Viaje a korea del norte

Un viaje de vuelta al aropuerto muy triste

Una matización antes de empezar: Lo que voy a relatar a continuación es una película que me he montado después de ver un video del tipo AMWF (Hombre asiático – mujer blanca) Almudena si es real, quien no la conozca le recomiendo leer mis anteriores relatos para que la conozcan mejor.  Como ultima anotación antes de entrar en materia Almudena es una chica muy friki amante de la cultura asiática sobre todo la japonesa y le encantan los animes, mangas y sobretodo el Hentai…

Almudena  se encontraba de viaje en Corea del Norte para conocer mejor ese país que esconde tanto secretismo y llama la atención de mucha gente de occidente.

Le sorprendió mucho la cultura de aquel país, la gente se veía muy amigable, pero casi nadie se salía de la norma.

Estuvo allí 3 días los que aprovecho para visitar los lugares más importantes del país y alguna que otra tienda para comprar algún que otro recuerdo para traer a España.

Y así llego al domingo hora de volver a casa, se levantó temprano para preparar la maleta y una vez todo listo y comprobó que no se olvidaba nadada, bajó a la recepción del hotel, entregó las llaves de la habitación y se dirigió hasta la parada del Autobús que le debería llevar hasta el aeropuerto.

En la parada del Autobús no hacía más que   atraer miradas de los hombres que habían a su alrededor. Y no era para menos una chica occidental guapísima y alta no se veía por allí todos los días. Sus vestimentas también llamaban la atención de los allí presentes, Almudena iba vestida como una colegiala típica de los animes: falda hasta la altura de las rodillas y una camiseta blanca.

Estaba deseando que llegara el bus, se estaba empezando a poner nerviosa con tanta mirada y algún que otro comentario que oía de fondo, no entendía lo que decían obviamente, pero por el tono que usaban y las risas, estaba segura que iban dirigidos a ella. Tras unos largos 20 minutos de espera al fin llego el esperado autobús que la sacaría de allí; pero fue peor el remedio que la enfermedad, aquel autobús iba abarrotado, lleno hasta la bandera de hombres vestidos de traje y corbata que parecían ejecutivos y banqueros. A mitad del pasillo vio 2 chicas sentadas allí y decidió colocarse lo más cerca de ellas por si ocurría algo en lo que supuso Almudena le echarían una mano (que equivocada estaba). Conforme iba avanzando por el estrecho pasillo, al igual que en la parada notó como alguno que otro giraba el cuello y la miraba de arriba abajo sumado a algún comentario obsceno que le era imposible descifrar.

Cuando llego al punto donde se quería ubicar no tardo en notar como algún que otro maromo de los allí presentes le arrimaba la  cebolleta por detrás restregando sus diminutos miembros por el culo. Pero un par de codazos a esos indeseables les hizo apartarse, pero su hueco fue enseguida rellenado por otros, y así estuvo un buen rato hasta que del final del pasillo un señor uniformado, un policía concretamente, hizo desistir al grupo de pajilleros que se amontonaban alrededor de Almudena.

-“Por fin, alguien que parece va a poner orden”- Pensó Almudena sintiendo por fin alivio…

Pero aquel policía que debería medir 1’65m de altura y unos 65 años de edad no venía precisamente con buenas intenciones, Todo lo contrario…

Se colocó tras Almudena y ya sin disimulo alguno comenzó a restregársele, aquello rozaba lo absurdo.-“Que cojones le pasa a esta gente en la cabeza”- Se preguntaba Almudena para sí misma mientras aquel policía no dejaba de meterle mano. El señor policía dio un paso más allá y mientras se seguía restregando como si no hubiera un mañana comenzó a manosearle las tetas por encima de la camiseta. Almudena en sus pensamientos se decía:-“Como le meta una hostia a este me despido de volver a España-; Así que se limitaba a moverse unos pasos para guardar distancias, pero aquel señor de aspecto desagradable pese a su uniforme policial estaba pegada a ella cual lapa.

El policía iba cada vez a más y se sacó el miembro sin ningún tipo de pudor, Almudena noto entonces algo erecto que chocaba contra sus nalgas y se refregaba, miró hacia abajo un segundo y vio algo vergonzoso: Aquella pija no debía medir más de 10 centímetros de largo y encima ni siquiera era gorda para compensar su pequeño tamaño. –“Joder, esto debe ser una broma de mal gusto”-Dijo en voz alta Almudena, Nadie reaccionó a esas palabras y es más dudaba de que alguien la entendiera. Dejó de notar ese micro pene chocando contra su culo, pero lo que fue es que las manos del policía agarraron su falda y bajó su falda y bragas a la vez dejándola con el culo y el chocho al aire a la vista de todos.

El resto de pasajeros seguían a su bola, unos hablaban entre ellos, otros miraban sus ordenadores y móviles, y las otras 2 chicas simplemente ni se inmutaban como si con ellas no fuera la cosa.

Almudena se giró cara al policía e intento subirse las bragas y la falda, pero aquel señor la volvió a voltear, y ahora comenzó a restregar su diminuta polla por las nalgas desnudas, y entre refriegue y refriegue aprovechaba para meter su polla por la raja del culo y hacer el movimiento de meter y  sacar, todo eso mientras le agarraba las tetas y se las apretujaba.

De repente un señor se puso en píe, no era tampoco muy alto que digamos alrededor de 1,61 de estatura, aspecto de tener unos 55 años y aspecto serio, vestía un uniforme militar con muchas medallas.

-“A ver si tengo suerte y este es el que me saca de este embrollo”- Pensaba Almudena con cara de resignación. Pero todos esos pensamientos de esperanza desaparecieron de su mente cuando vio que ese militar con pinta de ser un general o algo así se puso tras ella y al igual que su colega el policía comenzó a restregar su picha contra su culo. Ahora sentía aquellas dos pollas diminutas refregándose contra ella y ya babeando. La polla de aquel militar no difería mucha de la del oficial de policía: como mucho 10 centímetros y delgada.

Almudena miraba a las chicas como pidiendo ayuda, pero las muy putas la respondían girando la cabeza y mirando al suelo. Es más las 2 se bajaron a la siguiente parada como sabiendo lo que iba  a ocurrir a continuación y salieron por patas.

El “General” dejo de frotarse contra Almudena y se puso ante ella, levanto su camiseta y desabrocho el sujetador para dar comienzo a una chupadita de pezones, aquel hombre chupaba los pezones como si no hubiera un mañana.

El oficial de Policía por su lado también paro de restregarse y se arrodillo ante el culo de Almudena para separar sus fuertes nalgas y comenzar a chupar su chocho y ojete por igual. Ella se resignó por dentro  sentía asco y pena, asco por la situación y pena por aquellos 2 señores que no tenían ni idea de cómo “hacer disfrutar a una mujer”.

Cuando el oficial había terminado de comer el precioso chocho de Almudena (creerme que lo tiene precioso, yo misma lo he visto en directo y lo he probado y es una delicia) la hizo inclinarse un poco, cosa que le costó un poco porque ella no estaba ni mucho menos dispuesta. Cuando por fin lo logro, acerco su micro pene hasta la entrada de la vagina de Almudena, lo refregó un poco contra su clítoris y finalmente la metió entera (aunque con ese tamaño y grosor tampoco era muy difícil) comenzó a follarla sin compasión. Bueno a follarla entre comillas. Aquello era el polvo más triste que estaba recibiendo en su vida. El oficial de Policía parecía un conejo intentando follar con una zapatilla. Hasta tuvo que pasar la mano por su vagina y palpar para asegurarse de que aquel hombre se la había metido de verdad…

Por su lado el “General” había apuntado su verga a la cara de Almudena y sin ningún movimiento se la metió en la boca… Almudena no hizo ademan de ni siquiera moverse para hacerle la mamada, se quedó quieta con la pinga en la boca, así sin más, incluso hizo una especie de vacío para que ni la lengua rozara aquella asquerosa polla.

El “General” entonces empezó a hacer movimientos por un intento de follarle la boca a Almudena. Aquello daba vergüenza ajena. Aquel tipo parecía estar follandose una de esas bocas vacías de látex que venden en los sex-shop.

Ahora el “General” era  quien follaba el chocho de Almudena y el Oficial de Policía intentaba recibir una mamada. Resumiendo la imagen era igual de triste que la anterior.

Cuando ya se habían cansado de estar así, agarraron entre los dos a Almudena y la arrastraron al fondo del bus.

Aparataron a unos chicos que habían allí sentados y el Oficial de Policía se sentó sobre el asiento central e hizo a Almudena encaramarse sobre él y que lo cabalgara, cosa que, ella no hizo y el Oficial se limitó a intentar   a hacer los movimiento de arriba abajo para penetrarla; por su lado el “General” se acercó a sus nalgas, las separó y comenzó a penetrarla analmente.

Almudena al igual que antes, no sentía nada ni por la vagina ni por su recto. Su cara era completamente inexpresiva, en plan de que acaben de una vez ya.

Al fin parece que sus plegarias fueron escuchadas por algún Dios y aquellos 2 infelices parecían que ya se iban a correr.

La polla del Oficial comenzó a palpitar dentro del chocho de Almudena cosa que ella aprovecho para levantarse un palmo sobre la polla del Policía y dejarla fuera de su coño.-“Una mierda te vas a correr dentro de mí, puto cerdo”- Dijo ella en un tono alto para que se le escuchara, aunque obviamente no la iba a entender.  La corrida del Oficial fue a parar a los pantalones del “General” dejando el camal de la pierna completamente perdida de la leche del Policía.

El “General” seguía metido en el culo de Almudena y cuando ella noto el palpitar de la polla de este último hizo exactamente lo mismo, se echó lo máximo para adelante hasta que la polla quedo fuera de ella y colgando. Cuando una explosión de leche salió disparada cayendo sobre la polla del Oficial dejándola totalmente perdida.

Entonces ellos 2 comenzaron a discutir a pleno pulmón mientras la señalaban. Almudena por su parte los miraba riéndose a carcajada limpia mientras se vestía.

Había llegado por fin a su parada, se arregló un poco los pelos y la ropa antes de bajar, se giró un momento en dirección a donde estaban el Oficial y el “General” que seguían discutiendo, le sonrió y les saco el dedo de en medio mientras le decía alto y claro marcando cada una de sus palabras:- “Dais mucha pena”.

Bajo del autobús y se dirigió a su terminal para embarcar ya en su vuelo de vuelta a España mientras se decía para ella misma:-“Joder que mierda de mañana, ya no vuelvo a este puto país en mi vida.”-