Viaje de Fin de Curso
Como senti la mano de otro hombre sombre mi sexo por primera vez.
Estamos en 1994, yo 18 añitos recién cumplidos de Viaje de Fin de Curso en una isla mediterránea. El caso es que llevaba esperando aquella semana desde hace mas de dos años. Fueron muchos los preparativos y fiestas que tuvimos que realizar para recaudar dinero para aquel ansiado viaje.
Yo hasta entonces me consideraba 100 % heterosexual, lo máximo que había hecho con otros hombres había sido masturbarme en grupo viendo una porno y una vez junto a dos amigos en mi casa. Pero siempre cada uno con su miembro y sin "molestar" a nadie.
No era el tío mas atractivo del curso, ni el que tenia mas éxito, pero de vez en cuando si tenia mis triunfos y pillaba algo.
Por aquel entonces, ya había perdido la virginidad 6 meses antes con una amiga de mi hermana aunque no era para nada un experto en sexo.
Había tenido tres o cuatro relaciones con chicas, y casi nunca habíamos pasado de los típicos magreos frustrantes que te hacían volver a casa a 1000 y meterte al baño para desahogar tus penas.
En ese sentido he de reconocer que era un pajero indomable, era muy frecuente que me hiciera, al menos,3 al día. Siempre me lo hacia en la ducha o en la cama, pensando en compañeras de clase, fantasías o mirando revistas porno (entonces no teníamos Internet). Muchos días acababa con mi sexo al rojo vivo de tanto tocármela. Nunca pensaba en tíos cuando lo hacia y solo una vez probé a meterme un dedo en el ano mientras me duchaba y me tocaba mi desgastada pija.
Volviendo a aquel memorable viaje de Fin de Curso os contare que compartía habitación con 4 compañeros. Mas que un hotel parecía un cuartel, camas por todos sitios y un olor a hombre que no veas.
Las chicas dormían también todas juntas en sus habitaciones.
Seria la penúltima noche del viaje, cuando salimos una noche mas en busca de "rollito" con alguna de nuestras amigas. Llevábamos cuatro noches intentándolo y nada de nada , siempre era lo mismo, mucho alcohol, baile y cuado parecía que estabas a punto de conseguirlo... nada, volvías con el resto de los colegas borracho como una cuba a dormir la mona al hotel.
Esa noche parecía que todo iba a ser distinto, Eva, uno de mis mitos eróticos protagonista de miles de mis solitarias masturbaciones me había tirado los tejos y no paraba de sonreírme y bailar conmigo.
Morena, 165 cm, buen busto y mejor cintura, tenia unos ojos miel que te derretían y aun hoy cuando pienso en ella me excito como un quinceañero. ¿Qué habrá sido de ella?, no lo se, quizás madre de 2 hijos pesadísimos, un marido aburrido y una vida monótona. ¿ Quizás no?, ejecutiva agresiva que se tire a todos los jefes que aun le queden por probar. No lo se.
El caso es que esa noche seria mía, bailaba muy arrimadita a mi, algo bebida y me dejaba que le juntara mi paquete a su vientre. Yo creo que debió notar hasta mis venas hinchadas a través de sus vaqueros. Estaba que explotaba.
Mis compañeros de habitación ya murmureaban y se comprometían a dejarme irme allí con ella si triunfaba. Juan, unos de mis íntimos me paso un condón, y Luis me guiñaba el ojo en señal de triunfo desde la otra esquina.
Y así parecía ser, me arriesgué con el típico" te vienes fuera a tomar el aire", y ella me tomo de la mano asintió y nos dirigimos disimuladamente hacia la salida de la Disco.
No tardamos ni 5 minutos en besarnos.
Ella estaba como un tren y yo como un potrillo desbocado, la bese y la arrime junto a mi para que notara mi calentura, por un momento creí que mi capullo asomaba por mi cintura.
Se dejo sobar, primero esos enorme pechos, luego sus piernas, su dutiro culo de 18 años y por fin empecé a sobarle su sexo por encima del pantalón vaquero.
Fue alli cuando Eva despertó mi sueño y me paro la mano, creí que me moría de frustración, insistí pero nada. La muy ... me había llevado hasta allí, y no quería nada mas que besos.
Total, después de insistir me dijo finalmente que NO, y lo deje por imposible. Apareció una de sus amigas y se la llevo en un suspiro.
Alli me quede yo, solito, empalmado y caliente como un mono.
A muchos os habrá pasado algo parecido y sabréis lo mal que sienta.
Total, no pasaron mas de 10 minutos cuando me di cuenta de mi fracaso. Decidí volverme al hotel, no tenia ganas para nada. Al menos eso creía.
Comencé a caminar hacia mi habitación. Sabia que dormiría solo, pero al menos, sabia que mis compañeros no me molestarían y podría hacerme una paja tranquilo viendo el canal porno del hotel.
Estaba llegando a la recepción cuando me encontré con mi compañero de habitación Juan en el hall despidiéndose de una amiga. El tampoco había pasado de unos besos.
Nos reímos de nuestra desgracia al vernos y nos subimos a dormir con el rabo entre las piernas. Subimos en el ascensor juntos, tenia la misma pinta que yo, descamisado, oliendo ligeramente al alcohol y con una risa floja que hacia que nos descojonaramos de todo.
La verdad es que Juan siempre había sido un buen amigo, parecido a mi. Moreno, deportista, no mas de 180, y con unas buenas piernas y trasero de hacer mucho ejercicio.
Fue al pulsar el botón de la planta 7 cuando me percate del buen culo que marcaban esos vaqueros. Pensé que estaba demasiado caliente y que necesitaba una paja ya mismo.
No podía creer que me estaba excitando mi amigo Juan.
Llegamos a la habitación, Juan encendió la luz, y se tiro de un salto encima de todas esas camas de sabanas blancas que formaban un colchón gigante.
Si os soy sincero, verle así, despatarrado con la camisa por encima del ombligo, bronceado y riéndose, fue lo que me puso a 1000 de nuevo.
Por un momento pensé que me estaba volviendo loco, que por culpa de Eva estaba tan caliente que me ponían hasta mis amigos. Pronto me di cuenta que yo no era el único caliente en esa habitación. Juan, desde la cama, se acomodo dos almohadas en el cuello, cogió el mando de la televisión y dijo sin cortarse un pelo.
" A ver si echan una porno en la tele y me la casco, esa tía me ha puesto malito"
Yo me reí y le seguí la broma. "No creo que con esa borrachera que llevas seas capaz de nada, le dije"
"Bueno, todo depende de lo caliente que sea la peli".
Y así fue, apago la luz, encendió la tele y se puso a buscar algo guarro.
Yo por darle naturalidad y porque también estaba a 100, me tumbe en la cama de al lado y esperar a ver lo que sintonizaba.
Había una porno muy antigua en la que solo salía viejas y otra mas moderna en la que no solo salían folladas de tías, sino que varios tíos también se animaban.
Juan me pregunto- "¿ Te importa que pongamos esta?", "Vale" . le dije. Total, también salia tías, estábamos muy calientes y la otra era muy mala.
No pasaron mas de dos mamadas de una tía a dos tíos, cuando Juan ni corto ni perezoso, como si yo no estuviera allí comenzó a magrearse el paquete, sin disimulo se cogía el bulto con una mano y se tocaba los pezones con la otra. Su respiración comenzó a ser mas fuerte.
Imaginaros el calenton que yo tenia entre mis piernas para entonces.
En esto que el la peli, un tio comienza a follarse a la tia, y mientras el otro le empieza a chupar el ojete al que se la follaba. Alucinante que manera de follar!.
Era una escena bastante fuerte y me sirvió para que se me pusiese el nabo mas tieso que nunca.
Casi al mismo tiempo, Juan me miro y me dijo.
" Con permiso" y a continuación se desabrocho los vaqueros se los deslizo, con calzones y todo hasta pasado las rodillas y se presento ante mi una enorme verga de 18 cm, gruesa y con las venas que parecía que reventaban.
¡Joder que pollon!- pense para mis adentros.
Juan, sin perder la vista en ese trio de la televisión, se agarro su enorme estaca y comenzo a pajearse lentamente, sin prisa, gozándose cada centímetro de carne. Me quede alucinado con la naturalidad de Juan, y con la manera de bajar y subir la mano. Tenia un glande brillante y espectacular.
La película fue subiendo de tono, aquel tío que comenzó por chupar el ojete del compañero, estaba introduciéndole un par de dedos por el culo. El mientras, seguía fallándose a aquella rubia.
Juan parecía disfrutar tanto como los protagonistas, su respiración fue incrementándose y el ritmo de su mano empezó a ser frenético.
Yo no podía mas. Estaba que estallaba, y para colmo, dado la cercanía de mi cama con la de Juan, comencé a notar el olor inconfundible a polla de macho que salía de las manos de mi compañero de clase. Estaba que me moria por tocarme, pero me daba un corte terrible.
Busque una solución intermedia, necesitaba tocarme pero algo me impedía hacerlo delante de el.
Me disculpe torpemente y le dije. Bueno Juan te dejo con lo tuyo que yo me meto en la ducha, que huelo a alcohol y tabaco que no veas-
Bien, me dijo, tu te lo pierdes.
Sonreí, me levante como pude dada las dimensiones que tenia mi paquete y me dirigí al baño.
Juan se percato perfectamente de mi estado de excitación, me sonrió y comento.
-Dúchate con agua fría porque sino vas explotar, esa Eva te ha dejado a medias ja,ja, ja-.
Vale, eso haré Juanito-.
Me metí en el baño, alli le deje a punto de correrse, con su pollon en la mano, y concentrado totalmente en la película.
Me desnude, y ciertamente confirme lo empalmado que estaba mirándome al espejo. Estaba todo moreno, con la marca blanca del bañador y con el rabo que me llegaba al ombligo y las pelotas duras como bolas de billar.
Lógicamente no dude un instante y me toque la polla. Pase mis dedos por mi capullo, los moje en mi liquido preseminal y lo olí con placer.
Puuuuf!, estaba a 10000!
Abrí el agua de la ducha, dispuesto a pegarme un duchazo de agua y sexo propio. En eso que me vino a la mente la imagen de Juan con su miembro en las manos, su moreno de tantos dias al sol, y sus abdominales marcadas.
Me di media vuelta, me dirigí a la puerta del baño y la entreabrí. El angulo de la puerta del baño me permitía observar el espectáculo de Juan sin que apenas me pudiera contemplar el a mi.
Efectivamente, allí estaba el, pajeandose sin parar, con los ojos fijos en la tele, y con la mano que antes tocaba sus pezones, entre sus piernas.
Se agitaba como un loco, su mano izquierda se recreaba en sus huevos y en su ojete. No lo veía muy nitido dada la oscuridad, pero lo que estaba claro es que estaba jugando con su culo.
Era impresionante, dos tios enculandose en la televisión, follandose a una tia, y mi amigo del alma Juan, con un enorme miembro entre las manos y con las piernas bien abiertas para penetrarse con sus dedos.
Evidentemente yo no tarde en comenzar a pajerme ante tal espectáculo. No habian pasado ni tres minutos desde que comence a tocarme cuando Juan, acelero su paja, comenzo a meterse el dedo sin piedad, se le hincharon las venas del cuello, abria la boca, resoplaba y tenia la mirada perdida en el techo del cuarto.
Se notaba que estaba disfrutando de lo lindo. Resoplo, cerro los ojos, y se corrio como un animal sobre su pecho. Pego tres chorretones fuertes, de esos que empapan la cama, y luego dos mas sobre sus abdominales. ¡Que tio¡, poco a poco dejo su dedo mas relajado, y disminuyo el ritmo de su masaje en su sexo.
Yo no paraba de pajerame.
Fue en ese momento, cuando Juan se balanceo hacia la derecha sobre la cama, como disfrutando de su reciente corrida.
Reclino su cabeza sobre la almohada, en dirección a la puerta del baño, y...., ahhh!, no se que paso me quede paralizado, su mirada se clavo en la puerta del baño, debió notar la luz que salía de allí, o quizás se vieran mis ojos desde allí. El caso es que creí que me había descubierto. Instintivamente deje de tocarme mi mástil y cerré la puerta casi de un portazo.
Mierda!, pensé para mi mismo, me ha pillado fijo.
No lo se, me quede un poco helado. Me levante del suelo y me dirigí a la ducha. Del susto creo que me desempalme en un segundo. ¡Qué corte pensé¡
Me metí al agua, estaba en su punto, no paraba de darle vueltas a la cabeza. Pero en el fondo pensé, ¿Si a mi me ha dado corte?, imagínate como estará el. Ja, ja, ja , uno nunca acaba de sorprenderse.
En eso estaba mi cabeza, cuando comencé a dejar de pensar en la situación y empezaron a venir a mi mente la imágenes tan calientes que acababa de ver.
No pasaron ni dos minutos cuando tenia la polla en el mismo estado que 10 minutos antes. Esta vez si que por fin me iba a poder correr sin miedo a que alguien me interrumpiera. Ni Eva, ni Juan. Yo solo, en la ducha y con mis 17 centímetros entre mis manos.
En honor a Juan, también inicie una exploración en mi ojete, suave y haciendo circunferencias con mi dedo. No tarde en dilatarme lo justo para que me metiera hasta el segundo nudillo.
Así estaba con el chorro de agua cayendo sobre mi cara y agitándome de gustazo.
Alejandro!!!, que me estoy meando déjame pasar coño¡¡
Mierda, otra vez no!, ahora que estaba a punto de correrme y otra vez.
Venga Ale, que no puedo mas, ¿puedo pasar?.
Qué le iba hacer, éramos amigos, y entre tíos eso es normal. Había una cortina medio transparente por medio, y total , solo serian 2 minutos.
Yo asome la cabeza por un lado de la cortina y dije- vale, pasa-.
No acabe de gritar que pasara, cuando el muy cabronazo se metió en el baño totalmente en bolas, con el rabo colgando y directo al water. Subió la tapa con total naturalidad, se cojió el rabo flácido y se puso a mear.
- Yo me quede alucinado- y el me miro y me dijo.
-¿Qué pasa?, me has visto pajearme hace un momento y ¿ahora te cortas por verme en pelotas meando?, ademas, que sepas que esa cortina deja entrewver todo y ya veo que estas empalmadísimo. Asi que ya sabes, sigue duchandote, y pajeate tranquilo, que yo no molesto. No como otros.... .
Me quede de piedra, rojo como un tomate supongo y si saber que hacer.
Bueno miento, si sabia que hacer, decidí mandarlo todo a la mierda. Estaba hasta los huevos de que Juan llevara la iniciativa en todo y que yo quedara como un pardillo.
-Vale, tu lo has dicho- Abrí totalmente la cortina, me metí debajo del agua y comencé a magrear mi polla delante de el como si nada. Cerré los ojos y me concentre en mi miembro y mi placer, sin importarme la presencia de mi amigo a un metro de distancia escaso y totalmente desnudo.
Debieron pasar 3 o 4 minutos, allí seguía yo pajeandome, cuando me di cueta de que Juan no había dicho nada, se había quedado callado y ya no se oía el ruido de su meada al caer sobre el agua del water.
Abrí los ojos, para comprobar si se había marchado ya, y cual fue mi sorpresa, cuando en vez de haberse ido, le contemple sentado sobre la taza del inodoro, con las piernas abiertas, mirando mi miembro fijamente y masturbándose al mismo ritmo que yo.
Una vez mas me había sorprendido otra vez.
Joder Juan, le dije, veo que estas casi tan caliente como yo. No paras eh.
Es verdad Alejandro, pero es que no estoy super salido. Llevo una temporada que me pone caliente todo, amigas, las novias de mis amigos, mis hermanas..., incluso los tios, estoy todo el día empalmado. ¿ Si te estoy molestando me lo dices y me voy ?.
Lo cierto, es que mas que molestia, me daba algo de pena, en el fondo me identificaba bastante con el. Igual edad, las mismas frustraciones con las tías, mismas calentura.
Oye, me preguntó totalmente desinhibido, ¿y a ti, te ponen los tíos? .
Puuuf, no lo sé, el caso es que la película de esos dos tíos me ha puesto calentorro, tu paja con el dedo en el culo mas, y ahora verte aquí mismo empalmado , pues tu diras, ya ves que sigo con el rabo tieso.
Me sonrió, me miro, y sin que hiciera falta decir nada, se puso en pie y se metio en la ducha junto a mi.
Yo no dije nada, simplemente le devolvi la mirada y pase el brazo junto a su cuello para cerrar totalmente la cortina y no lo pusiéramos todo perdido.
Asi fue, como comenzamos a pajearnos bajo el agua, cada uno con su miembro, mirándonos y sonriendo.
No paso mucho tiempo cuando Juan, dejo su sexo, cogió el bote de champú, se puso un buen chorro en su mano y empezo a enjabonarse.
Era todo un espectáculo, verle todo lleno de espuma y cada vez que pasaba por su pollon se agitaba varias veces para que no se le bajara ni un solo centímetro su excitación.
Volvió a llenarse de champú y sin decir nada, me comenzó a llenar de burbujear el pecho y luego la espalda si perder de vista mi pija.
Lo inevitable sucedió, al subir por mis muslos, primero me acaricio las nalgas, luego las ingles y por fin acompaño a mi mano derecha y comenzó a pajearme el también.
Yo me deje hacer, solté mi mano, y solo el se hizo cargo de aquella polla ardiente.
Yo cerré los ojos.
Me pajeaba buen ritmo. Estaba en las nubes. El calor de una mano de hombre en mi sexo era algo nuevo para mi. Me la habían tocado tias, pero el tamaño de una mano de hombre en tu propio miembro es algo indescriptible.
Yo para no ser menos, abri los ojos, y dirigi mis manos a sus 18 centimetros, era algo descomunal que grosor, que caliente, como palpitaban en mis manos.
Era una gozada estar alli, bajo el agua y disfrutando de lo lindo con otro tio. La verdad es que pajeaba de maravilla. No se si seria su primera vez o no , pero lo hacia como un experto.
Decidi cerrar los ojos de nuevo y disfrutar de los sentidos que Juan me producia.
Que tio, que bien lo hacia, de vez en cuando, paraba y recorria con sus dedos mi glande poniéndome mas al limite aun.
Yo ya estaba a punto de irme, cuando Juan paro un momento, en el fondo lo agradecí para poder recuperarme y que la paja fuera mas larga.
Abrí los ojos y en eso que al mirar hacia abajo le veo como en ese preciso instante se mete mi polla en su boca, mirándome a los ojos y llegando prácticamente de una chupada hasta los pelos de mi vientre.
Aaaaaah!, que bueno, me derretía, me temblaban las piernas cada vez que volvía a succionar mi trozo de carne. No se donde lo habría aprendido pero mamaba de maravilla, mucho mejor que las dos tías que me lo habían hecho con anterioridad. Solo notaba sus labios al rozar mi piel. Nunca antes me había sentido tan caliente.
En medio de tanta borrachera de sexo, me permití coger su cabeza y acompañar el ritmo de su cuello con mis manos. El solo gemía, y cerraba los ojos concentrado en ese formidable trabajo que estaba haciendo.
Lógicamente no aguante mucho, el climax estaba a punto de llegar. Le advertí a Juan que me iba a correr.
El se saco mi polla de su boca, sin parar de pajearme, al sacarse mi capullo un baba suya quedo colgando y eso fue el detonante para que por fin , después de toda aquella aguantando me corriera sin piedad.
Efectivamente, hasta 4 chorros de semen salieron de mi volca. Uno de ellos golpeo sobre el pecho de Juan.
Me exprimió al máximo y apuro hasta que no quedara una sola gota dentro de mi.
Me soltó el miembro y se limpio su pecho entre risas de satisfacción.
Así fue como comencé a saber como lo hace otro hombre, y desde entonces no he dejado de aprender y de enseñar.
Si queréis hacerme algún comentario. Encantado os contesto