Viaje de vaciones
Pasé las vaciones de Navidad con unos amigos pensando ue serían maravillosas y lo fueron hasta que llegó la degradación, la humillación, la violación y la tortura.
Dos domingos antes de Navidad mis amigos Pedro y Ana, los dos también profesores en mi Universidad, me invitaron a comer a su casa del campo.
Estaban sus tres hijos, dos chicos y una niña que los conozco desde hace varios años, sus edades son: 25. 20 y 14. Al mayor solo le saco dos años que es con quien mantengo mas amistad, a veces salimos juntos de marcha.
Desde hace dos años es piloto de avión y últimamente hace vuelos trasatlánticos entre España y Argentina. Mientras comíamos me hablaba de su trabajo y me dijo:
Porque no vienes estas Navidades, conmigo a Argentina, pasaremos dos semanas en casa del capitán
No te entiendo, explícate
Si, el capitán del avión, con el que voy de copiloto, hace una par de años se compró una hacienda allá y a veces nos quedamos varios días, si le digo que llevaré un amigo, no pondrá ningún problema, seguro.
Bueno , me lo pensaré y te contesto en un par de días o tres.
De acuerdo, contéstame y piensa que podemos estar todas las fiestas de Navidad y año nuevo. Tu también tienes vacaciones y allí encontraremos tiempo de verano
A media tarde me despedí de todos ellos y Toni (así se llama el hijo mayor de mis amigos) me recordó el viaje que podíamos hacer juntos.
No me he presentado soy Juan el joven profesor de CCPP, casi todos me conocéis de otros relatos. Al día siguiente llamé a Toni para confirmarle mi intención de viajar a Argentina. El viaje y la estancia me iban a salir completamente gratis o eso pensaba yo.
Iniciamos el viaje el miércoles antes de Navidad, después de una cuantas horas de vuelo, en que las azafatas me trataron a cuerpo de rey, no en vano era el invitado del comandante, llegamos al aeropuerto de Córdoba, allí nos esperaban un BMW para el comandante que inmediatamente que él subió partió para la finca y dos vehículos todoterreno también con chofer, uno para las maletas de todos y en el otro nos acomodamos dos azafatas , mi amigo Toni y yo y también partimos para la hacienda del comandante. Todo esto me extraño mucho, pero no dije nada.
Entre el cambio horario, la duración del vuelo y la distancia hasta la hacienda, llegamos allá sobre las diez de la mañana del jueves, nos recibió el comandante (todos allí lo llamaban así o bien padrecito) con su séquito de servidores (hombres y mujeres) lo que me llamó la atención es que todos eren jóvenes, ninguno debía sobrepasar los 25 años. Había cuatro chicos rubios, altos, delgados y guapos y cinco chicas morenas altas, guapas, con buenas tetas y buen culo, todos ellos se cuidaban de la limpieza y servicio de la casa y una señora que pasaba de los cuarenta, morena y gordita que era la cocinera, Subieron nuestras maletas y nos enseñaron nuestras respectivas habitaciones, una para cada uno de nosotros y además todas tenían baño individual cual de un hotel se tratara. Después de asearnos y cambiarnos de ropa bajamos al comedor para almorzar. Por la tarde montamos a caballo dando un paseo y visitando las cercanías de la casa ( según me contaron la finca tiene mas de 50 mil hectáreas y en ella hay dos pueblos y todas las personas que viven en ella le pertenecen).
Por la noche después de cenar y tomarnos unas copas en la terraza. Me fui para mi habitación, me desnudé (siempre duermo completamente desnudo) y me metí en la cama. Todavía no había apagado la luz y veo que la puerta se abre. Era Toni, sin decir ni una palabra se desnudó y se quería meter en mi cama, lo paré antes de que lo hiciera.
Que haces?
Ya lo ves, vengo a dormir contigo, bueno no ha dormir precisamente.
Pero bueno , tu estas loco o que?. (era el hijo de mis amigos)
No, y además hace mucho tiempo que se que a ti te gustan los chicos.
Y la chicas también.
Vale y las chicas también, pero aquí y ahora no hay ninguna, verdad.
Bueno, quédate ya eres mayorcito, para saber lo que te gusta.
No, si a mi también me gustan las chicas, pero quería estar contigo.
Vaya con el niño y ¿se puede saber porque conmigo?.
Porque me han dicho que eres muy bueno.
Y si se enteran tus padres, ¿que te parece me dirán?
Que digan lo que quieran, soy mayor de edad. Y dime, ¿Quién se lo va decir? ¿tú?. No lo creo
Bueno entra y divirtámonos y ya veremos que pasa.
Hace mucho tiempo que estoy enamorado de ti.
Joder!!. Joder!!, Joder!!. Como se entere tu madre me mata y tu padre me capa.
Si tu no dices nada y yo tampoco, ¿ como se enterarán?.
Sin decir nada mas le abrí las sabanas y se acostó a mi lado. Nos besamos, nuestras bocas se juntaron y las lenguas se entrelazaron, jugando un rato, intercambiamos jugos. Después de un rato me separe de él y busqué su pecho lampiño y con la lengua empecé a jugar con sus pezones, pasaba la lengua, los lamía, los mordía y otra vez los lamía, chupaba, y él se dejaba hacer allí tendido en la cama. Los volví a chupar, morder y con dos dedos se los retorcía suavemente, el muy cabrón suspiraba y decía "
Sigue, me gusta, no me mintieron, eres el mejor. Se lo pasaba bien
Así desnudo, el "niño" (como lo llama siempre su madre) estaba muy bien, antes nunca lo había visto como un posible amante, era el hijo de mis amigos. Mide 192 m y tiene un cuerpo maravilloso de gimnasio y surf.
El juego siguió y fui bajando con la lengua hasta el ombligo y mas allá hasta llegar a la polla, le lamí el capullo y le pasé la boca por todo el tronco, besándola, hasta llegar a los huevos que me los metí en la boca, primero uno, después el otro y mas tarde los dos. De nuevo me dediqué a aquella verga bien tiesa que tenia el niño, unos 18 cm y de un grosor adecuado. La engullí casi toda, después subí a la mitad, para quedarme relamiendo solo el capullo, al mismo tiempo con la mano le hacía un paja
Para, me dijo, para que me voy a correr y no quiero. Es demasiado pronto
Paré, dejé aquella verga bien tiesa y me dedique a su culo. Que culo que tenía el niño. Le levante las piernas y pasé la lengua por la parte de afuera y después mi lengua entró en aquel agujero maravilloso.
Cuando terminé de comerle el culo, le puse la punta de mi polla justo en la entrada y le dije:
Prepárate que voy a entrar en este culo maravilloso que tienes.
Empujé con fuerza y mi verga entró poco a poco, pero entró toda. No era virgen y su culo se abrió bien. Lo follé durante un rato, mi polla entraba y salía de aquel magnifico agujero, nunca me hubiera imaginado follar con el hijo de unos amigos. Me corrí encima de su pecho y barriga, con un dedo recogí mi semen y se lo di a chupar, se metió todo el dedo en la boca y chupó con deleite, cual si fuera un manjar exquisito. Descansamos un momento. Nos besamos. Nuestras lenguas jugaron un buen rato. Y al final me hizo una mamada de campeón. De verdad que este chico sabe muy bien lo que quiere. No dejó que me corriera y me tumbó de espaldas en la cama, se subió encima de mi, se clavó mi polla y me cabalgó de una manera salvaje (pensé que tendría que contárselo a Juan, el chico de Castellón que cursa 3º de medicina y que es mi amante masculino). Dios como disfrutábamos los dos de esta follada, nuestros gritos de placer a la fuerza deberían de oírse desde fuera de la habitación.
Que placer , que inmenso placer, que gozada. Él se corrió en mi pecho y yo al mismo tiempo me corría en sus intestinos. Fue una corrida inmensa, él disfruto de una paja que parecía que no terminara nunca, con su mano se exprimía la polla para sacar hasta la última gota de semen, mientras, yo me corría en su culo por las contracciones que su esfínter ejercía sobre mi verga, me daba la sensación de no poder parar de lanzarle chorros de semen dentro de su cuerpo. Y eso que me había corrido media hora antes!!!!
Me mintieron, me dijeron que eras bueno y no es verdad, eres mas que bueno, eres maravilloso, eres superior
No es para tanto, solo soy normal, pero estoy por la labor.
Nos dormimos.
Se quedó toda la noche y al amanecer me despertó con su boca en mi polla, otra vez estaba pidiendo guerra y la tuvo, vaya si la tuvo.
Lo puse a cuatro patas y con un poco de crema le abrí el culo, primero con un dedo, después dos, y tres, pronto tuvo los cuatro metidos en el ano. Gozaba y suspiraba de placer y me pedía que le metiera mis 22 cm de carne.
Lo complací y le metí mi gran polla hasta el fondo, hasta que mis huevos chocaron con los suyos, con el vaivén cada vez que chocaban hacían ruido y a mi hasta me dolían pero me gustaba y gozaba con ello, y él disfrutó tanto que justo antes de que yo terminara se derramó en la sabana sin necesidad de tocarse. Y de que manera.
Saqué la polla del culo y me corrí en su espalda. Después de tanto placer y disfrute, teníamos hambre , nos duchamos y vestimos. después bajamos al comedor. Allí nos esperaba una buena mesa con toda clase de manjares que nos sirvió para reponer fuerzas. Estaban todos los invitados y el comandante dijo: anoche alguien se lo pasó en grande, los gritos de placer se oían de lejos. Nadie contestó.
Después del desayuno salimos a pasear por la finca, fuimos en varios autos y salimos en caravana, uno tras de otro hasta llegar al río. Con nosotros viajaron tres de los chicos del servicio (conducían los autos) que al llegar al río se cuidaron de preparar las mesas, sombrillas y sillas para nuestro descanso y mas tarde poder comer. Sirvieron bebidas frescas y alcohol. El comandante se desnudó completamente y los tres chicos le imitaron, también mi amigo Toni y las dos azafatas y yo no me quede atrás y también me desnudé (con lo que me gusta a mi ir desnudo). El comandante se dirigió al río para nadar y todos los invitados fuimos tras él. Nadamos desnudos. El agua estaba fresca. En aquel sitio el río era manso. Nadando me separe del resto. En un descanso descubrí que el comandante me seguía, me alcanzó y me besó en la boca, primero suave y después me metió su lengua bien dentro.
Anoche oí vuestros gritos de placer, disfrutasteis como si fuera vuestra primera vez.
Es que era nuestra primera vez juntos.
Esta noche vendré yo a dormir contigo, no quiero que tengas miedo si duermes solo.
Me volvió a besar en la boca, esta vez el beso fue más largo y yo no opuse ninguna resistencia, el tipo aunque debía de pasar de los cuarenta estaba muy bien, se notaba que se cuidaba.
Seguimos nadando juntos y hablando, al cabo de un buen rato de estar metidos en el agua salimos (a Toni y a las chicas les habían dado toallas limpias para que se secaran) al comandante y a mi nos secaron ellos, con mucha delicadeza y con especial atención al llegar al sexo (culo, polla y huevos).
Mas tarde comimos, bebimos y tomamos el sol y jugamos a la pelota, completamente desnudos. Nos fuimos con el tiempo suficiente de llegar a la casa entes del anochecer. Pero hubo un cambio de cuando vinimos y es que ahora me fui con comandante en su auto que conducía uno de los chicos y los otros dos chicos conducían otro auto para las personas y una camioneta con las mesas y comida.
Llegamos a la casa y subimos cada uno a su habitación, nos duchamos y cambiamos de ropa. Me encontré toda la ropa colgada en los armarios, los zapatos colocados y calcetines en su sitio y la sorpresa mas grande, los slips planchados ( yo nunca los había planchado) y guardados en un cajón. Encima de la cama había dos pantalones y dos camisas todo ello planchado para que pudiera escoger cual quería ponerme esta noche. La elección era fácil, pantalón de lino beig y camisa de algodón blanca con manchas negras. Cuando bajé esta noche al salón, me había afeitado y puesto cremas y mi piel estaba de un moreno satinado y a mitad de la escalera vi como todos se giraban hacia mi. Todos me miraban con lujuria, incluso los sirvientes, mis ropas ajustadas marcaban mi cuerpo que aunque no practico mucho deporte y voy poco al gimnasio, no tengo un gramo de grasa que no necesite. Después de repasarme de arriba abajo todas las miradas se fijaron en mi entrepierna, con la ropa ajustada no puedo ocultar mis atributos. Sirvieron el aperitivo, pulpo cocido, con sal, pimentón picante y aceite de oliva, regado con vino blanco de la propia hacienda, bien frío. Mas tarde para cenar, marisco, langostas del caribe, bueyes de mar, navajas chilenas, enormes mejillones abiertos al vapor, y toda clase de moluscos, todo esto acompañado de champaña francés. Creo que todos terminamos borrachos o casi. No se la hora que debía de ser pero recuerdo que uno de los chicos del servicio me ayudó a subir a mi habitación y me desnudó para acostarme. No debía de estar tan borracho porque mi polla estaba dura y deseaba que el chico se quedara a dormir conmigo. Era el chico (se llama Jesús) que me había secado esta mañana en el río, me dio un cachete en las nalgas y me dijo:
- No puedo quedarme, quizá otro día, cuando me den permiso.
El permiso llegó varias horas después, cuando sobre las cinco de la madrugada noté cuatro manos recorrer mi cuerpo, como queriendo modelarlo y dos bocas besar por todo mi piel. Aquello fue un dulce despertar que me agradó. Eran el chico (Jesús) de la noche anterior y el comandante. El comandante me besó en la boca, nuestras lenguas jugaron con ganas, se tocaban, retrocedían, entraban y salían y se volvían a meter bien adentro, intercambiando saliva.
Mientras, el chico (Jesús) me chupaba la polla, después se intercambiaron, yo me dejaba hacer y gozaba. Pasó de la verga al culo, me levanto las piernas y me lo chupo, aquella lengua se metía en todos y cada uno de lo pliegues de mi ano y después se metía mas adentro, la lengua era como un falo pequeño que entraba en mi cavidad mas sagrada. De repente me quiso meter un dedo y todo se desmontó:
Perdone comandante, pero soy virgen y no quiero dejar de serlo.
Solo quería abrirte el culo para poderte meter mejor mi polla.
Le digo que esto no va poder ser, soy virgen.
Pero...
Nada o lo toma o lo deja.
El comandante no estaba acostumbrado que nadie le llevara al contraria y menos en su casa, donde allí si que era el comandante supremo y su palabra era ley.
Después de un momento de dudas proseguimos con la faena. Yo estaba acostado de espaldas y le dijo al chico que se sentara encima de mi polla y se la clavara toda entera, así lo hizo el chico (Jesús), me puso una pierna a cada lado del cuerpo y con su culo buscó mi polla bien tiesa y se sentó encima de mi, clavándose la polla poco a poco, entraba bien ya que tenía el culo bien abierto, solo cuando la tuvo bien dentro, él le empujó para que se acostara encima de mi y poniendo su capullo a la entrada de su culo fue empujando hasta metérsela toda dentro, así había dos pollas en el mismo culo, desde arriba empezó el movimiento de entrar y salir, nuestras pollas se rozaron durante un buen rato, hasta que él gritó que se corría, yo hice lo mismo y los intestinos del chico quedaron llenos de semen, al sacar las pollas, el semen le resbaló hacía afuera. El comandante lo recogió con la boca y me besó pasándome la mezcla de nuestras leches. Los dos se fueron. Me duche, vestí y bajé al comedor a desayunar. Estaban todos menos el comandante, que había excusado la asistencia. El chico con quien había follado esta mañana ya estaba sirviendo la mesa, me sonreía y servía de una manera especial.
Era Navidad y como no podía ser de otra manera, a mediodía, hubo pavo y turrón para comer.
Después de la experiencia mañanera del día de Navidad, estuve tres días sin follar con nadie, tampoco me lo propusieron, pero habían sido unos días demasiado intensos.
Todo en la finca transcurría igual de monótono, comer , pasear, nadar en el río o en la piscina, montar a caballo y volver a comer y consumir alcohol, no se la cantidad de alcohol que consumíamos, pero seguro que era muy grande, demasiado grande.
La cosa cambió la noche del miércoles, cuando ya estaba acostado, eso se había convertido en costumbre, me visitaron las dos azafatas y tuvimos sexo toda la noche (recordad que también me gustan las chicas).
El comandante parecía haber olvidado el incidente de la noche que me visitó y el jueves me dijo que por la noche me enviaría un regalo a mi habitación. Cuando llegué para acostarme, tendido en la cama y completamente desnudo había un chico.
Lo miré de arriba abajo, era un chico campesino, de 165m de alto, pelo y ojos negros y la piel morena. Estaba algo flacucho daba la impresión que no comía lo suficiente. Su piel olía a limpio, a jabón, como si acabara de ducharse. Todo él olía a hierba.
Soy su regalo, señor, pero sin envolver.
Como dices.
Que me manda el padrecito, soy un regalo para Ud.
¿Cuántos años tienes?.
16 señor.
Vístete y vete a tu casa. Yo no te quiero, no me gustan los menores.
Esto no puede ser, señor, el comandante se enfadara mucho y me castigara y a Ud. también, señor
Ya lo arreglaré con el comandante, no pasara nada.
El chico se marchó de muy mala gana.
Al día siguiente estábamos todos en el comedor para el desayuno y él llegó el último, nada mas entrar me gritó:
A si que no te gustan mis regalos.
No es así, lo que no me gusta es que sean menores.
Has despreciado un regalo, así que no tendré mas remedio que castigarte a ti y al chico.
El chico no tiene culpa y a mi no va a castigarme.
A no! y quien me lo va a impedir o acaso crees que alguien de aquí te va a ayudar. Mañana te diré cual es tu castigo.
El resto del día transcurrió normal.
La noche del viernes, cuando nos retiramos a descansar, Toni se vino directamente conmigo a mi habitación. "Quiero tener sexo contigo", me dijo. Yo me alegre de que fuera así, el niño esta realmente bien y sabe como satisfacer a su amante.
Nos desnudamos y cuando ya estábamos en la cama me dijo:
Sabes el comandante hablaba en serio, va castigarte.
Si, y se puede saber porque?
El cree que has despreciado su regalo.
Regalo?. Pero si era solo un chiquillo!!!
Esta acostumbrado que aquí todos hacen lo que él manda, mira he conseguido que te suavice la pena.
No necesito que suavice nada, a mi no me va a castigar!!!
Acéptalo, será mejor.
Mira, ya no tango ganas de tener sexo contigo.
Lo vas a tener de todas las maneras, te guste o no.
Y para que me callara me besó en la boca. Me tumbó de espaldas en la cama y se sentó encima de mi, me sujeto las manos con sus manos, inmovilizándome. Me volvió a besar y fue un beso largo, profundo en el que nuestras lenguas se buscaron y se pelearon, intercambiando saliva.
Arrodillados en la cama me beso por toda la cara, bajando el cuello al tiempo que con las manos me retorcía los pezones, que inmenso placer me daba el niño. Se tumbó de espaldas al mismo tiempo que me arrastraba y me ponía en medio de sus piernas, las levantó y dejó mi polla justo a la entrada de su culo. Aquel trozo de carne dura, fue entrando en aquel agujero oscuro. Metía y sacaba mi porra carnal de aquel ano que se abría y cerraba para disfrute de los dos. Al rato me corrí, llenándole los intestinos con mi leche. Al notar mi semen caliente en su culo, su polla disparó semen por toda la cama, era como un volcán en erupción.
Disfrutamos tanto que me olvidé del castigo y de lo que habíamos hablado. Nos dormimos. A la mañana siguiente no estaba, se había marchado durante la noche. Entonces fue cuando empecé a temer lo peor.
Hasta después del almuerzo todo ocurrió como los otros días. El sábado era el día escogido para montar el espectáculo de los castigos, porque fue solo eso. Un espectáculo duro para los que tuvimos que soportarlo.
Estaba en mi habitación descansando, sobre las cinco de la tarde, se abrió la puerta y entraron ellos, dos rubios y uno moreno, altos, como de 190 m y fibrados de gym. Eran los guardias de seguridad de la finca. Mas tarde sabría que en la finca hay guardias para poner orden y una estructura piramidal de capataces que impone la ley y el orden del comandante.
Entraron los tres atropellando todo lo que encontraron a su paso y me cogieron y antes de que me diera cuenta me habían esposado a la espalda y amordazado para que no gritara, me sacaron de la habitación con los puesto, es decir casi desnudo, solo llevaba un pantaloncito corto sin camiseta y descalzo. Me llevaron un cobertizo para prepararme para el castigo de la noche, allí me quitaron la poca ropa que llevaba y me colgaron del techo por las manos, pero con los pies en el suelo, empezaron a manosearme por todo el cuerpo y tocarme la polla, me pusieron pinzas en los pezones, y me ataron los huevos y y colgaron un peso de ellos. Tenía la polla tiesa y me masturbaban sin dejar que me corriera y después me azotaron sobre todo en las nalgas.
Cuando se cansaron me soltaron y dijeron:
Ahora le toca a tu culo.
De ninguna manera me vais a tocar el culo. Es virgen y así tiene que seguir
Mira un estrechito, como nos vamos a divertir contigo. Si eres virgen mucho mejor te lo vamos a romper.
Pero como ellos eran mas i mas fuertes me llevaron hasta un potro que había allí mismo y me ataron al potro y de esta manera podrían hacer conmigo lo que les diera la gana.
Estaba a su merced, no podía hacer nada para defender mi virginidad y ellos querían acabar con ella y lo consiguieron , vaya si lo consiguieron.
Primero probaron con un dedo y al darse cuento que realmente el agujero era estrecho fue cuando empezaron a creerlo. Luego alguien trajo crema y primero probaron de abrirme el culo con los dedos, primero uno, después dos y así jugaron hasta que lo tuve bien abierto, después me metieron las pollas, porque me las metieron todos, uno tras de otro, al principio grité de dolor y me pusieron un palo en la boca. Después el dolor poco a poco se fue calmando. Realmente me habían roto el culo, yo que nunca había permitido a nadie que hollara este agujero sagrado para mi. Había dejado de ser virgen, esto nunca se lo perdonaría al comandante. En cuanto deje de gritar, me quitaron el palo de la boca y su lugar fue reemplazado por las vergas de esos "policías" de la finca.
Cuando los tres se hubieron corrido en el culo y la boca (tuve que tragarme el semen, pero esto no me molesta, me gusta mamar y la leche) me desataron y me dijeron que me limpiara, pensé que se había acabado el castigo, pero no esto no entraba en el castigo, eso era algo personal, era la propina. Cuando estuve limpio me dieron una camiseta y un pantalón de algodón y sobre las ocho de la noche me condujeron a un claro del bosque. Allí me esperaban todos.
El espectáculo que vi era dantesco, habían puesto una tarima iluminada y los campesinos mas cercanos obligados a presenciarlo todo. A mi izquierda estaba el niño al que yo no había querido follar y a mi derecha su padre. Esto era la causa de este castigo, a mi por no aceptar el regalo, al niño por no insistir mas y al padre por no haberlo educado bien. El padre había estado todo el día atado desnudo a un poste con un dildo metido el culo y en un lugar público, donde todos los que quisieran pudieran mearlo, sobarlo o hacerle una paja.
Ahora estaba allí en la tarima dispuesta para el espectáculo, atado a una maquina que al mismo tiempo que lo follaba, le hacía una paja.
Desde que yo estaba allí atado había visto como se corría dos veces.
Y seguía atado a la máquina que lo masturbaba y follaba. Hasta cinco veces vi como se corría, después apagaron la luz que lo iluminaba y empezó el espectáculo con el niño. Estaba atado desnudo a un potro y alguien le untó el ano de una crema y trajeron un mastín grande para que lo oliera, y este empezó a lamer el culo del chiquillo y después levanto las patas delanteras y con la polla dura le busco el culo y lo folló. Yo cerré los ojos para no ver el espectáculo. Se apagó su luz y se encendió la mía, "es mi turno", pensé.
Estaba atado en cruz a dos columnas, lo que me obligaba a tener las piernas bien abiertas. El encargado de castigarme era Jesús y vino hacía mi y me arrancó la ropa, quedando completamente desnudo delante de todo el mundo, a continuación me rasuró el pelo del pubis, quedando completamente lampiño.
Y después Jesús se desnudó y se puso detrás de mi y empezó a acariciarme y restregarme su polla por mi culo y besarme en el cuello y me retorcía los pezones lo justo para darme gusto lo que hizo que me olvidara de donde estaba y la polla se me puso dura y empezó a masturbarme hasta que me corrí. Justo en este momento se apagó la luz.
Note como alguien me desataba a toda prisa y reconocí la voz de Toni que me decía
Tranquilo que ya ha terminado todo
Te parece poco lo que ha sucedido.
Calma ahora te llevamos a tu habitación entre Jesús y yo. Todo ha pasado ya. Olvídalo, solo ha sido un mal sueño.
Jamás lo podré olvidar, en la vida lo olvidaré.
Entre los dos me cubrieron con un albornoz que tenían preparado y me ayudaron a llegar a la habitación. Allí me ducharon y me pusieron crema por todo el cuerpo y me curaron las heridas del cuerpo , las del alma y la humillación que había padecido jamás se curarán.
Se quedaron toda la noche. No tuvimos sexo, dormimos todos juntos en la misma cama. Al amanecer Jesús se marchó para preparar y servir el desayuno. Antes de que Toni se marchara le conté lo sucedido con los guardas, él no sabía nada y me dijo que estaba seguro de que el comandante tampoco lo sabía, le rogué que no le contara nada hasta después de mi partida, tenía miedo de lo que los guardas me pudieran hacer. Yo no salí en todo el día de entre aquellas cuatro paredes, Toni vino a buscarme para desayunar y le dije que no me movería de allí. Mas tarde Jesús vino a traerme comida, pero no la caté y le dije que no me trajera nada mas que no probaría bocado.
El lunes por la mañana, Toni y las dos azafatas me visitaron y me invitaron a salir con ellos y que lo olvidara todo. Salí con ellos, pero no olvidaría jamás la humillación.
El día transcurrió como si nunca hubiera pasado nada, el comandante, estuvo muy jovial conmigo y aunque estuvo especialmente atento, yo guarde las distancias con él. Me quedaba un día de estar en la finca, pues el martes por la tarde regresábamos a España.
Por la noche al entrar en mi habitación me esperaba una otra sorpresa, tendidos en la cama y desnudos había el chico del otro día y un amigo suyo, antes de que yo pudiera decir una sola palabra el otro chico dijo:
Señor, por favor acéptenos en su cama, si no lo hace nos castigaran. Yo tengo 17 años y dentro de tres meses cumpliré 18.
Seguís siendo menores los dos.
Por favor acéptenos, señor. Cuando Ud. se vaya nos castigarán.
Bien os podéis quedar, pero yo no voy a tener sexo con vosotros.
Gracias, señor, haremos los que Ud. Diga. si nos permite quedar, podemos dormir en el suelo, no nos importa. Pero por favor deje que nos quedemos.
Vi el miedo reflejado en sus ojos y se quedaron toda la noche, incluso compartimos cama. No tuve sexo con ellos, pero el comandante no se enteró.
A la mañana siguiente el comandante me sonrió todo el tiempo. Después del desayuno, Jesús subió a mi habitación para prepararme las maletas. Antes de empezar vi que se desnudaba y me desnudó a mi y empezó a besarme en la boca y después el cuerpo y me dijo
Deprisa hazme el amor, que tengo poco tiempo y no quiero que te marches sin haber estado otra vez contigo.
Las cosas del sexo deben ir despacio.
Esta vez no, date prisa.
Hicimos el amor de una manera rápida, de pie, él apoyó las manos en el borde de la cama y le embestí por detrás, antes de correrme dentro de él le hice una paja que guarde en la mano y después le di a comer su propio semen. Nos quedamos los dos satisfechos y aunque había sido un polvo rápido, él era feliz de haber podido estar conmigo por última vez
Arreglo la habitación y preparó las maletas y se despidió de mi con un beso en la boca. Cuando salió de la habitación vi como dos lágrimas resbalaban por su mejilla. Estoy seguro que jamás lo volveré a ver.
Justo después del almuerzo partimos hacía el aeropuerto. Ya en el avión, cuando estábamos cruzando el Atlántico, el comandante se acercó a mi y me pidió perdón, me dijo que no sabía nada de los que me hicieron los guardas y que al volver los castigaría muy duro. La verdad a mi no me interesaba nada de todo esto, pero le dije que aceptaba las excusas.
El miércoles por la noche me fui a ver a mi amado Juan y se lo conté todo, después de una noche de verdadera lujuria sexual, por la mañana le dije:
Mira voy a dejarte.
¿Por qué?
No lo sé, pero lo que ha pasado en estas vacaciones me ha cambiado.
Pero esto no es motivo para que me dejes, nosotros seguimos siendo los mismos, verdad. ¿Tu me amas?.
La verdad que ya no lo sé.
Pero no me puedes dejar así.
Necesito reflexionar sobre lo nuestro. He conocido a Toni y el chico me gusta.
Pero puedes estar con él todas las veces que quieras yo nunca te he puesto impedimentos.
No, es mejor que lo dejemos.
Y salí del apartamento de Juan, el estudiante de 3º de medicina de Castellón, dispuesto a no volver nunca jamás a entrar en aquella casa.
Salí sin mirar atrás. Allí dejaba tres años de mi vida. Y a pesar de todo había sido feliz con él. Hace meses que no se nada de Juan. Toni me mantiene ocupado.
Para JUAN, allí donde estés. In memoriam.
Agradezco los comentarios y las criticas y si queréis me las podéis mandar directamente a mi correo: joanmikel@hotmail.com . Gracias.