Viaje de estudios

Mi ultimo año de colegio acabo con un viaje de estudios especial.

Creo que fue a los doce años cuando me masturbé por primera vez y lo que si recuerdo es que fue pensando en un chico. Mi nombre es Javi. Ya había tenido antes erecciones, pero no fue hasta empezar a pensar en aquel chico cuando mis toqueteos dieron lugar a la primera eyaculación de mi vida.

El chico en cuestión era un primo que hacia tiempo que no veía y pasaba ese verano con su familia junto a la mía, era guapísimo, pero mis miradas de enamorado, porque me acabé colando por él, no tuvieron ninguna respuesta por su parte. Tampoco me atreví nunca a decirle nada.

A partir de entonces y ya con trece años cumplidos me empecé a fijar en otros chicos, normalmente de mi colegio. Algún compañero de clase o de las clases de al lado robaba mis pensamientos nocturnos y me provocaba tremendas erecciones que aliviaba con pajas cada vez mas frecuentes, siempre con una absurda culpa cuando acababa, como si estuviese haciendo algo malo cuando se trataba del acto mas natural del mundo.

Ese año en mi clase había dos repetidores que se sentaban detrás de mi, uno moreno, fuerte incluso aparentaba algún kilo de mas se llamaba Mario, el otro rubio, delgado pero con brazos fuertes y ojos penetrantes que se llamaba Cesar. A pesar de sus catorce años eran chicos bastante fuertes porque practicaban remo. Especialmente marcados estaban sus brazos y el tener un año más que yo hacía que me intimidasen solo con mirarme.

Ellos notaron esa intimidación desde el primer día y empezaron a meterse conmigo, a gastarme alguna broma pesada que a mí no me hacía gracia. Afortunadamente no era yo su único objetivo aunque mi carácter introvertido no ayudó a que me dejasen en paz. No es que fuesen violentos ni nada así, se trataba de bromas de dos adolescentes chulitos que nos superaban en edad al resto.

En una ocasión me cogieron las llaves de casa y cuando intenté recuperarlas Cesar me agarró el brazo y me puso contra la pared haciéndome daño, cuando protesté solo me dijo: – las llaves te las doy cuando me de la gana y no vuelvas a llevarme la contraria nunca mas.

A pesar de que me asustó un poco, cuando llegué a casa me excité recordando la situación de estar inmovilizado por Cesar y acabé masturbándome pensando en él.

En otra ocasión cuando se metió conmigo le contesté y empezó a perseguirme hasta mi casa. No me pilló pero mas tarde deseé que lo hubiese hecho y me masturbé pensando en lo que me habría hecho de haberme pillado.

Tampoco era muy consciente de lo que quería, en realidad mis fantasías casi se limitaban a estar entre sus brazos, que me tocase y me masturbase.

El curso fue pasando entre bromas de Mario y Cesar y fantasías mías hasta llegar el viaje de estudios que incluía noches en Madrid, Córdoba y Sevilla.

Yo no tenía demasiados amigos, era mas bien solitario y me preocupaba un poco con quien me iba a tocar dormir. Las dos primeras noches eran en Madrid, en habitaciones dobles que se repartieron los demás, tocándome con un chico con el que me llevaba bien. Por supuesto Cesar y Mario compartieron habitación.

En el hostal de Córdoba la situación cambió, teníamos adjudicadas varias habitaciones triples y supongo que nadie quería ir con los repetidores. El profe me preguntó a mi y yo acepté compartirla con ellos.

Cesar y Mario se extrañaron un poco de que me hubiese ofrecido, incluso parecieron molestos por no poder estar ellos solos. Nada mas llegar a la habitación Cesar me empujó hasta tirarme en la cama

¡Mira que bien! ¡tenemos chacha!, jajaja

A mi no me hace gracia – dijo Mario mirándome enfadado – Ahora tenemos que cargar contigo, pero como te pases contando algo te vas a enterar, mejor será que hagas lo que te mandemos

No sabía donde me había metido, me había dejado llevar por un extraño impulso ofreciéndome para dormir en la misma habitación que ellos y nada mas llegar ya me estaba arrepintiendo. Me entró una mezcla de miedo e impotencia y casi no sabía que decir, llegándome a entrar incluso ganas de llorar

No hace falta que os pongáis así, solo van a ser dos noches y en Sevilla ya no me tendréis con vosotros – les dije poniéndome muy triste

Apenas hablaron conmigo esa tarde, deshicimos las maletas y nos preparamos para ducharnos antes de bajar a cenar. Mario y Cesar hablaban de escaparse del hotel para salir por Córdoba.

El primero en ducharse fue Mario, pude verle el pecho casi lampiño, ancho sin llegar a estar gordo y unos brazos tan musculosos que asustaban por su grosor, mayor que el de mis piernas.Verle me acomplejó un poco al comparar su cuerpo con el mío delgado y menudo.

En cuanto salió Mario, Cesar se quitó toda la ropa hasta quedar en slips y tuve que sentarme en la cama para disimular el principio de erección que me produjo la visión de aquel cuerpo casi perfecto, marcados pecho y abdominales, piernas y brazos fuertes, no tan gruesas como las de Mario pero mas fibradas y un paquete abultado que trataba de mirar de reojo intentando no ruborizarme.

Ten cuidado no te enseñes tanto que seguro que Javi es marica – le dijo Mario

¡Vete a la mierda! – le contesté disimulando

Pues como llegue muy caliente igual me tiene que chupar la polla esta noche, jajaja – dijo Cesar tocándose el paquete

¿Qué tal la chupas Javi? ¿no te apetece comernos la polla a Cesar y a mi?

Dejarme en paz – dije molesto con sus comentarios

Del susto me había bajado la erección, nunca había imaginado meterme en la boca un pene, mis fantasías no llegaban tan lejos.

Cesar se metió en la ducha entre risas y Mario se vistió para bajar a la cafetería, dejándonos solos a Cesar y a mí. Tuve una fuerte tentación de abrir la puerta del baño con cualquier disculpa pero me contuve.

Al salir del baño, el cuerpo de Cesar parecía deslumbrar y de nuevo tuve que bajar la mirada sonrojándome ante aquella maravillosa visión. Esta vez él lo notó.

¿Qué pasa Javi? Al final resultará que eres marica de verdad, tendré que llamarte javierita, jejeje

Voy a ducharme – dije apresurado y tapándome con la toalla el paquete que me volvía a crecer.

Entré en el baño y arrimé la puerta sin llegar a cerrarla. Me quité la ropa y me metí en la ducha empezando a masturbarme para aliviar mi calentura, cuando de repente sentí ruido dentras de mí, era Cesar mirándome sonriente a través de la mampara.

Así que no nos equivocábamos contigo, jejeje. Eres un marica. Ya verás cuando se lo diga a todos, vas a ser el marica del colegio.

No, no por favor, yo no soy marica

¿Cómo que no? Se te ha puesto dura mirándome el paquete y ahora te estas haciendo una paja. Además me has dejado la puerta abierta para que entre, ¿que querías? ¿que te follase?¡Vaya maricón que estás hecho!

No, te equivocas, estaba pensado en una tía de la tele – intentaba disimular u poco desesperado

Anda ya, no engañas a nadie. Ya verás cuando se enteren todos

No por favor, te juro que no soy marica

Deja de negarlo, además ¿a quien van a creer? ¿A un magiquita como tu?

No por favor, no digas nada, haré lo que quieras, por favor

Umm, bueno, igual no digo nada, pero vas a tener que chupármela ahora mismo, para eso servís los maricones ¿no?

¿Queeee? No, yo no, nunca

Vamos marica, chúpamela o se entera todo el colegio de lo que eres, hasta los profesores lo van a saber, seguro que te expulsan

No por favor, te digo que yo no hago esas cosas

Entonces lo contaré todo, seguro que hasta te echan del colegio

No, no por favor – debía rendirme a sus amenazas, nadie me creería si Cesar empezaba a decir que era marica – haré lo que digas

Pues empieza a chupármela

Mientras me hablaba Cesar había dejado caer la toalla mostrándome su polla aún flácida. Nunca había imaginado chupársela a nadie pero entre el miedo a lo que le contase al resto del colegio y la excitación de ver su cuerpo desnudo me rendí arrodillándome frente a él. Me acerque hasta tener su polla a la altura de mi boca y cogiendola con mi mano empecé a pasar la lengua por su cabeza lamiéndosela como si fuese un helado. No sabía como hacerlo, lamía y después succionaba como si fuese la paja de una bebida. No se si a Cesar se lo habían hecho antes pero su pene empezó a reaccionar creciendo dentro de mi boca hasta alcanzar unos 14cm que me la llenaban por completo.

Oyendo sus gemidos parecía que le estaba gustando y con sus manos empezó a moverme la cabeza metiendo y sacándome su polla. El marcaba el ritmo, me sujetaba la cabeza con sus manos a la altura de mis orejas, acercándola y alejándola. Realmente me estaba follando la boca y mi polla parecía reaccionar con una nueva erección, así que empecé a masturbarme al tiempo que me follaba. Alguna metida me llegaba casi hasta la garganta provocándome arcadas, pero daba igual, estaba en la gloria de rodillas con su polla dentro de mi.

Alcé la vista y mi excitación llegó a límites insospechados viendo su cuerpo desnudo desde aquella posición y sobre todo su cara de placer. De repente sentí su semen llenándome la boca y quise sacar su polla pero no me dejó, obligándome a tragar todo su esperma que parecía inagotable. Creo que me llenó el estómago con tanta leche como descargó.

Viéndole allí, de pié goteando aún leche de su polla que empezaba a perder su dureza, aun de rodillas delante de él, aumenté el ritmo de mi paja hasta soltar tres trallazos que llegaron a salpicar su pierna.

Estábamos exhaustos cuando nos sobresaltó un grito

  • ¡Vaya par de maricas! - Era Mario que parecía perplejo viéndonos desde la puerta del baño - ¿No íbamos a buscar un par de tias para hoy?

  • ¡Para que quieres tias! ¡Con lo bien que la chupa la puta que nos han puesto en la habitación!

Las palabras de Cesar me dejaron paralizado, ¡me estaba llamando puta!

Pues yo no me quedo sin que me la chupe a mi también – dijo Mario empezando a bajarse los pantalones – Ven aquí marica, me la vas a chupar a mi también

¡Yo no soy marica ni puta! – protesté casi a punto de llorar por sus insultos

Claro que eres marica ¡si acabas de chuparme la polla! – Cesar tenía razón, no podia huir de mis actos – tienes una buena boquita de puta para chupar pollas, jejeje

¡Ven aquí puta! – dijo Mario acercando su polla que empezaba a endurecerse

No, dejarme en paz –

Intenté incorporarme para salir del baño pero Cesar me empujó volviendo a caer de rodillas. Se colocó detrás de mi retorciéndome el brazo en la espalda y me dijo al oido

No querrás que Mario se enfade ¿verdad? Será mejor que se la chupes, ya lo has hecho conmigo y te gustó

Era evidente por la paja que me había hecho que me había gustado chupársela a Cesar, pero es que me gustaba mucho aquel chico y Mario no era mi tipo. Pero no podía hacer otra cosa que seguirles el juego, me tenían inmovilizado de rodillas con la cara a la altura de la polla de Mario. Además no quería que contasen nada de aquello y no me quedaba más remedio que satisfacerlos a los dos.

Con la mano que me quedaba libre agarré la polla de Mario y me la empecé a meter en la boca. Su tamaño aumentó casi de inmediato, también mediría unos 14cm, pero su grosor era mayor y me costaba tragármela entera. No sin esfuerzos, empecé a chuparle la polla a Mario que como su compañero también me agarró la cabeza para follarme la boca a placer.

Me empecé a excitar, mas que por Mario por tener a Cesar agarrándome el brazo e inmovilizándome. Estaba cumpliendo mis fantasías.

Pero Cesar no iba a estar solo observando, poco a poco noté como su polla se iba endureciendo apretándose contra mi espalda y eso me puso mas caliente aún.

Empecé a mover un poco mi cuerpo notando el roce de su polla contra mi. El la fue bajando hasta colocarla entre mis piernas, hasta quedar prácticamente sentado sobre su mástil. Como seguía con mis movimientos, empecé a hacerle una especie de paja frotando mi culo contra su polla mientras seguía con la mamada a Mario.

Cesar empezó a apretarse contra mi intentando penetrarme, pero mi agujero estaba demasiado cerrado. Me soltó el brazo, y me agarro por la cintura echándome hacia atrás y obligándome a sentarme sobre su polla que ahora si me entró haciéndome un daño horrible. No estaba preparado para aquello y di un fuerte grito sacándome la polla de Mario de la boca

Ehhh, que pasa, ¿te estas follando a la puta Cesar?, yo también quiero disfrutar – protestó Mario tapándome rápidamente la boca con su polla

Cesar no contestaba, solo me movía el cuerpo como si fuese un muñeco levantándome y dejándome caer para clavarme su polla cada vez mas adentro.

Intentaba gritar pero no podía por la polla de Mario, me caían lágrimas de dolor y rabia. Lo estaba pasando muy mal ¡aquello ya era una autentica violación!

No podía escapar, Cesar me tenía bien agarrado y su polla parecía un taladro perforándome el culo, realmente me lo estaba rompiendo y el dolor no me dejaba disfrutar nada. Encima tampoco me podía quejar porque Mario me tapaba la boca follandomela con su gruesa polla.

Mario fue el primero que se corrió obligándome a tragar su semen. En cuanto me soltó, Cesar me tumbó hacia delante si sacar su polla de mi culo apoyándome la cabeza contra el suelo y levantando bien mi penetrado trasero.

Me cogió por la cintura y empezó un mete saca que iba acelerando a cada movimiento de sus caderas, sentía su polla salir casi por completo de mi culo para volver a entrar de golpe invadiendo mis entrañas, repitiendo una y otra vez sus embestidas cada vez mas profundas desgarrándome, haciendo que mi cuerpo temblase con sus invasiones.

No tenia piedad de mi, de mis quejidos – me duele, por favor, aggg – Yo solo era un juguete en sus manos, un monigote que manejaba a su antojo, un cuerpo del que gozar. Cesar no pensaba en mí, solo en disfrutar él y sus violentas penetraciones seguían haciéndome daño, aunque poco a poco me iba acostumbrando al dolor.

Seguía metiéndome una y otra vez su polla, parecía que sus embestidas no tendrían fin y delante de mi estaba Mario que ahora ayudaba a su amigo evitando que me moviese poniéndome uno de sus pies en mi cabeza que me apretaba contra el frío suelo del baño.

Estaba hundido y humillado con la planta del pie de Mario en mi cara y el culo en pompa para ser follado de forma salvaje por Cesar. No se apiadaban ni de mis lágrimas de impotencia y de mis quejidos ya casi inaudibles por la falta de fuerzas para luchar.

Cesar empezó a gemir con fuerza y sentí como se corría dentro de mi llenándome el culo con su semen y aflojando sus metidas hasta quedarse tumbado en mi espalda.

Se quedó así sin sacarme la polla, como queriendo descargar hasta la última gota de semen en mi.

De repente me sobresaltó un fuerte calor recorriendo mi interior ¿se volvía a correr?

  • No, no eso no – no era semen sino su orina la que me inundaba hasta hincharme

Mis ahogadas suplicas no tuvieron efecto y Cesar acabó meando dentro de mi provocándome una sensación de asco.

Cuando acabó se levantó me dejó tumbado en el suelo, humillado, dolorido y avergonzado por como me habían tratado, con mi culo chorreando una mezcla de orina, semen y sangre. Levanté la vista y me miraban fijamente

Vaya con la puta que nos ha tocado en la habitación – dijo Mario sonriente – creo que lo vamos a pasar muy bien contigo las noches que quedan, jejeje

Me parece que esta noche no vamos a salir, ya tenemos a quien follarnos aquí mismo- dijo Cesar – no hace falta buscar a nadie

Todavía me toca a mi probar ese culito de puta, jejeje. Aunque tendrá que limpiárselo bien, ¡mira que mearle dentro! Tenías que haber esperado a que me lo follase yo también.

No pude aguantarme, es que tiene un culo tragón que había que llenarlo bien, jejeje. Ya veras cuando te lo folles lo bien que traga el culito de este putón.

No podía creer lo que estaba oyendo. Prácticamente me acababan de violar, tenía el culo totalmente dolorido, el sabor de sus pollas en mi boca y estaban hablando de volver a follarme.

Les miraba atónito mientras se reían hablando de lo que me iban a hacer, llamándome puta y sorprendentemente, ante aquella situación mi polla empezó a ponerse dura.

Recordando la violación que había sufrido y viendo los cuerpos desnudos de mis folladores me estaba empezando a excitar.

¿Qué me estaba pasando? ¿Realmente era una puta como me decían? Hasta sus insultos me ponían a mil, mi polla estaba totalmente erecta

jajaja, mira la puta que cachonda se está poniendo ¿quieres que te follemos ahora mismo otra vez? – dijo Cesar riéndose

parece que te gusta que te follen, mejor porque es para lo que vas a servir a partir de ahora

No contesté, solo les miraba sorprendido por la reacción de mi cuerpo. Ante mi excitación no pude hacer otra cosa que empezar a masturbarme allí mismo, en el suelo con los ojos de mis folladores fijos en mi. Mario me detuvo

No te hemos dado permiso para tocarte puta, te correrás cuando nosotros digamos. Vete a la ducha a limpiarte bien el culo, nosotros te esperamos en la cama para follarte toda la noche. A partir de hoy eres nuestro y vas ha hacer todo lo que te ordenemos ¿entendido?

Solo asentí con la cabeza.

Me volvieron a follar esa misma noche, Cesar corriéndose en mi boca y el pollón de Mario perforándome el culo que casi no sentía por el dolor. Esa noche y las cuatro siguientes llegaron a correrse casi veinte veces cada uno dentro de mi. Insultándome, follandome varias veces cada noche y haciéndome dormir entre los dos para que pudiesen tomarme cuando les apeteciese.

Daba igual, era su puta.