Viaje de Compensación

No se contentaba por manosear mis nalgas sino que su estrategia era el meyer su mano por debajo de mi falda

Viaje de Compensación

Hola me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Bueno no esperéis que os diga como soy… mejor os pasáis por mi blogs: susanabix-misconfidencias.blogspot.com (www.blogger.com/profile/12388435950971661186), pero si no os es suficiente y buscáis algo mas… pasaros por www.tuperfilprivado.com, os aseguro que os gustara… la única pega es que os tenéis que dar de alta.

Hola de nuevo mis queridos amig@s... en esta nueva confesión os quiero hacer saber lo ocurrido durante un viaje que realice a Ámsterdam hace al menos seis años, tras finalizar Bachillerato y antes de comenzar mi carrera Universitaria. Mi padre me recompenso con un viaje… o mejor dicho a acompañarle, según el era el premio a todo el esfuerzo que he mostrado para entrar en esta difícil carrera pero la verdad es que la cabrona de mi madre se había echado atrás, rechazando acompañar a mi padre por lo que no podía dejar esta oportunidad aunque sea de esta manera… a modo de limosna.

Tras salir desde hacia el aeropuerto estaba de lo mas nerviosa y no era para menos a pesar de ir acompañada de mi padre, lo cierto es que llevaba un tiempo que me respetaba quizás era debido a su nueva amiga Erika… una compañera del trabajo que al ser Diplomada en Relaciones Laborables le quitaba mucho papeleo. Cuando llegué a vivir a Ámsterdam sabía que venía a un país diferente mas por todo aquello que había escuchado en la televisan, ya sea por que la prostitucion es legal como el consumo de marihuana por no mentar que la bicicleta es el modo de transporte principal.

Tras aterrizar en Schipool donde se encuentra su aeropuerto internacional el cual se encuentra a 18 km de Ámsterdam, cogimos el tren para desplazarnos hasta la capital mas por el medio de transporte más rápido. Tras llegar al Hotel mi padre me sugerío que si deseaba conocer Ámsterdam la mejor manera era perderme entre sus calles, mentándome que era difícil que me pasara algo y si así fuera con solo enseñar a un policía mi acreditación en no mas de diez minutos estaría con el. Me propuso que cogiera el metro o el tranvía y que deambular por sus calles y sus barrios (joder, el muy cabron no dejaba de decirme que era difícil que me perdiera). Aunque el conserje del hotel me propuso un medio de transporte alternativo al dicho por mi padre, pues este me recomendó el transporte típico de Ámsterdam… la bicicleta.

Pero me propuso que el ese día se lo dedicara a el por completo y que a partir del siguiente me podría perder sin que el me dijera nada… claro esta acepte. Lo primero que hizo mi padre fue comprarme una serie de billetes para viajar tanto por tranvía como por autobús y que allí eran llamados… Strippenkaart. Mi padre me llevo de tiendas por el centro de Ámsterdam donde me sería difícil pronunciar el nombre de aquellos comercios, pero no todo fue tiendas por que también vistamos el Palacio Real, el Museo Histórico, la Beurs van Berlage y la plaza Dam donde precisamente me compro los billetes. Me aconsejo que no me dejara llevar por mi curiosidad pues siendo yo una chica inocente y joven como yo, no me recomendaba entrar en el barrio mas famoso de Ámsterdam… el “Barrió rojo” al cual este le llamo como Red Light, aun recuerdo que le hice hincapié en mi idea de visitar museos y diversos edificios y que este barrio también es famoso por su arquitectura. Continuando por decirle que para nada me interesaba la vida social que este tuviera, por mucha liberalización que este mostrara y diversión sexual.

Deteniéndonos en puestos de comida tan típica allí como los de patatas fritas… mmm, eran enormes y la salsa que le echaban estaba riquísima… mmm. Tras recogernos y bastante molido, tras la cena en el hotel yo me fui a mi habitación a descansar… mi padre se quedo despierto abajo (cabron… a quien se habría tirado). Bueno tras despertarme por la mañana y sin acordarme que no estaba sola en la habitación, salí de la ducha con solo una toalla ante la mirada lujuriosa de mi padre que pensaba que aun dormía, no penséis que me entregue a mi padre… como que no, pero este me sugerío vestirme allí mismo recordándome que el ya me había visto sin ropa alguna. Por lo que deje caer mi toalla… quedándome ante su sorpresa en braguitas (joder, se creyó que estaba desnuda), bueno tras vestirme y desayunar mi padre me dejo volar… el cual me aconsejo que debía de visitar el barrio chino y el barrio de los espejos, entre otros.

Bueno tras recorrer media Ámsterdam estaba desecha y para colmo rondaba las 23:15 horas mas o menos pues ahora y después de tanto tiempo no lo recuerdo bien, menos aun puedo leer bien mi manuscrito… joder como me ha cambiado la caligrafía desde entonces. Bueno continúo como os he mentado previamente, estaba cansada y debido a este cogi la línea de metro equivocada… la 52, la cual me llevo hasta Van Hasseltweg por no deciros que me di cuenta… eso si tarde, me fije que había poca gente y la verdad poco me importo mas por que ignoraban lo que decían. Recuerdo que mas llevada por el cansancio me sitúe en medio de uno de los vagones mientras me sujetaba a la barra, estaba nerviosa pues se me había pasado el tiempo volando y debía de regresar al hotel pues el ultimo era a las 0.00 horas.

Sabéis en una de las paradas en la cual salían muchos del vagón y entraban pocos, note unos roces que no di importancia mas por creer que eran sin querer. Pero este continuo recorriendo mis muslos por lo que moví mi brazo a modo de hacerle comprender que no me interesaba, tras apartar este la mano no paso mucho para que volviera a la carga y en esta ocasión, pasaba la yema de sus dedos por mis nalgas primero para continuar con la palma de su mano después. Con rapidez y cautela más por que no quería dar la nota allí… más al ser un país extranjero, colocaba las bolsas de objetos que había comprado detrás de mí a modo de poder ahuyentar nuevamente a este.

No os hacéis a la idea del descaro de este hombre el cual comenzó a tirar de mis bolsas hacia abajo y ante mi cabezonería a retirarlas, este se puso junto a mí… mirándome fijamente mientras se sujetaba a la misma barra que yo. En esos momentos los pensamientos que se me pasaba por la cabeza eran que por muchos países que vaya en todos, tienen la misma mentalidad… todos les van el acoso y el tomar las cosas por el gusto de quererlas. Sabéis en aquellos momentos no caí que quizás mi vestimenta haya dado pie a tal infortunio, no pensé que por llevar una falda corta y una blusa blanca haga que los hombres se rebelen y que saquen a la bestia que tienen escondida.

Continuo este comenzó una vez consiguió apartar mis bolsas un acoso en toda regla, pues ya no se contentaba por manosear mis nalgas sino que su estrategia era el meyer su mano por debajo de mi falda… cosa que intentaba impedir. Pero lo peor fue su reacción pues cuando conseguí retirarla este introdujo su mano precisamente por delante, sentí sus dedos rozar mi pubis por encima de mis braguitas mientras con su otra mano impedía que pudiera defenderme. No dejaba de decirme algo… algo que ignoraba que era, quizás me rogaba a aceptarlo o quizás era algún tipo de disculpa… pero lo cierto era que aquellos dedos presionaban mi vulva… mmm.

Tras sacar la mano del interior de mi falda… llevo estos dedos a su nariz, los cuales olio y en su rostro se dibujaba una sonrisa malévola, volviendo a la carga y en esta ocasión volvió a intentar meter su mano bajo mi falda a modo de tocar mis nalgas. Nuevamente vencí a su empeño pero de poco me valió pues tras posar su mano en mi cintura, comenzó a intentar meter su mano entre mi falda y mi camisa… cosa que con rapidez intente detener, os puedo decir que lo logre pero este lo que consiguió fue sacar mi camisa del interior de mi falda.

Recuerdo que eche la vista hacia atrás a modo de ver al resto de pasajeros y poder comprender por que no hacia nada por evitar tal acoso, estos no eran mas de ocho y a pesar del número intentaban eludir mí mirada… a modo de ocultarse. Me sentí muy mal mas aun cuando este se me acerco tan cerca que note la dureza de su miembro, por no deciros cuando aumento su acoso y mientras su mano derecha se introducía bajo mi falda… tocando ya mis labios vaginales con la izquierda magreaba mis nalgas, a la cual esta intentaba retirar no precisamente por que me gustara lo que me hacia la derecha que tampoco os lo voy a negar. Sino que pretendida bajarme mis braguitas allí mismo… ante las demás miradas, comencé a suplicarle que me dejara antes solo se lo pedía… le roge que me dejara, cosa que su mirada fría me decía que no iba a ser posible. Mas aun cuando sus hábiles dedos… uno por delante y otro por detrás, no dejaban de acariciar mis intimidades… mis oficios ooohhh, no pude evitarlo mas al cerrar mis ojos llevada por el placer que me estaba proporcionando pero tampoco deseaba darle tal gusto… que lo estaba logrando.

Tras algo mas de veinte minutos el acoso se convirtió en humillación y degrado mas cuando me tomo mi mano y la llevo hacia su entre pierna… obligándome a magreádsela, mientras me masturbaba y me penetraba con sus dedos… ooohhh. Que vergüenza mas por que era yo quien ya participaba, tenia su miembro desnudo en mi mano… mientras el ya con su otra mano manoseaba mis pechos. Tras bajar mis braguitas hasta medios muslos… pego sus labios a los míos y aunque lo rechace, este poso sus labios en mi cuello… haciéndome estremecer mientras subía mi blusa y bajaba mi sujetador… mmm. Por aquellos momentos no pude retener mis gemidos por no decir algunos suyos mientras yo le masturbaba, mi mano se encontraba llena de fluidos preseminales y aunque intentaba arrodillarme mediante sus manos en mis hombros… para ya sabéis que, me negué. Cosa que creo que a este no gusto y que en vez de forzarme para ello, comenzó a masturbarme con mas fuerza e ímpetu… haciéndome alcanzar mi primer orgasmo a pesar del acoso.

Pero este no se detuvo sino que pego s cuerpo al mío tanto que sentí como alojaba entre mis muslos su miembro y tras simular los movimientos de penetración, pude ver como sobresalía su grande entre mis muslos. Tal refriego me producía tanto placer como a el, os podría asegurar que este llego a penetrarme en varias ocasiones pues en sus vaivenes de dentro hacia fuera, era tal lo mojadísima que estaba que su grande chocaba una y otra vez contra mi orificio vaginal, entrando en varias de estas sin oposición alguna haciéndome dar un tremendo bote hacia delante y sentir mi segundo orgasmo. Obviamente algunos pasajeros habían adivinado la causa de estos movimientos por no decir los sonidos salidos de mi boca, no había que ser muy listo para darse cuenta. Tras sacarla y continuar con las embestidas… cada vez mas rápida, me hizo comprender que el pronto obtendría su premio y dicho y echo, comenzó a escupir entre mis muslos sus descargas llenando no solo la pared del vagón, sino mis muslos los cuales se discurrían entre mis muslos hasta sentirlos entrar en mi zapato.

Cuando la saco de entre mis muslos… dejando mis nalgas impregnadas de su viscosa leche, tomo mi falda y comenzó a limpiarse su miembro sin importarle mi parecer o si estaba bien o no. Tras detenerse una vez mas el metro este se bajo… calculado… lo ignoro, pero lo cierto es que fue cuando realmente me di cuenta de donde coño me encontraba, por lo que como estaba salí del vagón y tras recorrer los túneles sin saber bien… si iba bien o no, salí por suerte al otro lado del rail… donde por suerte cogí el metro hacia mi destino. Os debo mentar que a medida que corría por los túneles, me fui arreglando como pude a modo de estar un poco presencial en el siguiente vagón. Me di cuenta que me faltaba una prenda y era bastante intima pero no recordaba en que momento la había perdido, mas aun cuando lo ultimo que recordaba es que estaba a medio muslo.

Bueno continuo, tras llegar al hotel mi padre aun no había regresado… obviamente este estaría en el barrio rojo, por lo que me pude bañar tranquila e ignoro el motivo por el cual comencé a recordar aquel acoso. Lo peor no es que lo recordara… sino que comencé a masturbarme con esos pensamientos tan “desagradable”… mmm, hasta lograr un tremendo orgasmo con el cual dormí placidamente, pero aunque mi confesión acabe aquí no os puedo decir lo mismo de mi viaje, pues como mujer deseosa de más y aprovechando los dos días que debíamos de estar allí… ya no solo recorría el barrio de el Jordaan. El cual se le conoce por la “Casa de Ana Frank” y por la zona de los canales y de sus callejuelas, donde hay innumerables tiendas, cafeterías o restaurantes.

Donde a la vuelta sobre las 23:00 horas volvía a “equivocarme” al coger el metro de la línea 52 y tras sortear los vagones, hasta situarme en uno donde reconocía a mi acosador o posibles acosadores… mmm. En esa ocasión volvió a por mi pero con la única diferencia que esta vez fue mas directo, sus manos se hicieron con mis nalgas… mmm y en esta ocasión mi mini falda si tuvo la culpa. Tras levantar mi falda y magrear a conciencia mis nalgas, continuo por repetir la misma operación con mi orificio vaginal… mmm, en esa ocasión había mucho más pasajero pero le importo a este más aun cuando introdujo su mano dentro de mis braguitas y comenzó a masturbarme. No quise mostrarme entregada por lo que luche… retire su mano en varias ocasiones, llegando incluso a palmear su mano con tanta fuerza que aun me duele la mano.

Pero este continuaba con su acoso y en esa ocasión me cogio las braguitas comenzando a tirar de ellas hacia arriba, tirando tan fuerte que no solo me introdujo esta entre mis glúteos y labios vaginales sino que me levanto del suelo varios centímetros… ooouuufff, para comenzar a moverlos de un lado hacia el otro a modo balancín y masturbarme con mi propia prenda… ooohhh. Cuando me dejaba sobre el suelo del tren… dirigía una de sus manos hacia mis pechos a modo de magreádmelos, llegando a presionar tanto su mano que me pego contra su cuerpo y llegando a sentir para mi sorpresa su desnudo miembro en mis nalgas… aaahhh. Nuevamente me rebele pero sin éxito mas por la fuerza de este y que sentí el pinchazo de algo  metálico en mi espalda, llegando a pensar que debía de ser algún tipo de arma blanca continuando por unas palabras que no supe traducir pero que entendí. Tras bajar la guardia este no solo poso su mano sobre mi pecho sino que tiro de mi blusa hacia abajo hasta sacar con descaro uno de mis senos, el pinchazo en el costado de este objeto me hizo callar y quedarme quieta, magreo a su antojo tanto mis senos como mis nalgas pasando a no solo tirar de mis braguitas, sino a introducir su miembro entre mis muslos y comenzar a moverse de delante hacia atrás hasta que el mismo calor que este transmita me hizo separar mis muslos.

Claro esta que por su manera de actuar no era el mismo hombre que el anterior, sus modales y la utilización de esa arma blanca lo delataba, por suerte no me llego a penetrar pero note como otros aprovechaban mi entrega ante este acoso para de paso meter mano. Aunque por suerte para dichos momentos mis senos volvieron a su lugar… gracias a las manos de estos desconocidos, no os negare que la intrusión no de uno, ni dos dedos sino hasta tres me masturbaban mientras otros tantos hacían lo propio con mi orificio anal. Tras terminar el acosador con su inminente corrida, no solo desapareció este sino que los dueños de todas las manos también, bueno tras detenerse en la parada no solo se bajaron un numero de pasajeros sino que yo también para coger el de dirección contraria y volver a mi hotel. Os diré antes de finalizar con mi confesión que volví a repetir la misma experiencia y tan fabulosa como la primera, pero con la única diferencia que en esa ocasión que acabamos en los servicios… dejándome follar.

Bueno queridos lectores… lo dicho, si alguno o alguna desea expresaros vuestros comentarios hacia mis confesiones o invito a que lo hagáis a mi dirección: susanabix@hotmail.com . Bueno está vez sí os digo que no deseo extenderme aun más, espero ver vuestros email en mi correo con vuestros pensamientos de que os a parecido... e incluso peticiones o fantasías que os ocurra hacer conmigo, pues os puedo prometer que intentare hacerla realidad aunque sea con otro hombre… os prometo contestaros, besis.