Viaje de novios (¿amigos? 4 parte)
Los amigos nos pagan la luna de miel a barcelona donde seguiran con mis humillaciones
El día siguiente a la boda fue un día muy tranquilo, Silvia y yo estuvimos solos en casa, los dos agradecimos el descanso pues estábamos doloridos después de la follada que nos dieron. Ella me abrió la puerta de la caseta, le pedí ayuda,
- por favor Silvia ayúdame, no dejes que sigan haciéndome esto. -Pero ella dándome una patada en la cara me dejo claro que estaba a gusto con la situación.
- Perro mío, te has casado conmigo por lo que me perteneces, si te portas bien puede que deje que me comas el coño cuando me apetezca, e incluso traerte alguna vieja puta para que la folles y disfrutes de un chocho viejo y muy usado. Pero si no me obedeces te juro que tendrás que ir como perro que eres por la calle y a la universidad también tendrás que ir así, ¿lo has entendido?
- Si. -conteste aceptando que mi vida ya no dejaría de ser un cumulo de vejaciones por parte de todos.
- Ponte de pie y hazme el desayuno, después limpia la casa que está hecha una mierda y una vez termines prepara la comida, la quiero para las dos.
Lo hice todo como me dijo, comida hice para los dos con la esperanza de que aunque no comiese como una persona normal en la mesa si al menos fuese comida decente. Ella al ver que me servía los macarrones en el cuenco, lo cogió, lo vacio en la basura y golpeándome sin parar con él me grito.
- puto perro de mierda, ¿aun no has entendido que no eres persona? Hoy te quedas sin comer por gilipollas. -Yo ya ni lloraba solo me resignaba a mi lamentable futuro.
- Ven quiero que me lamas los pies mientras como. - me acerque, le quite las zapatillas y casi vomito al ver que la muy puta no se había duchado y tenía los pies llenos de mierda de la fiesta. Lamí como pude las arcadas eran terribles. - como vomites te lo tragas de nuevo. - me amenazo. No lo hice aunque fue puro milagro pues la mezcla de olores y sabores que tenía en sus sucios pies era de campeonato, todo tipo de bebidas alcohólicas, comida, semen e incluso el meo que me hecho por encima. Estaba claro que el tiempo que tuvo para pensarse en lo nuestra boda lo aprovechó para pensar en cómo humillarme cada día, como mostrarme su superioridad.
- Ahora vete al baño y prepárame la bañera que quiero relajarme después de la follada que me dieron los hombres de verdad.
Cuando ya le puse el baño preparado me volvió a meter en la caseta y no me dejo salir hasta el día siguiente.
Al día siguiente, día 9, Juancar me abrió la puertecilla, -ven. -me dijo. Yo le seguí hasta el salón donde estaban todos.
- Entre todos os vamos a regalar el viaje de novios. - dijo Toño.
- ¿al Caribe?- dijo Silvia.
- No, a Barcelona. Yo me voy hoy para allí y os venís. Les he dicho a mis padres que ellos vayan en el coche y yo voy con vosotros en tren. Os hemos cogido una habitación en un hotelito que conozco. Es uno de los pocos en los que aceptan perros. - dijo juancar.
- Pues yo quería probar todas las pollas del Caribe. - dijo Silvia.
- Preciosa, Barcelona no es el Caribe pero tengo amigos de muchas nacionalidades para que probéis de todos.
Silvia se fue para hacer las maletas, las lleno solo con sus ropas pues yo solo iría vestido en el tren, luego allí volvería a estar desnudo. Mientras ella preparaba el viaje, los chicos no desaprovecharon la oportunidad y me hicieron chuparles las pollas. Como despedida para el viaje me encularon todos.
Nos fuimos hacia la estación, llevaba el collar aunque no iba con la correa, vestido solo con un chándal, sin ropa interior. Entramos al tren, a nuestro vagón, no me dejaron ir sentado, tuve que ir en el suelo y ellos pusieron sus pies sobre mí como si fuera un reposapiés. El revisor paso para ver nuestros billetes y se quedo alucinado viéndome como estaba.
- ¿te gusta mi marido? - le pregunto Silvia.
- No, yo no soy maricon. - le contesto él.
- El tampoco pero le encanta que le partan el culo.
- Pues si queréis pregunto por ahí si alguien tiene ganas y lo mando para aquí.
- Bien, si lo haces podrás usar mi coñito, aunque nuestro amigo no parara en todo el viaje de follarme.
El revisor se fue no sin antes ver como Silvia se desnudaba y comenzaba a bajarle los pantalones a juancar dispuesta a empezar a chuparle la polla.
Silvia se tumbo encima de mí estando yo a 4 patas y Juancar le comenzó a comer el coño. Cuando estaba bien mojado, le acerco su capullo y se la metió de golpe, comenzó a embestirla salvajemente con lo que yo no pude aguantar y caímos los tres. Se levantaron y comenzaron a darme patadas insultándome, decían que lo había hecho a posta y que si volvía a dejarlos caer me acordaría de ese día. Volvieron a ponerse en acción, me dolía todo el cuerpo por las patadas recibidas pero tuve que aguantar hasta que terminaron los dos. En eso que vienen dos chicos:
- ¿es aquí donde hacen falta pollas para un culo? - preguntaron.
- Si aquí es. Esposo mío, recibe a estos chicos como se merecen.
Me tuve que quitar el chándal, me arrodille junto a ellos que ya se habían sacado sus miembros y comencé a chuparlos, pasaba de una polla a otra tratando de que se corriesen en mi boca pero una vez estaban con sus pollas mirando al techo Silvia me hizo girarme, haciendo que mi culo estuviera a su vista, me hecho un poco de lubricante y el primero me la metió, duro unos 5 minutos y paso el otro a mi agujero. No tardaron mucho, en menos de 10 minutos estaban los dos fuera de mi pero al abrir la puerta ya había más esperando. Parecía el tren de los gays, porque me follaron otros 7 hombres.
Vino el revisor a buscar su premio.
- ¿Han sido suficientes?
- Si, ven follame.
- Lo siento pero prefiero que lo hagamos en otro sitio, y si no te importa otro compañero también participara pues el también me ha ayudado a buscar por el tren.
- Por mi bien, no tengo ningún problema en follaros. - Silvia salió con el revisor y mientras esperábamos Juancar me hizo chuparles.
Llegamos a Barcelona, nos pusimos nuestras ropas y cogimos un taxi que nos llevo al hotel. No tenía mucha pinta de hotel, más bien era parecido a un camping porque todo eran pequeñas cabañas de madera. Juancar con una mano en el culo de Silvia iban por delante, yo con las maletas por detrás. Nada más entrar a la recepción el encargado saludo a Juancar con un abrazo, este presento a Silvia y el encargado que se ve que le habían hablado de nosotros pues le metió un beso en la boca a Silvia mientras con sus manos recorría su cuerpo.
- Creo que me va a gustar este hotel. - dijo Silvia.
- ¿y es este el perro? - pregunto señalándome el encargado.
- Si es este. - contesto Juancar.
- ¿y que hace de pie? - Me hicieron desnudarme y ponerme a 4, estaba visto que en el hotel no disimularían mi humillación. - Tú también deberías desnudarte. - le dijo a Silvia. - por lo que ha contado juancar no te gusta perder tiempo en cuestiones de sexo. - Silvia no tardo en quitarse la ropa aunque ella no tendría que ir a 4 patas como yo.
Mientras nos llevaba a nuestra cabaña, los dos le metían mano a Silvia, yo iba por detrás atado a la correa con dos ayudantes, uno tiraba de mí y el otro llevaba las maletas. El encargado iba comentándole cosas a Silvia sobre el lugar, de que era un centro naturista donde era obligatorio ir desnudo.
- ¿y tu porque vas vestido? - pregunto ella.
- Porque al ser encargado y tengo que atender a personas que no son clientes y para los cuales hablar con alguien desnudo no es algo serio. Como te decía, este centro es naturista, todos van desnudos salvo que haya una causa justificada como puede ser cuando os baja la regla por ejemplo. Pero aparte la gente que viene aquí no suele venir con niños por lo que se practica el sexo con total libertad.
- Vaya, tendremos una luna de miel como dios manda entonces. - dijo Silvia.
- Que no te quepa duda, además desde que me llamo Juancar y me hablo de vosotros he ido llamando a nuestros mejores clientes y estamos completos. Todos quieren disfrutar de vosotros.
- Pues lo harán porque siempre estamos dispuestos.
Llegamos a nuestra cabaña, era muy sencilla pues solo tenía una cama grande y un armario.
- ¿y el perro donde duerme?
- Tranquila, ahora traen su colchoneta pero lo mejor es que este atado fuera todo el día que ya sabéis que los perros hacen sus necesidades en cualquier parte y no tenemos servicio de limpieza. Así además, el que quiera hacer uso de él no te molestara y podrá hacerlo con total libertad fuera.
- Bien, bien pues lo saco fuera. - Juancar me saco fuera y me ato. Mientras los dos ayudantes instalaban lo que iba a ser mi cama. Una vez acabaron se unieron a nosotros fuera, yo estaba atado a un poste, los dos ayudantes se quitaron la ropa y me acercaron sus pollas a la cara, no tuvieron que ordenármelo pues sabía lo que me esperaba por lo que me las metí en la boca primero una después la otra, mientras Silvia me lubricaba el ano y me iba metiendo dedos para preparármelo. Uno de los ayudantes se coloco detrás y me la metió de golpe, me follaba sin compasión, la metía y la sacaba y volver a meterla, creí que me volvían a partir en dos, tras un rato así cambio de posición con el otro que me follaba igual de duro mientras mi boca era follada por el primero hasta que se corrió dentro, el otro hizo lo mismo tras taladrarme duro el culo se paso a mi boca. Cuando me di cuenta ya se habían concentrado en torno a mis varios hombres que se metían en mi culo sin decir nada.
Dejemos que follen tranquilos, nosotros vayamos al bar a comer algo. - dijo el encargado. Y se fueron dejándome atado a un poste mientras los hombres me perforaban el culo y se corrían en mi cara y boca. Regreso Silvia a las horas, ya era de noche, pero no venia ni con Juancar ni con el encargado pero si acompañada de 5 tíos. Yo estaba tiritando de frio, Silvia fue a soltarme para meterme dentro de la cabaña pero cuando me vio lleno de semen me dijo que así no podía entrar pues mancharía la habitación, cogió una manguera, y comenzó a lavarme, el agua estaba congelada por lo que grite pero parecía que aquello les hacía gracia pues no paraban de reírse y decirle hacia donde apuntar. Cuando se cansaron de la gracia me soltaron y nos metimos todos dentro. Me llevaron a mi colchoneta, al estar yo empapado se quedo igual, si ya es duro dormir como un perro hacerlo sobre una colchoneta mojada os aseguro que no es nada agradable. Ellos en cambio les daba igual, Silvia tenía una polla en el coño otra en el culo y otra en la boca y las otras dos en cada mano, los tipos estos se fueron turnando por cada sitio. No sé el tiempo que estuvieron así, pero cuando pararon un rato, Silvia se fue al baño y ellos hablaban de que Fernando (era como se llamaba el encargado) no mentía al decir que éramos la pareja mas tragona del mundo, que con la que había montado Silvia en el bar y luego tener fuerzas para ellos cinco era sobrehumano y que Enrique les decía que yo era una bestia tragapellas pues había estado
- follando durante más de 4 horas y había dejado tumbados a muchos.
Continuara.....