Verónica, mi nueva vecina. Parte 2

Sigue me relación con Verónica.

Me desperté, me giré y la vi dormida junto a mí. No fue un sueño lo que pasó. Me levanté y fui a preparar café para el desayuno. Volví a la cama y me quedé mirándola. ME pareció aún más  guapa, si cabe, y estaba supersexi con mi camiseta que la tenía subida por encima de su culo. Se lo acaricié y subí mi mano por su espalda. Al notar mi mano se despertó, se estiró y me sonrió.

  • Estás muy guapa recién despertada.

  • Sí claro. Despeinada y con alguna legaña. Supersexi, vamos, jaja. Anda que eres cursi y antiguo con estos piropos.

Nos reímos de su broma. Llegó el aroma del café recién hecho. Nos levantamos y fuimos a la cocina a desayunar.

  • Había pensado en hacer tostadas. ¿Te apetecen?

  • Ahá

  • ¿Cómo las quieres? ¿Con mermelada o con tomate y jamón?

  • Uummm. Con jamón.

  • También he hecho zumo de naranja.

  • ¡Anda! Si va a resultar que tengo un amito de casa como vecino, jajaja.

  • Una pregunta. ¿Cómo prefieres que te llame? ¿Vero o Verónica?

  • Mis amigos me llaman Vero.

  • ¿Me incluyes entre ellos?

  • Sí, y más que amigo. Eres mi primer follavecino.

Al terminar el desayuno Vero se fue a su casa a duchar y luego seguir ordenando. Yo me quedé recogiendo los cacharros y metiéndolos en el lavavajillas. Poco tiempo después sonó un teléfono, pero no era mi tono. Sonaba en mi dormitorio. Era el móvil de Vero, el que ayer puso a cargar. Lo cogí y fui a llevárselo. La puerta de su casa estaba entornada. Entré llamándola pero no contestó. Oí ruidos en su dormitorio y pasé. No la vi, estaba en la ducha y dejé su móvil en una mesilla. Me iba a marchar pero el morbo me pudo. Me acerqué, no se había dado cuenta de que estaba allí. No sé que saltó en mi interior. Dudé mucho pero al final me desnudé y me metí en la ducha. Era un todo o nada, o salía con la policía o la gustaría la sorpresa. Y la sorpresa me la llevé yo.

  • Has tardado mucho. Estaba a punto de acabar y tú todavía no has empezado.

La abracé y mis manos recorrieron su espalda hasta llegar a su culo y se lo cogí. Nos besamos. Sus pezones estaban tan duros como mi polla. Cogió el champú y se lo echó en su mano. Yo aproveché para acariciar sus pechos y todo su cuerpo. Me sonrió. Me limpió y enjabonó poniendo especial  cuidado en mis huevos y la polla. Me besó y me pidió que la frotara la espalda. Aproveché para besar todo su cuerpo por delante y detrás. Nos aclaramos y nos secamos mutuamente.

La cogí en mis brazos y la llevé a la cama. La tumbé y la seguí besando y chupando todo su cuerpo. Mi mano bajó hasta su coño, empecé a jugar con su clítoris y a meterle dedos dentro de él. Me pidió hacer un 69. Saboreé el olor de su coño y sus flujos. Me empapé de ellos. Miraba de reojo y veía como lamía y chupaba mi polla y notaba como se la metía hasta el fondo. Ella empezó a jugar con sus dedos en mi ano y yo hice lo mismo. Me excitaba muchísimo sentir la presión de su dedo en mi ano. De repente se gira,  me da un beso y me pregunta.

  • ¿Has tenido alguna vez sexo anal?

  • No – dije sorprendido - Lo intenté alguna vez pero mi ex nunca quiso. Yo si la dejé que me metiera algún dedo.

  • ¿Y una doble penetración? Yo si he tenido anal, pero no una doble penetración y me gustaría probar. Antes de ir al Carrefour me acerqué a un sexshop que vi           cerca de él, pregunté y compré algunas cosas.

Me enseño dos plug anales, un strapon con su arnés y varios botes de lubricante. El strapon era de una polla realista con huevos todo de goma. Me dijo que le gustaría ser ella la que hiciera el anal, la que me perforara mi culo, que en eso era virgen.

Me besó y me miró. Yo tenía una cara de alucinado total. Se me había bajado la erección con la sorpresa y casi no podía articular palabra. Me preguntó si quería que lo probáramos y que si no me gustaba que me lo dijera y parábamos. Mi respuesta fue darla un beso en su boca jugando con su lengua y mi mano acariciando su ano. Cogimos los plugs. Los lubricamos bien y puse mi culo en pompa. Antes de meterlo me lamió el ano, los huevos y empezó a masturbarme. La dije que parara o me corría. Me metió el plug con cuidado. Notaba como me dolía al entrar pero una vez dentro empecé a sentirme mejor.

Ahora le tocaba a ella. ¡Joder que culo más bonito tiene! Lo besé y acaricié. Lamí su ano y metía a la vez mis dedos en su coño. Luego metí un dedo en su ano. Quería sentirlo antes de meterle el plug. Junté los dedos del coño con el del ano y ella gimió de placer. Saqué los dedos y me los llevé a mi boca. La metí el plug que entró suavemente.

Me miró y me tumbó en la cama. Se puso encima de mí, me cogió la polla. Se sentó encima de ella y fue poco a poco metiéndosela por su coño hasta el fondo. Cuando la tuvo dentro se inclinó a besarme. Yo aproveché para cogerla sus pechos y pellizcar un poco los pezones. Puso sus manos en mi pecho y empezó a sacarla y meterla. La cogí por las caderas y comencé a metérsela yo fuerte. Metía mi polla hasta el fondo y la sacaba casi del todo. A veces fuerte y rápida y otras suavemente y lento. Notaba como el plug la rozaba. La cogí la cara y comencé un metesaca muy rápido y fuerte. Los gritos que pegó Vero cuando le vino el orgasmo fueron tremendos. Yo seguía fuerte.

De repente me pide que pare y que le saque el plug. Cuando se lo quité vi el ano bien abierto. Le escupí y me lubriqué la polla y sin pensármelo se la metí. Entró suavemente  aunque al final costó un poco.

  • Como me gusta sentir tu polla en mi culo. Me arde de calor. Fóllamelo bien.

Empecé suave porque era la primera vez para mí. Fui cogiendo confianza y se la metía más fuerte. Ella con su mano acariciaba su  coño y mis huevos. Sentirla tocar mis huevos, el calor de su culo, su excitación y sus caricias a su clítoris hicieron nos corriéramos los dos. Ella se estremecía de placer mientras yo soltaba varios chorros dentro. Me salí y me tumbé junto a ella. Nos besamos y me dice al oído.

  • Quedo yo

Me recorrió un escalofrío, no sé si de miedo, de nervios, de placer o todo junto. Se levanta y coge el strapon. Es la primera vez que lo se lo pone y tenemos que leernos las instrucciones. Cuando lo tuvo bien puesto se levantó y se fue a mirar a un espejo. Le gusto verse a sí. Yo la cogí por detrás un pecho y su polla e imité que la masturbaba, que en eso tengo mucha práctica.

Volvimos a la cama y me hizo sentarme. Se acercó a mí y me dijo:

  • ¡Chúpamela!

  • ¡Ni de coña!

  • Jo , que solo estamos jugando. Eso no te hace ser gay. Porfa.

Accedí e imité una felación al mismo tiempo que juego con su coño. Esto último hizo resurgir mi polla.  Debe ser curioso follársela con eso puesto, pensé, parecería que lo hago con un transexual. No lo chupé mucho. Hizo que me pusiera con el culo en pompa y me quitó el plug. Aprovechó y me metió dos dedos dentro y jugó con ellos dentro. No me dolió y la animé a que me lo metiera ya. Lo lubricó bien y fue poco a poco metiéndolo por si me dolía o me rozaba algo. Sentí un poco de dolor y se quedó parada un rato hasta que me acostumbré. Después empezó un metesaca, al principio suave y luego más fuerte. Pasado un poco de tiempo ya no me dolía y me masturbaba. De repente paró, me lo saca y se tumba en la cama. Me extrañé y la pregunté porqué. Me dijo que no veía mi cara y quería que yo la cabalgara.

Me puse encima de ella. Cogí el strapon y me fui sentando metiéndomelo bien dentro de mi culo. Luego empecé a subir y bajar. Ella cogió sus manos, las lubricó y empezó a masturbarme. Le gustaba ver mi cara cuando me la metía y sacaba. El strapon en mi culo y sus manos en  mi polla hicieron que volviera a tener otro orgasmo. Le puse sus manos llenas de semen. Ella se las llevó a su boca y las lamió. Yo, con el strapon aun dentro me agaché y la dí un profundo y largo beso.

Creo que debemos ducharnos cada uno por separado porque si no no saldremos nunca de casa, la dije.

Continuará……