Vi a una de mis maestras desnuda.
Ni en sueños habîa imaginado esto posible.
Esto ocurrió cuando estaba en una colonia de vacaciones aprendiendo a nadar. Como la clase habìa terminado todos habìamos ido a los vesturarios, el cual estaba en el sub-suelo, para vestirnos. Cuando todos terminamos subimos a la recepciòn para encontrarnos con nuestros padres y retirarnos.
Cuando mi madre llegò y estàbamos por salir, ella me preguntò donde estaba mi buzo. Entonces volvì a bajar para buscarlo. Los vesturarios no estaban divididos segùn ¨chicos¨y ¨chicas¨. Tenìa alrededor de doce vestidores ,con sus respectivas cortinas, a la derecha, las duchas y los baños a la izquierda y en el centro estaba el pasillo con el guardarropas donde una mujer anciana guardaba nuestras pertenencias mientras estàbamos en la piscina.
Le preguntè a la mujer si habìa visto mi buzo y ella fue al fondo del guardarropa a buscarlo. Mientras estaba esperando ahi, de repente, la màs hermosa de las maestras de nataciòn, quien no me habìa escuchado y tampoco advertido mi presencia, saliò del sector de las duchas caminando hacìa el pasillo luciendo unicamente un diminuto conjunto de sostèn y bragas.
Cuando me vio ahi, mirándola detenidamente, al principio se paralizò y se ruborizò, luego sonriò timidamente y se disculpò. Sin embargo permanieciò cerca mío, esperando tambien a la anciana. Ella estaba espectacular!!! Sus pechos estaban perfectamente formados y lucìa muy sexy en solamente su lencerìa. Me dijo que habìa pensado que todos los alumnos se habìan retirado. Como la anciana demoraba mucho, me estuve por retirar pero ella me detuvo dicièndome que yo habìa llegado primero.
Ella era muy simpàtica y continuamos hablando. En ningùn momento ella intentò taparse o cubrirse con algo. Me dijo que habìa dejado su nuevo vestido en el guardarropas para evitar que se mojara o se arrugara. Diez minutos depuès la anciana apareciò con mi buzo y su vestido y se disculpó con ella por no haberle avisado de mi presencia, pero la maestra le dijo que no se preocupara.
Antes de cambiarse, me preguntò si yo creìa que ella era linda. Yo le dije que sì, entonces ella me sonriò y entrò en uno de los vestidores para terminar de vestirse.