Veronica 2

Max se sentía atraído por aquella chiquilla...

VERONICA –2

Vero se fue a dormir sin acabar de creerse todos los acontecimientos de ese día, sabiendo que su vida había cambiado para siempre, se durmió con todos esos pensamientos.

Se despertó un poco desorientada, no acababa de darse cuenta en donde estaba, se levanto se dirigió al baño se dio una buena ducha y mirándose al espejo se dijo a si misma que no volvería a pensar en ellos, los odiaba a todos, a sus padres y sobre todo a  Marcos, todos decían quererla pero si de verdad la hubieran querido no la obligarían a abortar,  llegados a este punto estaba dispuesta a demostrarles a ellos y al mundo que podría con todo sola y lo iba a lograr.

Salió al salón-comedor, allí estaba la dueña del Motel se llamaba Jenny, era una mujer de unos 40 años, era atractiva pero en su cara reflejaba una vida dura, el día anterior Max le explico toda su historia y no tuvo inconveniente en darme una habitación, la verdad por lo que pude deducir era la habitación más grande que tenia, decía que así tendría más espacio para un futuro inmediato, acordaron un precio, tenía el dinero que Marcos y mis padres le habían dado más el trabajo de camarera, esta mañana todo se veía de otro color y estaba contenta.

Le tenía el desayuno preparado, le comento que no tenía muchos clientes últimamente los pocos que tenia iban de paso pero que no se podía quejar, estuvimos charlando mientras desayunamos y se bajo al bar, era temprano las 10 de la mañana y aun estaba cerrado (abrían al publico a las 12) pero había quedado con Max para explicarle el funcionamiento de todo y firmar el contrato.

Cuando salió a la calle todo le parecía más bonito que el día anterior tenía muchas ganas de empezar esta nueva vida, trabajo,  tenía muchas ideas para mejorar el negocio, que poco a poco se las iría desarrollando a Max, esperaba tener un poco mas de  confianza con él, no quería parecer prepotente ni nada por el estilo pero creía que podrían darle otro aire para atraer más clientela.

Max la estaba esperando tenía  el contrato preparado lo leyó le pareció un acuerdo favorable para los dos y lo firmo, después Max le enseño todo el local, el almacén, la cocina era inmensa pero no se usaba apenas, le fue mostrando todo el funcionamiento y abrieron el local.

Fueron pasando los días, ella cada día estaba más alegre y se adaptaba rápidamente al trabajo,  Max estaba muy contento con el fichaje que había hecho,  además le atraía la forma de ser de Vero tan activa, tan risueña habían desaparecido esos ojos tristes que vio en ella el primer día  la verdad es que le había cogido mucho cariño

Había pasado un mes desde que Vero llego y Max en un descanso la llamo, quería hablar con ella

-Vero estoy muy contento con tu trabajo la verdad es que no esperaba que con lo joven que eres rindieras tanto, pero quería hablarte de algo un poco delicado

-Gracias Max la verdad es que me siento muy a gusto trabando aquí, pero dime ¿de qué quieres hablar?

-¿Has pensado en ir a un médico para controlar tu embarazo? durante el tiempo que llevas aquí no ha salido el tema pero creo que sería conveniente que te hicieran un seguimiento para ver cómo va todo cuando nacerá y donde lo vas a tener, en fin lo normal en estos casos

Vero se quedo pensativa es cierto, no había pensado en nada de eso ella no sabía cómo funcionaban estas cosas, hasta ahora su madre era la que se ocupaba de llevarla al médico si lo necesitaba y se encargaba de todo ello.

-Max no lo había pensado es que tampoco no se qué es lo que tengo que hacer y encima aquí en Londres no conozco nada, pero supongo que tienes razón ¿pero qué debo hacer?

-No te preocupes cuando te contrate te saque un seguro medico, deberías llamarlos para concertar visita con el ginecólogo y si quieres dile a Jenny que te acompañe, así no te sentirás tan sola, pero deberías hacerlo lo antes posible

Vero se lo quedo mirando y se ruborizo, agacho la cabeza quería decirle algo pero no sabía cómo, Max se dio cuenta que algo pasaba

-Vero hay otra cosa que quiero comentarte, llevas aquí un mes ¿no crees que deberías llamar a tus padres para decirles que estas bien? Sé que no te gusta hablar del tema pero deben estar preocupados por ti...

-¡No! – Vero lo interrumpió levanto la cabeza, se le había cambiado la expresión de la cara, no quería pensar en ellos eso le hacía daño –Ellos seguro que se alegran por haberme perdido de vista, se avergüenza de mi, así que supongo que es un alivio para ellos no tenerme cerca..

-Mira no es mi intención incomodarte ni decirte lo que tienes que hacer pero piénsalo bien, es cierto que se equivocaron pero no creo que se avergüencen de ti, no supieron estar a la altura de las circunstancias, no te estoy diciendo que vuelvas, ni si quiera que los perdones eso es algo que tendrás que decidir tu sola,  solo que les hagas una llamada para que sepan que no te ha pasado nada y ya está, piénsatelo al menos si no quieres no pasa nada pero piénsalo ¿Vale?

-Está bien lo pensare y sobre lo del médico… – no sabía cómo decirle lo que quería, volvió a agachar la cabeza  - si no te importa… preferiría que me acompañaras tu...

Eso no se lo esperaba, quería que él la acompañara al ginecólogo, nunca pensó que le pediría algo así era tan intimo, reacciono al ver que ella cada ver estaba más nerviosa

-¿De veras quieres que te acompañe? ¿No preferirías que fuera Jenny?

-No, prefiero que seas tú quien me acompañe he cogido confianza con ella y es muy buena conmigo, pero si no quieres déjalo no importa…

-Si quiero, es que no me lo esperaba, pero iremos los dos – En ese momento Vero levanto la cabeza y se echo encima de Max, se apretó tanto a él que sintió los pechos de ella en los suyos y noto una corriente eléctrica que le llegaba a su miembro viril, notaba como se le iba poniendo morcillona, intento separarse de ella, tenía miedo de que ella lo notara, se estaba poniendo nervioso pero ella no lo soltaba se sentía tan a gusto en los brazos de él que no se percato de nada hasta que noto la presión que hacia Max por separarse de ella

-Perdona Max si te e incomodado es que hacía mucho tiempo que nadie me daba un abrazo y me he emocionado

-No...No te preocupes, no importa es que me has sorprendido nada más.

Max intentaba tranquilizarse ¿Cómo podía haber reaccionado así? Con una niña se sentía un depravado, aunque pensándolo bien ya no era una niña era mayor de edad y era muy atractiva ¿Pero cómo podía pensar así? Ella confiaba en él, no podía defraudarla debía de quitarse esos pensamientos de la cabeza

Habían pedido cita para ir al ginecólogo como no abrían hasta las doce el bar, quedaron en ir a las 10, le hicieron el reconocimiento y les dijeron que todo marchaba bien, estaba de dos meses, lo tendría a finales de marzo tendría que llevar controles mensuales y que mientras se encontrara bien podría seguir haciendo vida normal

Salieron muy contentos de la consulta, se fueron a desayunar y luego al trabajo.

Esa noche en su habitación estuvo pensando en si hacer la llamada a sus padres, les odiaba pero Max tenía razón, al menos tenían que saber que estaba bien.

Se levanto fue hacia el teléfono, marco el numero, noto que el corazón se le saldría por la boca, oyó la voz de su madre no sabía que decir seguía oyéndola  y al final se atrevió

-Hola…mama soy Vero

-Vero, Vero ¿de verdad eres tú?  – en ese momento oyó como su madre se puso a llorar no soportaba oírla llorar

-Si soy yo,  solo llamo para deciros que estoy bien y que no pienso volver, adiós mama

Y colgó, sabía que si seguía oyéndola llorar no lo soportaría y quería hacerles el mismo daño que le habían hecho a ella.

Iba pasando el tiempo, Max no podía quitarse de la cabeza lo sucedido aquel día, se sentía atraído por aquella chiquilla, así la veía él como a una chiquilla, el recuerdo de aquel abrazo le martirizaba al mismo tiempo que le agradaba, la observaba con disimulo sin que ella se diera cuenta de nada, los domingos era el día de descanso de ambos,  solían quedar para pasar el día juntos, en esos días el acercamiento entre ellos iba en aumento , a él le atormentaba, no quería delatar sus sentimientos sabia que ella no le correspondería, sabía que solo le preocupaba la criatura que llevaba en su vientre.

Aquel día estaban paseando por la ciudad, la notaba nerviosa

-Vero estas muy callada hoy ¿te pasa algo?

-Max hace tiempo que quería contarte unas ideas que tengo para mejorar el negocio, creo que harían que tuviéramos mas clientela, me he fijado que estamos rodeados de oficinas importantes, tenemos un salón y una cocina enormes que no se utilizan, he ido a los restaurantes de la zona son carísimos, si habilitáramos el salón y la cocina para hacer menús al mediodía y pusiéramos unos precios razonables, lleváramos nuestra publicidad  a dichas oficinas, la puedo hacer yo con un ordenador yo podría diseñar la carta y la publicidad hacer una página web para que nos conocieran, el local es grande y tiene muchas posibilidades, solo tenemos que hacer unos pequeños ajustes que no te saldrán muy caros.. – en ese momento se fijo en la cara de Max estaba perplejo con la boca abierta, no había parado de hablar ni un momento estaba eufórica, pero al verle la cara se puso muy seria

-Perdóname son ideas estúpidas, pensé que podríamos mejorar el negocio pero no te preocupes no lo volveré a mencionar…

-Espera Vero, no es que no me gusten tus ideas es más me parecen fantásticas yo también había pensado en cómo hacer para atraer más clientela no había pensado en abrir la cocina para eso necesitaríamos más personal, pero supongo que ya lo tendrás pensado cuando me lo has propuesto, es que no me esperaba que siendo tan joven tuvieras tanta iniciativa empresarial, y ¿cómo vas a diseñar tu sola una página web? y todo eso que me has dicho de hacer la publicidad.

-Es a lo que quería dedicarme en España antes de venir, iba a entrar a la universidad para hacer la carrera de empresariales y hacer algún máster de diseño grafico, ya he hecho algún curso y se como se hace

-Eres una caja de sorpresas, esto hay que pensarlo bien, mira en casa tengo un ordenador si quieres nos vamos y me enseñas lo que tienes pensado ¿Qué te parece?

No se lo podía creer le habían gustado sus ideas, se abrazo a él muy fuerte, en ese momento Max volvió a sentir esa corriente eléctrica y su miembro se volvió a poner en asta, no podía estar pasándole otra vez, pensó que como la otra vez ella no se daría cuenta, intentaba pensar en otra cosa para poder calmarse pero no había forma, pero si se dio cuenta noto algo duro pegado a su barriga, no era tonta sabía lo que significaba eso pero no entendía cómo es que Max podía estar así ¿Por ella? No, no podía ser jamás había notado que Max la mirara con ojos de deseo ni nada por el estilo, un hombre tan guapo como él  no podía fijarse en una chica tan joven y embarazada, pero si no era por ella entonces… se separo de él y lo miro a los ojos, en ese momento el supo que se había percatado, no sabía que decir

Llegaron a casa de Max, no era la primera vez que la llevaba pero en esta ocasión se sentía nerviosa por estar ahí

Fueron a la habitación de el allí estaba el ordenador, iba explicándole lo que tenía pensado, los nervios iban desapareciendo, volvía a estar eufórica por la oportunidad de enseñarle todo lo que tenía pensado hacer en el negocio, el estaba de pie junto a ella la escuchaba, pero cada vez que bajaba la vista veía su escote pronunciado, esos pechos,  intentaba no mirar pero se le iban los ojos se dio cuenta que debajo de sus vaqueros  había un bulto que poco podría disimular

-Mira Max siéntate veras que sencillo es

Le pareció buena idea sentarse, así no se daría cuenta, lo que no esperaba es que ella se sentara encima de él, mientras miraban la pantalla del ordenador ella seguía hablando, aquella situación le estaba volviendo loco, su aroma, sus cabellos, su espalda, su culo rozando su polla, cerró los ojos tenía que retener todas esas sensaciones,  sin darse cuenta puso su mano en el muslo de ella, llevaba un vestido corto, y se asomaba parte de su piel, la fue acariciando casi rozándola, hasta que dejo de oír su voz

Abrió los ojos y se encontró con los ojos de ella, observándolo, en ese momento se dio cuenta donde tenía la mano, estaba casi a la altura de su sexo, no pudo más se acerco a ella y la beso

Vero se quedo paralizada, no se lo esperaba pero era tan agradable, necesitaba que alguien la quisiera, que la mimara y empezó a participar, abrió ligueramente los labios y sus lenguas se encontraron, la intensidad del beso fue aumentado hasta convertirse en deseo

Max al ver la participación de Vero perdió el poco control que le quedaba, la cogió entre sus brazos sin dejar de besarse la deposito lentamente en la cama, la tumbo boca arriba, su boca se separo de ella para bajar hasta su cuello, sus manos acariciaron sus brazos hasta llegar a sus hombros, fueron descendiendo por su escote y desabrocharon todos los botones del vestido, abrió el vestido poco a poco deleitándose , vio sus pechos enfundados por el sujetador, le habían crecido en este tiempo, se veían hermosos, la incorporo para desabrochárselo, cuando los tubo libres de su prisión, los acaricio muy despacio fue acercando su boca a sus pezones, lamio, chupo y mordió sin hacerle daño, los pezones estaban duros como piedras, los gemidos de ella le aseguraban que todo iba bien, la cara de ella de disfrute la delataba, volvió a subir a sus labios, se besaban con pasión mientras su mano fue bajando hasta llegar a su monte de Venus, se incorporo, le bajo las bragas y las dejo en el suelo, mmmm… estaba depiladito como a él le gustaban, que vistas, qué coño mas delicioso, se acerco,  le rozo el clítoris, ella tenía la respiración acelerada, gemía cada vez más fuerte, lo lamio, noto como ella se convulsionaba siguió succionándolo y acariciando la entrada de su coño hasta que ella, estallo en un orgasmo

Nunca había disfrutado tanto del sexo, Marcos jamás le había comido el coño, era delicioso, se sentía cansada por el fuerte orgasmo que acababa de tener, tenía que devolverle el favor y sabia como.

Se incorporo y se puso encima de él, le quito la camiseta, no podía creer lo que estaba viendo, Max tenía un cuerpo de adonis, era hermoso, pectorales bien formados, abdomen que podías lavar la ropa en ellos, piel morena, le beso el cuello fue bajando hasta sus pezones, los lamio, oyó como suspiraba, bajo por sus abdominales, los beso, hasta llegar al pantalón, lo desabrocho tiro de él hasta dejarlo en el suelo, agarro los calzoncillos, los bajo, cuando vio el pene de él, no, eso no era un pene, eso era una POLLA con todas las letras, era hermosa, sus venas marcadas, gorda, grande,  tenía el glande hinchado por la excitación, tenía unas gotas de liquido pre seminal, acerco su mano y acaricio el tronco, Max emitió un gemido, se acerco mas,  paso su lengua por todo el tronco mientras con la mano acariciaba los testículos, paso la lengua por el glande, el no paraba de suspirar, poco a poco se la fue tragando, iba subiendo y bajando al principio despacio, fue acelerando, de vez en cuando paraba y  pasaba la lengua por el tronco, por el glande y volvía a tragársela entera, le miraba a los ojos, Max no aguantaría mucho mas estaba a punto de correrse, ver su polla dentro de la boca de ella era demasiado, intentaba aguantar, quería disfrutar del momento un poco mas, pero no podía, la aviso para que se apartar pero ella no lo hizo y se descargo en su boca, no recordaba haber expulsado tanto semen en su vida, siguió succionando y tragando hasta dejarlo seco, se miraron, ella puso su cara en la almohada, al lado de la de él y se quedaron mirándose, mientras se recuperaban…

CONTINUARA