Viaje a la felicidad.final.
Último relato de la serie, de ser posible, desearía comentarios sobre lo que he escrito...es para poder mejorar...muy agradecido desde ya...
11VIAJE…
Se trata de:
La historia de un muchacho, que en poco tiempo pasó de ser un tímido que no se acercaba a las mujeres, a ser un padre de una hijita de dos años, engañado, desengañado, por su mujer y por su familia… habría que leer Viaje a la Felicidad anteriores para tener conocimiento y continuidad de los personajes…
Me llamo Carlos Guerrero, me dicen Cacho, tengo 24 años, estudié en el industrial de técnico mecánico, rubio de ojos grises, mido 1,70, ya no soy tan gordo como hace dos años, no tengo un físico privilegiado pero casi estoy en peso…
Viaje a la felicidad.
Cada vez que se mencionaba el tema, me recontra calentaba, no se me pasaba la bronca y no era porque me había engañado mi mujer o porque tuviera ahora a tres amantes juntos…
Lo que me molestaba es que me tomó por tonto, me decía que no tenía ningún sexo, que no esperaba el momento de volver a encontrarnos para gozarlo, mientras su compañera, mi prima, le mandaba videos a sus hijas, mis primitas en los cuales se veía a Ester, mi mujer teniendo sexo con tres a la vez…y lo peor…no preguntaba por nuestra hija…
Mi mujer, Ester y mi prima Isabel, ambas doctoras cirujanas, fueron a hacer un curso a Cuba, después lo continuaron en Rusia, mi mujer se juntó con tres médicos cubanos, cuando volvió nos separamos…
Al tiempo mi familia le alquila un departamento al lado del mío y se trae a los tres cubanos…
Mi prima la doctora Isabel hizo lo mismo pero con dos médicos, ella no tiene una hija chiquita conmigo…
La conchuda de mi mujer no preguntó nunca por Josefina, nuestra hijita… y mi viejo y mi tío, mi madre, mi tía, mis primitas (las hijas de mi prima Isabel)a todos les parece bien que la conchuda de Ester venga tranquila a vivir con tres tipos y no se le ocurra preguntar por su hija, que se vayan todos a la puta que los parió…
Yo para irme de la sociedad que tenía con mi viejo y mi tío, un taller mecánico y un negocio de venta de autopartes del automóvil, me había traído una casa rodante, mi moto y plata, no lo que me correspondía, pero no podía seguir sufriendo…
Llegué a Salta con la doctora Elena Gutiérrez 39 años y la enfermera Gladys Moyano 47 años, Elena había heredado una clínica en la ciudad y había venido a hacerse cargo, nosotros vinimos con ella, Gladys iba a ser la segunda, yo chofer y cocinero, somos amantes los tres, las llevo y las traigo al trabajo (a la clínica), les cocino, les toco el violín y con un miembro que erecto mide 25 cm. les doy sexo todos los días, vivimos tranquilos y felices mientras cuidamos a mi hijita Josefina…
Llegamos en junio, además de la clínica Elena había heredado también una casa, de tipo colonial, no muy cerca del centro, con amplio parque, pileta de natación, de varias habitaciones, le faltaban bastantes arreglos, arreglé todo, la casa quedó espectacular…
Además Elena mi pareja me dijo que estaba embarazada, voy a ser padre por segunda vez, para festejar nos fuimos a pasear hasta Bolivia y volvimos…
Fin de año.
El fin de año lo pasamos en nuestra casa, primero, a la tardecita del último día del año, festejamos con el personal de la clínica, armamos una mesa inmensa, con sanguches de todo tipo, vino, sidra, champagne y gaseosas, se notaba que había buen clima, las doctoras, doctores, enfermeras, personal de maestranza chuparon y comieron como si fuera el último día (bueno, lo era)…
A la noche hice un asado en el quincho, en mallas todos, pensé que tendríamos que hacer una cerca alrededor de la pileta, es que Josefina es una “corredora” en cuanto te descuidás se escapa…
Me enteré que la madre de Elena los abandonó a ella, al padre y a la tía (así dijo) cuando tenía tres años, dijo que ya tiene otra familia con cuatro hijos, que es psiquiatra, que nunca se ocupó de llamarla ni verla, mencionó que según su tía, su madre se había ido porque no soportaba compartir a su esposo con ella (así dijo) que la clínica ya venía de herencia, que ella no quiso irse con su tía…
Estaba muy amiga de Ester, inclusive teníamos sexo en trío con el ex esposo de Ester, cuando se separó no quise saber más nada con él, tenía sexo únicamente con mi amiga (así dijo)…
La muerte de su padre la destruyó, también era médico, que su tía casi la había obligado a estudiar administración en salud, para el futuro me decía, para cuando me jubile, te vas a tener que hacer cargo de la clínica, mirá vos, la desgracia del accidente me obligó a venir ahora…
Igual muy a gusto no estaba, con Ester ya ni hablábamos, ella cambió muchísimo, va, no sé si cambió o la que vos conociste fue todo un engaño, ella lo que quería era sacarse un desafío que tenía, ser madre y mirá vos, ahora yo embarazada de vos, vamos a tener un hijo Cacho, yo ya me había enamorado de vos desde el día que nos salvaste de ser atropelladas por ese auto, cuando tuvimos relaciones, Cacho que placer que me causaste, hasta ese momento no sabía lo que era gozar, con vos alcancé a disfrutar como nunca lo había hecho, cuando elegiste a Ester me dolió, nunca dije nada, cuando bailamos en el carnaval, me gustó que resultaste mi pareja, estaba contenta cuando tuvieron a Josefina, iba para tener sexo con vos de vez en cuando, fuiste mi único hombre desde hace como siete años, la alegría que me causó cuando dijiste que querían venir con nosotras, Cacho yo te amo, no sabés lo feliz que estoy…
Gladys nos miraba…
Yo también te amo Elena…
En el caso mío dijo Gladys, yo siempre fui una rebelde, después que terminé el secundario fui a estudiar enfermería, me dediqué a gozar de la vida sin medir las consecuencias, tal es así que terminé embarazada, ni idea tenía de quién podía ser el padre, no tenía pareja estable y participaba en orgías sin control muy seguido, en mi casa nunca me reclamaron nada, siempre me protegieron, eso que éramos seis, mis padres, mis tres hermanas, más chicas, y yo, a los veinte años ya tenía una hija, Natalia.
Cuando tenía diez años me junté con Ramón, cuando tenía mi hija quince años los encontré cogiendo en mi cama, al principio me puso violenta, después, lo fui aceptando, hasta participábamos en tríos, cuando mi hija cumplió dieciocho, ella y Ramón me dijeron que no querían saber más nada que interviniera en el sexo con ellos, que se iban a vivir solos.
Yo les dije que se quedaran en casa, que la que se iba era yo, me fui a vivir con Débora, también participé en trío con Ester y con el doctor “cogetuti”.
Cuando Débora tuvo problemas con su novio, por culpa de su primo, me fui a vivir a la casa de mis padres, con una hermana, las otras dos ya se casaron y se fueron a vivir lejos, con mi hija y con Ramón no nos hablamos…
Bueno, ustedes ya conocen todo sobre mí, dije, con mi familia teníamos un taller y un negocio de venta de repuestos, digo teníamos ya que no estoy más, de chico siempre estaba en el taller, siempre fui tímido, cuando me empezaron a gustar las chicas más aún y cuando una noviecita se cagó de risa de mí, diciéndome que era gordo y boludo, quedé recontra tímido, así que hasta que las conocí a ustedes nunca había tenido sexo y como ya saben mi ex mujer me cambió por tres médicos cubanos, mi familia me cambió por cinco médicos cubanos, ahora viven todos donde vivía yo…en fin, festejemos el año nuevo…
Nos metimos los cinco desnudos en la pileta, creo que el bebé dentro de la panza de Elena está desnudo no?.
Como quedaron días de vacaciones, recorrimos bodegas de vino, no solo para degustar sus varietales, sino para conocer los secretos de la actividad vitivinícola.
Fuimos a la Virgen del Cerro, que recibe todos los sábados una multitud de peregrinos, visitamos el museo de Jaime Turrel, en Colomé, y no nos privamos de ir al Tren de las Nubes, uno de los ferrocarriles más altos del mundo, entre las montañas de la Cordillera de los Andes, …
Varias noches íbamos a peñas, cenábamos saboreando las comidas regionales y bailábamos siguiendo los sonidos instrumentales o vocales de los muy buenos artistas que invitan a seguir el ritmo con los pañuelos, servilletas o los pies, para Josefina, Elena llevaba unos tapones para oídos y solucionado el problema…
El problema surgió cuando a Elena, la obstetra le dijo que tenía que hacer reposo absoluto, que corría mucho riesgo de perder el embarazo, se cortó el sexo con ella…
Vamos Gladys corazón como te quiero y se me “encargó” la supervisión de la clínica Gutiérrez y me las tenía que arreglar solo, ya que Gladys dijo que se quedaba en casa a cuidar “a su amiga”…
Iba a las ocho de la mañana, en moto y volvía a las diez de la noche, ante un inconveniente complicado la llamaba a Elena, pero casi por amor propio empecé a tratar de solucionarlos por mi cuenta, me mandé algunas cagadas, pero no muy graves…
Mientras cenábamos los cinco, Gladys menciona que ha conocido a un señor muy interesante, que se ocupa del mantenimiento de parques y pensé ahora que vos no tenés tiempo ni de ir al baño, qué te parece si lo hablamos…
Siii, dije que me venga a ver a la clínica por favor, Ernesto Chamorro, un señor de unos 60 años, curtido por el sol, de hablar muy cansino, que era viudo hace como diez años, que vivía solo, que toda su vida se había dedicado a las plantas, quedamos que se iba a ocupar de atender el parque de nuestra casa, (con el tiempo atendió también algo más)…
Al tiempo el parque de nuestra casa terminó teniendo caminos de ladrillos antiguos, maceteros colgantes, plantas de hermosas flores, árboles de los más variados colores, una preciosura como quedó todo, hasta le puso un cerco a la pileta con doble seguridad para abrir…
Y lo más lindo fue cuando Gladys nos dijo que Ernesto la había invitado a ir a una peña, para bailar y escuchar música…
Saben cuánto hace que nadie me invita a salir...
A los dos meses se fue a vivir con él, venía a las siete de la mañana, antes que me fuera y se iba cuando volvía, se me acabó el sexo también con Gladys, Elena me consolaba con unas mamadas de vez en cuando que me dejaban destruido…
Mientras crecía la panza de Elena, con mi hijo (iba a ser un varón) yo iba temprano a la clínica, volvía ya no tan tarde… un día, estando en mi escritorio, golpea a la puerta Teresa, la recepcionista, qué pasa Tere…
Faltó Joaquín (el chofer de la ambulancia) y están solicitando auxilio del cerro que volcó un colectivo y hay muchos heridos…
Dejá que la manejo yo, le dije…
Pero sabes manejar bien…
Algo sé, le dije y con Prudencia la enfermera y Estela la doctora de guardia salimos, que placer hacer sonar la sirena, que todos te dejen paso, (nadie me podía decir que no manejaba con prudencia, ja ja), las chicas se agarraban del asiento, se ponían casi violetas, en un momento creí que iban a vomitar, llegamos primero que todos, un colectivo había caído a un zanjón en la banquina, volcado sobre un lado, había mucha gente tirada por todos lados y algunos todavía dentro…
Bajé con una barreta que tenía la ambulancia, con mucho esfuerzo abrí la puerta de auxilio, pude así llegar a unos pasajeros que estaban aprisionados, uno tenía una pierna rota y lloraba y gritaba enloquecido, otro estaba aprisionado debajo del herido, parecía que no tenía nada, salí a avisarle a Estela, para que entrara…
El problema era que la puerta de auxilio había quedado arriba de todo, la subí a mis hombros a la doctora y subió al costado del colectivo, arriba, después subí y la ayudé a meterse, le hizo un torniquete, yo con la barreta abrí el asiento que lo apretaba y en brazos lo saqué, un señor no muy pesado pero gritón, que me dejó medio sordo, al otro que estaba abajo lo ayudamos con la doctora a salir, la cara de susto que tenía, algunos habían sufrido unos golpes pero no de mucha consideración, el único que estaba jodido era el que acabábamos de sacar, si no íbamos rápido a la clínica habría que amputarle la pierna…
Llegaron otras ambulancias y nosotros salimos cagando, tal fue la velocidad que le di a la ambulancia que llegué en la mitad del tiempo en que había venido, se le salvó la pierna al señor…
En la clínica todos me saludaron y felicitaron, cuando se enteraron que había sido corredor de autos de carrera ya no tanto…
En otra oportunidad tuve que “ayudar” en una operación, resulta que a una señora de aproximadamente 160 kilos la estaban operando y no se quedaba quieta, no había forma de controlarla, con su fuerza no había cuerdas ni correas que la pudiesen tener, cuando llegué al quirófano, y comprendí la situación le dije a la enfermera que hiciera una especie de soga con sábanas se la pasé por sobre sus pechos, debajo de las axilas y me senté como si fuera una hamaca, claro con mis kilos ni se movió…
Como era con Teresa, la recepcionista, la que tenía más confianza, (estaba casi todo el día junto a ella) se enteró que tenía un miembro bastante grande y que estaba pasando una sequía sexual, se enteraron todos, empecé a recibir invitaciones de las más variadas, hasta un médico y un camillero, el médico no, pero el camillero estaba lindo, ja ja todavía no me da por probar ese tema…
Con la obstetra de Elena, Jennifer, una morocha de ojos claros, de cuerpo justo, no sobresalía por nada, pero tampoco faltaba nada, todo muy proporcionado, un día al llevarla a casa en moto para hacer el control del embarazo, me apoyó sus tetitas en mi espalda.
Jenny, que ando “muy necesitado”, si me apoyás así voy a tenerte que llevar a otro lado al regresar!!!
Ningún problema Cacho, total no tengo pacientes hasta bien tarde.
Cuando controló que todo anduviera bien.
Seguí con reposo absoluto le dijo a Elena y vos no dejes que se mueva mucho le dijo a Gladys…
Encaré directamente a un hotel alojamiento, apenas entramos a la habitación nos entramos a besar desesperadamente.
Esperá quiero comprobar lo que se dice en la clínica.
Y se arrodilló a aflojarme el cinto y sacarme la bermuda y el calzoncillo, cuando vió semejante pedazo…
Ohh, qué bien que la voy a pasar dijo…
No se si fue por la calentura que tenía, pero pude acabar tres veces, ella muchas más y se hizo costumbre, las dos o tres veces por mes que venía a controlar a Elena, antes de volver a la clínica pasábamos por el hotel, ella tenía un novio que era militar, no lo veía muy seguido y conmigo se sacaba las ganas, yo también me sacaba las ganas con ella, los dos sabíamos que era por el tiempo del embarazo de mi mujer…
Además de la satisfacción sexual llegamos a tener una especie de amistad, me contaba que estaban ahorrando para comprarse un departamento, que pensaban casarse dentro de dos años, tenía planificada su vida…
Ja ja, a veces lo que planificás no sale como lo pensás.
Me avisaba de los inconvenientes que había en la clínica, dónde tenía que poner atención…
La que sabía de nuestros encuentros era Teresa la recepcionista, nos cubría de preguntas indiscretas…
Mi señora, Elena el primer día al regresar de la clínica se lo conté, me dijo que tenía permiso hasta que ella no pudiera, después que ni se me ocurra, que ella maneja es bisturí con eficiencia, ja ja yo lo tomé bien en serio…
Una mañana de frío entra Teresa a la gerencia, pone el pasador a la puerta, baja las cortinas y con unos ojos de pícara me dice…
Cacho yo también quiero probar, Jenny me pone loca cada vez que me cuenta lo bien que lo posa y se puso gateando por debajo del escritorio, me bajó el cierre del pantalón, me sacó el pistolón y me lo empezó a mamar con desesperación…
Cuando acabé se lo tragó todo, me acomodó de nuevo todo en su lugar, salió y se dirigió hacia la puerta…
A dónde vas le dije…
Listo me saqué un gustito que tenía…
Vení acá, la puse apoyada con las dos manos en el escritorio, abrí la piernas le dije, le levanté la pollera, le corrí la tanga y empecé una recorrida de mi lengua por los labios vaginales, el clítoris, el culo, no dejé lugar sin pasarle la lengua, al morderle suavemente el clítoris acabó…
Nooo, así, así, que bien…
Le empujé la espalda tratando que sacara bien el culo y se la metí de un viaje en la concha…
Haaa, hijo de puta me la abriste!!!
Le estuve dando un buen rato, acabó dos veces más, cuando se la quise meter por el culo me viboreó…
Nooo por ahí ahora no, dejá que me prepare…
Y así también se hizo rutina, una o dos veces por semana le dábamos, al contarle a Elena me volvió a reiterar lo del bisturí…
A Joaquín (el chofer de la ambulancia) le había dicho que cuando hubiera algún viaje tranquilo, me dejara ir manejando yo, que me distraía y él descansaba…
Salió un viaje a un pueblo del cerro, unos 10 kilómetros, había que ir a llevar a una señora muy gorda que la habían operado (la que la atamos como matambre) y le tocaba el control, la habían ido a buscar y ahora tocaba llevarla…
Fuimos Prudencia la enfermera y Estela la doctora, en el gps de la ambulancia se marcaba el camino por el cual teníamos que ir…
Al salir de la ciudad tomamos un camino casi de cornisa, observábamos la ciudad desde arriba, era hermosa, al mediodía llegamos a la casa de la señora Marta (la operada), un caserío de unas 5 cuadras cuadradas, muy típico, la bajamos con mucho cuidado, era bastante pesada, decí que las chicas tienen una práctica bárbara, hay que mover un cuerpo de 160kg…
Al dar la vuelta para regresar, un cartel, empanadas jugosas y sabrosas…
Estacioné la ambulancia…
Vengan chicas las invito y nos sentamos a una mesa en la vereda, empanadas y cerveza bien fría, creo que me comí una docena, eran chiquitas pero muy ricas y picantes (me las hice hacer para mi)…
En medio del trayecto de vuelta Prudencia me dice…
Estacioná ahí Cacho que tengo que arreglar algo atrás…se bajó y al rato me dice…vení a ayudarme Cacho, que no sé qué hacer con esto…
Doy la vuelta y al abrir la puerta la veo acostada en el piso había plegado la camilla y puesto las colchonetas de cama, tenía toda la parte de abajo desnuda, con las piernas abiertas me mostraba su vagina…
Decime Cacho qué hago con esto, señalándosela…
Yo tengo el remedio le dije…
Subí y me bajé los pantalones y el calzoncillo, se la metí de una…
Ay ay ay, hijo de puta….me rompiste la concha, seguí seguí…
Y a darle a la máquina…
No me dejen afuera!!! gritó Estela…
Vení que nos arreglamos, tirado boca arriba en la colchoneta, Estela ensartada en mi miembro y Prudencia sentada en mi cara, estuvimos como 50 minutos, ellas cuando acababan se cambiaban de lugar yo pude acabar dos veces y se hizo costumbre una o dos veces por mes manejo la ambulancia…
El 9 de julio nació Juan Guerrero, mi hijo, 3,600kg., de parto normal, Jennifer y Gladys se ocuparon de eso, yo agarrado a la mano de Elena me acordaba de cuando nació Josefina, qué estará haciendo la conchuda de su madre...
El día de la primavera hicimos el bautismo de Josefina, justo había venido a visitarnos Silvia (ella había venido a una carrera y de paso a visitarnos, era con la única que tenía comunicación de todos)…
Luego de la ceremonia en la iglesia en casa hicimos una fiesta, éramos como 100 no faltó nada, Ernesto, la pareja de Gladys, hizo asado para todos, espectacular le salió, hubo baile, desde las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche duró la fiesta, cuando se fueron todos, la única que quedó fue Silvia…
Elena me miró y me dijo, éste es el último permiso, a partir de mañana nunca más y se fue a dormir con los nenes…
Yo me quedé un poco tocado pero si te dan la última que vas a hacer, me metí en la pieza de Silvia, estuvimos toda la noche cogiendo, que mierda si iba a ser la última había que aprovecharla…
Se fue temprano, yo cuando me desperté estaba solo, le preparé el desayuno a mi señora y se lo llevé a la cama, los tres tirados desparramados en la cama, se levantó, no quiso tomarlo en la cama, fuimos al comedor…
Me dejó claro que desde éste instante únicamente ella sería mi sexo…
Silvia nos había contado que el taller estaba cerrado, que la casa de repuestos se estaba viniendo abajo…
A la semana me avisa Silvia que había muerto mi tío, paro cardíaco, que el funeral era ..… y se enterraría en el jardín ..… cementerio privado…
Cuando llegué, la imagen que recibí me chocó como una patada en las pelotas, mi papá llorando con una mano en el cajón, como a cinco metros el grupo de las mujeres con los cubanos, estaban todos, cuando me iba acercando los cubanos le pusieron las manos en el hombro a cada mujer, yo me dirigí hasta mi papá, al verme me abrazó y lloraba amargamente, las conchudas de las mujeres, también estaba mi mamá, no sólo no se sacaron el abrazo sino que ni siquiera se acercaron, lo abracé a mi papá y nos dirigimos a la salida, tomamos un taxi al aeropuerto y lo traje para casa…
Ese hombre que siempre fue mi ídolo, que tenía una vitalidad de envidia, estaba hecho mierda, encorvado, ojeroso, flaco, arrugado, lo dije… hecho mierda…
Con el cariño de Elena, de la nieta, del nieto, de Gladys, de la amistad de Ernesto, fue recuperándose, arreglaba la ambulancia, las motos, los autos de todos los de la clínica, se iban con Ernesto a un boliche a jugar a las cartas, en dos meses se recuperó totalmente…
Para fines de noviembre me llamaron de un estudio de abogados, era para la sucesión de mi tío, que teníamos que ir mi padre y yo para ver la situación…
Les dije que sí, que yo iría, que mi padre no podía por estar enfermo…
Me dijeron que me hiciera un poder amplio general para representarlo y no habría problemas…
Les aclaré que no quería encontrarme con nadie de la familia que si eso pasaba no firmaba nada y pudría todo…
Les quedó claro que estaba recontra enojado, la propiedad era, planta baja taller y casa de repuestos, planta alta seis departamentos, como había una propuesta de alquilar el taller y la casa de repuestos a un supermercado nos quedó el 50% del alquiler del taller y casa de repuestos, va de la planta baja para mi papá, más un departamento del primer piso, para mí el alquiler de un departamento, para mi mamá el alquiler de un departamento…
El resto para la familia de mi tío, esta propiedad la habían comprado mi tío y mi viejo de solteros…
El estudio de abogados se ocupaba de cobrar los alquileres y nos enviaban el dinero…
Unas horas antes de que la noticia saliera por televisión me había llamado Silvia, que habían arrestado a los cubanos y a las mujeres por tráfico de droga, venta de recetas truchas, ejercicio de medicina ilegal y no sé qué más me dijo, fue noticia por los médicos cubanos, como por las cirujanas de los corredores de carrera, se rememoró lo que habían hecho hace unos años en la escudería Guerrero, por lo que parece estaban muy comprometidos…
Para el día de los inocentes, 28 de diciembre, fui a ver a mi mamá a la cárcel, lo único que le preocupaba era que le consiguiera un buen abogado… para los cubanos…
Siii, ma quedate tranquila le dije, no preguntó ni por el marido, ni por los nietos…
Siii ma quedate tranquila, nunca más …
FIN.