Verónica y la piloto capítulo 6

¿Final feliz?

Recomiendo leer los capítulos anteriores para entender bien la historia.


Los siguientes días transcurrieron entre follar con Natalia en mi casa, donde ella se acabó trasladando a vivir al poco tiempo y ver a Mireia, acompañada de Natalia, a quien también examinó con la idea de hacerle alguna cirugía, sobre todo de su culo.

Chuspe y Covadonga me aceptaron como si fuera una hija más y también entre mis padres y ellos dos se llevaban genial, así que, en ese aspecto, todo iba muy bien.

Mireia y Natalia se cayeron genial desde el primer instante en el que las presenté, así que fue surgiendo la idea de hacer un trío, y de ser una pareja de tres, para que Natalia pudiera follar con alguien mientras yo me recuperaba de las diversas cirugías a las que me iba a someter Mireia, y que yo también pudiera follar con alguien mientras Natalia estaba convaleciente de su operación de aumento de culo.

Al final los collarines no me los pusieron, aunque sí que llevo el de tipo Philadelphia cuando tengo la suerte de que alguien conduzca para mí y me pueda llevar a los sitios a los que necesito ir y en algunas ocasiones llevo un ojo tapado para ir aún más incómoda pero excitada.

Las tetas, en cambio, sí me las aumenté, me pesan más, pero son aún más llamativas y tanto Natalia como Mireia las disfrutan bastante.

Sigo poniéndome bótox y rellenándome los labios. Seguimos tanto Natalia como su familia y yo misma metiéndonos cocaína y hemos probado otras sustancias y por supuesto no hemos dejado de fumar (Ni lo hemos intentado)

También me realizó Natalia las cirugías de la histerectomía y la de para cagar en una bolsa y llevo la sonda del pis, al principio fue duro, sobre todo estar un mes parada por los dolores de la cirugía, pero mereció la pena, me excita verme humillada y dependiente en parte; Natalia no iba a querer ser madre por lo que se sometió a la misma cirugía a la vez conmigo, pasamos juntas la recuperación, en la misma habitación del hospital. (Nos operó la madre de Mireia).

Sigo llevando el plug anal, el coño cerrado y el corsé salvo para la ducha y la playa nudista en verano.

La antigua novia de Mireia volvió a aparecer un día por sorpresa, al poco de habernos hecho Natalia y yo las histerectomías, y Mireia y ella (La enfermera de ginecología) decidieron darse una oportunidad y comenzar el proceso de cambio físico de la enfermera, que quedó muy extrema.

A Sofía no la volví a ver, solo pude hablar una vez por ella por teléfono, llorando me explicó que su madre le estaba haciendo ir a ver a un psiquiatra para “curarla” de la homosexualidad, pero me intentó convencer de que, si encontraba algún resquicio para verme y hablar, lo haría.

Inés dejó de trabajar para mí porque se regresó a vivir con sus padres, la presión del trabajo y todo lo sucedido pudieron más, así que me tuve que buscar otra mano derecha que me ayudara con las criptomonedas.

El día de mi cumpleaños, tras algo más de dos años de relación con Natalia, ella me hizo la gran pregunta y yo acepté, hubo boda un año más tarde.

Final.

Próximamente habrá más historias, estad atentos a mi perfil en la web, ya tengo nuevas ideas en mente que espero poder publicar muy pronto.