Viaje de fin de carrera IV

Mi amigo hetero aun me tiene preparada una sorpresa en la que mi culo acaba bien abierto y lleno de leche

Erik se levantó de un salto sacando su polla de golpe. Al ver la cara que le ponía me dio un azote y me dijo:

  • Tranquilo que aún no hemos acabado. Había dejado ya encargado el servicio de habitaciones. - Me dio otro azote y se dirigió desnudo hacia la puerta-.

No me lo podía creer. ¿Donde iba? Mi cara estaba siendo de pánico e incredulidad. Me moría solo de pensar que alguien me pudiese encontrar en esa posición. Pero a Jose parece que le daba totalmente igual y agarrándome violentamente del pelo me volvió a meter la polla en la boca. Volvía a tenerla hinchada de nuevo, no habiéndole dado tiempo si quiera a ponérsele flácida desde que se había corrido hacía escasos dos minutos. Me la clavó con tal profundidad que me provocó una arcada de la que no me dejó reponerme, al estar sujetándome la cabeza contra su pubis. No podía ver lo que Erik hacía en la puerta, ni con quién. Y Jose, inmobilizando mi cabeza con sus dos manazas y acercándose a mi cada me dijo:

  • Tu chupame la polla y estate quieto, que nos lo vamos a seguir pasando bien un rato.
  • Pero...

No me dejó decir nada ni moverme. Me volvió a meter su polla en la boca hasta la garganta y me comenzó a follar con fuerza. Su pubis golpeaba mi nariz y mi saliva chorreaba hasta sus dos huevos negros. Yo en mi excitación me dejé llevar y sacaba la lengua como podía para llegar a chuparlos. Escuché como Erik cerraba la puerta y me volvía a coger de las caderas. Puso su polla dura en la entrada de mi culo ya lubricado por su corrida y hambriento de más polla. Sin hacer presión poco a poco yo me fui echando hacia atrás intentado que me la metiera. Pero al segundo la retiró y me metió tres dedos sin esfuerzo. Yo gemí de nuevo y arqueé la espalda por el placer de sentirme lleno de nuevo y al levantar la cabeza me encontré a Erik al lado de Jose, sonriendo con satisfacción y cara de hijo de puta.

  • Es Manuel, que ha venido a cobrarse las cervezas de esta tarde.
  • Qué?? - me giré y vi a Manuel con sus dedos en mi agujero y agarrándome la nalga fuertemente con la otra-.
  • He tenido un descanso y no quería perderme la fiesta que me había contando Erik que iban a hacer... - Y dio una fuerte carcajada mientras sacaba sus dedos de mi culo y agarrando su polla con las dos manos comenzó a golpear mi agujero. Era como una lata de medio litro de cerveza: ancha y larga-. Hermano, este culo te lo voy a reventar.
  • Por favor... fóllame. - Fue lo único que acerté a decir.

Dicho y hecho. Manuel metió de una estocada su inmensa polla haciendome volver a gemir de placer y me agarró de los hombros para evitar que me fuese para delante con cada una de sus potentes embestidas. Sus huevos golpeaban contra los míos mientras Jose y Erik iban cambiando sus pollas para que las chupase. Aunque con la follada que me estaban dando poco podía concentrarme en chupar. Cerré los ojos y abrí la boca para concentrarme en disfrutar de la polla de Manuel. Erik se acercaba a mi boca y me escupía metiéndome su polla hasta el fondo acto seguido, y Jose me separaba el culo para que Manuel me pudiese meter la suya aun más profundo. Con cada golpe de polla de Manuel, Jose aprovechaba a meter sus dedos en mi culo, dilatando más mi agujero. Manuel metía y sacaba su polla entera dejando mi agujero vació y hambriento. Siguió así durante cuatro o cinco minutos hasta que comenzó a acelerar el ritmo. Me comenzó a montar con tal fuerza que no podía casi mantenerme en cuatro patas. Su polla entraba y salía entera una y otra vez, provocándome un placer total, y Erik y Jose me ayudaban a no caer de bruces mientras les chupaba la polla. Manuel de repente gritó de placer y noté como su leche inundaba mis entrañas mientras volvía a dar 4 o 5 golpes de cadera con fuerza. Erik, aprovechando que Manuel había dejado de zarandearme con su follada, me cogió la cabeza y me volvió a follar al boca hasta correrse de nuevo.

  • Bueno, hoy te estás poniendo las botas... no creo que vayas a cenar luego en el restaurante. - Dijo Erik.
  • Jajaja y aún te queda el postre, que yo me quiero correr de nuevo. - Dijo Jose sujetando su polla dura contra mis labios.
  • Bueno señores, yo les dejo que ya les he dado lo que les traía y tengo que continuar con mi turno. El resto de clientes me necesita. Pero si vuelven a querer que les traiga más de esto, no duden en avisarme.

Manuel se limpió la polla, se vistió y pude escuchar como salía por la puerta. Mientras yo seguía chupando a cuatro patas la polla de Jose como si fuese la primera polla que me comía en mi vida. Erik cogió un bote de lubricante y se puso detrás mío.

  • Te dije que para todo había una primera vez putita y este va a ser el viaje en el que pruebes bastantes cosas nuevas.

Apoyó el bote de lubricante en mi culo y entró sin dificultad. Después de la polla de Manuel, de la de Jose y de la suya, mi agujero estaba tan dilatado que no oponía resistencia. Erik al verlo se rió y dijo sorprendido:

  • Joder, es que ya estás deseando que te metan lo que sea... vaya puta que estás hecha.

Y me metió cuatro dedos de golpe hasta el fondo de mis entrañas. Sus nudillos hicieron que mi culo se dilatara aun más y yo, en completa locura y excitación, abría aun más las piernas para que me hiciera lo que quisiera. Sus nudillos habían quedado dentro de mi culo y creo que yo no había estado más cachondo en mi vida. Sacó y metió sus cuatro dedos dos o tres veces y se acercó a mi oreja:

  • Lo estás deseando verdad?
  • El qué? - dije yo entre lamida y lamida.
  • No sabes el qué?
  • Hermano, si le abres un poco más el culo nos lo vamos a poder follar los dos...
  • Es eso lo que te apetece?

Yo solo asentí mientras seguía chupando y miraba la cara de cabrón de Jose, sin saber bien lo que me estaban diciendo. Erik , con mi confirmación me dió otro fuerte azote y comenzó a meterme sus dedos de nuevo. Mientras los metía con la otra mano separaba mi culo y yo cada vez abría más las piernas hasta llegar casi al suelo. Debido a la excitación notaba que me faltaban las fuerzas. Llegó un momento en el que comencé a notar los nudillos de Erik pujando por entrar, pero esta vez no estaba el dedo gordo haciendo de tope. El cabrón me estaba metiendo el puto. Y literalmente me estaba derritiendo de placer. Tras un primer intento en el que mi culo no quiso dejar pasar, Erik volvió a la carga. Jose seguía disfrutando de su mamada mientras veía el espectáculo. Yo me arqueé de nuevo para dejar que mi culo se abriera todo lo posible y se dilatase para la manaza de Erik. Efectivamente, en el segundo intento los cinco nudillos franquearon mi entrada dándome otra vez un placer inenarrable. Gemí y jadeé con intensidad. Restregué mi cara contra la polla de Jose sin poder atinar a metérmela en la boca. Una vez dentro, Erik la dejó unos segundos y la sacó prácticamente hasta el final de la última falange para volver a meterla. Cada vez que entraban los nudillos mi agujero se iba dilatando un poco más y oponiendo menos resistencia hasta que al final la metía y sacaba con facilidad llevándome al séptimo cielo. Ya no intentaba ni chupar la polla de Jose. Mi cuerpo estaba concentrado en todo el placer que me estaba dando Erik, que continuaba azotándome con la mano que tenía libre. Había dejado mi cabeza apoyada en la polla de Jose, que estaba dura como una piedra y me golpeaba con ella en cada vaivén que daba mi cuerpo. Llegados a un momento, Erik sacó su mano y me dió un azote en todo mi agujero. Me cogió por las dos ingles y me levantó para tirarme en la cama. Jose se tumbó y me puso encima suyo indicándome que me sentase en su polla. Puse una rodilla a cada lado suyo y me metí su polla sin ninguna dificultad. Como me gustaba sentirla dentro. El hizo fuerza para clavármela bien hondo y yo me dejé caer de bruces encima de su pechó. Busqué su boca y me metió la lengua enredándola con la mía. Me abrió el culo con las dos manos y noté como Erik se ponía detrás mío. Su polla comenzó a pugnar con la de Jose por un hueco dentro de mi culo. Sin mucha lucha las dos consiguieron hacerse sitio y Erik, echándose encima de mi espalda, comenzó a bombear.

  • Esto es lo que te gusta, verdad pedazo de puta?
  • Si, joder. Fóllame! Dame más! Correte! - ya no sabía ni lo que quería... estaba en tal éxtasis que no podía pensar.
  • Tranquilo, que de aquí te vas a ir bien preñada.

Los dos bombeaban sus pollas dentro de mi culo abriéndolo cada vez más. De la presión que me daban sus pollas a los poco minutos me corrí encima del abdomen de Jose. Mi esfinter se contrajo y eso les arrancó un gemido a cada uno y comenzaron a correrse. Jose aun seguía abriendo mi culo con sus manos y Erik tenía sus dedos en mi boca para que los chupase. Sus dos pollas se hincharon aun más y noté como me preñaban de nuevo. No sé quien se corrió más o quien lo hizo primero, pero los dos caímos rendidos encima de Jose. Sus dos pollas fueron poníendose flácidas dentro de mi culo hasta que finalmente acabaron deslizándose fuera de él. Los tres, exhaustos y sudados, intentábamos recuperar la respiración.

  • Bueno, ya te ha follado a uno de clase y a dos del hotel, y eso que llegamos hace 24 horas. A este ritmo te acaba dando por culo media clase y la plantilla del hotel...jajajaja
  • Jajajaja cabrón... que todo es por tu culpa. Y además no creo que pueda cerrar el culo en días...
  • Hermano, ni falta que hace... cuando tu quieras yo vengo aquí y te doy leche de la buena. Que la de negro sabe mejor. Jajajaja
  • Bueno, además yo te tengo alguna sorpresa más preparada para este viaje.
  • Quééééé?