Viaje a la Republica Dominicana

Un día que me perdí de mis amigos, acabé solo en una discoteca...

VIAJE A LA REPUBLICA DOMINICANA

Hace un par de años fui con dos amigos más de viaje a la República. Fuimos a un gran complejo hotelero donde había de todo, y cuando digo de todo es de todo. Tenia sus propias discotecas con sus respectivos animadores, y con eso quiere decir gente que te enseña a bailar. Por desgracia o fortuna casi toda la gente hospedada en el hotel era extranjera, y los que hablaban castellano eran recién casados asi que todas las mujeres que trabajaban en el hotel nos cogieron mucho aprecio, ya que encima somos bastante agradables, y nos encanta bromear.

Una de las últimas noches me despiste de mis amigos y acabe con una pareja de recién casados, la chica me enseño a bailar salsa, o lo intentó porque soy la mar de torpe bailando. Cuando me fui a la barra para pedir una copa me encontré con un animador y me puse ha hablar con él. Mi mirada recorría la pista mientras hablábamos cuando vi a una animadora que no había visto nunca. ¡ Y como estaba la animadora! Era alta de pelo rizado, con unos ojazos grandes como dos balcones. Llevaba una falda hasta las rodillas muy ajustada, la cual la marcaba perfectamente un culo ancho y hermoso. La camisa que llevaba parecía que iba a reventar por culpa del par de enormes senos que se escondían detrás. Y se movía en la pista como un ángel, parecía que flotaba.

Mi amigo se debió de dar cuenta de que me quede mirándola de forma descarada, y me dijo que era una amiga suya, que había empezado esa misma noche. Yo me quedé de piedra al escucharle, y antes de que pudiera reaccionar ya la estaba llamando. Ella se acercó contoneando su cuerpo de una manera muy sensual. Cuando llegó hasta nosotros mi amigo nos presentó y le dijo que llevaba toda la noche mirándola sin atreverme ha pedirla bailar. Yo me puse colorado, gracias a dios que con la oscuridad no se me notó. La dijo que el tenia que irse y que me cuidara muy bien que era un buen amigo suyo. Ella me sonrió y me llevó a la barra para pedirnos algo ya que cuando se había acercado a nosotros me había bebido mi vodka de dos tragos. Ella se pidió una cerveza y yo otro cubata. Estuvimos hablando un rato en la barra. Yo no hacia nada mas que lanzarla piropos como: llevo varios días viendo monumentos de tu país pero tu eres el mas bello de los que vi hasta ahora. Al rato me cogió por la cintura y me llevó al centro de la pista de baile.

Se me da muy mal bailar preciosa- la dije

No te preocupes mi amor yo te enseño, además seguro que este es el único tipo de baile que se te da mal- mi respondió guiñándome un ojo.

Empezamos a bailar una pieza de salsa. Ella se contoneaba a mi alrededor, rozándome con su cuerpo, lo cual hizo que empezase a sudar. En la segunda canción me fije que todos los hombres de la sala me miraban con envidia, aunque disimuladamente por miedo a sus señoras.

Cuando acabó la canción la dije que necesitaba tomar el aire, y era cierto. Entre el sentir de su cuerpo contra el mío, el baile provocador que llevaba haciendo todo el rato, y los cubatas necesitaba tomar el aire y enfriarme un poco.

Salió conmigo y nos dirigimos a la playa dando un paseo por la piscina. Ella se apretaba contra mí como intentando que la mayor parte de su piel estuviese en contacto con la mía. A lo lejos vi al chico que me había presentado a la animadora. Me estaba mirando como dándome a entender que esperaba que me lo pasase muy bien, y que ya le contaría.

Seguimos paseando y llegamos a la playa, nos sentamos al borde del agua sintiendo el mar acariciarnos los pies. Su mano me acarició la cara mientras su boca se iba acercando a mi rostro, plantándome un dulce beso en la boca. Mis manos empezaron a recorrer sus mejillas, mientras nos fundíamos en un tierno beso. Ella se apretó contra mí, sus senos se notaban bien duros. Dirigí mi mano a su camisa y se la empecé a desabrochar para liberar esos enormes pechos, los cuales dieron un brinco al ser liberados. Tenia unos enormes pezones que sobresalían como queriendo alcanzar el cielo. Le agarré esas dos perfectas montañas. Su mano bajo a mi entrepierna y la empezó a acariciar. Me quitó el pantalón y liberó mi miembro erecto.

  • Que lindo pajarito mi niño-

  • Pues sabe mejor- la respondí

Se inclino y me empezó a besar la punta, mientras con una mano me cogía las bolas y las acariciaba. Empezó a metérsela poco a poco en la boca mientras su lengua lamía cada centímetro de mi piel. Cuando estuvo toda dentro de su boca empezó a succionar con fuerza dándome exquisitas oleadas de placer. Como pude la quité la falda para poder ver su cuerpo desnudo. Mis manos intentaron llegar a su conejito el cual aun no había visto pero que estaba convencido de que debía ser exquisito.

Como no llegaba y ella no daba muestras de querer ponerme fácil la llegada la empecé a acariciar las nalgas, y ahora si que me facilitó un poco el trabajo girándose para que llegara mejor. Visto eso decidí centrarme en su ano. Mi dedo corazón lo acariciaba y penetraba solo con la punta. Ella empezó a mover el culo al ritmo de mi dedo y aumentó el ritmo de las chupadas. Note que dentro de poco iba a correrme y se lo dije, a lo que ella sin responder aumentó el ritmo de su lengua invitándome a que terminase dentro de su boca. Cuando me iba a ir me estaba chupando la punta, y al notar el primer chorro de semen en su boca se la metió entera en la boca, notaba como mi polla tocaba el fondo de su garganta con cada espasmo que daba, cosa que no hacia mas que ponerme mas caliente.

Mmmmm. Papi que rica lechecita-

Mi dedo aun seguía dentro de su culo, pero ya metido entero, entraba y salía con toda facilidad. Asi que empecé a girarlo para dilatarlo y poder meter un segundo dedo. Ella seguía con mi miembro en su boca arrancándome unos últimos segundos de placer. Por fin pude meterla dos dedos, ella se sacó mi miembro de la boca y me dijo que se lo estaba haciendo bien rico que quería sentir ahí y bien adentro mi polla. Yo le dije que como no despertase al soldadito que tenia ella en la boca iba a ser imposible. A lo que ella en vez de contestar empezó a chuparlo otra vez. Por fin empezó a despertarse y ella empezó a lubricarlo con bien de saliva. La volteé y me quedé mirándola el culo. Ella se separó las nalgas y me dijo que a que esperaba que ya no aguantaba más, que la quería sentir dentro.

Coloque la punta en la entrada de su agujero y empecé ha hacer un poco de presión. Su esfínter, fue cediendo poco a poco dando paso al resto de mi rabo. Cada centímetro que entraba en su culo era una oleada de placer, su agujero era muy estrecho y cálido, ella se arqueaba al sentir como iba entrando un intruso por su culo.

Cuando la entró hasta el fondo me paré unos segundos para que se acostumbrase a vi verga dentro de su culo. A los pocos segundos me pidió que me moviese, empecé muy despacio por miedo a lastimarla, y fui subiendo el ritmo poco a poco. Ella gemía de placer, me incliné para agarrarle sus enormes pechos.

  • ¿te gusta sentirla hasta las pelotas?- la dije al oído

siiiiiiiii, dame duro- me respondió entre gemidos

si lo quieres duro, duro lo tendrás-

La cogí por las caderas y empecé a darla envites con fuerza a lo que ella respondió culeando y gimiendo como una loca.

si papi ahhh, dame duro papi aaaahhhhh-

Yo seguí penetrándola con fuerza, hasta que note como se corría. Apretó su culo de una manera tan rica que cuando acabó de correrse yo la estaba llenando el culo con mi leche. Nos quedamos un rato tumbados en esa posición con mi polla aun dentro de su culo hasta que salió ella por si sola.

Que rico mi niño, me encantó- me dijo mientras intentaba normalizar su respiración

tu culo también fue delicioso preciosa, el mejor que he probado hasta ahora. Estaría todo el día metiéndotela por ahí-

Me sonrió con picardía y me dijo que hasta que me fuera del hotel podría seguir disfrutando de su culito. Nos volvimos a besar y decidimos volver a la discoteca. Cuando llegamos salimos a la pista y nos pusimos a bailar otra vez. Al poco rato vi a mis amigos mirándome mientras hablaban con el chico que me había presentado a esa vibrante mujer. La dije que habían llegado mis amigos y que tenía que ir con ellos para que no sospechasen ya que ninguno de los dos queríamos que se enterara nadie, a ella la podían despedir, y yo prefería que mis amigos no supieran nada.

La di un beso en la mejilla y me fui con los amigos. Afortunadamente el chico no les había dicho nada de que me había ido con ella a la playa, asi que yo no mencioné nada.

Seguí disfrutando de ese culito durante tres días más.