Viaje a Madrid (4ª parte)

Continua la aventura de mi novia, esta vez en un centro comercial

-       Hola, José, te iba a llamar, todavía no han vuelto, les estoy llamando pero no me responden a mis llamadas.

-       Yo estoy llamando a Marta y tampoco responde.

-       Lo sé, su móvil esta aquí. No dejan que se lo lleve.

-       Hoy no voy a poder ir, nadie me ha querido cambiar de turno, iré mañana por la tarde.

-       Bien porque estos son capaces de todo.

-       Me tienes que prometer que harás lo que puedas para que no se la follen más hasta que llegue.

-       Hare lo posible pero no te puedo prometer nada.

-       Se lo debes a Marta, porque hasta ahora no has hecho nada y eres tan culpable como ellos.

-       No digas eso, ya sabes que me amenazaron.

-       Mira de esos tres me encargare yo, si quieres que no te pase nada impide lo de hoy.

-       ¿Pero cómo?

-       No me importa como lo hagas, si hace falta te follas tu a los moros.

-       No me pidas eso, por favor.

-       Hazlo. ¿lo has oído?

-        Hare lo que pueda. Pero si no me aceptan las llamadas será difícil dar con ellos. ¿quieres que te siga contando lo sucedido?

-       Si sigue, aunque cada vez que pienso en lo que le estáis haciendo a Marta me dan ganas de mataros, necesito conocer más detalles de los hechos.

-       Pues sigo, el lunes nos despertamos sobre las 8 de la mañana, Marta de nuevo al verse desnuda junto a mí en la cama, me pregunto lo que había pasado, porque no recordaba haber bebido tanto como para no recordarlo. Le conteste que yo tampoco recordaba mucho, solo que habíamos quedado a las 9  con los chicos para ir de compras. Me dijo que se iba a duchar, yo le dije que prepararía nuestras ropas para salir. Se metió en la ducha y yo como ordeno Leo prepare dos de mis minis, y dos tops. Una vez puesta la ropa entre en el baño, ella estaba dentro de la ducha y yo me metí. Ella me dijo - ¿Qué haces?

-       Pues ducharme. – conteste.

-       ¿Y no puedes esperar?

-       Vamos Marta, hemos dormido juntas y desnudas, y más de una vez te he dado crema solar en la playa. Así además me ayudas a lavarme el pelo y la espalda.

-       No te estarás enamorando de mi.- me dijo

-       Pues no lo sé.

-       Enjabóname la espalda si tanto lo deseas.

Cogí la esponja y comencé a pasársela por la espalda, empecé por sus hombros y fui bajando hasta en final de la espalda, volví a subir y baje esta vez hasta su culo, me quede en el. Solté la esponja y continúe con la mano, la movía en la raja del culo de arriba-abajo, cada vez alargaba mas el movimiento llegando a tocarle el coño.

-       ¿Qué haces?

La bese en la boca y le dije – calla y disfruta. Me arrodille y empecé a pasar mi lengua por su coño y con la mano le seguía tocando el agujero del culo, le metí un dedo en su precioso culo y ella dio un saltito pues no se lo esperaba. Con la otra mano comencé a jugar con su clítoris, ella disfrutaba por primera vez desde que llegamos a Madrid estando consciente. Mi dedo entraba y salía de su culo rápidamente, pase a meterle dos, ella se giro dándome la espalda para facilitarme el trabajo mientras ella misma se frotaba el clítoris. No tardo en correrse, estuvo algunos minutos apoyada contra la pared hasta que recupero la compostura. Se giro, me cogió del cuello y me beso, y paso su boca hacia mi oreja y me dijo – cariño me ha encantado pero yo no te voy a comer el coño. – y sonrió. Se quito el jabón y salió de la ducha, diciendo - vamos, no hagamos esperar a los chicos. - Nos vestimos y fuimos a la habitación de ellos. Al entrar nos dijeron lo guapas que estábamos, nos giramos haciendo que nuestras minis se levantasen, entonces Jorge dijo que nuestras tanguitas sí que son bonitas, nosotras reímos. Vamos a desayunar dijeron y salimos de la habitación. Era raro no la habían drogado todavía y parecía que no tenían intención de hacerlo. Fuimos a desayunar y después a un centro comercial, compramos algo de comida y bebida. Los chicos nos dijeron que porque no íbamos a ver tiendas y entre risas, si queríamos comprarnos algo de lencería para enseñárnosla después en el hotel. Marta rio y dijo – ya veremos si hay algo bonito. – cuando nos íbamos Leo me llamo y separándome de ella, me dijo – quiero que te fijes en las tiendas donde chicos como dependientes, para que Martita se exhiba un poco esta tarde, no tienen que ser ni guapos ni jóvenes, solo que sean hombres.

-       ¿Qué vais a hacer con ella?

-       Ya lo veras, tu solo haz lo que te digo.

-       Vale, lo hare.

Fui donde Marta y nos fuimos de tiendas. Entramos en la primera, ella miraba la ropa y yo dependientes, no nos gusto nada a ninguna de los dos. Fuimos a la siguiente, Marta vio algo que le gusto, era una tienda unisex, había algún chico trabajando pero casi todas eran chicas, lo que si había era chicos comprando, solos, en grupos o con sus novias. Continuamos visitando tiendas, vimos alguna de lencería. En alguna vimos dependientes masculinos y en otras nada. Me llamo Álvaro para decirme que nos estaban esperando para comer, se nos había ido la mañana visitando tiendas. Nos probamos algunas cosas pero no compramos nada. Fuimos donde los chicos, que ya habían pedido la comida. La cerveza no falto en ningún momento y los chupitos, sobre todo el vaso de Marta estaba siempre lleno. No sé cuando le metieron la droga pero ya le estaba haciendo efecto. Cuando ya estaba a punto me preguntaron en cuales debíamos entrar. Yo les dije cuales vi. Habían estado organizando como exhibirla. Jorge iría con ella, haciéndose pasar por su novio y ya en las tiendas el vería como mostrarla. Nosotros entraríamos después, como si no los conociéramos y con la cámara sin que nos viese nadie lo grabaríamos todo.

-       Primero, - dijo Leo, - levántate. - ella se puso de pie en medio del restaurante. – y quítate el tanga. – metió sus manos bajo la minifalda, la cual se le subió mostrando su tanga a todo los que estaban allí y comenzó a bajárselo, entre la droga y la borrachera que tenia le costó bajárselo, haciendo que pudiésemos admirar su coño desnudo. Se lo acabe yo de bajar, una vez quitados se sentó de nuevo y el tanga se lo di a Jorge, este con un cuchillo corto los laterales y se lo guardo. Se levanto, cogió a Marta y se fueron. Al pasar más de uno la miraba esperando volver a ver ese precioso coñito. Nosotros fuimos por detrás algunos metros para disimular. Entro en una tienda de lencería, era una tienda grande, por la mañana había trabajando un chico y tres chicas, ahora había dos chicas y dos chicos. Jorge y Marta se acercaron a un chico y Jorge  le dijo – mira, estábamos en el coche muy emocionados y sin querer he roto su tanguita y quisiera comprarle alguna.

-       De acuerdo, está en el sitio correcto.

-       Pero es que mira me he dejado la cartera en el coche y voy a buscarla, y me preguntaba si podrías ir enseñándole cositas mientras voy, tu sácale para que se pruebe que lo que le quede bien me lo quedo.

-       De acuerdo, lo hare encantado.

-       Una cosa más, como te habrás dado cuenta esta algo bebida y si podrías vigilarla no vaya a ser que alguien se aproveche de ella.

-       Tranquilo, la dejas en muy buenas manos.

-       Ahora vuelvo.

Jorge salió de la tienda y el chico llamo a su compañero, le conto lo que pasaba y este alucinaba al ver a esa belleza sin ropa interior estaba en sus manos. Cogieron varios modelos y se la llevaron a los probadores.

-       Mira guapa,  vete probando este modelito. – le dijo el chico.

Ella quiso ponérselo de pie pero perdió el equilibrio y se cayó quedando parte de ella en el pasillo. El chico al verla en el suelo la ayudo a levantarse y le pregunto si quería que él la ayudase a probarla. Ella no contesto nada, él le dijo - venga  quítate la falda. – ella lo hizo quedándose desnuda en la parte de abajo, el se agacho y le empezó a poner un tanga que le había mostrado. Vino el otro chico con otras braguitas y la vio como estaba sin la mini solo con el tanga. Su compañero le dijo – tío esta guarra esta toda pedo, trae la lencería erótica que a esta se lo ponemos nosotros y gozamos un poquito.

-       Oye Irene ¿cómo sabes lo que pasaba en el probador?

-       Pues porque yo me metí en la cabina contigua y Álvaro y Leo me traían modelos para pasearse por allí. Sigo.

El chico trajo un picardías rojo transparente con unas braguitas a juego, Marta para cuando llego estaba completamente desnuda, el otro le había quitado también el top. – joder pero que buena esta la tía esta. – dijo, el otro le dijo que no entendía como su novio era tan tonto como para dejarla así de borracha en sus manos – y se rieron. Sacaron un móvil y lo pusieron de manera de poder grabarla. Le pusieron el picardías y las braguitas, se le transparentaban los pezones y su coñito. Le pregunto a Marta si le gustaba el modelo, ella solo sonreía, él le cogió de la mano y se la puso sobre la braguita diciéndola que tocase  la tela para que notase lo suave que era la tela, aunque lo que le estaba haciendo era masajear su coño con el movimiento. - Tu novio esto te lo compra fijo, pero ahora lo quitamos que tengo algo más suave que enseñarte. - Le dijo el chico. -  y tu Tony vigila no vaya a ser que venga el novio. – Vale pero luego me toca –contesto y se fue. El chaval se bajo los pantalones dejando una polla bastante grande a la vista, cogió la mano de Marta y le hizo agarrar su polla y agitarla, la hizo sentarse en una pequeña banqueta que había en el habitáculo y le acerco su miembro a la boca, ella lo engullo y comenzó a lamerlo. Cuando la tuvo dura la hizo ponerse de pie, escupió en su mano y mojo su coño para lubricarlo, aunque el coño de tu novia esta siempre húmedo.  Se la metió en su coñito, primero la puntita, se la saco, se la volvió a meter otro poco más y se la volvió a sacar y esta vez se la metió de golpe, ella dio un grito al sentir aquel pedazo de carne dentro, él le tapo la boca para callarla pues el grito había sido muy alto. Seguía follandosela mientras le decía cosas como – hasta donde ha ido tu novio a por el coche, cuando vuelva no podrá entrar en la tienda por los cuernos que tiene, si mi novia fuera tan zorra la llevaría atada.

Leo llamo a Jorge para que se fuera acercando. El chico se la estaba follando  cuando entro el otro y dijo - tío rápido que he visto al novio pasando por delante del zara. – joder no me va dar tiempo a correrme. – dijo el otro. – luego le pides a Laura que te la chupe y listo, pero vamos hay que vestirla ya. – la vistieron rápidamente y salieron con ella cuando entraba en la tienda Jorge.

-       ¿Que tal ha ido la compra? – pregunto Jorge.

-       Bien, - contesto el chaval. – ha escogido varios productos.

-       Me alegro. Bueno dime cuanto es.

-       Pues 156 €

-       Aquí tienes la tarjeta.

-       Pago y salió con Marta y las compras de la tienda, nosotros por detrás. Nos reunimos junto al coche y Jorge dijo – me cago en el puto chaval, me ha costado una pasta la broma.

-       Leo riéndose le dijo – tranquilo que ya sabes que ese dinero lo recuperaras.

Continuara