Viaje a la felicidad.
Bien dotado, tímido y virgen...chofer y cocinero...
1Viaje…
Se trata de.
Contar un momento en la vida de un muchacho, bastante tímido y de lo qué le pasa al relacionarse con las mujeres…a medida que experimenta va cambiando…
Me llamo Carlos Guerrero, me dicen Cacho, tengo 21 años, estudié en el industrial de técnico mecánico, rubio de ojos grises, mido 1,70 y peso 100 kilos, con algo de panza, siempre fui y soy muy tímido, cuando era pibe me la pasaba entre las tuercas y la grasa del taller…
La timidez surgió cuando me empezaron a gustar las chicas, nunca tuve novia, nunca estuve con una mujer, en el barrio una vez hace unos años salí con Clarita, una preciosura, fuimos al cine, a tomar helados… y en una fiesta de cumpleaños de Néstor, uno que vive a la vuelta, ella se cagó de risa de mí delante de todos, me dijo…gordo, vos en serio creíste que yo te podía dar bola, todos se reían…
Desde ese día recontra tímido y nunca más me arrimé a una chica, terminé el industrial y en mi habitación estudié computación y violín, hasta hice un curso de chef, todo por internet…
Además tengo otro problema, mi miembro mide 25 cm. erecto, todos creen que es bueno, no no, con mi timidez y esto de burro jamás voy a poder gustarle a alguien y encima gordo, por eso no quiero estar con nadie...
VIAJE A LA FELICIDAD.
Si la casa está al pedo y vos también estás al pedo!... y vas a ganar una buena plata Cacho… así me dijo mi prima Isabel, la doctora Isabel Guerrero, 50 años, cirujana cardiovascular, con unos kilos de más, que le hacían todavía más grandes las tetas y el hermoso culo que tiene…
Me trataba de convencer que les manejara la casa rodante (motorhome) y les diera de comer a un grupo de doctores por un mes, a mí no me daba estar con gente, prefiero mi computadora, mi violín y mi habitación…
Me explicó que era algo sencillo, que eran buenas gente, que estarían casi todo el día trabajando, vos ni los vas a ver…
No había caso, no me da, hasta que entró en mi habitación mi viejo, Ernesto Guerrero, 60 años, mecánico…
Mirá! pedazo de pelotudo!!! si no agarrás este laburo!!! vas a estar todos los días en la fosa!!! y nada de computación ni de violín, entendiste!?, entendiste!?...
Si pa…
Mi tío, Ignacio Guerrero, (Nacho), 70 años y mi papá (Tito) tienen un taller mecánico en la planta baja, “Los Guerreros”, un taller muy grande, ocupa casi media manzana, arriba vivimos todos en varios departamentos, todo propiedad de la familia, por un lado mi papá, mi mamá, (María Saavedra, 50 años) y yo, hay dos departamentos más, uno vendría a ser para mí, cuando me case, se alquilan…
Han desfilado varios inquilinos, no es fácil acostumbrarse al ruido del taller, nosotros estamos acostumbrados, toda mi vida la pasé con ruido a motores…
Del otro lado, además con entrada por la otra calle, en uno mi tío Nacho y mi tía (Juana Gómez, 69 años), en otro mi prima Isa, la doctora, y en otro las hijas de mi prima, Cecilia (26años) y Judit (23años).
La historia era que el grupo de doctores viviría en la casa rodante, yo tenía que conducirla y ya que está, como sabía, cocinarles, iba a cobrar una buena suma…
En el taller mecánico se preparan autos de carrera, los Guerrero son muy buscados como preparadores de competición, hace un tiempo habían comprado un motor home, una casa rodante con motor, una grande, con cama matrimonial, cuatro cuchetas, cocina equipada, baño, mesa comedor, con todos los chiches, tenía enganchada una motito, para hacer las compras cuando acampemos dijo mi viejo, colgaba en la parte de atrás, al lado de la escalera para subir al techo, en el techo poníamos las reposeras y de ahí veíamos las carreras, todos los fines de semana íbamos a dónde las hubiese…
Me parece que se enojaron con un corredor y no fuimos más a las carreras…
Ahora yo tenía que llevar enganchada una casilla chica, una de dos ruedas que haría de consultorio, había que recorrer la Mesopotamia, me iban a decir dónde tenía que parar y los doctores tenían que revisar a la gente.
Primero tuve que ir a la capital de la provincia, a la gobernación, llevar todos los documentos de la motor home, fotos (mi papá la mantenía impecable, todos los días a un ayudante lo hacía limpiarla), fotocopias de mi registro, (mi tío me regaló para mis 21 años un carné de conducir para todas las categorías, (contactos, después de 50 años dijo) y de mi documento, que tenía que pasar primero el lunes 7 de enero por…a buscar al grupo de médicos y después por…para enganchar la casilla sanitaria, me dieron un cheque para la compra de víveres y el itinerario con todos los detalles…
El cheque se lo di a mi tío para que lo deposite y me dé el efectivo, el itinerario era: primera parada Gualeguaychú, segunda parada Paso de los Libres, tercera parada Oberá, cuarta parada Iguazú, quinta parada Puerto Rico, sexta parada Ituzaingó, séptima parada El Sombrero (Corrientes), octava parada Santa Lucía, novena parada La Paz, décima parada Villaguay, undécima parada Gualeguay y regreso a casa (mierda, qué viajecito)…
En principio el contrato es por un mes, pero si a criterio de los profesionales hace falta quedarse algo más, después se me reconocería…
Lunes 7 de enero.
La motorhome, tenía una gran heladera y armarios grandes así que compré bastante mercadería, en especial las especies, lo demás vería de ir comprando, armé más o menos un menú, espero no me toque alguno vegetariano, o celíaco o muy hincha pelotas, parece mentira pero me sentía seguro, será que es algo que sé hacer y me gusta, veamos cuando suban los doctores…
Los pasé a buscar por ….. ahí estaba, siendo las ocho de la mañana, ni un minuto antes ni después, había avisado por mensaje al número que tenía, era un hospital inmenso, (claro, de dónde iban a subir médicos), cuatro, con ambos blancos y dos bolsos cada una, una, son mujeres, mierda son mujeres, hola soy Ester, hola Elena, hola Gladys, hola Débora, dejaron los bolsos por cualquier lado y se sentaron a la mesa, listo vamos dijo la que subió primera…
Mierda y ningún varón, arranqué, la casa sanitaria tenía que engancharla en un puesto de caminera apenas entrábamos a la provincia de Entre Ríos, ellas conversaban animadamente, cada una en su momento fueron a inspeccionar la casilla, yo miraba la ruta y por el espejo a ellas, qué mierda voy a hacer con cuatro mujeres durante un mes pensaba…
Hola, cómo es que te llamás que no me acuerdo? me dijo una…
Cacho, doctora, Cacho me llamo…
Decime Cacho nos podemos recostar en las camas?, que estuvimos toda la noche de guardia…
Si doctora, dónde gusten…
Gracias…
Dos se fueron a la cama grande y dos en las cuchetas de abajo, al rato un silencio de, doctoras durmiendo…
A las once estaba hablando con un gendarme, me mostró cuál es la casilla sanitaria, de dos ruedas, tenía dos puertas, será una para entrar y otra para salir (después entendí, entraban por una, les tomaban los datos y pasaban a la otra mitad, la doctora lo revisaba y salía por la otra puerta, a veces atendía una doctora en cada puerta)…
Le dije al gendarme que estaban durmiendo, me dijo que la jefa tiene que firmar el retiro y la cantidad de medicamentos…
Enganchala y después despertala…
Maniobrando la arrimé al gancho trasero, le puse las patentes que corresponden, tienen que ser del mismo número que el de la casa rodante, las había traído del taller, me parece que cuando enganché, o al poner las trabas o las cadenas o las luces se despertaron las de la cama grande, bajaron a ver qué estaba haciendo…
Necesitás ayuda Cacho?...
No gracias, tiene que ir la jefa de ustedes a firmar por la casilla sanitaria, allá fue la que subió primero…
Quieren almorzar en un balneario que hay a una hora de acá? eso sí sanguches variados…
Siii, dale llevanos…
Cerca de la una de la tarde estaba entrando al inmenso parque balneario, busqué un lugar adecuado para estacionar las casillas, tengo que tener cuidado, ya que no es fácil manejarlas en espacios reducidos, hay que ser bastante práctico para retroceder con la casilla enganchada, teníamos luz eléctrica, así que conecté la casa rodante, preparé varias clases de sanguches,
Las dos que se habían despertado fueron a recorrer y las otras dos seguían durmiendo…
Les armé una mesa con gaseosa, vino frío, agua con gas, platos, opciones para armar los sanguches, fiambres de lo más variados, quesos, rodajas de tomate, lechuga, aros de cebolla, aderezos, cuando llegaron de recorrer las chicas, despertaron a las otras dos y se sentaron las cuatro a comer a la mesa de cemento correspondiente a la parcela…
Yo en la butaca del conductor anotaba algo…
Cacho, vení a comer, dejá eso para después, Cacho vení…
Bajé con un cagazo bárbaro…
Vení sentate acá y conversemos, yo soy Ester Mendoza, doctora, (38años), soy la jefa como vos dijiste de este cuarteto, bueno con vos quinteto, rubia, con algunos quilitos de más, muy pocos, buenas tetas, buen culo, ojos celestes, cara hermosa, una preciosura, yo soy Elena Gutiérrez, doctora, (37 años), morocha, de piel blanca, pelo negro cortito, a lo varón, flaquita, pocas tetas y lindo culito, muy bonita, yo soy Gladys Moyano, (45 años) enfermera, muy morocha, con muchos kilos de más y yo soy Débora Sánchez, (29años) chiquita, debería medir 150, todo chiquito, muy movediza, rubiecita de pelo largo, ojos verdes, muy bonita también…
Yo soy Carlos Guerrero, Cacho, chofer…
Cacho, habría que llevar la casa sanitaria allá, al lado de aquella oficina, nos vamos a quedar hasta mañana a la tarde a controlar sanitariamente a toda la gente que está acá…
Ok, dije yo voy a llevar la casilla, ustedes sigan comiendo y con unas cuantas maniobras, pude más o menos ubicar la casilla, la acomodé a mano al final, la cerré con llave y volví a poner la casa rodante dónde estaba…
Quieren asado a la parrilla para cenar?...
Sí, sí, dijeron todas…
Ok, a las 21 estará lista la cena…
Ester y Gladys se fueron caminando a atender a la gente, Elena y Débora se fueron a dormir, yo a levantar todo y lavar todo…
A las cinco de la tarde fueron a reemplazarlas…
Hice asado con ensalada, vino y de postre duraznos en lata, se fueron todas a dormir, me quedé limpiando todo…tal vez no sea tan jodido el andar con éstas cuatro señoras, pensé, en ningún momento me hicieron sentir mal…
Cuando subí a la casilla, estaban todas acostadas, me senté, pensando pasar la noche en el asiento del conductor, se reclina bastante y duermo más o menos cómodo…
Cacho, qué hacés?...
Nada, estoy acá!...
Vení a acostarte acá, en ésta cucheta, que te la dejamos para vos, vení, me dijo Gladys…
Me habían dejado lugar en la de abajo de la derecha, en la de arriba de la izquierda estaba Débora, en la de abajo Gladys, las doctoras en la cama grande y por supuesto, la de arriba mío vacía, bueno con los bolsos…
Martes 8 de enero.
El vibrador de mi celular me despertó, me levanté muy despacio, tratando de hacer el menos ruido posible, de mi bolso saqué un calzoncillo, una toalla y una remera y me fui a bañar, dejé la cafetera eléctrica enchufada, preparando para el desayuno…
Cuando volví, estaban las cuatro sentadas a la mesa de cemento, con unos pantalones cortos y remeras…
Me agarró una picazón por todo el cuerpo, debe ser el cagazo pensé…
Hola Cacho, me dijeron todas…
Buen día dije, les serví café con leche y galletitas…
Se fueron a caminar, a la hora volvieron…
Me pasó un hecho curioso, cuando voy a buscar algo a la casilla, veo a Gladys en bombacha y corpiño, oh, perdón y me bajé a los pedos…
Cacho vení, subí…
Muy lentamente me asomé…
Vení sacame el broche del corpiño de la espalda que se atascó y no puedo y se dio vuelta…
Me arrimé lentamente, temblaba, miraba su gran culo, una bombacha blanca que medio se le metía en el culo, estuve unos instantes destrabando el puto cierre, estaba muy trabado, cuando pude sacarlo, ella se dio vuelta y…
Gracias Cachito, se le bajó un poco el corpiño de un lado, le vi el pezón negro con su areola…
Me bajé rajando, se me había parado el miembro, menos mal que yo siempre uso unas bermudas bien grandes, esas de montones de bolsillos, unos bóxer apretados para sostener a la fiera y unas remeras también bien holgadas… Controlaron a todos los que estaban en el balneario, de cena carne al horno con ensalada mixta, se pasó el día…
Miércoles 9 de enero.
Con las chicas acostadas todavía hice las maniobras, enganché la casilla sanitaria y partimos para Gualeguaychú, tenía que estacionar frente a la plaza principal…
Llegamos 8,30, les di el café con leche y al mirar por la ventanilla, vi una cola como de 30 personas esperando para ser atendidas, se fueron las cuatro, al mediodía volvieron, va volvieron… hicieron cinco metros de la casilla sanitaria a la puerta de la rodante…
Salpicón con la carne de anoche y del asado, papas, tomates, cebolla, queso, trocitos de pan, vino, duraznos, siesta y a las tres de la tarde otra vez a trabajar, hasta las ocho que terminaron…
Como la casilla estaba en la plaza central, se arrimaban a mirar muchos curiosos, tuve que poner todas las cortinas, puse música ambiental para que no se escucharan las conversaciones, se pasó el día…
Jueves 10 de enero.
Otro día de intenso trabajo para el grupo, yo con la moto fui a comprar a un supermercado, en la cola para pagar escuché sobre un móvil sanitario que pusieron en la plaza, te revisan a conciencia, te dan las vacunas que te hacen falta, a algunos hasta le dan los remedios, la muni, trae gente en colectivos desde los barrios, que linda idea, yo voy a llevar a mi nene para que lo revisen…
En la noche cuando estábamos los cinco en la casilla, se me hacía complicado no mirar, las chicas se bañaban y salían desnudas con una toalla únicamente, las doctoras se metían en la cama grande y cerraban la cortina, pero las enfermeras se cambiaban en el pasillo, yo en el asiento del conductor, pero por el espejo miraba esas tangas, esos culos, esas tetas, las de Débora eran chiquitas pero de acuerdo a todo su cuerpo, las de Gladys llaman la atención, otro día...
Viernes 11 de enero.
Todo lo mismo, después de almorzar la doctora Ester me pidió que la llevara a la municipalidad, se subió en la moto y me clavó las tetas en mi espalda, se me paró al toque, menos mal que uso esos boxes que me tienen sujeta la pistola, que sino…me abrazó y apoyo su cara contra mi espalda, ah, Cacho qué lindo, me parece que me está haciendo falta unos mimos, ja, ja…
La esperé un buen rato, me contó que había ido a pedir las medicinas que tenían que darnos en todos los lugares que paramos, las iban a traer a la tarde, en cuanto lleguen las recibís, controlá bien que no nos caguen, así me dijo…
Como a las cinco de la tarde las trajeron, yo controlé y no nos cagaron, estaba acostumbrado a controlar pedidos, en el taller de casa me mandaban siempre y mirá que había cajitas eh, otro día...
Sábado 12 de enero.
Trabajaron hasta las dos de la tarde, mientras almorzábamos Ester dice…
Qué les parece si nos quedamos hasta mañana y esta noche vamos a comer pizza y tomar unas cervezas?...
Si, si, aceptación de las compañeras…
A dormir la siesta…
Cacho vení acá, me grita Gladys, a dormir a mi cama…
nos despertamos pasadas las siete, se bañaron y se cambiaron…
qué sufrimiento, tanto Gladys como Débora se pusieron pantalones y camisas de colores, las doctoras cuando aparecieron también, parece que se habían puesto de acuerdo…
Cacho, cambiate esa remera que está toda arrugada…
Yo las espero acá…
No, no Cachito, vos venís con nosotras me dijo Ester…
Me puse un camisaco, esa camisa con muchos bolsillos, mucho desodorante y abajo, cerré bien las casillas, Ester me agarró de la cintura, se apretó a mi lado derecho…
Abrazame Cacho me dijo y me incrustaba la teta en mis costillas, Gladys hizo lo mismo del lado izquierdo…
Yo caminando abrazado a dos semejantes mujeres, cruzando la plaza, temblando como el reverendo boludo que soy…
No tuvimos que caminar mucho, cruzando la plaza en diagonal a las casillas estaba la pizzería, nos comimos tres pizzas y tres cervezas, yo muy poca, medio vaso nada más no me gusta la bebida con alcohol, no dije que soy un boludo…
Quiso pagar Ester, no la dejé, dije que era dinero de la comida no personal, me llevé la cuenta nada más, al cruzar la plaza de regreso las que me abrazaron fueron Débora y Elena…
Ahora nosotras necesitamos mimos, ja, ja, si supieran que yo nunca, otro día...
Domingo 13 de enero.
Salimos a las ocho, pasamos por Concepción del Uruguay, San José, Concordia, cerca del mediodía llegábamos a Chajarí…
Doctoras quieren ir a las termas?...
Después de almorzar bajaron, había estacionado frente a la entrada, bajaron en pantalones cortos con las mallas puestas, qué sufrimiento, apenas se fueron entré al baño y me hice una bruta paja, a dormir la siesta…
Volvieron como a las seis, pasamos por Monte Caseros y aproximadamente a las nueve llegamos a Paso de los Libres estacioné sobre la costanera, otro día...
Continuará…