Viaje

Moraleja: a H le encanta verme satisfecha por su pija y por la de otro macho y yo me di cuenta que con H soy una hermosa puta... y nos gusta a los dos.

VIAJE

Decimos con H, tomarnos unos días y salir sin rumbos, aunque teníamos pensado estar en algún lugar donde pudiéramos gozar de la playa….

Así, que decidimos sacar los pasajes de barco, y fuimos a Montevideo – Punte del Este, a coger desenfrenadamente.

Llegamos al hotel, y nos dieron una ghçhabitacion con una cama tremenda, la cual soporto las cabalgatas eternas que le hice a la verga de H, durante toda la estadía en la ciudad.

Cuando el botones nos llevo a la habitación, dejo las valijas y nos iba a traer el resto del equipaje, pensamos que ahí se iba a cumplir nuestra primer fantasía, así que dejamos la puerta de habitación entre abierta, y empezamos a desnudarnos, con una calentura tremenda, ya que sabíamos que cuñado el pendejo golpeara la puerta nuevamente, nos iba a encontrar cogiendo maaalllllllllll, y pensamos, quien si se quedaba mirándonos, H, lo invitaría a unirse a nuestro juego de vacaciones.

Así fue, entro y sin decir una palabra se desabrocho la bragueta del pantalón, saco su miembro duro y venoso y me lo introdujo en la boca para que se lo mamara fuerte, así me decía, más fuerte!!!!!!

H, ardiendo de placer, porque le encanta cuando le chupo la pija a otro macho, empezo a chuparme el culito y a preparmelo para introducir su pija divina, ya que sabe, que logra sacar de mi , todo lo perra que puedo ser con un macho. Sabe que muero por cojera por cojerme su verga y mientras yo le seguía shupando la pija al botones, me metió los dedos en mi concha que ya estaba súper mojada, tocándose la pija que ya estaba durísima.

Entonces, me tomo de las caderas, y le ofreció mi conchita al muchachito, quien me hundió su verga hasta el fondo. Yo comenzaba a cabalgarle la verga, subiendo hasta la punta y bajando hasta tenerla entera adentro de mi, sintiendo sus huevos chocar contra mi sexo.

Luego, H unto su pija con vaselina, y de un solo golpe me la metió en mi culito dilatado, mientras yo gemía y pedía a gritos a los dos machos que me cojieran hasta hacerme acabar.

Yo sentía el bombeo por mis dos agujeritos, las dos pijas entrando y saliendo dándome puro placer.

Así, empezamos nuestros días de vacaciones y la próxima les cuento como terminamos.

A partir de ese viaje, cada viaje que hacemos, sabemos que vamos a disfrutarlos a pleno, que además de gozar de la playa, el sol, la lluvia y toda la naturaleza, vamos a coger desesperadamente, y a cumplir una nueva fantasía, que es lo que hace que estemos eternamente caliente uno con el otro.