Viajando en bus al Sur (El regreso)
En eso siento que se estremece y vibra sepultando su cabeza en el asiento y sus uñas se incrustan en mis carnes, consumamos juntos, muy agitados abrazados, besándonos y deseando que no se terminara ese momento
Viajando en bus al Sur (El regreso)
Tres días después estoy en el Terminal de buses esperando para ocupar mi boleto de vuelta, pero pendiente de la llegada de ella, ambos habíamos acordados irnos juntos en este bus, compramos los boletos en el último asiento, se cumplían los plazos dados, en eso la distingo, viene con su hijo y acompañada por otros dos hombres, me imagino que el más joven es su marido. Disimuladamente nos ubicamos y ambos reconocemos nuestros asientos, uno al lado del otro. Llega la hora nos subimos y partimos en el bus de vuelta, ella despidiéndose de sus hombres, disimuladamente me dice, el de sombrero es mi marido, oh, era el más mayor, el otro es mi hermano.
El viaje comienza y el niño no desea tranquilizarse a pesar que ella trata de inducirlo al sueño, negándose rotundamente el chico. Esa lucha le lleva horas, recién eso de las tres de la mañana después de cuatro horas de viaje el niño se entrega a un reparador sueño, perdona, me dice, pero este dio guerra, a la vez que me acariciaba mi pierna debajo de la frazada que cubría nuestra humanidad.
Se afianzo de mi cintura con las dos manos y empezó a acercarse reculando, de a poco fue acercándome sus caderas a mi sexo provocando que me desesperara, ella se acercaba mas y mas a mi pene.
Ante su insistencia recosté el asiento, la acomodé, como pude en este, luego subí su blusa manoseando sus pechos, sobre todo sus pezones, levanto su falda la coloco en posición de perrito hincada y con la cabeza recargada en el asiento, separé su ropa interior me recuesto sobre ella, pudiendo sentir como toda mi miembro entraba en ella de un solo impulso, arrancándole un suspiro de dolor mezclado con placer al sentir todo mi aparato abrirse camino entre sus entrañas , entonces ella me dijo "estas disfrutando mi vida", yo le conteste con voz entrecortada que si, empecé a entrar y salir moviéndome contra sus caderas en circulo mientras con la boca besaba su nuca y cuello, mientras la tenia sujeta de las piernas empujando mi miembro mas adentro, después me dijo " te gusta mi cuevita" y yo conteste que me encantaba que tenia una hermosa cueva, baje una de mis manos por su pierna y con mis dedos masajeaba su monte de Venus mientras ella suspiraba de placer, estaba la verdad como loca la sentía súper excitada, se lo metía con fuerza. Sus gemidos de goce y su cara de placer me confirmaban que le gustaba mi pene, pronto perdió su control, todo era pasión, se movía retrazando su culito con movimientos fuertes, de una forma descontrolada; la sacudía con rítmicos, pero fuertes embestidas, estas eran cada vez más fuertes, me embriagaba de placer.
¡Dios, que bien la estaba penetrando!... no pude resistir mas eyaculé dentro de ella y como respuesta obtuve de ella un orgasmo muy intenso que inclusive la hizo desmayarse, después de reponerme sentí que mi pene me pedía mas, como seguía apoyado en su cuerpo, separé nuevamente sus piernas con mis manos y metí rápidamente mi pene en sus entrañas, que estaba escurriendo mis jugos por todos lados, agarré sus senos que tenían erectos los pezones, esta situación hizo que al poco tiempo sus caderas de nuevo comenzaran a convulsionarse y me enterrara sus uñas en mis brazos y piernas me advirtió que se venia de nuevo.
Que placer, besaba sus mejillas y metía mi lengua en su oído, no podía evitar excitarla con tales caricias, además sentía mis testículos entre sus carnes apretujados por sus nalgas y mi pene en su cómoda vagina, quería gritar, pero me acordé que habían pasajeros y aguanté, gemía de placer, sus caderas se movían a mi mismo ritmo, nuestros cuerpos sudaban, Mm., rico, como gozábamos en eso siento que se estremece y vibra sepultando su cabeza en el asiento y sus uñas se incrustan en mis carnes, consumamos juntos, muy agitados abrazados, besándonos y deseando que no se terminara ese momento, sintiendo como ella dispara sus líquidos seminales en su cuevita bañándome mi pene y el resto sale expulsado por su rajita y escurre por sus piernas, relajándose semi desmayada en el asiento, reconfortándose de su enorme orgasmo. Mientras mi pene arroja manantiales de semen finalizando nuestro éxtasis que aumentan los fluidos que escurren por sus muslos.
Luego apasionadamente nos acomodamos en el asiento y plácidamente nos dormimos, despertamos horas después a la llegada a la capital donde tendremos que despedirnos y cada uno seguir su vida , le pregunto si puedo volver a verla, se demora en responder y luego me dice veremos, todo depende si pueda separarme de mi suegra con quien vivo , apartarme de ella es difícil, te llamaría, dice.
Nos bajamos del bus intercambiamos nuestros teléfonos, direcciones y nos retiramos en distintas direcciones.
Hasta hoy no he recibido llamado alguno.