Viaje a Toledo (1)
Toledo es una maravillosa ciudad, sugerente y sobre todo llena de sorpresas donde menos te lo esperas.
Llegabamos al fin a nuestro destino, cansados, sudorosos y muy tarde. Nada mas coger las llaves en recepción subimos a nuestra habitacion con unas ganas locas de beber, quitarnos esa ropa y conseguir relajarnos un poco. Eran ya más de la una de la madrugada y al abrir la puerta apareció una maravillosa estancia con una cama de dos metros, dos sillones una mesita con jarrón de flores y unos detalles del hotel consistente en unas chocolatinas y una botella de cava convenientemente enfriada en su cubitera.
Ibamos a Toledo a pasar una semana. Es una maravillosa ciudad a la que aconsejo, a todo aquel que tenga alguna inquietud, visitar para conocer sus maravillas.
Llevaba todo el día observando a mi pareja y la veía con sus ojos iluminados con ganas de pasarlo bien y disfrutar de todo aquello que le apeteciese. El erotismo y el sexo era una de las cosas que más deseaba, pero de una forma diferente. En nuestro día a día el sexo se va convirtiendo si no en una rutina si en algo cotidiano y donde pocas originales o sorprendentes cosas suelen suceder. Era algo que habíamos hablado y nos habíamos propuesto sorprendernos el uno al otro con iniciativas originales y placenteras, sobre todo que reflejasen nuestra complicidad. No había límites ni compromisos de nada, nuestro único objetivo era disfrutar y pasarlo bien o mejor dicho muy bien.
Nada mas llegar a la habitación dejamos las maletas y yo me quite la ropa ya que quería tomar un baño y relajarme antes de cenar alguna cosa que pediríamos al servicio de habitaciones. Abrí los grifos de la bañera y empezó a salir el agua. Eché un poco de gel de baño y fui a quitarme la ropa. Mi pareja estaba ya en ropa interior y la vi reflejada en el espejo de la puerta del armario. La ví espléndida, parecía que el viaje no le había hecho nada y se le veía con su mirada cómplice y deseosa. Me acerqué a ella a besarla y sólo permitió que le diese un pequeño beso, dandome a entender que el sexo tendría que ser para otro momento.
-Estoy cansada cariño, llevamos todo el día de viaje y sólo quiero dormir y descansar. Después de tu baño me daré una ducha rápida y a descansar. Mañana nos espera Toledo y hay que recuperar fuerzas.
En ese momento me acordé que la bañera se estaba llenando y me dirigí al baño con rapidez. La bañera ya estaba más de mediay el gel de baño había creado una pequeña montaña de espuma en el centro. Toqué el agua y la noté a una temperatura ideal y ya no paré hasta notar como me cubría hasta algo mas arriba de la cintura. Deje el grifo abierto para que acabase de llenarse e incliné mi cabeza hacia atras cerrando los ojos y dejando que mi piel fuese sintiendo la línea húmeda fuese subiendo poco a poco por mi cuerpo. Todo mi cuerpo empezó a relajarse y por mi mente iban pasando imágenes de sexo con mi pareja y otras que había visto en películas para que me sirviesen de inspiración en los próximos días, ya que había que encontrar situaciones nuevas. El único sonido que interfería en mi mente era el ruido del agua saliendo, pero rápidamente logré darle cabida en mi mente sirviendome de base al ritmo de muchos movimientos y convirtiendose en muchos casos en la partitura donde estaba el ritmo escrito de nuestos mejores momentos de amor.
Al cabo de unos minutos de imaginar posibles situaciones noté como algo rozaba mis pies dentro del agua y como poco a poco iba siguiendo la linea de mis piernas hasta llegar a mi entrepieran. Entreabrí mis ojos y la vi allí, sin ropa y mirandome a mis ojos de forma pícara, vi como su brazo se perdía dentro del agua y a su vez sentia como sus dedos jugaban con las curvas redondas de mi zona más sensible. De pronto subio y se aferro a mi sexo apretandolo de forma dulce, pero firme. En ese momento di un respingo y ella sonrió diciendome:
-Tranquilo cariño, no querías una sorpresa?
Me sentí feliz y expectante a la vez. No sabía que quería hacer y al final opté por dejarme llevar y relajarme de forma natural. Ella empezó a mover su mano con mi pene cogido y, como no podía ser de otra forma, se empezó a hinchar de forma rápida. Sin dejar de jugar con él se puso a mi altura y empezo a besarme en los labios y cuello hasta que consiguió abrirlos e introducir su lengua dentro y recorrerla en su totalidad. Al cabo de pocos segundos la punta salía por el agua como mirando de forma desafiante hacia arriba. Entonces ella miró hacia atrás y al verlo optó por dejar mi boca y se aferro a él. Lo soltó y empezo a pasar su lengua por todo su alrededor, mientras su mano volvía a hundirse en el agua y jugaba con todo lo que encontraba debajo del agua. Ahi empezó la locuraa pasaba su lengua, hacia circulos sobre su punta y en distintas ocasiones, sin aviso previo, se lo metía en su boca hasta llegar sus labios al borde el agua sin llegar a hundirlos.
De esa forma empezo a succinar, a hacer una estupenda mamada, mientras con su mano apretaba de forma descarada mis huevos presionandolos de forma intensa. Ahí me deje llevar y empece a notar como algo dentro de mi empezaba a moverse y a buscar una salida lógica para bajar la presión que se estaba produciendo. Al cabo de pocos minutos de ese juego note como empezaba a subir mi semen buscando una salida y ella de repente dejó mi pene al aire, parando bruscamente. Eso me cortó mucho y la mire con cara de enojado. Me volvió a sonreir y me dijo:
-Ibas muy deprisa cariño. No quiero que te corras así como así, quiero que llegues a suplicarmelo.
Ella notaba como mi polla se hinchaba en su boca y como se movía cuando quería expulsar mi semen. En el momento que lo notaba sabía jugar lo suficiente y además conocía mi comportamiento como para parar en lo mejor y dejarme a punto de correrme. La primera vez me pareció algo desabradable porque el deseo me tapaba el morbo y el propio placer que podía suponer jugar a eso. Me excitaba sobremanera verla a ella en esa postura y viendo como ella sentía un gran morbo teniendome a su merced y como marcaba el ritmo que le gustaba. Ella domina y el saberlo la ponía a 1000.
Volvió a metersela en su boca y empezó de nuevo a jugar con ella. No permitía que la tocara a ella ni que nada que no fuese su boca tocase mi miembre absolutamente hinchado y con ganas de escupir toda su energía. Ocurrió lo de la primera vez y ya no fue tan desagradable, noté como se podía ir disfrutando de ese placer controlado y volver a empezar de nuevo. Así lo hizo varias veces hasta que en la última le supliqué a voz en grito y en plenos espasmos de placer que no parase, que quería correrme en su boca y que no se apartase de mi polla hasta dejar que dejase de brotar todo mi deseo. En esta ocasión en vez de apartarse subió su mano dentro del agua y se aferro a ella para acompañar los movimientos de su boca, hasta que exploté y por fin note como podía dar rienda suelta a toda esa presión y gemir de placer sin apenas encontrar el final. Fue la corrida más larga e intensa que tuve hasta ese momento.
Le dí las gracias y un estupendo beso por lo que me hizo sentir en esos momentos y como contestación me dijo:
-Bueno, ya te he sorprendido yo y espero que te haya gustado. La próxima te toca a tí y espero disfrutar al menos lo mismo que tú has disfrutado hoy.
Le prometí que así sería y con la pelota en mi tejado nos fuimos a dormir, no sin cierta preocupación ya que el listón estaba muy alto. Tenía que pensar algo bueno, rápido y con mucho morbo. El tiempo corría en mi contra y había que trabajarlo. Tenía toda la noche y todos mis sueños para imaginar.... pero bueno eso sería en otro relato, siempre y cuando os gustase leer otra parte más de nuestro maravillos viaje a Toledo.
Un beso para todos.
Mikeada