Vestida de novia, un brindis muy especial

Por fin, se cumpliría mi sueño de vestirme de novia en una ceremonia llena de pompa y fulgor.

MI FANTASIA: VESTIDA DE NOVIA, UN BRINDIS MUY ESPECIAL.

En otro tiempo, tuve la fantasía recurrente de vestirme de novia. Esta idea generaba en mi mente masculina, una serie de procedimientos muy complicados, para justificar ante mí lo del vestido de novia. Así, soñaba que encontraba grupos ultra secretos; en donde eso era como normal para iniciarse.

Un buen día, recibí un correo misterioso, que decía algo así: Te hemos observado, sabemos que militas en páginas TV o TRANS, que amas esa posibilidad, por lo que te invitamos a que te unas a nuestro grupo secreto y selecto que se llama, "La Cofradía del Amor TV".

Me intrigó mucho, pues por un lado veía que podría quizá, cumplirse mi sueño y por otro, tenía cierto temor de que fuera algo peligroso. Vacilé varios días entre ambas posturas. Hasta que una noche, vino el sueño recurrente, me levanté, fui a la compu e hice klick. Al otro día, recibí un correo que decía escuetamente: comunícate con Dora María al teléfono tal.

Marqué hablamos, nos citamos en un café, Dora María era una hermosa chica de unos 30 años de pelo castaño, tez blanca, cojos también castaños, muy bien formada, platicamos de muchas cosas, de su ingreso a la cofradía, de mis sueños. Al final, me dijo, tú haz sido seleccionado en una rifa, para entrar gratuitamente, tu vestido, tu equipo, todo se te dará; yo soy tu madrina de ingreso y por tanto tu guía en los preliminares.

Este es el documento que firmarás de aceptación, en cuanto lo firmes, serás una de nosotras, pero deberás cumplir con tu iniciación que es una ceremonia muy hermosa. Llévate los papeles, léelos con todo cuidado y en cuanto los firmes, me hablas y nos vemos nuevamente.

Así lo hice, nos vimos en el mismo café y me dijo, vamos a las instalaciones para que las conozcas. Era una finca enorme con un edificio, como tipo monasterio de arquitectura indefinida. En cuanto pasamos, salieron do lindas chicas en minifalda, a una de ellas se le notaba a voz un poco gruesa, nos pasaron a una sala ricamente ornamentada, nos ofrecieron bocadillo y refrescos y se retiraron.

Ponte cómodo, pues te voy a explicar en qué consiste la ceremonia de ingreso.

Un nuevo miembro, que pretenda entrar a esta cofradía, deberá, para ser admitido, pasar por el siguiente procedimiento.

Se encuentran los cinco integrantes del consejo de fundadores, de pie, al fondo del salón en semicírculo, mirando a la puerta. Van vestidos con una túnica monacal con la capucha sobre la cabeza. La túnica va abierta al frente, uno de los lados traslapa sobre el otro, lo suficiente para que no se abra al caminar y se sujeta con un cinturón. Los colores de las túnicas pueden ser: carmelita, gris oscuro o vino quemado. Debajo de la túnica, van vestidos con sandalias o zapatillas, medias, liguero y pantaletitas muy coquetas, de modo puedan sacarse sin mover el liguero o pueden llevar medias auto sostenidas. Los que tengan tetas, las llevarán al aire, los que no, llevarán un corpiño o top. El color será el de la preferencia de cada cual, exceptuando el blanco.

Delante de los consejeros a buena distancia, hay un diván, que no se ve desde la puerta, pues enseguida de éste, hay una mesa cubierta con un mantel blanco hasta el piso por los cuatro lados. Sobre la mesa, al centro, está un "bowl" o tazón de cuarzo, alabastro, ónice u otra piedra semipreciosa vacía, junto, un poco adelantado, se encuentra un agitador de cristal; Enseguida una botella de cristal, con forma de matráz y tapa peniforme que contiene buen vino tinto, recientemente escanciado. La tapa yace al pie de la botella.

El salón se encuentra profusamente adornado con flores blancas. Si ya hay comunidad adicional, se colocará haciendo valla al centro del salón, todos vestidos como se describió a los consejeros.

La novia, vestida de blanco, lleva el velo sobre la cara, en la mano izquierda porta una copa grande de cristal y vacía, sencillamente ornamentada o bien labrada. En la otra mano, el ramo de novia, junta ambas, izquierda sobre derecha. La madrina se fijará que el arreglo resulte armónico, de modo que la mano derecha quede sobre el ombligo. La madrina, quien es consejero, lleva con ambas manos un lazo de dos brocales. Se recomienda que la falda de la novia sea corta a medio muslo; sin embargo, si es ilusión de la novia ir de largo, puede hacerlo. En todo caso, irá vestida con zapatillas, medias, liguero, todo blanco, si tiene tetas quedarán al aire al quitarse el vestido; si no, llevara un corpiño también blanco.

A un tiempo acordado, la madrina, abre la puerta y dice: conduzco a una novia, hija de la Primavera que pretende sumarse a nuestra cofradía. –Que pasé –responde el presidente consejero. La madrina se coloca detrás de la novia. Se toca la marcha nupcial y la novia avanza a paso lento acorde a la música, hacía el altar. Llegada, se hace silencio, coloca el ramo sobre el altar y luego, con las dos manos deposita la copa delante del tazón, mientras tanto la madrina, coloca el lazo sobre el altar aun lado del ramo. Da la vuelta por detrás de la novia, tapa la botella de vino, la toma con ambas manos, se coloca con su lado izquierdo hacía el altar, sube la botella al nivel de su boca y la besa en la parte ancha, luego baja la botella y la ofrece a la novia; quien, con una rodilla al piso, besa la tapa de la botella, se incorpora y la recibe. Llena la copa de vino hasta la mitad y en la misma proporción, sirve también en el tazón. Coloca la botella tapada en la mesa. Vuelve la música con la marcha de triunfo de Nabuco, la novia toma la copa con las dos manos y avanza con ella, elevándola sobre su cabeza. La presenta a la altura de la boca de cada consejero y termina el círculo, presentándola a la madrina quien ha permanecido al pie del altar. Deposita otra vez la copa en su lugar. Se hace silencio. La madrina levanta el velo de la novia y lo echa hacía tras para descubrir la cara, muy bien maquillada y pintada, hay exclamaciones de asombre por la belleza de la novia. Los consejeros se descubren la cabeza, también van maquillados y pintados, todos sonrientes. La madrina le pone el lazo a la novia, un brocal en la cabeza y el otro lo lleva con las dos manos, se dirige hacia los consejeros y a cada uno, le pone el brocal en la cabeza y dice: voluntariamente me uno a ti. Cada consejero, la abraza y se dan un beso muy amoroso en la boca. Regresa al altar y lo hace con la madrina.

La madrina le retira el velo, los consejeros se despojan de sus túnicas. La novia lleva el tazón en ambas manos, la música toca la marcha de Aída, seguida por la madrina, quien también se ha despojado de su túnica. al llegar al primer consejero, entrega el tazón a la madrina, se arrodilla delante, le saca la pantaleta, la madrina le entrega el tazón y la novia sumerge el pene del consejero en el vino, la madrina toma el tazón y la novia limpia con la boca el pene. Se repite con cada consejero, al final con la madrina. La madrina toma el tazón lo lleva al altar y trae la copa.

Ahora, los consejeros se dedican a excitar a la novia y al presidente o a quien él delegue, a fin de que eyaculen ambos en la copa, Se vale de todo para lograr este propósito. Obtenido el semen de novia y presidente, la madrina entrega la copa a la novia, quien va al frente de la mesa, pone la copa en su lugar y con el agitador mezcla muy bien las substancias, al concluir, limpia el agitador con los labios, antes de depositarlo en la mesa, mientras, los consejeros forman un círculo a partir del lugar que ocupaba el presidente, este se corre para quedar a la derecha de la novia quien ocupará, el lugar central, portando la copa, con la madrina a su izquierda.

La novia, da un pequeño sorbo a la copa y la pasa al consejero de la derecha, quien la toma con las dos manos, dice su brindis, bebe y transfiere la copa a su derecha, deberá procurarse que la novia alcance un buen trago, cuando la copa regrese a ella. Así pues, la novia dice su brindis y bebe hasta la última gota. Al retirase la copa, todos aplauden, entrega la copa a la madrina, quien la regresa a la mesa. Empieza la orgía, con atención especial y mucho amor a la novia, quien permanece vestida, excepto de las pantaletas. Todos eyaculan en el tazón que sostiene la madrina.

Cuando el presidente observe que la mayoría de los penes ha cumplido, dará un toque de varios impulsos del agitador contra la copa, a los cinco minutos, el segundo toque y dos minutos después el tercero. Al escuchar el tercer toque, todos arreglan su ropa lo mejor que puedan, recuperan sus pantaletas, incluida la novia. Se forma el círculo, le retiran el vestido a la novia, la madrina trae el tazón y lo entrega al presidente, quien levantándolo con ambas manos dice: -Hija de la Primavera, ahora eres una de nosotras, para sellar tu compromiso bebe nuestra esencia, -sopla levemente sobre el vino y pasa el tazón al consejero de la derecha. Se repite la operación, hasta que el tazón llega a la novia, quien lo apura hasta la última gota, entrega el tazón a la madrina, quien verifica que está vacío y lo voltea boca abajo, los consejeros visten su túnica sin capucha.

La madrina, toma la copa y la botella de vino y las lleva al presidente, éste, recibe la copa, la botella la recibe el consejero siguiente, la madrina va por el agitador y lo entrega al consejero que sigue y regresa a su lugar.

El presidente le dice a la novia, -recibe estos tres objetos que te entrego sucesivamente como recuerdo de tu admisión en la cofradía. Entre tus hermanas, serás como esta copa, dispuesta siempre a recibir el licor que se te otorga. Para tus hermanas, serás como esta botella, lista siempre para escanciar tu licor. Esta varilla de cristal te recordará lo frágil que es el equilibrio entre ambas posturas, cuida de que no se rompa. La novia recibe la copa con la mano izquierda y ahí la conserva, recibe la botella con la derecha y la acuna entre la palma de su mano y su brazo, de modo que le queden libres los dedos para recibir el agitador de cristal.

Los consejeros suben sus capuchas y se inicia el desfile de salida, precedido por la novia con sus insignias. Un poco antes de llegar a la puerta, los consejeros le reciben los objetos que porta, la madrina le coloca la túnica con capucha abajo, le regresan las insignias y salen en medio del aplauso general. FIN.

¡Eso es lo que quiero Dora María! ¿Cuándo empezamos? Yo te avisaré cuando se reúna el consejo. Mientras tanto, que te parece si ensayamos y se liaron y revolcaron en un abrazo sexual que parecía interminable.

Veluardo.