Viaje de orgasmos (2)

(2)

Por la tarde fuimos a la playa. Yo iba con una toalla nueva que me había comprado a la vez que el arnés, que ponía “ no me comas la oreja cómeme la almeja” la extendí bien en la arena para que no le quedara ni una arruguita.

Empecé a oír risas.

Carlos: jajajajja pero tia que coño te has comprado? Jaj

Marie: en serio? De verdad esa toalla?

Yo: joder jaja si que pasa? Para quien lo quiera poner en práctica, igual ligo y todo…

Marie: claro, debe ser muy efectivo eso

Yo: dejarme tranquila, a mi me gusta.

Y me tumbé boca abajo en ella.

Carlos le extendía crema a Marie, que también se había tumbado, masajeándole la espalda, nos quedamos mirando.

Al rato ella se dio media vuelta y se puso boca arriba, el le acariciaba la tripa y yo la notaba tensa, hasta que empezó a darle besos por el cuello y ella le dijo que parara y el se resignó.

Yo: voy a ir al baño, alguien me acompaña?

Marie: yo misma.

Miguel: típico…no pueden ir solas al baño…

Yo: tu calla y disfruta del sol, campeón.

Nada más cerrar la puerta del baño, la apoyé contra ella y empezamos a besarnos, jugamos con nuestras lenguas, y esos labios me hacían perder el control.

Sin pensarlo metí la mano por debajo de su bikini.

Marie: nena… no habíamos quedado en que…

Yo: calla… quiero hacer que te corras..

Seguí besándola.

Me encantaba sentir como su sexo se iba humedeciendo más y más y mojaba todos mis dedos. Los pasaba despacio de arriba a bajo acariciando su clítoris que ya estaba muy resbaladizo.

Una de las veces puse la punta de mis dedos en su agujerito, y también lo acaricié, sentía como aumentaba su excitación. Metí mis dedos en ella y la penetré rápido, mis dedos salían y entraban muy fácil, probé a meter otro, que entró con la misma facilidad, empecé a penetrarla también fuerte. Me tenía agarrada por la cintura y me apretaba hacia ella, yo sentía en mis dedos el calor y la humedad que salía de su interior.

Decidí sacarlos y empecé a masturbarla rápido, su respiración también se aceleró.

Yo: quieres correrte en mi boca o en mi mano?

Marie: en tu boca.

Me agaché y aparté el bikini hacia un lado, pegue mis labios a su coñito y empecé a comérselo, ahora me sujetaba la cabeza, su respiración acelerada se convirtió en gemidos que no podía controlar. Noté como se corrió.

Yo: no podía aguantar más princesa.

Marie: ven

Y nos volvimos a besar.

Salimos de allí un poco acaloradas, y decidimos comprar unas cuantas botellas de agua fría, para nosotras y para repartirlas a los demás.

Se habían metido en el agua y salían cuando nosotras llegábamos. Ella se sentó de nuevo en su toalla y yo opté por meterme directamente en el agua, yo todavía seguía caliente.

Me metí hasta que el agua me cubrió por los pechos, me hundí para mojarme la cabeza, nadé un rato y como no se me pasaba la excitación decidí meter la mano por debajo de mi bikini y tocarme, cuando había empezado, vi como ella se adentraba en el agua, seguí tocándome hasta que estuvo junto a mi.

Marie: se habían bañado ya todos, me apetecía meterme a mi también y de paso aprovechar que estamos solas.

Yo: nos ha salido bien la jugada.

Marie: parece… donde tienes la mano?

Yo: tu que crees??

Marie: y no preferirías que fuera la mía?

Yo: obviamente….

Marie: Pues déjame a mi..

Yo: se va a notar…

Marie: no… estamos lo suficiente lejos y el agua nos cubre… ponte delante de mi, mirando hacia allí.

Le hice caso, me puse dándole la espalda y ella me agarró con una mano por la cintura, y metió la otra por detrás, por debajo de mi bikini.

Lo primero que encontró fue mi agujerito muy húmedo, introdujo dos de sus dedos, y me penetró despacio durante un rato.

Yo: necesito correrme, estoy muy caliente.

Sacó sus dedos y me empezó a masturbar lento, la agarre por la cintura para sujetarme bien y comenzó a masturbarme mas rápido, yo apretaba sus caderas en señal que el orgasmo estaba cerca, y sentí como me llegó.

Marie: ahora estamos en paz

Yo: me encantas

Marie: es mutuo.

Yo: voy a salirme, por que si no te besaré y eso si lo van a ver

Marie: jaja vale… yo salgo enseguida.

Esa noche no salimos, no estaba de más descansar un poco, y en dos días nos íbamos.

Mientras cenábamos en casa en las noticias salió que a la siguiente noche habría lluvia de estrellas y nos pareció un buen plan.

Por la mañana en el desayuno le comente a Marie algo que me “preocupaba”

Yo: oye, no crees que lo de esta noche es un plan un poco romántico, como para una relación de tres en la que yo soy la 3 persona? Igual no debería de ir…

Marie: no es una relación de tres ni tu eres la 3 persona… si tu no vas.. que gracia tiene que vaya yo? Y no puedo poner excusa ninguna

Yo: pero tu estarías con tu “novio” y yo… contando estrellas… y entiendo que el vaya a estar cariñoso…

Marie: bueno hasta ahora lo hemos llevado bien… es solo una noche más..

Yo: a ver… igualmente hoy no saldré durante el día, no me apetece

Yo me quedé en casa, con la tele y el sofá, me fui a dar un baño en la piscina y volví al sofá, y así se me pasaron las horas hasta que volvieron prácticamente para cenar.

Sandra: vamos a preparar las cosas y nos vamos?

Miguel: va si, coger las toallas, yo voy a meter unas cervezas

Carlos: pues yo cojo algo de comer.

Llegamos a la paya que era el sitio donde menos luz hacía y se verían mejor, dejamos los trastos en la arena, extendimos las toallas y nos sentamos en ellas para hablar y beber un rato.

Yo: mirar!!! La habéis visto???

Sandra: yo si!!

Marie: yo no he visto nada

Carlos y Miguel: nosotros tampoco

Yo: pringados!!

Nos tumbamos para mirar al cielo, yo como siempre estaba al lado de Marie y Carlos al otro lado, me acerqué a ella, y le cogí la mano disimuladamente, ella me la apretó. Carlos acercó su cabeza a su cuello y no tardo en besarlo a lo que ella hizo un gesto para que se quitara. Me pareció ver que también tenía agarrada su mano. Fue a darle un beso y entonces ella apartó la cara. Carlos se levanto al grito de ¡ joder !

Yo: ves, ves

Entonces ella se levantó y fue tras el. Pude oír la discusión perfectamente, casi entre gritos.

Carlos: que coño te pasa? Llevo aguantando mucho tiempo, prácticamente desde que llegamos no me has dejado ni darte un beso, ni rozarte.

Marie: no me pasa nada…

Carlos: no me cuentes historias! No me tomes por gilipollas!

Marie: no lo hago… Carlos…

Carlos: ni Carlos ni hostias! Que coño pasa?!

Marie: estoy enamorada de Alejandra! Estamos juntas!

Al oír eso me incorporé todavía más no se si por la palabra o por oír que se lo había dicho a el y el corazón me iba rápido. El se quedó en silencio unos segundos y me miró

Carlos: es eso verdad?

Yo, me quedé paralizada también por unos segundos, sentía las miradas de Miguel y Sandra y los ojos de Carlos estaban mirándome fijamente.

Yo: si.. pero te lo puedo explicar…

El no dijo nada, se acercó para coger sus cosas e irse. Lo intenté retener cogiéndole del brazo.

Yo: espera, no te vayas así, déjame explicarte

Carlos: no me toques

Me levante y fui detrás de el, y Marie también se acerco a nosotros.

Marie: para por favor, vamos a hablar

Carlos: yo no tengo nada que hablar con vosotras, me habéis apuñalado por la espalda de una forma sucia. Hasta aquí hemos llegado. Y tu (dijo mirándome a mi) esto de ti no me lo esperaba.

Yo: Carlos por favor…

El se giro y se fue, yo quise seguir yendo detrás, pero Marie me cogió la mano y me paró.

Marie: no vamos a conseguir nada, al menos ahora no.

Yo: tia, como coño se te ocurre soltarle eso así?

Marie: has visto como se a puesto, no podía seguir mintiéndole, no sabía que mas hacer!

Yo: vale… perdona. Y que hacemos ahora? A mi no me apetece más estar aquí. Si al menos pudiera explicarle lo que siento por ti… igual le costaría de entender pero al final lo haría

Marie: quizás… pero le hemos mentido… vámonos a casa.

Miguel y Sandra ya habían recogido todo, y nos fuimos los 4 en silencio hasta el apartamento.

Carlos tenía la puerta cerrada y nadie se atrevió a abrirla y entrar. Miguel recibió un mensaje y fue hasta la puerta y entró.

Marie y yo nos quedamos sentadas en el sofá en silencio, preocupadas.

Al cabo del rato Miguel salió.

Miguel: esta haciendo la maleta, se va ahora

Yo: como se va a ir ahora? Es de madrugada!

Miguel: dice que en 3 horas sale un barco, y se va

Yo: joder…

Marie: no podemos hablar con el?

Miguel: dice que cuando salga no os quiere ver..

Yo: no pienso dejar que se vaya así, si al menos escucharnos

Miguel: créeme lo mejor es que lo dejéis irse.

Marie: tu crees?

Miguel: si

Pasado un rato nos metimos las dos en la habitación y escuchamos cerrarse la puerta principal.

Yo: que mal lo hemos hecho

Marie: no creo que hubiera estado bien de ninguna manera..

Yo: ya… pero no se.. joder que puta mierda. Seguro que he perdido a mi mejor amigo…

Marie: verás que con el tiempo todo mejorará aunque sea un poco.

Yo: tu crees que si tu y yo estamos juntas, podrá mejorar algo con el?

Marie: quizás si se da cuenta que no es solo un rollo…

Yo: quizás… tu que sentías por el

Marie: ufff… pues cuando lo conocí me gustó, y me interesaba seguir conociéndolo más, pensé que este viaje sería una oportunidad, pero no tenía sentimientos fuertes por el, al menos todavía no, y cuando te vi, hable contigo… algo se me removió por dentro, y sin saberlo ni quererlo ese interés o lo que sea, se quedó apartado y retrocedió.

Yo: ósea que no sentías nada por el?

Marie: no lo suficiente, nada comparado con lo que empecé a sentir por ti.

Yo: eso que has dicho antes… lo de que estas enamorada de mi… es verdad?

Marie: no se definirlo aún… pero me salió así, solo se nunca lo había sentido… y siento muchas cosas. Y tu?

Yo: yo también siento muchas cosas… demasiadas… y he arriesgado sin pensarlo demasiado, la amistad con una de las personas más importantes que había en mi vida, por esto.

Nos besamos y nos dimos un abrazo.

Esa noche dormimos juntas, pero no pasó nada, estábamos demasiado tocadas anímicamente y a mi no se me iba de la cabeza mi amigo… donde estaría? Como? Que pensaría? Se habría calmado?... eran preguntas que me rondaban todo el rato.

Por la mañana me despertó Marie con caricias en el cuello.

Marie: buenos días, como estas hoy?

Yo: bueno… si te dijera que bien mentiría, pero supongo que mejor. Y tu?

Marie: mejor también.

Nos besamos.

Nos levantamos a la hora de comer, y en la mesa todo el mundo estaba en silencio, hasta que Miguel lo rompió

Miguel: no es por meterme… pero… como habéis dado lugar a esto?

Yo: no supimos hacerlo mejor..

Miguel: no voy a ser yo el que juzgue el amor, pero había mejores formas

Yo: pues si tu la tenias…

Sandra: bueno ya esta… dejemos el tema, no vayáis a discutir también vosotros

Miguel: no es discutir, es mi amigo, tendré que hablar

Yo: y que era mi primo! No te jode. Bastante mal me siento ya

Miguel: seguro…

Yo: eres imbécil?

Miguel: con novias y amigas así… el imbécil es el

Yo: menudo retrasado eres, quien te has creido?

Sandra: Miguel ya basta, no te metas, es algo de ellos.

Marie: venga Ale, vámonos a dar una vuelta…

Fuimos a una heladería en el paseo marítimo, nos sentamos en la terraza.

Yo: perdón por ponerme así pero ese tio es idiota, que sabe lo que estamos sintiendo en general?

Marie: olvídate de eso, no se lo tengas en cuenta

Yo: ya nena… pero me jode

Marie: lo se… a mi también, pero no vale la pena ponerse a discutir con el.

Yo: ya…. Solo espero que Carlos esté mejor… necesitaría hablar con el.

Marie: cuando volvamos tendremos la oportunidad, hasta entonces no vale la pena que nos torturemos, intentemos disfrutar de lo que nos queda.

Yo: tienes razón.

Me cogió la mano y me dio un beso.

Marie: va, cómete el helado, que se te va a derretir.

Yo: no me apetecer ver a nadie tia

Marie: ahora nos vamos a dar un paseo, te parece?

Yo: me parece

Fuimos andando por el paseo y ella me agarró de la mano, yo la miré y sonreí

Yo: me sabe mal decirlo, pero que gusto poder ir de la mano por la calle, sin es sentimiento de culpa, como una pareja normal

Marie: ya tenía ganas de hacerlo y me gusta

Fuimos hasta una zona donde había muchos puestos de cosas diferentes, y paseamos entre ellos mirando las cosas y comentando. Pasamos por una que vendía peluches y se paró, compró uno de una tortuguita con los ojos grandes y un corazón, y me lo regalo, fue una tontería, pero me encantó, la cogí por la cintura y le di un beso.

Yo: muchas gracias, me gusta mucho, eres un amor.

Marie: me apetecía que tuvieras algo de mi parte, nunca había regalado algo así a aun chico, normalmente lo hacen ellos jajaj

Yo: jajaja si verdad?? Hay que cambiar los hábitos, muy bien.

Seguimos dando la vuelta a los puestos de la mano, y yo con mi peluche, toda contenta.

Yo: te apetece que vayamos a cenar algo por ahí las dos?

Marie: claro, que te apetece?

Yo: no se, el primer chiringuito que veamos por la playa.

Paseamos un rato más y luego fuimos andando por la playa hasta encontrar uno, nos sentamos y pedimos picoteo.

Yo: es malo que tenga ganas de hacerte el amor?

Marie: no me digas eso… que paso de cenar… no creo que sea algo malo.. las cosas se han dado así

Yo: ya… me gustaste tanto desde que te vi… y nunca pensé que podría estar así contigo

Marie: podríamos quedarnos aquí algún día más y disfrutarlos como antes no pudimos

Yo: enserio? Te apetece? A mi me encantaría.

Marie: si, mañana podemos reservar en algún sitio. Un hotel

Hablamos durante la cena, nos abrimos un poco más la una a la otra y me daba cuenta de que cada vez estaba más perdida por esa mujer.

Cuando llegamos a casa, no había nadie, no se si por que no estaban o por que estaban durmiendo, me dio igual, con no verlos tenía.

Nos metimos en nuestra habitación, nos tumbamos en la cama, yo me incorporé un poco para mirarla, le retiré el pelo de la cara.

Yo: me encantas…

Marie: me vas a besar ya?

Que iba a hacer yo si no era besarla... nos besamos de una forma muy dulce, como nunca antes habíamos hecho, nos entretuvimos en complacernos con besos y caricias.

Me besaba el cuello recreándose en el, yo le acariciaba la espalda.

Le quité la camiseta, no llevaba sujetador, le agarré los pechos y los apreté, mientras nos seguíamos besando.

Baje mi boca hasta ellos, los lamí y me centré en jugar con sus pezones, no paré hasta que me sacié, y eso no fue pronto.

La besé en los labios, ella bajó su mano y la metió por mi pantalón y ropa interior, me lo acarició, ya estaba muy mojado, y metió sus dedos despacio en mi.

Los metía y sacaba muy despacio, constante. Mientras me penetraba yo le besaba el cuello, mordisqueaba sus orejas y le susurraba cuanto me gustaba.

Seguía con las penetraciones lentas, me estaba encantando, los sentía con todo detalle. No se cansaba de hacerlo.

Los sacó y me acarició el clítoris también despacio, yo me estremecía con cada roce de sus dedos, mi respiración entrecortada resonaba en sus oídos.

Me masturbaba casi con caricias, sentía un placer inmenso, mis manos apretaban su espalda.

Aceleró un poco sus movimientos pero seguían siendo lentos.

Marie: mírame a los ojos.

Yo la obedecí, su cara rezumaba excitación, me miraba y se notaba que disfrutaba con lo que estaba haciendo.

Al mirarla a los ojos mientras me masturbaba y ver como me miraba, me excité aún más, estaba apunto de llegar al orgasmo. Cogí su cabeza con mis manos, apreté mi frente contra la suya, y empecé a respirar y gemir más rápido y me corrí en sus dedos.

Nos besamos.

Me levanté un segundo

Marie: donde vas?

Yo: a por tu juguete favorito

Marie: me vas a follar fuerte?

Yo: te voy a follar hasta que me supliques correrte

Lo llevé hasta la cama, la hice ponerse a 4 patas, me metí mi parte del feeldoe que entro fácil, aún estaba bastante mojada. Le agarré el culo con mis manos, apreté sus nalgas con ellas, después las separé, para contemplar bien sus dos agujeritos.

Cogí el pene con una mano y lo bajé hasta el agujero de su chochito, metí un poco la punta y con la mano la moví un poco en círculos para que la notara bien, entonces la embestí, una embestida fuerte y hasta el fondo, que le hizo emitir un fuerte gemido. Apreté mis caderas lo más que pude y lo dejé dentro unos segundos.

Cuando lo saqué empecé a penetrar despacio pero duro, la tenía cogida casi por las caderas, tenía una perfecta visión de su culo duro y redondo, me encantaba la sensación que me producía follármela, comencé a hacerlo más rápido.

Ella gemía ininterrumpidamente, me imaginaba sus tetas moverse con el ritmo de mis penetraciones.

Al cabo del rato empecé a bajar la velocidad de mis movimientos y después la saqué.

Me tumbé en la cama, hice que se tumbara casi de espaldas a mi, le besé la espalda.

Levanté una de sus piernas, y le que metí otra vez el pene.

Le acaricié el pezón y le cogí la teta, la envolví con mi mano y  empecé a follármela, lo metía y lo sacaba con un ritmo constante. Ahora podía verle la cara de placer. Buscaba mi boca para besarla.

Marie: quiero correrme Ale…

Mientras la seguía penetrando, aparté un poco más su pierna y la masturbé rápido. Su cuerpo empezó a moverse y gimió más fuerte y seguido. Me volvía loca oír como se corría gracias a mi.

Yo: me encanta hacerlo contigo y que no te tengas que ir después

Marie: el sexo es mucho mejor así verdad?

Yo: jajaj si

Marie: a mi me encanta dormir contigo después de hacerlo.

Esa noche dormí mejor que ninguna otra desde que estábamos allí.