Viaje a Mexico 2

Un marido “mirón”, aclaradas algunas cosas por fin es invitado a participar, siempre aparece alguien más para que las cosas no sean tan simples.

Me sorprendió con una eyaculación muy abundante, solo en otra ocasión había asistido a semejante espectáculo. Que lo es, se retorcía como una víbora pero sin querer escapar del "suplicio" que le estaba propiciando. En ese momento la follaba con la lengua. Sus espasmos eran tan intensos que dejo mí polla abandonada para concentrarse en ella misma, como no paré llego un momento en que oí como suplicaba.

¡Me matas! Para por favor ¡No aguanto mas!

Aflojé pero no del todo, sólo lo suficiente para mantenerla alerta y seguir oyéndola hipar mientras los espasmos recorrían su cuerpo, por fin pare y cuando pudo, Alma se dio la vuelta quedando encima de mí, lamiéndome la cara recogiendo los restos de su eyaculación y cualquier otra cosa que encontró en el camino.

Cuando estuvo satisfecha se quedo quieta clavándome los pezones en el pecho, parecía una chiquilla de tan duros que los tenía y es que estaba aún muy excitada. Ella no me había hecho terminar y lo tenía presente por lo que vino a continuación.

Pasaron unos minutos hasta que me miro a los ojos con cara traviesa y sin decir nada se sentó sobre mí pecho, retrocedió hasta quedar sobre mí estomago, jugueteaba con mis pezones cuando por fin pareció decidirse por lo que quería hacer.

Se levanto con un pie a cada lado de mí, retrocedió y se fue acuclillando para tomar mí erecta polla con una mano y la guío a la entrada de su estrecho culo. Cuando intente intervenir para aportar algo de crema me lo impidió con un gesto y se fue clavando lentamente en mí hasta llegar al fondo.

(

De vez en cuando con disimulo, yo miraba hacia la puerta y veía a Benito, en este momento se estaba masturbando, ante el espectáculo que su "mujercita" le estaba ofreciendo

)

Tomo mis manos y las coloco sobre sus pechos, me dedique a acariciar, estrujar y tironearle los pezones hasta que comenzó un "particular baile". Oscilaba al tiempo que subía y bajaba con lo que mucho antes de lo que esperaba note los primeros espasmos en su esfínter, provocándome una eyaculación prematura.

Ambos llegamos al orgasmo al tiempo, cuando no pudo votar más se quedo al fondo y se venció hacia delante quedando ensartada y tendida sobre mí. Cuando bajo la erección y nos repusimos un poco ambos, se levanto para ir al baño, al pasar junto a la cámara la paro.

Después de una rápida ducha, fuimos directamente a la cama donde nos acostamos con intención de dormir, eran ya casi las cinco de la madrugada.

(

Benito ya no estaba junto a la puerta

)

Me desperté oliendo a café recién hecho y vi a Alma que estaba incorporada sobre un codo mirándome, atraje hacia mí su delicado cuerpo y nos besamos con intensidad. Me propuso salir a desayunar algo y después ya veríamos como se desarrollaba el día.

Salimos en albornoz y vimos a Benito totalmente vestido, con la mesa preparada para desayunar los tres. Fruta, café, tortitas con diferentes mermeladas zumo de naranja y más cosas que no recuerdo, nos sentamos después que Alma lo besara en la mejilla.

Cuando estábamos a medio desayunar, todos de muy buen humor Alma dijo.

Bueno Benito por fin te saliste con la tuya, me dijiste ayer que iríamos al teatro para celebrar nuestro aniversario y en su lugar me tenías preparada esta "grata encerrona" para satisfacer TU FANTASIA de verme con otro, tengo que felicitarte porque Raúl es extraordinario.

A lo que Benito le respondió.

¿Así no fuiste tu quien orquestó todo esto para hacerme un regalo de aniversario?

Ambos se miraron negaron con la cabeza y comenzaron a reír, cuando pudo Alma me pregunto.

Raúl ¿Puedo preguntarte porque ayer te dirigiste a nosotros? Como puedes ver ha sido ¡Es! una experiencia muy agradable, que Benito hacia tiempo que perseguía y que yo no acababa de entender muy bien y no tenemos nada que reprocharte, solo es que siento curiosidad.

Todo tiene una explicación y si me prestáis un ordenador con acceso a Internet en unos instantes entenderéis que solo se trata de una confusión. ¡Ya no seguimos comiendo!

Benito trajo su portátil que tiene acceso a Internet y accedí a mí cuenta de correo, cuando les enseñe el cruce de mensajes con "Sergio y Sandra" comenzaron a reír los dos y yo con ellos. Benito dijo cuando fue capaz.

Ahora entiendo el porque de tanta naturalidad por tu parte, yo pensé que eras un regalo de Alma, ella que era una encerrona mía y tu que éramos la pareja que esperabas y que a estas horas te estarán buscando o quizás esperen a esta noche para encontrarse contigo.

Alma añadió.

Tengo que aclarar que no tengo 42 años, solo son 36 para los parientes, para algunos extraños alguno menos.

Le respondí. Te encontraba muy bien para 42 años, pero entre el gimnasio y la genética quien sabe.

Si me lo permitís preferiría pasar los días que tenga libres hasta que me vaya, con vosotros con Alma, bueno ya me entendéis, no me apetece demasiado conocer a otra pareja, porque no creo que sean capaces de superaros en cuanto a calidad humana, sois extraordinarios los dos.

Accedieron ambos de muy buena gana.

Después del desayuno, mientras Benito retiraba el portátil y yo ayudaba a Alma a recoger la mesa le pregunte.

¿Tienes alguna queja de lo sucedido hasta ahora, te arrepientes de algo? Su respuesta fue muy sincera.

Si todo esto hubiera sido obra de Benito, seguramente estaría un tanto contrariada, si recuerdas anoche le hice marchar, después de que nos filmara durante un rato y más tarde le "pedí" pasar la noche a solas contigo solo por castigarlo. Cuando me dijiste que nos espiaba, ya te dije que se aguantara y que hoy hablaríamos.

Pero no ha sido así, estoy aquí como habéis comprobado por una grata confusión y pienso que merece algún tipo de desagravio, a lo que Alma pregunto.

¿En que estas pensando?

Benito, en este momento regreso de guardar el portátil y oyó parte de la conversación que manteníamos en la cocina, se sentó en el sofá y prestó mucha atención lo que decíamos, podía ser interesante.

Bueno yo te lo planteo a ti, si te atrae la idea aunque solo sea un poco, lo hablamos con Benito y si el accede podemos probar, en cualquier momento lo podemos parar. Alma ya un poco inquieta pregunto.

¿Pero de que se trata, me tienes en ascuas?

Diciendo eso se acurrucó de espaldas a mí por lo que le murmure al oído. Ya que ahora ya no eres virgen por ningún lado, podrías disfrutar de algo que seguro desconoces.

Continúe diciéndole. Hacer un trío es algo que en ocasiones resulta un tanto arriesgado y desagradable, sobre todo si no conoces al tercero, pero en este caso no sería así. Nosotros ya hemos tenido sexo variado y Benito es tu pareja.

Se quedo quieta pensando solo unos instantes, se giro me beso fugazmente y a continuación me dijo.

¿Si tienes experiencia en el tema? Por mí de acuerdo, pero tendrás que ser tú quien convenza a mí marido, mientras voy a vestirme.

Salimos de la cocina, ella hacia su habitación y yo me senté junto a Benito con una proposición, que si bien se apartaba un poco de la "fantasía" original que él tenía, la superaba con creces.

Cuando le explique a Benito lo que había hablado con Alma sonrió y me confeso que esa era su verdadera fantasía y me dijo.

Hace años que pienso en eso, los problemas han sido siempre dos. Que Alma consintiera estar con otro y encontrar a alguien en quien confiar para tal experiencia.

Ayer cuando llegamos los tres aquí, vi como la tratabas y como mientras filmaba ella no me hacia ni caso. Pensé que se estaba sacrificando por mí, pero que en el fondo no disfrutaba la situación.

Cuando me envío fuera no pude aguantar las lágrimas, antes de circular llore por mí falta de sensibilidad, al pedirle insistentemente algo que siempre rechazó.

Cuando después de cenar, me dijo de pasar el resto de la noche contigo, entendí que se trataba de un castigo y cuando os espíe masturbándome viendo como gozaba de forma bárbara y se enculaba sin problemas ya fue lo ultimo.

Esta mañana, cuando se ha descubierto que nadie es responsable de lo sucedido, parece que me ha perdonado y si ella esta dispuesta, yo también.

Entonces resonó detrás nuestro la voz de Alma diciendo.

No hay nada que perdonar, solo espero que Raúl sepa dirigirnos bien en esta nueva experiencia, que sea tanto o más placentera que las vividas hasta ahora y que nos muestre un camino, para disfrutar más del sexo sin travas.

Nos giramos los dos y pudimos verla, se había vestido con una falda escocesa, calcetines blancos y una blusa de doble botonera, su hermosa cabellera estaba recogida con una diadema y parecía la perfecta colegiala, solo la delataban sus esplendidas tetas.

Se acerco a nosotros y sentándose entre ambos, beso primero a Benito y después a mí, pregunto si todo estaba claro.

Por única respuesta vio un cruce de miradas entre ambos.

Yo conservaba el albornoz con el que había salido a desayunar. Lo abrí un poco y la senté encima de mis piernas, sobre mí enhiesta polla comprobando que no llevaba ropa interior.

Benito se arrodillo frente a ella y con estudiada parsimonia fue desabotonando la blusa, cuando aparecieron sus pechos comenzó a lamerlos con verdadera dedicación. La tome por la cintura y la alce lo suficiente para tratar de penetrarla, algo en lo que colaboro activamente.

Siendo ella quien encaro el grueso capullo a su culo, cuando lentamente la fui bajando note que estaba chorreando, al llegar al fondo solo hice que separar mis rodillas al máximo sin hacerle daño a ella ya que sus piernas colgaban por fuera de las mías.

Solté y aparte la falda así como la blusa, Benito a continuación comenzó a lamerle el coño con pasadas intensas, Alma con cada una soltaba un profundo suspiro, la sujete por la cintura y comencé a subirla lentamente para soltarla después y que cayera por su peso, las primeras veces bufo pero pronto se adapto al ritmo.

Tubo un suave orgasmo, provocado más por el morbo de la situación, que por lo que le habíamos hecho, nos levantamos los tres, algo no funcionaba bien, me desprendí del albornoz, dejándolo sobre el sofá.

Entonces Benito pregunto si él podría entrar por detrás, Alma le sonrió y se abrazo a mí, la tome en brazos, la senté sobre la mesa y la penetre.

Cuando tome sus piernas y las coloque rodeándome la cintura, la alce y fui yo quien se apoyo en la mesa, empujando las nalgas la hice subir y bajar varias veces, y cada vez parecía que llegara más hondo. Fue cuando indique a Benito que la enculara.

El acudió raudo al ofrecimiento y sin más se coloco detrás suyo, en una de las veces en que la tenia arriba, el apunto el capullo y lo noté en la mirada de Alma que abrió mucho los ojos, cuando lentamente la deje caer sentía como la polla de su marido, se iba acercando a la mía separadas solo por los órganos de Alma y como un flash recordé otras experiencias semejantes vividas.

La cara de Alma era todo un poema. No podía ni en sus más tórridas fantasías, imaginar que "eso" le estuviera pasando a ella, dos pollas la estaban "destrozando", mientras se morreaba conmigo, su marido le besaba la nuca y le retorcía los pezones,

como hacia poco había descubierto que a ella le gustaba

.

Con diez o doce empellones estaban los dos a punto, fue Benito el primero en comenzar a descargar, iba soltando lechadas que yo notaba, tanto por la proximidad de su polla como por los espasmos que nos sacudían a los tres, pronto se unió Alma con uno de sus escandalosos orgasmos, que en esta ocasión sí fue largo y fuerte.

Apoyo su cabeza sobre mí pecho hipando, mientras Benito le dio tres o cuatro empellones más, pero ya rendido y satisfecho. Al terminar se quedo dentro unos instantes más y siguió acariciándole los pezones pero ya con dulzura, agradecido por haberle permitido entrar, por donde tantas veces lo había intentado sin conseguirlo.

Cuando Benito se retiro fue a lavarse. Alma parece que se recupero un poco, me miro a los ojos, me besó con pasión y me dijo.

Me habéis roto entre los dos y estoy muy cansada, pero seguro que si me tiendes en el sofá, aun seré capaz de solucionar que no te hayas venido.

La solté sobre el albornoz que cubría el sofá, con la nuca en el apoyabrazos, de forma que la cabeza cayera un poco hacia atrás. En esa postura le puse el capullo en los labios, que al instante comenzó a lamer.

Fui dando embestidas, cortas al principio, pero cada vez llegaban más hondo hasta alcanzar la garganta. Entonces alargo sus brazos para apoyarlos en mis piernas y marcar el ritmo de la follada que le estaba haciendo. Cuando nos vio Benito se estuvo quieto en el quicio de la puerta disfrutando del espectáculo.

La corrida fue espectacular pero Alma la fue tragando sin problemas, saboreando cada descarga y cuando estas fueron bajando de volumen, guardaba en la boca una parte, para cuando yo terminara poder seguir un rato más, saboreando "tan delicioso manjar" como ella misma califico después.

Yo también estaba algo cansado, la noche había sido movida y de súbito sonó el teléfono. Era más de la una del mediodía.

Atendió Benito quien después de una corta conversación se giro pálido y le dijo a Alma.

Era tu hermana Elsa, dice que quedó contigo para venir a comer hoy y preguntaba que traía de postre. Le he dicho que lo que le apetezca. Dijo que traería "Volcán de chocolate" y un "Pastel Imposible" al decirle que seremos cuatro a comer, se ha quedado un tanto sorprendida aunque no ha preguntado quien seria el cuarto.

Alma dijo a Benito que se vistiera mientras ella llamaba por teléfono, lo hizo a un restaurante para encargar comida para los cuatro. Al colgar, Benito ya estaba listo para salir y le encargo que trajera además del pedido, cualquier otra cosa que se le ocurriera, pero que no se demorara demasiado.

Ya con más calma fuimos a vestirnos nosotros, aunque yo solo tenía la ropa que me había puesto la noche anterior. Alma me ofreció una camisa de su marido, como el ambiente seguía calido dentro de la casa, la podía llevar solo con doblar el puño, para que no se viera que era corta de manga para mí.

Alma se puso un gracioso vestido de estar por casa, con mucho colorido media manga y un generoso escote, los dos ya vestidos recogimos un poco el salón, abrimos las ventanas aunque hacia frío, para que se fuera el "olor" a sexo que había en el ambiente. Al cerrarlas Alma encendió un par de varitas de sándalo y se sentó sobre mis rodillas a esperar.

Fue cuando me explico que su hermana, tres años más joven que ella, hacia ya uno que se divorcio, su marido había marchado a Canadá, pero que Elsa no se atrevía a salir con otros hombres, sobretodo por miedo a que le hicieran tanto daño como le hizo su ex.

Cuando llego Benito, dejó lo que había traído en la cocina, cuando se acerco a nosotros Alma le pregunto.

¿Crees que si sacamos el tema Elsa se escandalizara mucho?

El le contesto alegremente

Es su problema y puede ser la solución, a parte de sus miedos, esa mujer necesita un polvo, más que el aire que respira. Solo se trata de saber si Raúl estaría dispuesto a darle una alegría.

Conmigo podéis contar para lo que sea, me adapto a las circunstancias, si esta tan necesitada y decepcionada, quizás se deje ayudar por un "extranjero", que posiblemente no vea nunca más.

Sonó el telefonillo desde la barrera, anunciando la llegada de Elsa y Alma confirmo que la esperaban.

Cuando sonó el timbre de la puerta, abrió Alma quien se abrazo y beso a su hermana.

No parecían serlo, Elsa es una mujer alta de más de 1.70 y Rubia natural, aunque con un tipo idéntico al de Alma. Saludo a su cuñado de forma afectuosa, mientras su hermana guardaba los postres que había traído.

Benito nos presento, diciendo que era un amigo venido de España y después Alma la llevo a su cuarto para que se cambiara, traía un vestido "Estilo folk" de lana que abriga mucho y como la calefacción estaba fuerte se sentiría incomoda.

Cuando aparecieron las dos, Benito jaleo a su cuñada de buen humor. Salió con un vestido de Alma muy semejante al suyo, pero que mostraba más de medio muslo, aunque pareció no importarle demasiado, imagino que se sentía en "familia".

Nos sentamos a tomar una copa antes de comer. Charlamos un poco los cuatro, de temas del todo banales y cuando ellas se fueron a la cocina, a "preparar" la comida, ayude a Benito a "poner la mesa".

Cuando salieron dijo Elsa a su hermana.

Que bien enseñado tienes a tu maridito.

A lo que ella le respondió, que gran parte del merito era mío, porque en el poco tiempo que estaba con ellos, había influido favorablemente en los dos. Elsa me miro algo desconcertada, pero como no sabia nada de mi callo, sin dar más importancia a lo dicho por su hermana.

Fueron variados los manjares de los que disfrutamos pero, uno de los platos que trajo Benito eran, "Molletes" y otro "Chiles en nogada", ambos un poco pasados de picante, comparados con los que había probado en España en restaurantes "Típicos Mexicanos".

Parece que la forma correcta es como los preparan allí, el caso es que de vino tinto "Santo Tomás Barbera", tomamos casi tres botellas y eso hizo estragos entre las féminas y elevo la libido a todos, después con los postres, me sorprendieron gratamente con dos botellas de "Sala Vive Gran Reserva " de Freixenet México. Tomamos una con los dulces y la otra la fuimos tomando mientras charlábamos.

Estábamos todos eufóricos y en condiciones de hablar sin tapujos de lo que pensábamos y fue Alma quien saco el tema con toda naturalidad.

¿Sabes Elsa que es lo que hace Raúl en esta casa, además de ayudar a Benito a poner la mesa?

Elsa respondió que no tenia ni idea, pero que si se trataba de un juego de adivinanzas, que le dieran alguna pista.

Alma se levanto y tomo una mano a su hermana quien la siguió, mientras le pregunto de forma retórica.

¿Recuerdas las veces que te conté, la fantasía de Benito de verme con otro?

Se aproximo a mí que estaba sentado en una butaca, me quito la copa de la mano y situada entre mis piernas se sentó sobre una de ellas. Me rodeo el cuello con un brazo y nos enredamos en un morreo ante la mirada, atenta de Benito y estupefacta de Elsa, que permanecía de pie junto a mí.

Unos minutos después en que ambos disfrutamos, Benito seguía la jugada y la pobre Elsa no sabia muy bien que hacer, permaneció a nuestro lado y no aparto la mirada ni en las dos o tres ocasiones en que pude mirarla a los ojos. Al apartarse un poco Alma, dijo a su hermana.

Creo que entre lo que has visto y lo que imaginas, lo que tendrías que hacer es ponerte en buenas manos y gozar, como hace tiempo que necesitas y no haces. Sabes que si no fuera bueno para mí, no te lo recomendaría pero es algo extraordinario y si eres buena te contare algo más.

Tiro un poco de la mano de Elsa, acercándola más a mí, entonces se levanto e hizo que se sentara ella sobre mí otra pierna. Al principio estaba un poco tensa, pero cuando le susurre al oído.

No temas, no harás nada que no quieras hacer y si te sientes violenta por el comportamiento de Alma y el mío, solo dilo y cambiamos de tema.

Su respuesta fue contundente y sincera, con un brazo me rodeo el cuello para morrearse conmigo, mientras con la otra mano abría la bragueta y me sacaba la polla que ya estaba más que a punto para lo que fuera.

Puse mi mano libre sobre su muslo acariciándolo y pronto note como separaba las piernas, fui directo hasta su vulva y tropecé con un suave tanga, para lo único que servio fue para ser apartado, acariciaba con dos dedos su vagina y de reojo pude ver como Benito y Alma, estaban ya en el sofá follando como conejos.

Elsa me pajeaba con mucha pasión y me besaba con lujuria, se notaba el tiempo de sequía, del que me hablo su hermana. La sujete lo mejor que pude y en volandas la trasporte al dormitorio. Sentados en la cama le pregunte si tomaba algún tipo de precaución.

¡Si! no te preocupes por eso, si has estado con mi hermana ya sé que eres de confianza, hazme tuya pero pronto porque no aguanto más.

Comencé a sacarle el vestido y ella me soltaba la correa, pronto estábamos los dos desnudos.

La tendí en la cama y primero le fui lamiendo el cuerpo, comenzando por los parpados y sin olvidar ninguna de las zonas que considero importantes, orejas, cuello, garganta, bajando hacia sus pechos. Mientras con una mano acariciaba el interior de sus muslos, cuando noté que comenzaba a temblar, introduje un par de dedos en su ya húmedo coño, que recibió con gran placer.

Primero fueron caricias "inocentes", mientras llegaba lamiendo a los pezones, donde me entretuve hasta que logre, hacerla llegar a su primer orgasmo, eso sin insistir demasiado con los dedos que tenia dentro suyo, cuando se arqueaba pues los espasmos eran muy fuertes, me dedique en lugar de aflojar, a iniciar una follada con esos dos dedos al que se unió un tercero, berreaba como Alma que en ese momento también lo hacia.

No la deje terminar, ni siquiera cuando me lo pidió.

¡Para! ¡Para! ¡No aguanto más! Por favor…..... ¡PARA!

Cuando el orgasmo se hizo tan intenso y las convulsiones tan fuertes, que perdió el sentido, afloje y me retire tendiéndome a su lado, cuando entro Alma para ver que es lo que sucedía, encontró a su hermana desmadejada, sin sentido y me reprocho diciendo.

¿Esto no me lo podías haber hecho en algún momento a mí? Siempre pensé que era una leyenda urbana, aunque ya veo que es algo real.

Continuara.