Verde en la rama madura en la cama
Un relato real con una amante que me hiso sentir de todo.
Mucho tiempo espere que se cumpliera y se hiciera realidad el deseo, mi cuerpo con una calentura fuera de lo normal para este tiempo frió en Lima, no me prometiste nada. Pero fue algo muy especial, nuestras bocas se fundieron en besos interminables solo la espera de un bombillo nos hizo detener por un momento, mi mano recorría tu cuerpo a velocidad de ansiedad, nos interrumpen por unos segundos alguien toca la puerta de la habitación pero fue solo para recibir el bombillo esperado.
Me miras a los ojos y comienzas a desnudarte. Me quede admirado con lo que tenías puesto, mi mente morbosa decía en silencio "Si así eres de verde en la rama como serás de madura en la cama". Luego me acerco hacia ti llevando mis manos hacia atrás tuyo y me las atas. Tomas mi pene entre tus manos y le das una pequeña caricia. Sientes como salta, se pone dura, se tensa, el glande se hincha y se pone morado. La sueltas, te colocas a la distancia exacta y comienzas a desnudarte abriendo tus piernas. Puedo ver tus pezones, duros, erguidos. Paso mis manos sobre ellos y parecen crecer más aún. Puedo ver tus maravillosas nalgas. Con el movimiento de tus caderas acompasado de tus manos con las mías. Subes y bajas en un baile sensual que está a punto de hacerme explotar mientras que yo te entrego el placer prometido, mi lengua. Estoy tan cerca de ti que puedo ver los vellos de tu monte casi rasurados en una línea que indica la entrada de tu fuente de placer. Pones tu dedo en la vagina lo insertas y lo sacas, lo llevas hasta mi boca me das aprobar el néctar más delicioso de la vida. Me acerco a ti, pasando mi boca y mi lengua en tu oído y tu estómago roza la dureza de mí de mi pene, buscas mi boca e introduces tu lengua. Mi fantasía contigo se hace realidad, los dos en la cama, pones tu cuerpo en mi cara para que mi boca goce de placer, sabia que te gustaría lo puedo ver como lo disfrutas, tu cuerpo convulsiona tus manos toman mi mano siento que se acerca un orgasmo solo te puedo decir dímelo quiero saber cuando te vienes para saborearte toda, mi lengua se desespera pasando por tu clítoris, se mete en tu vagina profundamente, tomo el botoncito de tu clítoris y lo succiono y mi lengua vuelve a temblar sobre el.
Ya no puedes contenerte comienzas a gemir, te gusta?..Siiii me encanta no pares cómeme la concha no pares aaaggggggg escucho salir de ti te vienes dejando un mar de jugos sobre mi boca, solo podía escuchar tu respiración y los latidos de tu corazón en tus labios húmedos.
Te acercaste a mí. Tú mirada fija en mi pene te acercas con tu lengua y tomas unas gotitas de mi cabeza, quería venirme así como lo hacías mamándomela para darte mi espesa leche que tanto pedías, bañarte con mi semen, descargar mis pesados huevos que ya me dolían. Pero no, quería penetrarte toda, te gusta, así te gusta?..Preguntaste. Si me encanta respondí.
Humedeciendo mi pene con tu boca te lo metías todo en la boca y bajabas a chuparme los huevos. Mi pene siguió creciendo, como nunca lo vi. Por mucho tiempo. Te montaste sobre mi y mi pene entro a tu cueva húmeda, luego lo empuje mas para que entrara la otra mitad un gripo casi en silencio salio de ti medio dolor medio placer, rómpeme clávala hasta el fondo me decías al tiempo que movías tus caderas como una diosa, te lo metía y sacaba y tu gozabas, otro orgasmo sentía venir en ti, jálame los pezones que me gustan me decías. Asiiii ah ah más más siiii ahhh si rómpeme así ahhhggghaaahhhggggggg. Ven me dijo hazme lo que mas me gusta rómpeme el culo quiero sentirte abriéndome en dos métemelo por el culo.
Sin pensarlo más se la puse por el culo y haciendo un poco de fuerza se lo metí todo. aagggghhh gritaste No pares, no pares hasta que sienta tus huevos en mi nalga los dos estábamos gozando de placer.
La sensación debo admitir era maravillosa. Ver como se deformaba tu rostro por el dolor y el placer que te daba, escuchar tus gritos era lo máximo.
Yo no sabía si esto era realidad, mi verga estaba que no aguantaba ni un aire. De pronto, te acercaste a mí y con aliento a semen, me dijiste: - Espero que te haya gustado, porque yo lo disfruté como nunca y esto se va a repetir.