Viaje de Fin de Curso con 18 años

¡¡Por fin es junio!! Ya se acaban los exámenes y quedan sólo unos días para salir de viaje hacia el mediterráneo. Playa y monte, Salou y Pirineos. Los chicos de clase estamos con las hormonas por las nubes . Con 18 años no tenemos muchas cosas en la mente que no sean sexo y fiesta

"Lo primero de todo es decir a davicitto que ya lo siento por plagiar el tema pero me ha inspirado para contar mi propia experiencia"

Este es también mi primer relato. ¡Muchas gracias a todos los que lo leais hasta el final!


¡¡Por fin es junio!! Ya se acaban los exámenes y quedan sólo unos días para salir de viaje hacia el mediterráneo. Playa y monte, Salou y Pirineos. Los chicos de clase estamos con las hormonas por las nubes . Con 18 años no tenemos muchas cosas en la mente que no sean sexo y fiesta: Que si en Salou hay muchas chicas, que si todo el día vamos a beber y estar de fiesta... David y yo siempre hemos sido muy amigos y decidimos ponernos juntos en la habitación de Salou, que era para dos personas. Sin embargo en la habitación para pirineos acordamos cambiar de compañeros y me puse con Julio. Aunque no salíamos juntos en el mismo grupo, con este último me llevaba muy muy bien. Era un chico totalmente normal, ni músculos grandes, ni gran estatura, jamás faltaba al respeto a nadie y caía bien a todo el mundo.

Por esta época yo recuerdo estar tremendamente enamorado de una tal Marta, que yo llamaba amistosamente Scully, por su gran parecido con la agente de expediente X. Cada vez que la veía le saludaba, le hacía alguna broma, ponía cara de tontito… Por cómo me había enamorado de "Scully" era imposible pensar que todo iba a girar de semejante manera.

Salou sirvió para abrirme los ojos. Ninguno de mis amigos cercanos habíamos conseguido ligar ni encontrar a nadie especial. Estos primeros días se habían limitado a estar en la playa hasta las 7 de la tarde y luego beber para ir de fiesta. A esto hay que añadir que la última noche que estábamos en Salou, mi gran amor Scully había decidido que su media naranja era otro chico del colegio. ¡Qué gran decepción! Toda mi energía puesta en esta chica y veo cómo la consigue otro. Suerte que David (mi compañero en Salou) y Julio (futuro compañero para pirineos) me notaron destrozado y me animaron. Gracias a ellos se hicieron más cómodas las siguientes 24 horas, en las que había que dormir, levantarse y hacer el viaje hasta pirineos.

Entre paradas y demás, llegamos sobre las 5 de la tarde al hotel. Un hotel de 4 estrellas entre las montañas. Un auténtico paraíso para disfrutar, especialmente si Scully me agarrara la mano. Dispuesto a olvidarme de ella subimos a las habitaciones donde como habíamos decidido, yo me ponía con Julio y David se ponía con otro amigo. Me pareció una buena elección en principio, porque me llevaba muy bien con Julio, pero jamás podía haber imaginado que esto iba a cambiar el resto de mi vida.

Esta noche hacía mucho calor, estábamos todos cansados y ni pensábamos en salir (aunque dudo que en aquel pueblecillo de Pirineos hubiera bares). Los cuatro compañeros nos quedamos jugando a las cartas en nuestra habitación. El calor nos obligó a jugar la partida en calzoncillos. Cuando ya se hizo tarde los otros dos compañeros se fueron a su habitación y Julio y yo nos quedamos un rato hablando. Me intentó consolar por lo de mi amiga Marta (Scully) y me decía que seguro que aparecía alguien mejor. Me preguntó si yo pensaba en ella sexualmente y yo le dije que no, que la veía como una pareja con la que ir de la mano y dar paseos. Él me volvió a preguntar si yo pensaba en sexo alguna vez y le dije que sí, que había visto películas X, que me gustaban y que sí pensaba en sexo a veces. Y aquí ya empezó a dar un giro nuestra conversación. Julio me dijo que nunca estaba más de tres días seguidos sin masturbarse y yo me lo tomé un poco extraño al principio, porque esta conversación entre dos chicos se escapaba de lo que yo había vivido hasta ahora. Me preguntó que yo con qué frecuencia lo hacía y le mentí diciéndole que dos veces por semana (en realidad era más). Al poco de la conversación me di cuenta que ya Scully no me importaba tanto. Me daba cuenta que el haber encontrado alguien de confianza con quien hablar de temas delicados me había ayudado mucho. Julio llegó a ser tan de confianza que acordamos una pequeña tontería: Despertarnos a las 3 de la madrugada y si había porno en la tv masturbarnos viendo la tele (cada uno con su miembro).

A las 3 de la madrugada, como estaba acordado sonó el despertador de mi móvil. Los dos nos despertamos con cara de sueño y nos miramos con una sonrisa mientras nos estirábamos. No se él, pero yo estaba temblando en ese momento por lo que podía ocurrir si en la tv hubiera porno. Cogí el mando y empecé a pasar canales. Televisión Española, Antena 3, Telecinco, Canales locales…. Y no encontramos nada. Tengo que reconocer que me sentí un poco decepcionado porque aunque sabía que lo que habíamos pensado hacer era algo gay (y yo rechazaba todo lo relacionado con lo gay), tenía cierta curiosidad. Dejé la tele encendida en un canal que no emitía nada, le miré a Julio, le sonreí y le dije: ¿Y si lo hacemos de todas formas? Él cambio su rostro que también estaba algo decepcionado hasta ese momento y me dijo que le parecía muy bien. Yo me preguntaba porqué notaba aquel cosquilleo dentro de mi. Este es el momento en que debíamos descubrir nuestros penes y verlos. Para mí era una sensación muy rara porque ya nos habíamos visto el pene en las duchas de cole muchas veces, pero esta vez era diferente. Si el estaba en la misma situación que yo, debía tener su pene aumentando de tamaño en este momento. ¡Y valla si estaba en esa situación! Como ya he dicho, era una noche calurosa y sólo estábamos con los bóxers puestos, con lo que se notaba todo. Le hice un comentario sobre lo rápido que era poniéndose a punto y el me dijo que por lo visto yo también era igual de rápido. Algo cierto porque no hacía falta descubrir nuestros penes para ver que los dos estábamos ya con un calentón enorme. A las 3 de la madrugada ya no había ningún ruido salvo el del río que pasaba al lado del hotel y el de la tele, que aunque sin ningún canal emitía un sonido. Nos dimos la orden de bajar el bóxer y así lo hicimos, dejando al aire nuestros penes. Me di cuenta que la largura de los dos era bastante similar, en torno a los 14-15 cm, pero el suyo era tremendamente ancho. No me podía ni imaginar que un chico de nuestra edad tuviera un pene de semejante anchura. Y así se lo dije a él mostrándole aprecio por su miembro mientras no podía quitar la vista de esa obra de la naturaleza.

Empezamos a tocarnos cada uno nuestro miembro, pero yo en este momento tenía ya una curiosidad enorme, y por lo visto él también tenía esa curiosidad porque me dijo: ¿Quieres que nos toquemos el uno al otro? Yo dudé, pero no se por qué, ya que en realidad llevaba un rato pensando que quería tocar esa obra. Me acerqué a su cama, nos sentamos juntos el uno al lado del otro apoyando nuestras espaldas en la pared. Julio me puso su mano en mi pierna izquierda y yo puse la mía en su pierna derecha. Nos miramos y sin decir nada cada uno le tocó el miembro al otro. Al principio sólo era tocar. No mucho tiempo después se convirtió en un movimiento lento y repetitivo de cada uno hacia el otro en el que subíamos y bajábamos el prepucio una y otra vez. Yo que cada vez me sentía mejor con lo que estaba haciendo en ese momento me iba dejando llevar, hasta que él me propuso algo nuevo a lo que no sabía cómo responder. ¡Él quería que se la chupara!. Yo me quedé totalmente sorprendido, de hecho me salió una carcajada porque me parecía una propuesta de lo más extraña. No se muy bien cómo sucedió todo pero me consiguió convencer de que iba a ser muy placentero y que no iba a salir jamás de entre nosotros dos.

Así que bajé mi cabeza lentamente por su pecho sin pelo me acerque al ombligo donde metí un poco la lengua, miré su cara, que estaba completamente sonriente y agarré su pene con mi mano izquierda a la vez que lamía desde la base hacia la punta de su verga. Noté que le gustaba y decidí dar un paso más. ¡Introducirme ese monstruo en la boca! Al principio ni siquiera lo moví. Sólo quería sentir el tacto en mi paladar, en mis papos, y para mi sorpresa noté que había una gotita de líquido preseminal. Con valor pasé la lengua por ese líquido y noté que era un sabor dulce, y para nada era desagradable, eso me animó a empezar a mover con lentitud su prepucio hacia arriba y hacia abajo, teniendo su pene dentro de mi boca y acompañándolo con movimientos de mi mano para que notara todo el placer posible. Al rato él me dijo que parara que si no le iba a salir muy pronto y así lo hice. Este momento él lo aprovechó para decirme que me tumbara sobre la cama, él se agachó y empezó a hacer conmigo lo mismo que le había hecho a él. Qué placer tan increíble. Yo ya no cabía de gozo dentro de mi y le dije que ya que estábamos en situación fuéramos juntos hasta el final, juntos al orgasmo. Nos pusimos los dos en la posición del 69 y empezamos cada uno a mamársela al otro. ¡¡Totalmente increíble!! ¡¡Nunca había sentido nada igual!! Estos momentos eran impresionantes donde el placer me cegaba; yo creo que no estábamos haciendo ningún ruido, pero de haberlo hecho me daba totalmente igual en este momento. Sólo quería seguir en esta situación por horas.

Cuando noté que me iba acercando al final él me dijo que el estaba a punto de acabar, con lo que me puse boca arriba sobre la cama mientras él penetraba mi boca. Me iba avisando: estoy a punto, me va a llegar, me va a llegar ya, y LLEGÓÓÓÓ. ¡QUÉ PLACER TAN GRANDE el notar como salía su leche caliente pringándome la cara, la almohada... pero ya nada importaba. Volví a meter su ancho pene dentro de mi boca para probar sus últimos envíos de semen. He de reconocer que no me gustó tanto como esperaba, pero no sabía mal. Cuando terminó de correrse (¡y valla corrida!) se agachó y empezó a mamármela hasta que yo saqué toda mi leche, y en este caso no salió ni una sola gota fuera de su boca porque se lo tragó todo, cosa que me lleno de orgullo, aun sin saber por qué.


Aquí queda relatada mi primera experiencia sexual con un chico. Fue algo grandioso y de un placer enorme. Si tienes cerca de esta edad y no lo has probado aún, no lo dudes. La cosa de ser pillados, la novedad, el salirse de la norma establecida de los heterosexuales, va a ser la mejor decisión que tomes en tu vida.