Viaje de negocios...

Tu venias a mi ciudad, tu perrita te esperaba ansiosa, necesitada de ti mi Señor...

Un viaje de negocios te trae a mi ciudad, cuando estas a punto de acabar la reunión me mandas un sms y me dices que te espere en el restaurante del hotel donde estás alojado. Cuando llego estás sentado en una mesa con tu jack daniels y tu paquete de malboro, y sobre la mesa el mechero que te había regalado, mi nerviosísmo como siempre va en aumento, es una cosa que nunca logro controlar.

Tú mi Señor te levantas y vienes a mi encuentro, me abrazas, me tomas de la mano y pides mi bebida favorita, me apartas la silla para que me siente, no sin antes decirme que me levante el vestido por detrás, Tú sabes muy bien porque, esa había sido una de tus primeras ordenes, en nuestros encuentros siempre debería ir sin ropa interior, siento el frío de la silla y un escalofrío recorre mi cuerpo. Me siento con las piernas separadas y mi boca un poco abierta y húmeda como tu quieres, con tu pie separas más mis piernas las quieres bien abiertas, yo noto subir el color a mis mejillas, no puedo evitarlo, de vez en cuando tu mano roza mi rodilla, mientras tus labios se posan sobre los mios, de repente me susurras al oido que me levante que nos vamos, me coges de la mano y me llevas al ascensor.

Entramos en el ascensor, estamos solos, me miras de arriba a abajo e inmediatamente yo bajo la cabeza, el juego ha empezado, estoy ante mi Señor, debo dejarme llevar, no pensar, simplemente obedecer, Tú metes tu mano por debajo de mi vestido, comprobando si he cumplido tus ordenes. Tocas, apretas y juegas con mi coño a tu antojo, comprobando como tu putita se va mojando cada vez más, pasas los dedos por mi coño y empapas tus dedos en mis jugos, colocas la mano delante de mi cara. Sé perfectamente lo que tengo que hacer, así que meto tus dedos en mi boca y los chupo como si fuera tu polla, poniendo los cinco sentidos en ello. De repente el ascensor se para hemos llegado, sales y colocas una pañuelo negro en mis ojos y me conduces hasta la habitación.

Nada más entrar y al oir como se cierra la puerta, me quito el vestido y me situo de rodillas, esperando tus ordenes mi Señor, pero tu te has alejado y yo estoy desorientada, pierdo la noción del tiempo, mientras aguanto la respiración, intento concentrarme escuchar, oler, para saber donde estas mi Señor. Percibo tu olor, mi excitación va en aumento, estoy muy mojada, en mi mente surge el deseo, la adoración, la sumisión.....

De repente tu mano se posa en mi mejilla, deslizándose hasta mi cuello, noto que me pones mi collar de perra. Entonces preguntas con una voz profunda "¿Cómo está mi perrita?", con voz temblorosa te respondo muy bien mi Señor, de nuevo preguntas "¿De quién eres putita?", sin dudar repondo tuya mi Señor, de repente noto que pones mis muñequeras y mis tobilleras, intuyo lo que me espera.

Me conduces hasta la cama, me haces tumbarme en ella, coges una de mis muñecas y la atas al cabezal, luego haces lo mismo con la otra, recorres mi cuerpo con tus manos, despacio recreándote en cada centímetro de mi piel, notas como todo mi cuerpo se tensa, como me estremezco bajo tus caricias, llegas a mi coño, tus dedos juegan con él, un leve juego continuas por las piernas, muy lentamente llegas al tobillo y lo atas a la cama, haces lo mismo con el otro dejandome atada en aspa, totalmente abierta y expuesta para ti, entonces coges algo suave, parece un pluma, la pasas por mis senos, los chupas, muerdes los pezones y cuando estan muy duros, los pinzas. Un grito escapa de mi garganta, mi mente se nubla, dolor y placer se entremezclan, Tú sigues con lo que parece un pluma hasta mi coño, mi excitación es increible, tanto que ya no noto el dolor de los pezones, mi cuerpo se retuerce buscando la caricia, el placer, de repente introduces dos dedos en mi vagina, los metes y sacas con suavidad, cuando empiezo a estar excitada los retiras y me introduces un vibrador, para que mi coño siga sintiendo, te siento alejarte,intento concentrarme, por mi cabeza pasan a la misma velocidad, la excitación, el miedo, el dolor, intento controlarlo, confio en ti mi señor, pero atada, desnuda y sin posiblidad de ver, se hace dificil.

No sé el tiempo que tardas en volver. Cuando lo haces retiras la pinzas de mis pezones, doy un gemido, pero tu masajeas mi senos doloridos, luego me desatas y me quitas la venda. Juegas con el vibrador y me vas follando poco a poco pero sin descanso, cuando estoy a punto de correrme, retiras el vibrador, no tengo permiso para correrme, no te lo he pedido y no me lo vas a conceder, a sido un descuido, pero un descuido que pagaré caro, porque vas ha ser duro para dejar que me corra.

Me haces poner a cuatro patas, empiezas a masajear mis nalgas y me das el primer azote, le siguen unos cuantos no son fuertes pero si efectivos, para que mi culo coja el tono sonrosado que tanto te gusta. Empiezo a notar el escozor, pero tu no me das descanso, con la otra mano masajeas y masturbas mi clítoris, esta ve no se me olvida suplico, ruego que me dejes correr, pero tu respuesta en implacable, NO. Sigues masturbandome yo me muerdo los labios para retrasar el orgasmo, tu te das cuenta y me obligas a abrir la boca, de repente noto como introduces tu polla en mi coño de golpe, un gemido se escapa de mi boca, pero tu no haces caso, empiezas a bombear fuerte, tanto que noto tus testículos golpeandome, mi cuerpo se tensa el orgasmo esta a punto de llegar, te vuelvo a rogar a suplicar, tu estas a punto de correrte y entonces me das permiso, los dos explotamos, es un orgasmo maravilloso, intenso, tu sacas la polla y te corres en mi culo.

Me haces bajar al suelo y arrodillarme frente a ti, tu polla queda delante de mi boca, sé lo que mi Señor desea, llevo mis brazos hacia la espalda y mi boca hacia tu pene, lo chupo, lo introduzco en mi bocas, dejandolo que entre y salga, cuando vuelves a tener tu pene duro, lo sacas, coges la cadena la unes a mi collar y me haces caminar a cuatro patas, hasta una mesita que hay en la habitación, haces que apoye mi cuerpo en la mesa, y pasas tus dedos por mi coño, los sacas empapados y empiezas a masajaear con ellos mi ano, luego metes un dedo, yo te dejo hacer procurando relajarme para que no sea doloroso, cuando ya has conseguido meter tres dedos, decides sustituirlos por tu polla, me la clavas hasta el fondo, yo pego un chillido,y tu me das un azotre fuerte, cosigues que relaje mi ano, entonces dejas que tu polla se vaya acomodando a mi culo, al cabo de unos minutos empiezas un mete saca, hasta que te corres sobre mi culo, vuelves a darme tu verga para que te la limpie, cuando ya te la he limpiado, me coges la cara con tus manos, me alzas y haces que te mire a los ojos, dandome un beso profundo y húmedo.Y me llevas a la cama, nos besamos, nos abrazamos y nos quedamos dormidos.

Aún nos quedan unas horas para estar juntos...