Verdadero amor entre Madre e Hijo

Por motivos de trabajo un adolecente y su madre deben mudarse a otra ciudad, donde su relación cambiará notablemente.

Verdadero amor de madre e hijo

Hijo de padres separados, desde muy joven viví con mi abuela y mi madre, pero siempre con la presencia de mi padre. Mi madre era un profesional y nunca volvió a rehacer su vida, solo uno que otro amigo con ventajas, por lo que yo supongo, ya que de los poco hombres que la frecuentaron en la casa de mi abuela, nunca vi una caricia o un beso de parte de ellos hacia mi madre, quizás por la reacción que fuese a tener yo.

Pasaron los años , con total normalidad , hasta que mi a mi madre le ofrecieron un ascenso muy notorio en su trabajo, debiendo trasladarse a una ciudad cercana, con un sueldo que casi doblaba el actual. No fue fácil para ella tomar la decisión, ya que dejaba a toda su familia y se iba a una ciudad donde no conocía a nadie.

Para mí también era complicado, ya que aunque estaba a punto de terminar el año escolar, dejaba atrás todos mis amigos y a Carol, mi novia de 2 años, a la cual realmente amaba mucho.

Pero la vida debe continuar y partimos con mi madre a esa nueva ciudad, con todas nuestras cosas a un hermosos y gran departamento que la empresa le entregaba a ella.

El departamento era espectacular, la ciudad también, pero extrañaba enormemente a mis amigos y novia. Aun cuando viajábamos todos los fines de semana con mi madre a la casa de mi abuela, la distancia y solo ver a mi novia los fines de semanas termino rompiendo esa hermosa relación de años, hasta que en uno de los viajes, ella terminó todo.

Una gran tristeza embargo mi corazón, Carol había sido mi novia por mucho tiempo, nos llevábamos excelente y ambos había descubierto nuestra sexualidad juntos, es decir, mi una experiencia.

Pasaron un par de meses y yo no conseguía hacer amistad. El edificio no había jóvenes de mi edad y los que habían casi nunca los topaba o podía entablar alguna conversación con ellos.

Mi madre, aunque estaba muy contenta con su nuevo trabajo, estaba muy preocupada por mí, y me brindaba mucha atención. Bueno, ella aparte de sus compañeros de trabajo, también estaba sola, sin amistades, por lo que salíamos a todas partes juntos.

Fue un fin de semana en que mi madre tubo que trabajar, que no pudimos viajar a la casa de mi abuela. Me sentí muy triste, ya que esperaba toda la semana para poder viajar a mi ciudad y juntarme con mis amigos, pero lamentablemente no podíamos hacerlo. Al llegar mi madre en la tarde y encontrarme solo en el departamento, viendo televisión, me abrazó y se puso a llorar diciéndome que por favor la perdonara por hacerme vivir en esa soledad. Yo le dije que no se preocupara, que entrando a clases ya encontraría amistades.

La verdad que esa soledad de ambos nos hizo adquirir una mejor comunicación, y nos hicimos mucho mas amigos.

Era sábado, ya habíamos cenado y nos disponíamos a ver una película, cuando mi madre, tomando la iniciativa, me dijo que tenía ganas de salir, hacer algo diferente. La verdad yo estaba tan desmotivado que le dije que prefería no salir, pero insistió tanto, que accedí.

Ambos nos arreglamos, y nos dispusimos a salir, a conocer la vida nocturna de esa ciudad. Mientras esperaba que mi madre terminara de arreglarse, salí al balcón a fumarme un cigarro, pensando en lo triste que se había tornado mi vida, cuando escucho a mi madre que me avisa que ya estaba lista.

Mi madre siempre ha sido una mujer muy hermosa, tiene 40 años, pero no los representa, tiene un físico muy deseable para una mujer de su edad, anchas caderas, un culo que ya lo quisiera cualquiera modelo, pelo largo y rubio, con pechos grandes, que incluso la acomplejaban por ser tan grandes, por lo que generalmente se vestía de una manera muy tradicional. Sin embargo esa noche había cambiado completamente su vestimenta. Se había colocado unos jeans nuevos que había comprado ese día, que le quedaban muy ajustados, peto blanco de hijo con encajes con un generosos escote y una chaqueta de cuero negra, también ajustada. La verdad no parecía mi madre, era otra mujer, una hermosa y sensual mujer. Nunca había sentido algo por mi madre, diferente al amor entre madre e hijo, ni tampoco en ese momento, pero me imagine sin querer como sería estar con una mujer así, obviamente no siendo mi madre y la verdad, era un sueño.

Salimos en su auto y llegamos a un PUB DISCO , done había mucha gente. La música era excelente y luego de pedir unos tragos nos sentamos en una alejada mesa a ver como la gente bailaba. Casi no podíamos hablar ya que la mesa estaba muy cerca de los parlantes. Ella me dijo al oído que tratáramos de buscar otra mesa, ya que así no podríamos conversar nada y que quedaríamos sordo.

Ella con los dos tragos en su manos avanzaba entre la multitud, mientras yo detrás de ella, la tomaba de la cintura, cuidando que ningún hombre se fuera a entusiasmar con el culo de mi madre y le pegara un agarrón.

A las finales encontramos una mesa desocupada bajo una escalera, donde la música se escuchaba ya a un volumen normal y podíamos hablar. Conversamos de muchas cosas, de mi futuro en esa ciudad, de mi situación con Carol , mis amigos su trabajo, en fin.

A rato nos levantábamos, bailábamos un rato y nos volvíamos a sentar. Me acerque a la barra en muchas ocasiones y ya el alcohol comenzaba hacer efecto, ambos nos reíamos de cualquier cosa, y la verdad la estaba pasando super bien.

Mi madre me animó a sacar a bailar a una muchacha que hace rato me miraba, y aunque no quería hacerlo, me tuve que animar y sacar a bailar a la muchacha. La verdad no estaba nada de mal, era bonita, buen físico y muy agradable. Todo iba bien , hasta que mi madre pasa por mi lado, tomada de la mano de un hombre de unos 30 años, que la llevaba a la pista. Al compás de una salsa, veía como el hombre la tomaba de la cintura y la daba vueltas por la pista. Mi madre reía y el hombre con claras señas de querer conquistarla, se acercaba mas de lo debido y le hablaba al oído.

En un momento perdí de vista a mi madre y cuando la divisé estaba en la barra bebiendo junto a ese individuó. El la tenía tomada de la cintura mientras estaban en la apretada barra atochada de gente. Ya casi ni tomaba en cuenta a mi compañera de baile, pendiente de la mano del tipo que cada vez la apretaba mas a mi madre.

Cuando ya mi compañera se molestó que no la tomara en cuenta, me dejó bailando solo y me acerque a la barra. Mientras caminaba, vi como el tipo descaradamente le acariciaba el culo a mi madre y mi madre , entre risas le subía la mano, pero el tipo lo volvía hacer.

Me calentó de sobre manera la situación y sacándole la mano al tipo de su cintura, tomé a mi madre y la llevé. El tipo quiso poner objeción, y molesto le mandé un empujón. EL tipo se devolvió a golpearme y mi madre entre ambos detuvo la pelea antes de que pasara a mayores. Me tomó de la mano y me llevo nuevamente a la mesa donde estabamos. Yo no hablaba con ella, estaba molesto, celosos, no se, pero sentía una rabia, mientras mi madre, bastante pasada de copas, me decía que no me molestara, que lo habíamos pasado bien, que la noche era joven, mas yo no prestaba atención a sus suplicas y solo calmaba mi ira con el vaso de alcohol que tenía en la mano. Mi madre me abrazaba, sentada a mi lado, acariciándome los cabellos diciéndome que yo era su único hombre, me besaba en la mejillas, tratando de que se me pasara el enojo, hasta que uno de sus besos fue a parar directamente en mis labios. Fue un beso suave, tímido, pero no se detuvo, me miró directo a los ojos, y volvió a repetirlo. Esta vez fui yo el que buscó sus labios y sin darnos cuenta nuestras lenguas se juntaron.

El beso no se detuvo y cada vez fue más intenso. Mis manos apoyadas en las piernas de mi madre y su mano acariciándome fuertemente mis cabellos. Cada vez el beso se ponía mas apasionado, mis manos acariciando sus piernas y la respiración de mi madre aumentando cada vez mas. Solo se separó un instante para decirme al oído que me amaba, para volver a besarnos con mas pasión aun. Mis manos ya acariciaban descaradamente el culo de mi madre, que entre gemidos me mostraba la aprobación a mis caricias.

Fue cuando mis manos, ocultas en la oscuridad de esa mesa, se metieron bajo su chaqueta y encontraron esos hermosos, redondos y grandes, pechos, acariciándolos suavemente, cuando mi madre recobró un poco la cordura y separándose de mi, bebiendo hasta el final su vaso, me tomo de la mano y me llevó a la pista de baile.

Al compás de la música bailaba muy sensualmente para mi, mientras que yo lo único que quería era tenerla en mis brazos y besarla.

Nadie hubiese pensado que éramos madre e hijos, solo una mujer mayor , con un joven bailando de manera muy provocativa. Ella me miraba, sonreía, se movía sensualmente para mi, dándome su espalda, apoyándose contra mi cuerpo, dejando que la besara en el cuello, sintiendo como me tenía.

Hasta que tomándome de la mano, me sacó de la pista y nos fuimos de ahí. Nos subimos al auto y manejé directamente al departamento. No decíamos nada, solo sentía su mano sobre la mía, en la palanca de cambio.

El mismo silencio del camino nos acompañó hasta que entramos al fin al departamento.

Ella se sacó su chaqueta y yo abrazándola, la besé suavemente en los labios. Ella correspondió mi beso, un beso tierno, suave, con amor. Ahora en la intimidad de nuestro hogar, no tubo objeción cuando mi mano comenzó a tocar suavemente su pecho, acariciándolo una y otra vez, sacando una de sus tetas al aire , acariciando su pezón que cada vez se ponía mas duro.

No sabíamos lo que estabamos haciendo, estabamos entregados al placer. Ambos sabíamos que para la sociedad era algo malo, pero para nosotros, era un complemento mas de nuestro gran amor.

La vida nos había puesto estas pruebas, a mi separándome de mi primer amor, y a ella, por dedicarse a mi por completo, había dejado de lado a la mujer que llevaba a dentro, pero que ahora estaba saliendo a flote, con las caricias que su hijo le entregaba.

Suavemente comenzó a desvestirme, sacándome la polera , desabrochando mis pantalones muy tranquila, como queriendo alargar lo máximo ese momento. También tenía miedo, miedo al no haber estado con un hombre por mucho tiempo, y mas siendo ese hombre su hijo adolescente.

Sentí como su mano bajaba lentamente por mi vientre, rasguñándome suavemente con sus uñas, bajando poco a poco hasta que sus dedos se encontraron con mi virilidad.

A pesar de todo no estaba completamente excitado, era algo distinto, deseaba a mi madre, me excitaba, pero de una forma distinta, era realmente amor.

Mi madre se agachó y terminó por dejarme completamente desnudo. Vi como sus ojos me miraban detenidamente mi masculinidad, y suavemente la tomó en su mano, y besándomela suavemente, la llevó a su boca.

La sensación era increíble. Carol una vez lo había echo pero muy fuerte, además que no quería y los hizo solo unos segundos, mientras que mi madre muy minuciosamente la chupaba completamente, sintiendo como su lengua acariciaba cada centímetro de ella, chupándolo con la fuerza precisa.

Fué mi primera chupada profesionalmente hablando, la que me causó una placer indescriptible. Ver a mi madre ahí, arrodillada ante mi, con toda mi verga dentro de su boca , era algo que nunca ni siquiera había imaginado, y aun no sabía si era verdad o estaba viviendo un hermoso sueño.

Hice que mi madres se levantara, besándola en los labios, esos mismos labios que me había entregado tanto placer, fui yo el que ahora se arrodilló, para comenzar a bajar sus ajustados jeans.

Poco a poco lo hice, con la misma tranquilidad que mi madre lo había hecho. Poco a poco, como descubriendo un hermosos tesoro.

Ella solo acariciaba mis cabellos, y no ponía ninguna objeción a mis movimientos.

Poco a poco comenzó a aparecer su ropa interior, que traslucía un hermoso coño peludo, que emanaba un deliciosos aroma, un aroma a hembra, a mujer , excitada, deseosa de sexo y de amor. Muchas beses la había visto con ropa interior, pero nunca tan cerca. Mi piel se estremecía al ir descubriendo el cuerpo de mi madre poco a poco.

Ella misma terminó de sacar su pantalón, sentándose en la cama, mientras yo admiraba la hermosa mujer que solo con calzones estaba ahí, entera para mi.

Terminé de sacarle la última prenda, dejándola completamente desnuda. Estuve unos segundos admirando su hermosa desnudes, su hermoso rostro con los ojos cerrados, entregada completamente a su destino.

Vi su hermosos sexo, y me acerque a el, besando sus piernas, el interior de sus muslos, sintiendo la agitada respiración de mi madre, que sabía perfectamente hacia adonde se dirigía mi lengua.

Tampoco Carol me había dejado hacerlo nunca, por ser obsceno o cochino, era mi primera vez, con el coño de mi madre, un coño maduro, de labios gruesos, con un interior rojizo, muy lubricado.

Apenas mi madre sintió mi lengua entrar en contacto con su sexo, gimió de placer, dando pequeños tiritones, estremeciéndose al sentir como la lengua de su hijo, le trajinaba el interior de su vagina, dándole una sensación de placer maravillosa, dejándose llevar por el momento.

Supe que lo hacia bien ya que mi madre al momento de buscar en la parte superior de su vagina, comenzó a quejarse con mas fuerza aun, acariciando mis cabellos, diciéndome lo mucho que la excitaba, y pidiéndome que por favor no parara.

Su sabor era delicioso, y más sentir como lograba excitara a una verdadera mujer, tan hermosa como mi madre. Mi madre se estremecía de placer y casi suplicando me pidió que me detuviera.

Se levantó y dándome la espalda, tomando mi pene en su mano, lo dirigió a la entrada de su vagina, sentándose de apoco, enterrándose mi verga poco a poco, hasta que entró en su totalidad.

Afortunadamente mi cuerpo estaba un poco anestesiado por el alcohol, por que o si no, hubiese terminado ahí mismo. Era demasiado el placer de sentir su cuerpo desnudo sobre mi, poder tocar sus tetas a mi antojo, y más sentir como mi madre con movimientos circulares, y apretándome con su vagina mi verga me hacia disfrutar, gozando ella también al verse llena de su hijo.

Sus movimientos aumentaron , ahora levantándose y dejándose caer, sintiendo como su hermosos culo chocaba contra mis piernas, gimiendo , disfrutando al máximo

Ohhh hijo .. ¡me encanta! .. me encanta sentirte así .. dentro mío

¡Eres maravillosa mama!

Ah que placer me estas haciendo sentir ... ah ah ah .....

Ohhhhhh eres divina! .. me encanta tu cuerpo!

Es tuyo ... solo tuyo .... desde ahora vas a ser mi hombre .....

Ahhh que delicia !!!! ya no aguanto mas!!!

Vamos hijo! ... no te reprimas .. ¡entrégame tu leche que yo también acabo!!!!! ..

Ahhhhhhh mamá Ahhhhhhhhh estoy acabandooooooooo

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh yo tambiennnn

Ohhhhhhhh

Ahhhhhhhhh ¡te siento como me llenas !!!!!!!! Ahhhhh ...!!!que acabada!!!!!

Uuuuufffffffff

Mis manos la apretaban fuertemente de la cintura y sus manos rodeaban las mías, apretándonos fuertemente, con nuestros sexos completamente mojados, mezclando nuestros orgasmos, ahora ya moviéndose mas lentamente, de lado a lado, sacándome y exprimiéndome hasta la última gota de semen de mi interior.

Nos quedamos abrazados en la cama, besándonos suavemente, sonriendo, acariciándonos con amor, sin decir nada, pero contentos sabiendo que desde ese día, nuestra vida iba a cambiar ....

Alexander_5149@hotmail.com