Viaje de fin de carrera II

Mi amigo hetero se lo pasa bien usándome del todo. Pero lo mejor está por llegar.

No recuerdo muy bien cuanto tardamos en llegar al hotel. Íbamos tremendamente borrachos y metiéndonos mano durante todo el camino. Erik fue gran parte del camino con el dedo corazón metido dentro mi culo, como anticipo de lo que me esperaba, y yo echaba mano a su polla totalmente empalmada en cuanto podía. No recuerdo pasar por la recepción del hotel, ni cómo llegamos a la habitación. Cuando nos metimos los dos desnudos en su cama empezamos yo me acosté encima suyo mientras él jugaba con sus dedos y su polla en mi agujero. Pero estábamos tan cansados que nos quedamos dormidos.

No recuerdo muy bien qué paso, pero al día siguiente seguíamos desnudos y Erik me abrazaba desde atrás. Al despertar y notar su polla dura en la puerta de mi culo me moví intentando acomodarla hacia mi agujero.

  • Te has despertado con hambre, eh?
  • Jajaja, no sabía si estabas despierto...
  • Bueno, tengo algunas partes más despiertas que otras...
  • Ayer follamos al final?
  • No... te quedaste dormido encima mío...jajajaja pero bueno, eso siempre podemos remediarlo... - En ese momento hizo presión con su polla contra mi culo-.
  • Ahhh, joder, que pedazo de polla tienes Erik. Si me la vas a meter ponte lubricante...
  • Si, tranquilo que todavía no queremos romper este culito. Tú tienes?
  • Si, en el neceser de mi mesilla.

Erik estiró el brazo y sacó el bote de lubricante. Era un de lubricante durex play, de los morados que son un cilindró con la parte de arriba redondeada...

  • Madre mía lo que habrás hecho con este bote en tu casa... jajajaja.
  • Qué guarro eres... nunca me he metido un bote de esos por el culo si es lo que insinúas.
  • Pues tranquilo que para todo hay una primera vez.
  • Prefiero que me metas la polla. - Dije congiéndosela con la mano y acercándola a mi culo.

En ese momento se puso lubricante me metió la cabeza de la polla de un solo golpe. Me hizo ver las estrellas; protesté; pero me puso la mano en la boca y se me acercó a la oreja y me dijo:

  • Tu me lo has pedido. Y ahora la vas a tener entera, así que haberlo pensado antes. - Y me la clavó de un solo golpe-.

Me hizo ver las estrellas y dí un grito mudo mientras se me saltaban las lágrimas por el dolor. Tenía una polla gigante y mi culo no estaba acostumbrado. A los pocos segundos la sacó entera y yo pude respirar aliviado por el dolor.

  • Si no quieres, puedo parar. Es eso lo que quieres?
  • Contesta o cállate, pero no me hagas perder el tiempo.

De repente la voz de Erik había perdido el tono dulce y amable y pasó a ser desagradable y amenazante. Como si fuese un ultimátum. Yo, cachondo como estaba no contesté. Solo empujé mi culo hacia atrás dando a entender que quería más y Erik entendió perfectamente lo que yo quería decir.

  • Eso es lo que esperaba. Sabía que te morías de ganas... - Y acto seguido me volvió a meter la polla hasta el fondo de un solo golpe. El dolor ya no era tan intenso como la primera vez pero aun dolía, aunque esta vez aguanté hasta que poco a poco el dolor fue desapareciendo. Erik lo notó y comenzó a bombear cada vez a mayor ritmo, como un taladro. Mientras, relajó la mano con la que me cubría la boca, sabiendo que ya no iba a gritar, y me metió dos dedos en la boca para que los chupara.
  • Venga, así zorrita. Si sabía que te iba a encantar... he visto que eras la más puta de todos los de la clase. Abre ese culito para mí que lo voy a reventar.

Yo no podía más que gemir y pedir más polla echando mi culo hacia atrás para que me la clavase más profundo, mientras le chupaba los dedos como si fuesen otra polla. Quería demostrarle lo cachondo que estaba y las ganas que tenía de que me follase.

  • Venga, que te voy a dar toda la leche que te quedaste sin tomar ayer zorra.
  • Si joder, follame Erik. - Yo mientras me separaba el culo con las manos para dejar que me follase hasta el fondo.
  • Uffff, que puta eres joder... me voy a correr... - En ese momento dió un último golpe de cadera y me clavo la polla hasta el fondo, dejándola allí mientras se corría dentro de mi. Notaba como su polla palpitaba en mi culo mientras se corría, su cuerpo se destensaba poco a poco y su respiración, aun agitada, volvía lentamente a normalizarse. Yo, aun con su polla dentro, no tuve que tocarme la mía más que dos veces para correrme abundantemente.
  • Te ha gustado eh putita?
  • Cabrón, me has reventado el culo.
  • Cállate y no te quejes. Que has disfrutado como si no te la hubiesen metido nunca. Me voy a la ducha. Bajamos a desayunar o tu ya has tenido suficiente con la salchicha y la leche? Jajajajaa

El cabrón me estaba vacilando... Se levantó de la cama y se metió en la ducha. Puso la radio y se puso a tararear. Cuando terminó de ducharse me metí yo mientras él se vestía y estando aun en el baño me dijo que se iba a desayunar; que nos veíamos en el comedor.

Aún me salía su lefa del culo mientras me metí en la ducha y joder, me ponía cachondo como una puta moto.

Cuando bajé al comedor los que estaban haciendo compañía a Erik se levantaron y nos dijeron que nos esperaban en la playa. Al haber “trasnochado tanto” se había hecho tarde y éramos los últimos del hotel en desayunar. Y no sé por qué me daba la impresión de que los camareros nos miraban y sonreían maliciosamente.

  • Erik, tu te acuerdas de como llegamos ayer al hotel?
  • Bueno, no muy bien, pero me parece que debimos montar un poco el numerito...
  • Joder, que vergüenza... qué hicimos?
  • Bueno, creo que continuar un poco lo que íbamos haciendo en la playa.

En ese momento se acercó un camarero mulato, alto, fuerte y con una sonrisa que derretía el hielo y nos preguntó si queríamos algo más:

  • No, muchas gracias. De momento estamos bien.
  • Y como pasaron la noche? Un ibuprofeno no quieren? - Dijo mirándome y sonriendo con una sonrisa pilla de oreja a oreja-.
  • Jajajaja no... ya me he tomado otra cosa en la habitación antes de bajar.
  • Jajajaja eso no lo dudo.

Como?? pero ese comentario a qué había venido...? preferí hacer como que no lo entendía y seguir con la conversación.

  • Es que ayer llegamos un poco borrachos. La liamos mucho en recepción?
  • Bueno, tienen suerte de que solo estuviera yo...
  • Jajaja que vergüenza...
  • Si hubiese habido alguien más, lo mismo hubiese podido aceptar la invitación a su amigo. Pero tal vez en otro momento. - El camarero dijo esto, nos dejó una jarra de agua y se fue, no sin antes tocarse ligeramente un paquete que se dibujaba enorme en su pantalón corto blanco.

Ahora sí que estaba a cuadros. No entendía nada, aunque tal y como íbamos anoche y la mirada con la que me había desnudado el camarero sospechaba lo peor... y además Erik sonreía como un cabrón por detrás de la taza de café.