Verito y su nuevo gusto por los viejos verdes II

La hermosa y voluptuosa jovencita lucha por suprimir todo recuerdo del viejo borracho, pero un nuevo pretendiente complicará sus intentos por dejar en el pasado aquella experiencia.

PARTE I : Rehaciendo su vida

Han pasado meses desde el encuentro sexual que tuvo con el viejo borracho, Verito ha conseguido volver a su vida normal, empezó a ayudar en la pastelería de su madre, incluso le dio una nueva oportunidad a su novio, cosa que no le gusto a sus amigas, pero el joven había suplicado e insistido por tantos días que al final la muchacha cedió, con la única esperanza de dejar en el pasado su encuentro con el viejo Manuel.

A pesar de que su vida social parecía estar bien, su vida sexual tenía algunos problemas, su novio había mejorado bastante pero aún no llegaba al nivel del viejo Manuel ya que cada vez que Verito llegaba al punto al punto más alto de su calentura, recuerdos de su encuentro sexual con aquel horrible vejete se le venían a la mente, el tremendo morbo que vivió en aquella casucha era difícil de olvidar, incluso había días donde antes de dormir ella tenía recuerdos muchos más largos de aquel viejo y a veces se preguntaba dónde estaría o que estaría haciendo en ese momento.

A pesar de que el tiempo transcurría sus pensamientos lujuriosos no cambiaban, lo más curioso es que cada vez que salía a la calle y miraba a algún señor mayor con aspecto descuidado o algún indigente, ella se quedaba observándolo disimuladamente y se ponía a pensar si aquella persona tenía la misma herramienta y vitalidad para el sexo que el viejo Manuel.

PARTE II: El viejo del reciclaje.

El trabajo en la modesta pastelería iba bastante bien, en pocos meses el lugar gano popularidad, principalmente por la belleza que trabajaba decorando y haciendo de moza en el turno tarde, en más de una ocasión la bella jovencita había recibido propuestas indecentes de clientes de todo tipo, pero ella rápidamente los rechazaba, aunque por las noches antes de dormir pensaba en aquellas palabras subidas de tono que le decían y se preguntaba qué hubiera pasado si les seguía la corriente.

Mas allá de aquellos percances todo iba de lo más normal en la pastelería, el único detalle es que a las 8:00 p.m. hora en la que limpiaba y ordenaba todo para el día de mañana, siempre había un caballero de aproximadamente 60-65 años afuera del local, este siempre pasaba por fuera de la pastelería con su gran saco y aprovechando la pared de vidrio, siempre caminaba lo mas despacio posible para admirar aquel exuberante y juvenil cuerpo.

Verónica podía sentir aquella perversa mirada todas las noches antes de que cerrara el local, la situación le daba algo de miedo e incomodidad, pero también le intrigaba mucho ya que aquel viejo solo la miraba, nunca le dijo nada obsceno.

Los siguientes días la situación fue exactamente la misma, la joven se ponía a limpiar para irse a casa y casi al instante aparecía el viejo con sus ojos saltones mirándola fijamente del otro lado del vidrio mientras caminaba despacio, pronto la incomodidad que sentía la jovencita en los primeros días se disipaba y en su lugar florecía el morbo ya que esa mirada lujuriosa le empezaban a gustar.

CAPITULO III: Noche de cine

Un sábado por la noche la bella universitaria había quedado con su mejor amiga para ir a un cine que estaba cerca a su lugar de trabajo, Vero estaba entusiasmada ya que era el estreno de una película que había esperado mucho, estaba impaciente por salir pero antes de irse quería dejarle un lindo recuerdo a su admirador para que él también tenga en algo que pensar esta noche.

Ese día la hermosa jovencita se sentía bastante bondadosa por lo que minutos antes de que el viejo del saco llegara, se soltó un par de botones de su uniforme dejando a la vista una buena parte de sus suaves pechos copa D que bamboleaban cada vez que ella caminaba y eran perfectamente visibles desde afuera, también empezó a contornear sus caderas de forma provocativa mientras barría, se agacho varias veces, esto con el fin de que su corta falda se levantara aun mas y le regalara un lindo espectáculo al horrible viejo.

Luego de aquel increíble show, la nena noto como el horrible sujeto se frotaba su verga por encima del pantalón, aquella acción motivaba a Vero a seguir con su espectáculo, pero ya casi era hora del cine así que con una tierna sonrisa se despidió del suertudo viejo y se metió a la cocina para cambiarse.

A eso de las 8:45 de la noche la bella jovencita se encontraba afuera del cine, una blusa blanca sin mangas cubierta por una casaca negra de cuero bastante pegada, un jean que moldeaba perfectamente su apetecible trasero y unas botas negras era su outfit para esta noche. La blusa con un escote bastante pronunciado dejaba ver claramente el bamboleo de sus niñas con cada paso que daba. Alrededor de las 9:00 pm tenía previsto encontrarse con su mejor amiga en la entrada.

Estuvo en la puerta del cine alrededor de 20 minutos, cuando llega un mensaje a su telegram.

“¡Lo siento Vero! Se me presento un inconveniente. ¿Lo podemos posponer? "

La joven estaba furiosa y decepcionada, era una película que ambas esperaron por semanas y estaba a punto de mandarla a rodar y entrar ella sola, pero recordó que la película no seria lo mismo sin su amiga, por lo que optó por dejarla en visto de momento, aquella acción era como una tortura para su amiga que seguía escribiendo, pero Vero no respondía nada.

Ahora con la película totalmente descartada, una parte de ella quería irse a casa y la otra quería quedarse para ver cualquier cosa, al final decidió quedarse para ver otra película, el problema es que las demás salas estaban abarrotadas de gente así que recordó que muy cerca de ahí había otro cine, no era tan moderno como en el que estaba, pero seguramente no estaría lleno, además que su orgullo no la dejaría tranquila si se regresara a su casa sin haber hecho nada.

El trayecto fue corto, no le tomo mas de 5 minutos llegar al otro cine, el lugar se veía bastante descuidado, era el clásico cine antiguo de la ciudad que poco a poco se estaba quedando en el olvido a comparación de las modernas instalaciones que había en otros lugares, ahora entendía por qué el otro cine se llevaba toda la clientela.

Escogió una película al azar y entro. Llego hasta donde estaba un caballero cincuentón bastante bajito que verificaba y recogía las entradas, este al percatarse de la presencia de la joven no paraba de observarla con una mirada lasciva y a propósito con mucha calma iba rompiendo el boleto dirigiendo su mirada en aquel gran escote.

Vero se empezó a desesperar al ver como el viejo boletero que curiosamente le llegaba casi a la altura de sus senos tardaba exageradamente en romper a la mitad su ticket haciendo como si revisara, la nena volteaba para todos lados no quería verle la cara al calenturiento sujeto.

CAPITULO IV: Primer encuentro con un viejo desconocido

Luego del incomodo momento, por fin entro a la sala, como suponía no había mucha gente, a lo mucho conto unas 10-15 cabezas, saco su celular y se puso a ver sus redes sociales hasta que empezara la función. Pasado unos minutos, vio a alguien entrando en la fila en la que ella estaba sentada, Vero no le dio mucha importancia ya que estaba en el otro extremo y a su izquierda había una pared, había como 10 asientos entre esa persona y la jovencita.

La película empezó, sin querer había escogido una película romántica cuya trama avanzaba muy lentamente, al poco tiempo perdió el hilo y saco su celular, estaba más entretenida mirando todas las fotos que sus amigos estaban publicado en sus redes sociales, no se dio cuenta que aquella persona se había levantado y se había acercado varios asientos más hacia donde estaba ella.

El tipo era un caballero bastante maduro, difícil de decir su edad si lo miras por primera vez, debería estar por sus finales de los 50 o empezando sus 60. Tenía un rostro sin muchas arrugas, pero las pocas que tenía eran bastante marcadas. Sus labios gruesos y resquebrajados, físicamente era delgado, pero le sobresalía una barriga típica de las personas delgadas que gustan de beber mucha cerveza, llevaba una camisa de cuadros bastante gastada, unos pantalones anchos de tela por encima de la cintura, el cabello estaba hecho un desastre, se notaba que se pintaba el cabello de una mala manera ya que se podía ver mechones blancos por todo lado.

Al momento de sentarse y tratar de acomodarse en el asiento fue que la nena se dio cuenta y sin querer hizo contacto visual, el tipo de nombre Beto solo sonrió mostrando unos dientes amarillentos, se había sentado a solo un asiento de la nena.

La descuidada y rustica sala de cine podía acomodar fácilmente a 100 personas y solo había un puñado en las primeras filas, la imagen de este viejo sucio con aquella fea sonrisa se le quedó atascada en la cabeza. Fue realmente una imagen repugnante, sabía que debía irse además la película ya no tenía sentido había perdido el hilo hace varios minutos, pero por alguna razón se quedó y decidió darle una nueva oportunidad a la película.

Varios minutos pasaron pero la trama seguía sin presentar mayores emociones, pronto la nena empezaba a ponerle más atención al viejo que casi tenía al lado, recuerdos fugases con el otro viejo borracho que se la cogió se le vinieron a la mente, quería compararlo un poco mas pero ese asiento de diferencia le dificultaba ver a más detalle a aquella persona, algo dentro suyo le decía que fuera ella la que se acercara pero no se atrevía y mientras ella estaba debatiendo en su cabeza los pro y sus contra de su acción el viejo se movió lentamente hacia el asiento.

Sin duda ahora que estaban cerca, el viejo podía tener una vista más que privilegiada de aquel juvenil cuerpo, aquel suave perfume impregnaba en sus fosas nasales, ella por su parte noto el fuerte aroma que desprendía el caballero, no era un olor nauseabundo, más bien un olor típico de una persona que esta en la tercera edad

A pesar de que la jovencita estaba mirando la pantalla, no podía evitar pensar en lo que acababa de pasar, podía ver a ese viejo pervertido clavando los ojos a su generoso escote y si bien no decía ninguna palabra, aquella acción era incómodo para ella.

La película seguía, pero la jovencita no podía concentrarse en ella porque cada vez que la luces se hacían más claras debido a alguna escena, ella podía notar claramente como el viejo la devoraba con la mirada, era obvio que estaba obsesionado con sus tetas, en ese momento se arrepentía de haber llevado un escote tan pronunciado.

Aquellas miradas más el fuerte aire acondicionado de la sala ponían los pezones de Vero duros y totalmente visibles sobre su vestido. El material del sujetador no era suficiente para mantenerlos ocultos. Verito Estaba avergonzada y quería taparlas, pero tampoco quería hacer una gran escena, por lo que se ajustó la casaca de cuero subiendo el cierre hasta arriba para intentar esconderlas de aquellos ojos pervertidos, la desilusión del viejo era evidente en su rostro, sorprendentemente, parecía que el horrible tipo aceptaba su triste destino, aquella hermosa vista se había esfumado.

Cuando la bella jovencita pensó que ya había pasado el momento incómodo, sintió algo frotándose contra su mano derecha y pinchando su seno derecho, este viejo pervertido al haber perdido su vista privilegiada dio un paso más allá y empezó a rozar el seno derecho de la encamable jovencita con el codo.

  • Disculpe, ¿podría mover su mano? – dijo Verónica, con un tono de voz serio, el vejete se sorprendió por aquellas palabras, se le notaba miedoso y sus ojos estaban muy abiertos.

--Lo…lo siento, puse accidentalmente mi brazo en su apoyabrazos

Vero no se creía la mentira, recordaba muy bien como ese pervertido la había estado mirando todo este tiempo, así que continuando con su voz seria continúo hablando para tratar de ahuyentarlo

  • ¿En verdad este es su número de asiento?, Me parece rarísimo que, entre tantos asientos vacíos, justo el suyo este tan cerca del mío, sería tan amable de regresar a su asiento antes de que llame a seguridad

Se hizo un silencio incómodo, pero pronto el viejo saco de su pequeña mochila el papel arrugado que pertenecía a su boleto donde certificaba que realmente estaba sentado en el asiento correcto, Verónica se sentía como una tonta ya que el tiro le salió por la culata, el caballero siempre había estado sentado en su lugar y la que había estado en falta era ella ya que al ver el cine tan vacío decidió sentarse en el lugar donde estaba actualmente , pero aceptar su error no era una opción.

Mientras pensaba que decirle el viejo para salir librada de la incómoda situación que tontamente había creado, el viejo se levanto de su asiento, se disculpó con Vero por la incomodidad y se sentó a unos 3 asientos de ella.

Aquel acto dejo peor parada a Verónica, había quedado como toda una maleducada, nunca se espero que el viejo se comportara tan cortésmente, llegó a pensar que tal vez ni siquiera le estaba mirando sus pechos y todo había sido producto de su imaginación.

Las aguas se calmaron y ambos volvieron a ver la película. Pero Vero solo podía recordar la escenita que había montado, además que podía recordar aquel fuerte aroma que despedía aquel sujeto, aquel olor a hombre maduro hacía que su cuerpo se estremeciera.

Por el rabillo del ojo, Vero trataba de mirarlo, él viejo por su parte estaba atento a la película, pero su mano estaba dentro de su pantalón haciendo movimientos extraños, sin duda se estaba masturbando.

La bella jovencita estaba sorprendida, en la pantalla estaba la escena de una joven en lencería que le hacía un striptease a su pareja, aquel baile tenía anonadado al viejo.

Aquella escena hizo que la jovencita sintiera una sensación de hormigueo en su estómago, estaba enterrada en un charco de emociones que rodeaban su mente. Su corazón comenzó a latir más rápido y podía sentir como sus pezones se endurecían cada vez más.

“¿Por qué me estoy poniendo así por este viejo pervertido? ,qué pasaría si dejo que me toque…solo un poquito…¿Y si quisiera más? ¿Y si luego quiere llevarme a otro lugar?”—pensaba dentro suyo la tierna jovencita

Pronto su imaginación se apoderaba de su cordura, empezó a imaginarse aquellas toscas manos tocando suavemente sus senos, esos dedos sucios pellizcando y tirando de sus pezones con fuerza, Incluso si quisiera no podía salir de todos esos pensamientos, se sentía tan bien al recordar ese feo rostro, pero pensar en eso también la asustaba un poco.

Esas fantasías sin duda eran un gran estímulo para ella que no pudo sostener por más tiempo. Todo lo que tenía que hacer era darle un pequeño empujón a la situación y ese viejo pervertido se encargaría de lo demás.

Necesitaba llamar su atención, pero él viejo estaba atento a la pantalla, así que su primer movimiento fue abrir su casaca para liberar de aquella prisión de cuero sus turgentes senos, se volvió lentamente hacia él y lo miro con la esperanza de tener contacto visual. Después de unos segundos, cuando la pantalla se iluminó, el pervertido sujeto cruzo miradas con la cachonda jovencita. Asombrado vio como la nena se mordía su labio inferior y apretó su pecho izquierdo suavemente.

La mandíbula del viejo Beto casi se cae cuando la joven hizo eso, Verito satisfecha volvió a ver la pantalla. En un rápido movimiento, el caliente sujeto se volvió a sentar al lado de la nena y se puso a murmurar en su odio solo para que ella escuche.

--Mmm, que grandes y ricas tetas ¿Puedo tocarlas ... por favor? —murmuraba el viejo pidiendo un milagro de una forma patética producto de la excitación del momento.

Vero al escuchar eso tuvo una combinación entre miedo y calentura por lo que había provocado, al principio negó con la cabeza cualquier avance del viejo cruzando sus brazos a la altura de sus pechos, pero ante las suplicas de este por fin terminó cediendo

“Cómo puedo negarme cuando dijo por favor”–-pensaba juguetonamente la nena

Finalmente, Vero sin decir ninguna palabra bajo sus brazos, dejando expuestos sus apetecibles senos, el suertudo caballero tomo eso como una aprobación y extendió su mano apretando suavemente el seno derecho. Frotaba los pezones duros con la palma de la mano aun por encima de su blusa y la vibración que creaba los hacía aún más duros.

La respiración de Vero se hizo más profunda y más rápida, todo su cuerpo estaba reaccionando al manoseo que el viejo le estaba dando. Don Beto por su parte se encontraba en el cielo, estaba levantando y acariciando los senos de la hermosa muchacha mientras ella fingía mirar la pantalla, ahora con más confianza uso ambas manos y comenzó a amasar ambos senos con mucha más fuerza y rapidez

Al cabo de unos segundos el viejo tenía total control de los pechos de la joven, pellizcando aun por encima de la blusa los duros pezones de la nena, dibujando círculos con sus gordos dedos, de rato en rato frotaba ambos pezones al mismo tiempo con su antebrazo.

Luego del tremendo agasajo Vero volteo su lindo rostro para ver al horrible tipo, Cuando lo miro pudo ver aquel rostro desencajado por lo excitado que estaba, su boca generaba bastante saliva y el aroma a adulto mayor se había vuelto aún más fuerte y para su sorpresa, había un bulto bastante grande en aquel pantalón de tela.

La excitada jovencita a estas alturas hacia grandes esfuerzos para no soltar ningún gemido a pesar de la rica manoseada que estaba sintiendo.

--Mmm, hermosos pezones paraditos y duros, están listos para metérmelos a la boca—murmuraba el viejo en el odio de Vero para estimularla aún más.

Esas sucias palabras estaban excitándola a lo grande. El viejo estuvo manoseándola durante casi media hora de pronto la pantalla se apagó y las luces se encendieron.

¡La película había terminado!, entre los primeros tímidos avances y la parte final del manoseo se habían tardado casi hora y media que duraba la película.

Tan pronto como las luces se encendieron la nena se apresuró acomodándose su blusa toda jaloneada donde se podía ver perfectamente su sujetador deportivo de color negro, el viejo por su parte estaba igual de desarreglado que antes así que acercándose al oído de la joven le dijo:

--Tus tetas son las mejores que he visto y tocado. Nunca esperé que fueras una niña tan traviesa, dejando que este viejo sintiera tus grandes tetas –dijo el horrible tipo mientras la nena seguía arreglándose

-muchas gracias – fue lo único que pudo decir la acalorada muchacha con voz bajita, aquella voz autoritaria y sería se había esfumado.

--sabes bomboncito, en la sala de al lado esta a punto de comenzar otra función, no te preocupes por las entradas estoy seguro que también estará vacío y ahí podemos continuar lo que estábamos haciendo, ¿o prefieres ir a un lugar más privado?

  • ¿y usted como sabe eso? – pregunto extrañada

--pues muy fácil, yo soy el que limpia las salas, me conozco este cine, sus funciones y cuanta gente promedio entra como la palma de mi mano

  • ¿u…usted es el que limpia? Y como es que tenia un boleto de asiento

--mi compa de la boletería me lo dio, me dijo que había una modelo de grandes tetas y pues me dio todos los boletos sobrantes para que entre a comprobarlo, es un gran tipo ese enano de mierda, seguramente lo debiste ver antes de entrar a la sala, se podría decir que gracias a el es que la hemos pasado rico, tal vez luego deberías ir y agradecerle como se debe jeje

Vero sabia perfectamente de quien se trataba, era increíble como todo esto había sido orquestado por aquel enano caliente, incluso ese tipo había planeado en darle todos los boletos sobrantes al viejo de la limpieza para que así se pueda sentar en cualquier lugar y no tener problema en caso ella se quejara como lo había hecho antes.

--entonces que dices, Ya no hay nadie acá, ¿La seguimos en la otra salita?

  • ¿y no podemos quedarnos aquí? —murmuro con algo de pena la nena

-- jeje sin duda las mocosas como tú son unas calenturientas, por mi estaría encantado si tuviéramos la sala para nosotros dos, pero a esta hora esta por comenzar la ultima función y por la película que sigue estoy seguro que tendrá mas personas de las que estuvieron antes, en cambio en la otra sala casi no habrá nadie, es una película que ya esta varias semanas en cartelera, estoy seguro que ya está pirateada en el mercado así que poca gente le dará bola a esta hora de la noche.

-o…ok entiendo

--genial bomboncito, entonces vete a la sala 5, en unos minutos empezara la función, te vas a la ultima fila para que estemos mas cómodos, no te preocupes por no tener boleto, a esta hora ya ni guardias de seguridad hay jeje, yo limpiare rápido esta sala de mierda para que el maricon de mi jefe no me haga problema y en un momento estaré contigo para continuar en lo que nos habíamos quedado ¿está bien?

La nena asintió afirmativamente con la cabeza, todavía se estaba recuperando de lo sucedido, pero ya había quedado un segundo encuentro con aquel viejo de la limpieza, podía sentir la humedad en sus bragas

PARTE IV : segundo encuentro con el viejo desconocido

Tal y como le dijo el viejo, la bella y nerviosa jovencita se metió a la sala 5 y se fue hasta la última fila, esta vez había menos gente que en la otra sala, la espera se sintió verdaderamente larga y cuando las luces se apagaron, señal de que ya iba a empezar la película, el anciano aún no estaba con ella.

Una leve preocupación mezclada con alivio se apodero de ella, por un lado, sentía que dejarse manosear los senos por un viejo desconocido había sido demasiado y era hora de marcharse, pero por otro lado se preguntaba dónde estaría aquel vejete

“tal vez me equivoque de sala o será que el viejo también tuvo suficiente por un día” -- eran los pensamientos de la tierna jovencita

pronto comenzaron a aparecer comerciales y no había ni rastro del viejo. La nena estaba a punto de irse cuando por fin lo vio entrar y acercarse a su fila de asientos, instintivamente se trató de arreglar un poco acomodando su ondulado cabello.

Vero podía sentir su cuerpo preparándose para el segundo round. Ahora el viejo no necesitaba ninguna invitación para continuar donde lo habían dejado, tan pronto como se apagaron las luces, se acercó a la linda jovencita, una de sus manos se fue directo a los melones de la nena y la otra fue a parar a una de las suaves piernas.

A pesar de que el pervertido sujeto podría haber metido su mano dentro del escote, sabía que ahora tenía mucho más tiempo y no quería espantarla con algún movimiento brusco, así que estaba lo suficientemente tranquilo como para seguir acariciando esos melones solo desde afuera. Siguió frotándolos durante unos buenos 15 minutos, Vero estaba disfrutando de las ricas manoseadas ya no solo a sus senos sino también a sus piernas, pero ahora ella quería llevar la situación aún más lejos a pesar del miedo que sentía.

Sin pensarlo mucho, en un estado donde la calentura predominaba a la razón, empezó a acariciar el sudoroso rostro del viejo levantándolo para cruzar miradas, con una sonrisa coqueta y metiéndose juguetonamente uno de sus dedos a sus labios pregunto coquetamente :

  • ¿Quiere ver más?

El viejo que creía tener el control de la situación se quedó sin palabras y empezó a tartamudear. Ver al viejo pervertido ponerse de esa forma enterneció a la jovencita por lo penoso que se veía el tipo, así que metiendo su mano dentro de su escote, saco su seno derecho del sostén. Ahora su amamantable pecho estaba fuera del sujetador deportivo, pero todavía estaba cubierta por la blusa, se podía ver aquel pecho perfectamente redondo y firme a través del material translúcido de la blusa. Luego hizo a un lado esta prenda para poder liberar totalmente su suave y apetitoso seno. La expresión del rostro del viejo era de asombro total.

--¡Dios santo! Son más grandes de lo que imaginaba…¡y son tan firmes!, ¿Puedo tocarlos?— preguntó casi suplicando.

-Adelante, por hoy son todas tuyas… pero no seas muy rudo ya que son muy sensibles -- Vero simplemente se dejaba llevar por la calentura del momento, le encantaba tener el control y tener en su mano a ese viejo sucio usándolo para satisfacer sus nuevos gustos que estaban floreciendo y que poco a poco aceptaba.

El suertudo viejo extendió ambas manos hacia el suave pecho desnudo copa D. La nena casi se corre de placer cuando sintió aquellas manos rasposas en sus desnudos pechos.

--Ohh, maldita sea que melones tan grandes. Nunca había visto o tocado unas ubres tan hermosas como estas

-uhmmmm uhmmm ahhhhhhhhhhhhmmmmfffff –eran los leves gemidos que soltaba la tierna jovencita mientras se mordía el labio inferior

-- No he tocado a una mujer en años y eres una chica tan linda y sexy… Pero creo que hay más, en el fondo debes ser una zorra cachonda lista para ser usada por viejos como yo

La nena era elogiada y llamada zorra al mismo tiempo que el viejo apretaba sus tetas con verdadera pasión, tirando de sus sensibles pezones y frotándolos con su palma. El vejete Sabía exactamente lo que estaba haciendo, La experiencia de los años sin duda era de gran ayuda . Vero solo echo su cabeza hacia atrás y volvió a gemir suavemente

El viejo ahora con más confianza tomo una de las suaves manos de la muchacha y lo llevo hacia su bulto.

-- siente lo que pronto vas a tener dentro de tu conchita , Sé que quieres tocarlo, adelante agárramela y siente lo dura que se ha puesto gracias a ti

Verito obedeció sin oponer ninguna resistencia

--eso nenita, ¿Te gusta?, me la has puesto así desde la primera vez que vi tus tetotas, pronto vas a estar cabalgando encima mío moviendo esas ubres tan ricas que tienes

La nena tenía sus ojitos cerrados mientras frotaba ese tremendo bulto que se asomaba por aquel viejo pantalón de tela, de repente sintió algo de humedad en su pezón. Abrió sus grandes ojos y vio con sorpresa como el viejo sin previo aviso se metió parte de su seno en su maloliente boca y estaba succionando como un bebé.

-ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh espereemmmmffff ahhhhmmmfffffffffffffffffff – eran los gemidos de la nena que aun luchaba por hacer el menor ruido posible para que nadie de los asientos de abajo los escuche, aunque poco a poco eso estaba dejando de importarle

El pervertido señor por su parte estaba jugando con el duro pezón usando su lengua mientras chupaba con bastante fuerza, de rato en rato daba leves mordidas para luego volver a succionarlos.

Verito a estas alturas podía sentir su vagina bastante húmeda. Se arrepentía de no haber llevado una falda en vez de jean para así poder tocarse con mayor libertad, podía sentir como ambos senos se estaban llenando de las babas del horrible tipo que no cabía en alegría por todo lo que estaba pasando.

Para comodidad de ambos, la caliente Verito acomodo con mucho cuidado la cabeza del horrible pervertido para que descansara en sus piernas, la vista que tenia el viejo era impresionante y abriendo todo lo que pudo su boca invito a Vero a que pusiera una de sus tetas en aquella boca repleta de dientes amarillentos cosa que la nena hizo de inmediato. Realmente parecía que la bella jovencita era una joven madre que estaba dando de lactar a su bebé, solo que este bebé era bastante feo y tenía casi la misma edad que su abuelo.

La escena “maternal” duro varios minutos dónde el viejo succionaba como si de verdad quisiera sacar algo de leche de esas suaves montañas de carne y mientras ella daba de lactar a su horrible bebé, también decidió actuar por su cuenta y sin pedir permiso bajo el cierre del pantalón del viejo, sin decir nada metió su mano para tocar directamente aquella barra de carne caliente,

--ohhhhh siiiiii sabia que eras toda una perra pervertida, vamos hazme una buena paja que pronto te la voy a meter por ambos lados.

Verito obedeció sin titubear, mientras hacia a un lado el calzoncillo del viejo, pudo notar que este poseía una herramienta bastante considerable, no pudo evitar compararla con la verga del viejo borracho, ya que a pesar de que esta era un poco mas corta, lo compensaba enormemente con los grueso que era y sin duda era mucho más grande que la de su novio, la nena primero empezó con unos leves movimientos pero las succiones a sus senos eran tan agresivas que pronto empezó a subir el ritmo y con ayuda del liquido preseminal se le hizo más fácil subir y bajar su mano para deleite del horrible tipo.

Había tanta saliva que podía sentir como su sostén se mojaba, el pervertido estaba haciendo su mejor esfuerzo para meterse toda la teta en la boca, pero ni siquiera un tercio del seno de la joven podía cubrir.

-ahhhhhhhhhhhhhhh ufffffffffffffffffffffffffffff siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhhhhhhh -- gemía suavemente en el odio del viejo alentándolo a que continúe así de rudo con sus niñas.

Cuando el viejo comenzó a morder su sensible pezón con mayor fuerza, la nena empezó a masturbarlo más rápido, Estaba haciendo sonidos descuidados con todo el líquido preseminal de aquella gruesa verga

El pervertido conserje se sentía en el cielo, una hermosa mujer de grandes senos le estaba haciendo la paja de su vida mientras él le chupaba las tetas, miro directamente al rostro de la bella jovencita y no pudo aguantarse a robarle un beso, aquel acto sorprendió a Verito, pero lejos de rechazarlo, la bella mujer abrió sus finos labios para intercambiar saliva y entrelazar sus lenguas al mas puro estilo de un beso francés de unos recién casados.

Mientras el increíble beso continuaba, el viejo trataba de meter sus manos dentro del jean de la caliente jovencita para poder sentir aquella húmeda zona directamente, pero aquella prenda estaba tan pegada que le era imposible por lo que empezó a sobar la zona intima de la muchacha por encima del jean

--Ohhh ...putaaaaaaaa tetonaaaaaa ¡me voy a correr!, sácame la verga de los pantalones, no quiero mancharlos

La nena en un rápido movimiento hizo lo que el viejo le pedía y por fin pudo ver aquella varonil herramienta en todo su esplendor, sin duda aquel mástil de carne era más grueso y tenía una prominente cabeza, de pronto pudo ver como unos 3 potentes chorros de semen salían volando con gran potencia por todo el lugar manchando parte de su blanca blusa y su jean.

Los ojos del viejo se pusieron en blanco por unos segundos ya que esa había sido la mejor paja de su vida, sus ojos estuvieron cerrados por unos segundos y luego miró con una gran sonrisa a la tierna muchacha que tenía una respiración pesada

Justo cuando la nena bajaba su linda cara para fundirse en un profundo beso en agradecimiento por todo lo que había experimentado, el celular del viejo empezó a timbrar haciendo que la nena rápidamente acomode su ropa por el susto

--me lleva la…espera un rato tetona, es el maricon de mi jefe tengo que contestar o si no ese maldito me puede botar--- así que acomodándose su pantalón se fue hasta el otro extremo de la sala para poder contestar sin interrumpir la película, mientras tanto Verito aprovechaba el momento para arreglar su ropa ligeramente ya que seguramente el viejo otra vez iría a por ella luego de la llamada

luego de unos segundos el viejo regreso a su asiento bastante frustrado

--la puta madre tetona, ese maricon quiere que vaya a la otra sala a limpiar una mierda que se ha desparramado por toda la sala, no sé cuánto tiempo me tome.

La nena se quedó sin palabras, sin duda ella quería llegar más lejos ¿en verdad la iba a dejar con tremenda calentura?

--Eres una chica increíble. Nunca en mi vida me había sentido tan bien, Espero que te haya gustado como este anciano te chupó tus tetotas y gracias por ayudar a liberar mis bolas, sin duda esto se tiene que repetir, pásame tu numero putita para quedar más tarde y seguir pasándola rico hasta el final

La bella jovencita estaba anonadada, su mano estaba goteando con el semen del viejo, su pecho y sujetador aún se sentían húmedos, no sabía cómo reaccionar así que solo atinó a decirle su numero celular para que el horrible vejete lo anote en sus contactos

--listo bomboncito, hoy más noche te llamare para ver donde la continuamos, conozco un hostal cerca de acá, aunque siendo sincero estás tan buena que soy capaz de meterte la verga en el callejón de al lado, ¡Tengo que decirte que esas tetas tuyas son las mejores!, nunca me cansaré de chupártelas, pero también me muero de ganas por probar ese rico culito que pide a gritos una buena cogida – decía esto mientras le sobaba las piernas hasta llegar a su húmeda vagina por encima del jean, para tallarla suavemente.

Antes de irse el viejo le plantó un último beso con harta lengua mientras seguía masajeando la zona íntima de la muchacha aún por encima de la ropa, de pronto abruptamente el viejo conserje se alejo y se fue caminando con una evidente erección.

La caliente nena no podía creer que aquel viejo la estaba dejando en ese estado de calentura y había preferido irse a terminar su trabajo, estaba segura que cualquier otra persona hubiera mandado al diablo eso y se hubiera quedado con ella hasta el final, aquella acción del pervertido señor sin duda había lastimado su orgullo, sentía que debía irse a su casa y dejar con las ganas al tipo, pero la tremenda calentura que aún estaba en su cuerpo le decía que aún no era suficiente.

Verito un poco más calmada pero aún bastante cachonda pensaba en sus opciones, ¿sería mejor quedarse a esperar a ese horrible vejete?, tal podría ir a buscar al enano pervertido que inició todo esto y darle su respectivo regalo tal y como le dijo el conserje , tal vez podría buscar un nuevo candidato en las oscuras calles para calmar sus deseos o tal vez...solo tal vez debería ir a buscar al viejo borracho de Don Manuel a su casucha para arreglar cuentas pendientes.

Continuara…