Viaje de fin de carrera I

Mi amigo hetero acaba haciendo uso de mi en la playa

Esta historia me sucedió en el viaje de fin de carrera. Era febrero y estábamos en el 5º año de Administración y Dirección de Empresas. Habíamos organizado para después de exámenes, como el resto de universitarios españoles, un viaje de fin de carrera, en nuestro caso a Punta Cana.

Llegó el momento de irnos. Erik, el eramus de Suecia que había en clase había decidido apuntarse a última hora. Nos habíamos caído bien desde el principio y siempre que salíamos los de la clase acabábamos a las tantas tomando copas él y yo con alguien más que aguantase hasta el final. Me ponía bastante cachondo. Erá algo más alto que yo, 1.85 aprox., rubio, ojos azules, fuerte y rasgos afilados. Hablaba español perfectamente, y el tío lo usaba con desparpajo para ligar con la tía que se le pusiese entre ceja y ceja. Tenía a media clase loca y a la otra muerta de envidia por lo que yo era el chico con el que mejor se llevaba.

En el avión nos sentamos juntos, y habíamos acordado ponernos también juntos en la habitación. Erik ya sabía que yo era gay y no tenía ningún problema con ello. Yo en aquel momento estaba medio liándome con un chico, pero no era nada serio. De hecho, Erik le había conocido fugazmente un día que estábamos de fiesta y se habían llevado bastante bien.

Una vez aterrizados nos llevaron directamente al hotel. Pasamos por una zona de discotecas y restaurantes donde previsiblemente acabaríamos todas las noches todos los huespedes de los hoteles de los alrededores. Nuestro hotel estaba a 2 o 3 kilómetros por lo que podríamos ir andando sin problema, ya que la carretera tenía una parte de acera. El hotel era una auténtica pasada. Tenía una playa kilométrica de arena blanca y agua turquesa, tal y como aparece en los folletos. Estaba llena de palmeras de aspecto selvático. Era alucinante. Y nuestra habitación... tenía dos camas king size, una pequeña terraza, vistas al mar y minibar. Qué más le podía pedir a la vida?

Nada más llegar nos cambiamos, nos embadurnamos en crema y nos fuimos directos a la playa. Allí había un minibar donde comenzamos a pedir mojitos. Ya era por la tarde, así que aprovechamos a picar algo rápido mientras bebíamos en la playa y quedamos en vestirnos para ir de fiesta a la zona de discotecas.

Una vez en la discoteca nos mezclamos con la poca gente local que había y todos los turistas, que como nosotros estaban alojados en hoteles de la zona. Poco tardaron en acercarse a Erik un grupo de locales intentando ligar con él. Una de las chicas, que era realmente guapa, estaba se había encaprichada con él. A mi se me acercó otra pero al primer intento la frené y le dije que era gay, con lo que, ni corta ni perezosa, me presentó a su amigo e intentó que ligase con él. Era un chico mestizo, un poco más bajo que yo y no muy guapo con lo que dije que no de primeras. La noche fue pasando y el chico no para de intentarlo y yo, cada vez con más copas me ponía más borde. Erik mientras tanto, se dejaba adular por la guapa y las amigas, pero sabiendo que yo estaba con otro chico en Madid, no me quitaba el ojo.

  • Ni se te ocurra liarte con ese feo.
  • A ver Erik, que no me voy a liar, que no me gusta. Otra cosa es dejarle que me haga él a mi algo... jajajaja
  • Jajajaj, qué cabrón eres. Ni eso. Prohibido.

Pero el chico había visto la posibilidad de ligar con un extranjero y no estaba dispuesto dejarla escapar. En un momento que fui al servicio apareció detrás de mi. Eran ya las 5.30 de la mañana y quedaba un cuarto de hora para que cerrase la discoteca. Yo estaba borracho perdido y por lo tanto, bastante cachondo.

  • Que amol, no quieres que nos vayamos tu y yo a tu habitación? - Me dijo él con todo el tono sensual que podía poner-.
  • Pues no, la verdad. Si quieres me puedes comer aquí la polla, pero poco más vas a conseguir. - Yo ya estaba en modo me dejo hacer, pero no me pidas nada que no me gustas.
  • Pues bajate el pantalón que vea lo que me toca comer. - En ese momento entro Erik al baño y vio la escena que estábamos dispuestos a montarnos.
  • Ni hablar. Venga. Cada uno a su casa, que están cerrando ya. Guarros.

El chico, ante la insistencia de Erik en que no nos liáramos, se cabreó bastante y se fue con sus amigas. Erik terminó de mear y volvió a la pista, donde estaban las luces ya medio encendidas.

  • Esto esta chapando. Nos pillamos una botella de ron y nos la tomamos de camino?
  • Y la tía con la que estabas?
  • Es un poco pesada y yo he venido aquí a estar con los amigos, ya puedo ligar en Madrid cuando quiera. De todas formas le he dicho que nos veríamos por aquí estos días.
  • Pues venga, pilla la botella como puedas y vámonos.

Erik, aun no se como, cogió una botella de la barra y salió a mi encuentro. El resto de la gente ya había echado a andar por lo que nos quedamos él y yo un poco rezagados.

  • Y si vamos por la playa? Puede que tardemos un poco más, pero eso no lo tenemos en Madrid y las aceras si.

La idea era fantástica. Un paseo con luna llena, el mar en calma, una botella de ron, mi colega... todo era perfecto. El hotel estaba a unos 3-4 kilometros andando por la playa, por lo que teníamos un paseo de una hora más o menos. Mientras íbamos comentando la noche. Erik flipaba con que me fuese a liar con el chico ese.

  • Primero que no me iba a liar, solo iba a dejarle que me comiera la polla. Segundo que no estoy con nadie oficialmente. Y tercero, qué querías que hiciese? No veía a ningún otro tío con el que ligar.
  • Pues no ligues... tampoco es lo único que hacer cuando se sale. Y venga, vamos a bañarnos. - Con la taja que llevamos Erik se quitó toda la ropa y se metió en el agua sin esperar respuesta. Pude ver de refilón su polla dormida y su culo perfecto. Qué cuerpazo tenía el cabrón-. Venga, métete! A qué esperas?
  • Paso! Luego como nos secamos?
  • Joder, con la camiseta, al aire, yo qué se?

Le di un buen trago a la botella para calmar el pudor y me quité la ropa con toda la naturalidad que pude. Me metí en el agua corriendo intentando salpicar a Erik. El agua estaba caliente y sin una ola por lo que se podía intuir lo que había debajo de ella. Yo me había traído la botella para seguir bebiendo en el agua. Se estaba en la gloria. Erik y yo seguimos hablando y de repente se me acercó por el lado para quitarme la botella de las manos. Al acercarse, su muslo desnudo chocó contra el mío sin querer, pero el alcohol y la situación hicieron que me pusiera como una puta moto. Le dí la botella casi vacía y me retiré a dar un par de brazadas a ver si se me pasaba la excitación.

  • Dooonde vas pececillo!? - Dijo Erik agarrándome del pie y atrayéndome hacia él-. Cabrón, que te has acabado la botella! Jajajajaa
  • Yo?? cuando te he dado aun quedaba... - No pude acabar la frase. Erik me había hecho una aguadilla y al intentar defenderme, me había inmovilizado abrazándome por detrás. Estaba notando todo su cuerpo pegado al mío. Su polla estaba apoyada justo en mitad de mi raja y ya no tenía el tamaño que tenía al meterse al agua. Erik era bastante más fuerte que yo y no podía hacer nada-.
  • Has respirado ya? - Dijo estoy y se zambulló en el agua llevándome con él.

Había intentado oponerme, pero lo único que conseguía era rozarme más con su polla al echar mi cadera hacia atrás para intentar separarme y me estaba poniendo malo. Y parece ser que él también. No tenía la polla totalmente dura, pero comenzaba a estar morcillona. Yo había dejado de resistirme y me dedicaba a disimular un mínimo intento de resistencia mientras Erik me hacía aguadillas cada vez más intermitentes. Simplemente me dedicaba a disfrutar de sentir su cuerpo contra el mío y su polla contra mi culo.

  • Te me estás arrimando mucho Erik, a ver si te va a gustar!
  • Bueno, parece que a ti sí que te gusta. - Me dijo agarrándome la polla dura como una piedra.

En ese momento me zafé y me retiré muerto de vergüenza.

  • Cabrón, qué quieres? Que uno no es de piedra. Me tienes abrazado restregándome tu polla por el culo... y esperas que estando borracho no me ponga cachondo?
  • Jajajajaja - El cabrón solo se reía. Qué puta vergüenza-.

Dicho esto se volvió a abalanzar hacia mi sumergiéndome por los hombros y haciéndome otra aguadilla. Pero esta vez al estar de frente golpeó su polla ya dura contra mi cara y al salir me abrazó inmobilizandome de nuevo cara a cara. Teníamos nuestras dos pollas duras y nos quedamos mirándonos fijamente. Erik se agachó y me besó en la boca mientras relajaba los brazos. Yo bajé mis manos a su polla y empecé a masturbarle mientras nos besábamos. El bajó sus fuertes manos a mi culo buscando mi agujero con sus dedos y estuvimos así un rato. Poco a poco nos fuimos acercando a la orilla, besándonos y tocándonos sin hablar. Erik se chupó un dedo y lo llenó de saliva y me lo metió en el culo. Una corriente recorrió mi cuerpo y paré por un segundo de hacerle la paja. Su dedo era tan grande como una puta polla. Él acabo tendido en la arena fuera del agua y yo tumbado encima suyo. Poco a poco fui besando su cuello, sus pezones, bajando hacia su ombligo de donde nacía un fino pelo rubio hasta su polla. La polla era literalmente gigante. No mentían cuando decían que los nórdicos la tenían grande. Me metí el glande en la boca mientras le pajeaba. El puso sus manos en mi cabeza haciendo presión para que me metiese más polla en la boca y comenzó a marcarme el ritmo cada vez más fuerte. En un momento se separó y me tumbó boca arriba en la arena. Se puso encima mío y comenzó a follarme la boca mientras sus huevos golpeaban mi barbilla. Yo mientras me tocaba la polla suavemente ya que estaba a punto de correrme de lo cachondo que estaba. Erik aceleró el ritmo y pegó un gemido en el momento de que su corrida inundó mi boca. No paraba de salir lefa de su polla. Me quedó toda en la lengua por lo que pude saborearla mientras terminaba de chuparle la polla y acto seguido me corrí como hacía tiempo que no me corría.

  • Pues no ha estado mal el paseo por la playa. - Dijo riéndose-.
  • Jajajaja que guarro. Yo ya no puedo beber más...
  • jajajajaja

Ambos nos metimos en el agua para quitarnos la arena y nos secamos con la camiseta.

  • Bueno, vamos a la habitación ya, que va a amanecer y aun no hemos dormido nada en esas pedazo de camas king size que tenemos.
  • No esperarás dormir cuando lleguemos a la habitación? Porque yo ya metido en materia me tengo que correr 3 veces antes de acostarme... Vas a tener king size hasta hartarte. O mejor dicho, hasta que me harte yo.