Verano en la farmácia

Una farmacéutica se queda de rodriguez en un caluroso verano. La visita de un cliente muy bien dotado le alegrará el agosto.

Hola, me llamo Carmen, estoy casada y tengo 2 hijas. Trabajo de farmacéutica en la zona alta de Barcelona. La farmacia es de mi padre y ahora la regento yo, aunque mis padres aun trabajan en ella. Os quiero contar lo que me ha ocurrido este verano porque es muy fuerte y quiero compartirlo con vosotros.

Como todos los veranos, mis padres y yo nos habiamos repartido los turnos de vacaciones, para cerrar la farmacia el mínimo de días, y para que las niñas no se tuvieran que quedar en Barcelona, mi marido y mis padres subieron a la torre que tenemos en la Costa Brava. Asi que aquellas tres semanas me las pasaba yo sola, de "rodriguez" en la ciudad.

Hay que decir que, aunque los fines de semana subia a pasarlos con la familia, aquello era un coñazo cada año. Pero este ha sido diferente.

Aquél dia era lunes, y la mañana habia sido de lo mas aburrida : cada media hora entrava un cliente o dos, y encima el calor en mi farmacia, que no tiene aire acondicionado, era bastante insoportable. Tanto, que decidí aligerarme de ropa. Como la bata que llevo es poco escotada, pues pensé : "qué diablos?" me fuí al lavabo me desnudé, y me puse sólo la bata. Tengo el pecho pequeño, asi que no se notaba para nada que no llevaba nada en la parte de arriba, y en la de abajo, uno podia imaginar

que llevaba minifalda.

Entró una pareja y, la situación me dió un cierto morbo, pero vi que ellos ni se percataban de nada raro, asi que, al final, no le di más importancia y me limité a disfrutar de la sensación de estar un poco más "fresquita".

A media tarde, a eso de las 6 y pico, entró en la farmacia un joven, de unos veintipocos años, de estatura media pero bastante apuesto y vestido bastante playero.

Se acercó al mostrador me saludó con una sonrisa y se dirigió a una de las estanterias de la tienda, concretamente donde tenemos los preservativos.

  • Buenos dias, te puedo ayudar en algo?, le dije yo, acercandome a él.

  • Buenas, soy Luis-me dijo.- me acabo de mudar al barrio, vivo justo dos numeros más arriba.

  • Ah, pues encantada, -le contesté, un poco extrañada de que se presentara- yo soy Carmen, y bueno, ya sabes donde tenemos nuestra farmacia, para lo que podamos ayudarte.

  • Muchas gracias! -me contestó. Era un tipo muy agradable, la verdad.

Y con lo que me estaba aburriendo, me moria de ganas de que me diera un poco de conversación.

  • Buscas algo en concreto? Tal vez pueda ayudarte...

  • Bueno, si, en fin... - titubeó un poco y luego me soltó - es que busco preservativos de talla grande, pero veo que solo teneis estos...

La pregunta me descolocó un poco, pero me recompuse rápidamente y le dije, : "No, aqui no tenemos, pero espera ...".

Fui a dentro y, de un cajón, saqué una caja de XL de Control y se la mostré.

  • Mira, aqui los tienes.

  • Mmm, vaya, gracias, pero... bueno, es que estos los he provado y, bueno, la verdad, son un poco incómodos, es que ... bueno, aprietan un poco.

Aqui si que me dejó totalmente fuera de juego. Si el tio era un fantasma, la verdad es que era un excelente actor, porque parecia hasta un poco incómodo pero, para nada parecia estar chuleando.

Y si era verdad que le apretaban los XL, que polla debia de tener el tio? El pensamiento me recordó que yo estaba desnuda, y una ola de excitación me recorrió el cuerpo. "Carmen, céntrate, por Dios", me tuve que decir a mi misma...

  • Estas seguro de que te los pones correctamente? - el tio me miró, extrañado - me refiero a que los XL estan pensados para ser extendidos completamente y, claro, si no ... o sea, que tienes que ... es que no se como explicarme... - aqui los dos nos reimos, por la situación, supongo.

  • A ver, yo diria que lo hago bien, pero la sensación que tengo es que ... que el pene me queda un poco estrangulado.

  • Notas la estrangulación en la base o hacia la mitad? - hablar en terminos técnicos y con eufemismos, me permitia tomar un poco el control de la situación, pero la verdad es que aquéllo me estaba poniendo loca de verdad!

  • Diria que hacia la mitad...

  • Esto es que no te lo estas poniendo bien. Si quieres, te enseño como hacerlo.- "CARMEN, QUE ACABAS DE DECIR!", me dije a mi misma!

Aquellas palabras habian salido de mi boca, no las habia podido controlar!

  • Ah, pues te lo agradeceria, de verdad! - dijo el tio, con toda naturalidad. Y, para mayor sorpresa mia, soltó - tienes algun sitio, un poco mas... tranquilo?

  • mmsssii, pasa pasa ! - ¿que diablos me estaba pasando?

Me acerqué a la puerta, puse el cartel de "vuelvo enseguida", y cerré el pestillo.

  • Ven, acompañame! - le dije. Mi corazon latia a 100 por hora, pero puse cara de hacer como si aquéllo fuera el pan de cada dia. Cogí un cajón en el que tenemos guantes de látex y me puse un par, mientras él entraba en la trastienda, conmigo.

  • Ponte aqui, detras de esta mesa - le indiqué - y bajate los pan...

Mientras le decia esto, me giré y alli estaba él, con toda tranquilidad, con los pantalones y los calzoncillos por los tobillos, y mostrandome un pollon impresionante! Me dejó sin habla !!!

"Eres farmacéutica, estás casada, eres farmacéutica, estás casada, ..." me iba repitiendo, pero mis ojos no podian dejar de mirar semejante instrumento.

  • Vamos a ver, - dije intentando parecer profesional - tu, el preservativo te lo pones, cuando estas en erección, no?

Y aquí se me desmadró todo. Sin ni preguntarle siquiera, le cogí el pene con una mano y se lo empecé a sacudir poco a poco. Madre mia ! En pocos segundos, aquello reaccionó y lo que era descomunal se convirtió en aberrante!

Tenia delante mio un palmo y medio de pene, de un grosor aproximado de ... de yo que se ... con la mano con la que lo tenia cogido no podia rodear mucho

mas de la mitad de su perímetro!

  • Vaya, ya veo - solté, como si fuera una del CSI, analizando un cadaver.

Bueno, la verdad es que lo que tenia delante estaba muy, pero que muy tieso, asi que... - a ver, vamos a ver qué tal podemos ponerlo.

Cogí un tubo de lubricante que tenemos por allí y me lo puse en ambas manos, como acostumbra a hacer mi ginecologo. Le puse un poco en el pene y le unté bien todo aquél pedazo de carne. Yo sólo miraba a lo que tenia entre manos, pero por el rabillo del ojo pude ver que al tio le estaban encantando mis caricias.

Una vez lubricado todo el pene, cogí un preservativo, lo abrí se lo coloqué en el glande y empecé a desenrollarlo a lo largo de aquél miembro que parecia no tener fin. El condón le llegaba muy justo hasta la base, pero, extendiendolo bien, le quedó bien colocado y cubriendo todo el pene.

  • Como te lo notas?- le dije. Tal y como lo decia, parecia que se estuviera probando una camisa. Lo pensava y no podia creer lo que estaba sucediendo!

  • Mucho mejor, tenias razon! Tendré que llevarme tambien la crema esta que me has puesto!

  • Es lubricante. Con semejante ... bueno, teniendo como tienes un miembro tan grande, no lo has usado nunca? No les duele a tus amantes?

  • Bueno, no, de hecho no lo he usado nunca y, si, alguna ha sido incapaz de bueno, de que la penetrara!

  • No me extraña! Mira, ves? Una vez tengas el condón puesto, aunque el condon ya lleva su lubricante, ponte de este, que es especifico para ... bueno, para relaciones sexuales dificultosas. La mayor parte de la gente lo usa para el sexo anal, pero en tu caso, creo que favorecera la penetracion vaginal.

  • Oye, pues, de verdad, muchas gracias!- dijo el chaval.

Yo estava absolutamente cachondisima y veía que aquello se acababa asi que me desmelené absolutamente y le dije :

  • Hombre, ahora ya tienes el condón puesto, no lo vamos a desperdiciar, no?-

Y diciendo esto, me desabroché la bata, quedandome, para sorpresa de aquél joven de descomunal polla, absolutamente en bolas delante suyo.

  • Joder! - dijo , boquiabierto

  • Si, esta sería la idea! -le contesté, riendo y acercandome a él hecha una fiera.- Venga ven chiquitín, que yo quiero provar este mastodonte!

Cogí nuevamente el bote y aun con los guantes de latex puestos (era lo unico que me quedaba), le empece a untar el nabo porque, por muy mojada que estuviera

yo, aquello iba a doler, seguro!

Una vez bien lubricada la herramienta, le dije :

  • venga, entra, poco a poco.

El tio encaró la punta y empezo a penetrarme. Estaba tan absolutamente mojada que mi coño empezo a devorar aquél sinfin de carne con un apetito indescriptible.

El lubricante de tubo, mas mis fluidos facilitaban las cosas, pero pronto empece a notar que aquella polla era demasiado para mi. Me llenaba tanto que no podia

reprimir los gritos. Notaba como tocaba hasta el fondo de mi ser, y lo deseaba todo dentro pero el dolor era tan intenso como los orgasmos que, uno tras otro,

me iba produciendo.

  • Dios, me vas a partir en dos, cabron ! - grité. Ahhh, sigueee sigguuee!

  • Ostias, que gusto, joder, me voy a correr!

  • COrrete ya dentro de mi, correte que no aguanto mas! - le dije, empujando dentro de mi aquella verga!

  • Tomaaa, siiii !! - dijo, empujando hasta el fondo y soltando toda la leche que tenia.

QUE SENSACION, DIOS! La punta de su pene, que estaba dentro de mi como 30 cms, se inchaba por la leche que el preservativo acumulaba y aquello era mas de lo que yo podia aguantar! Grité y me corri como nunca.

  • Aahh, que bieeen! - dijo él, tumbandose encima de mí.- quieres que salga?

  • No espera, dejalo dentro un poco mas...

Su polla iba recuperando el tamaño normal que, aunque de normal tenia poco, era mucho mas soportable, y, yo queria tener aquél miembro dentro de mi, asi que dejé que pasaran algunos minutos.

Poco a poco, me fuí saliendo de él y, cariñosamente, le acaricié el pene, que ahora estaba mucho mas flaccido y con el preservativo colgando. Era increible,

el depósito de la esperma, estaba tremendamente lleno!

Me miré el coño y estaba completamente rojo! Esto me iba a doler durante dias, pero ... ya tenia ganas de repetirlo!

Nos levantamos del suelo y poniendome solo la bata le dije:

  • Bueno, te doy una caja de 12 o 24?

  • Dame esta de 12 que has abierto.

  • No, esta la dejo aqui, para cuando mañana vengas mas o menos a esta hora, vale?

Me miró picaronamente, cojió la otra caja, el lubricante y, se fué dandome un pellizquito en el culo por debajo de la bata.

Ni que decir hay que aquellas semanas fueron de locura. Pude probar su nectar e incluso él provó mi culo. Pero ... esto ya es otra historia!