entregada…el tequila definitivamente es un gran afrodisíaco.

Mientras yo orinaba me cogió la nalga y la empezó a acariciar con deseo, yo gemí y le dejé que me disfrutara más, ya había terminado de orinar, pero me quedé un rato más sintiendo su mano adueñarse de mi culo, apoyé mis manos en la pared y empinando mi cola sentí como su dedo se aventuraba más adentro apartando el fino trozo de tela que tapaba mi coñito, acarició su alrededor, sacó su mano y me la puso en mi boca para que yo le lubricara sus dedos, volvió a mis nalgas y llegó justo donde había quedado y me acarició mi fresita suavemente dejándome temblar de la excitación, cuando le sentí que empezaba a introducírmelo lo dejé continuar un poco gimiendo hasta que suavemente me aparté, me acomodé la tanga y me subí el pantalón diciéndole; “otro día será, hoy estoy comprometida…”

Su cara era una mezcla entre deseo y esperanza… este señor del África me miraba como si me quisiera preñar, eso me puso como loca… ya necesitaba que me violara mi oso… necesitaba una polla en lo más adentro de mi ser, pero ya…

Salí del baño y allí estaba el, enorme… de un salto lo abracé y el poniendo sus manotas en mis nalgas me sostuvo flotando en su pecho mientras le besaba… me bajó y escuchamos al africano que nos decía; “ que envidia, esa cola perfecta que te llevas, te la vas a pasar muy bien" “¿no invitan?” mi oso, sonriente le contestó; “ hoy no querido amigo, hoy no, hoy está cola es solo mía” a lo que yo como loca desatada le pregunté, “¿y mañana?”… el sonrió y el africano se acarició su paquete delante de mi relamiéndose con la posibilidad de que mañana a lo mejor pudiera terminar lo que comenzó en el baño…

“Mañana, regresaremos y veremos" le dijo mi gigante gentil mientras me abrazaba y me dirigía a la salida con una mano en mis nalgas… yo voltee para despedirme del africano con un besito al aire… y una sonrisa pícara…y el africano a lo lejos nos grito; “ recuerden que mañana es noche de disfraces, estará muy divertido…”

Esa idea de volver mañana y siendo una noche de disfraces me enloqueció, reí de felicidad y mi oso me apretó mis nalgas con más deseo al verme tan feliz…

Una vez en su camioneta comenzamos a comernos vivos, nuestras manos luchaban por conquistar nuevos espacios y nuestras lenguas se amaban haciéndose el amor con placer, morbo y ternura a la vez… arrancó la pickup y salimos de allí rumbo al hotel, cada semáforo en rojo nos volvíamos a comer vivos, ya era de necesidad mental el llegar y entregarnos mutuamente.

Finalmente llegamos al hotel, dejó la camioneta en el valet parking y nos fuimos como corriendo al lobby, esperamos al ascensor viéndonos a un metro de distancia, llegó, entramos en el y una vez se habían cerrado sus puertas me saqué por completo el pantalón quedando tan solo con mi camiseta blanca y mi hermosa tanga, el me besó y acarició, rodeándome me abrazó y su enorme mano derecha se apoderó de mi culo, entrando debajo de la tanga directamente a mi coñito, metiéndome un dedo y empujando hacia arriba me lo metió por completo haciéndome poner de puntillas mientras le besaba… la locura era ya imparable, menos mal que llegamos a mi piso y caminamos por el pasillo hasta mi habitación sin encontrarnos a nadie, ya que su mano seguía dentro de mi y mi boca en la de él, no se ni cuanto tardamos en caminar ese pasillo, ya que caminábamos haciéndonos el amor, por fin abrí la puerta entramos y la cerré detrás de mí, me quité la camiseta y me quedé frente a el tan solo con mi tanga roja. Le comencé a desabrochar la camisa mientras el se quitaba los pantalones, eso lo hacíamos justo allí en la puerta del cuarto, la necesidad no nos permitía seguir adelante, queríamos ya estar en bolas… le fui besando su pecho y al llegar más debajo de su magnífica panza, su enorme y maravillosa polla, ya en completa libertad, me veía lagrimeando de su único ojo, brotaba de ella ese néctar dulce y maravilloso que tanto deseo siempre, pasé mis labios por ese glande como si fuera un labial, de hecho lo era en ese momento, el  labial más grande del mundo, abrí mis labios y me metí toda su carne hasta donde mi boca podía, se lo chupe divinamente mientras el rugía cual oso en celo, le lamia todo ese tronco lleno de venas una y otra vez para luego volver a esa cabeza enorme y brillante feliz de tenerme allí, luego comencé a lamer sus bolas divinas y volvía de nuevo a su cabeza pasando por todo ese magnífico tronco.

Sentí sus manos tomarme por debajo de las axilas y levantarme en vuelo mientras me daba la vuelta en el aire para dejarme viendo hacia la pared y el a mi espalda, había llegado el momento de que me violara, lo ansiaba…

Se agachó y me sacó la tanga de un tirón e inmediatamente sentí su cara entre mis nalgas haciéndome gritar hacia adentro, con sus manos en cada nalga las apartó para que su lengua, acorde a su tamaño en general, fuera la primera en penetrarme, entro y sentí que me moría de placer, allí estuvo varios muchos minutos haciéndome gemir y empujando mi cola con su cara y su divino oral de manera que tuve que apoyarme con mis manos en la pared y quedar allí de puntillas, su fuerza era biológica, de verdad me sentía minúscula ante su fuerza y eso me tenía derretida, era literalmente la novia de King Kong.

Dejó de comerse mi cola y poniéndose de pie detrás de mí sentí su polla merodear mi cola, que yo empine y moviendo mis caderas le busqué, nos encontramos y su glande divinamente lubricado estaba acariciando mi coñito, estaba allí en la puerta de la felicidad, moví mis caderas y sentí como me penetraba ese animal suavemente pero sin detenerse, con mis manos abrí mis nalgas para que entrará por completo y luego puse mis manos en la pared para soportar lo que estaba por venir, así fue como poco a poco subía el ritmo de sus penetraciones, hasta que ya era un motor sin frenos, su bombeos eran sublimes y literalmente me tenía llorando, pero no de dolor, del extremo placer que estaba sintiendo, no podía respirar… sentí sus manos rodearme de atrás hacia adelante que tomándome de mi abdomen se aferró más a mí y bombeándome aún más fuerte, fui elevándome hasta ya no tocar el piso, mi King Kong me penetraba mientras yo flotaba en el aire del más fino placer y la más absoluta entrega, temblaba yo allí en el aire y el empezó a rugir muy fuerte haciéndome saber que estaba a punto de hacerme mujer… sentí miles de chorros de la más divina leche caliente en la profundidad de mi ano y con mi mano solo alcancé a rozar mi pollita y explotar con el en el más maravilloso orgasmo, el seguía bombeándome y yo apretaba mi ano de las convulsiones del orgasmo que estaba sintiendo, ya había acabado pero mi cuerpo seguí temblando con cada movimiento de mi enorme amante...

Llego la tregua, sin salir de dentro de mi, sin dejar de abrazarme, sentí nuevamente el piso en mis pies, aunque no podía soltarle, la gravedad me hubiera hecho caer al piso… era su muñeca de trapo favorita con su pene aún manteniendo la firmeza para estar dentro de mi, no quería que saliera, no quería que jamás saliera, así estuvimos besándonos un buen rato, fue el final perfecto para ese calentamiento que teníamos desde que hablamos por teléfono, este era el paraíso…

Volví a sentir como con su enormes brazos me volvían a elevar, llevándome a la ducha, una vez adentro de la ducha salió de mi y casi me puse a llorar, la sensación de vacío era demasiado. Me voltee hacia el para besarlo… nos comenzamos a mojar con el agua tibia, la sensación me recuperaba de nuevo, me agache y tomé el jabón, el me lo quitó y me dijo; “déjame limpiarte toda mi Diosa"

No hubo ni un centímetro de mi piel que este hombre divino no hubiera limpiado con la ternura más grande, siempre manteniéndome caliente, con sus dedos que hacían exploraciones profundas manteniéndome de nuevo en estado de gemir y gemir… le tomé el jabón y fue entonces mi momento de enjabonarle, era monstruosamente enorme mi oso, gigante, todo en el era grande… pero luego de llenarle bien con el jabón, comencé a restregarme en el, como si yo fuera la esponja más grande del mundo, besándole cada vez que podía, pasé toda mi piel por su enjabonado cuerpo hasta que llegue al momento y al lugar más rico, mi cola se encontró de nuevo con su polla, suavemente moví mis caderas enjabonándole con mis nalgas su magnífico abdomen, su panza divina y su hermosa polla. Comencé a sentir que crecía y se endurecía una vez más para mí y por mi… eso basto para que le viera a los ojos y sin decir nada me puse arrodillada en el piso de la ducha y me quedé en cuatro esperando por el, no lo dudó y en menos de nada sentí como se ponía detrás de mí y su glande magnífico comenzaba a abrir mi coñito suavemente, primero la cabeza…ahhh, luego su tronco poco a poco mientras me acercaba a él con sus enormes manos en mis caderas, comencé a llorar, sin parar, no era dolor, era placer y felicidad. Acercó su cara a mi y me preguntó consternado; “ ¿Qué pasa?,  ¿te he hecho daño?...

Yo: para nada, ahhh estoy llorando de felicidad, sentirte entrar en mi fue lo más sublime que he sentido, fue mágico y lloro de agradecimiento al universo, de placer ahhh y de amor…sigue te lo suplico, hazme tuya toda…

Sentí como entró todo y con un suave suspiro empiné mi cola para hacerlo entrar aun más… me penetró una y otra vez, profunda y suavemente, incorporé mi torso y el me abrazó desde atrás metiéndomela una y otra vez, con suavidad y con ritmo… ahhhhhhh, me dijo; “ ven, vamos a la cama…” con todo el dolor de mi alma me levanté nos sacamos el jabón besándonos bajo el agua, nos secamos y me fui corriendo a la cama y el detrás de mí, me reí pícaramente mientras le esperaba ansiosa, desnuda y entregada en la cama, llegó hasta mi y besándome me puso boca abajo, tomó el aceite que estaba justo en la cómoda y comenzó a esparcirlo por toda mi piel, llenó mis nalgas de aceite y se subió a la cama y sobre mí, era enorme, pero sabía lo que hacía, nunca me sentí sofocada o incómoda por su peso y tamaño, todo lo contrario, su postura me permitía hasta levantar mi cola hacia el para dejarle hacerme lo que quisiera y el quería lo mismo que yo, penetrarme nuevamente…. Le sentí entrar en mi otra vez y ahhhh no puedo ni escribir esto, estoy demasiado excitada…. Ahhhh que rico sentir como me iba entrando ese animal que ahora estaba a su máximo de tamaño y dureza. Una vez todo adentro me puso de lado y en forma de cucharita comenzó a penetrarme una y otra vez, yo solo hacía ruiditos cortos, ah, ah, ah, ah… puso su mano enorme en mi cuello desde atrás y acercando su boca a mi boca nos besamos en el estado de lujuria más auténtico, bocas abiertas y nuestras lenguas convirtiéndose en sólo una mientras sus caderas me sometían con más y más penetraciones hasta el fondo. Se detuvo mientras me cogía mi pollita y besándome me pidió que le cabalgara.

Allí estaba yo, cual amazona experta sobre ese ariete magnífico que en esa posición se sentía mas como un mástil dentro de mi, le di la cabalgada más divina de la historia, arqueando mi espalda y subiendo y bajando con esa carne en mi interior, llegamos al clímax juntos y gritando, el como animal salvaje y yo como adolescente que pierde su virginidad pero disfrutándolo, explotamos a la vez llenándome el por dentro una vez más con esa leche divina y caliente y yo sobre su pecho y abdomen para luego en un largo suspiro caer sobre el… no se puede pedir más… gracias.

Justo antes de dormirme, le pedí a los Dioses que se quedara, no quería amanecer con otra carta y mucho menos sola, quería amanecer con una polla entre mis nalgas y ser feliz…

Bona nit…

Continuará