Verano caliente, Madre caliente III
Continua la familia tan depravada y emputecida que incluso meten al perro
Verano caliente, Madre caliente III
Hola, hoy me toca a mi escribir, soy Neli, para los que no leyesen los antiguos capítulos y resumiendo un poco, soy la hija de Ana y Sergio y hermana del depravado y morboso de Jose, vaya una familia que hasta hace poco era de lo mas normal y todo se torció por culpa de mi madre y mi hermano que la liaron por estar todo el día calientes como una estufa.
No me voy a quitar nada de culpa porque los pillé con las manos en la masa, bueno mas bien con la polla de mi hermano en el coño de mi madre y podría haber montado una buena, pero como también soy morbosilla (ya se de donde me viene) me quede mirando y la temperatura me subió lo suficiente para terminar dejándome follar.
La verdad es que últimamente estoy bastante necesitada, como en cualquier matrimonio ya no se folla como antes y estoy buscando un hijo desde hace un año que no llega y eso también me tiene algo alterada. Estoy tan necesitada que hace algo de tiempo que andaba pensando en buscar un amante que ayude a mi marido, se ve que el solo no me llega, pero al haberme quitado la píldora hace tiempo pues no me atrevía, no vaya a ser que me dejen preñada.
El otro día cuando mi hermano me folló en el salón me quedé bastante preocupada porque se corrió dentro pero también es cierto que no estaba aun en mis días fértiles, y pensé: “¿si en un año mi marido no me dio preñado no iba a tener la mala (o buena) suerte de quedarme preñada por haber follado con mi hermano una sola vez?” , ese pensamiento hizo que me humedeciese pero traté de quitarlo de mi cabeza, no vaya ser que se me ocurra una barbaridad.
A la mañana siguiente me desperté y me levanté a desayunar, me hice unas tostadas con mantequilla y mermelada, yo estaba sola mi hermano y mi madre habían bajado a la playa y yo descansaría que falta me hacia.
Estaba totalmente desnuda y me puse a desayunar en el salón, me sentía sucia porque aun tenia restos de la corrida de mi hermano en el coño y algún que otro resto en las tetas, pero la ducha vendría luego
mientras desayunaba me cayó un poco de mermelada en un muslo que mi perro lo lamió rápidamente, eso me hizo pensar que igual quería un poco mas, así que repetí lo que alguna vez había hecho en la intimidad de mi casa cuando mi esposo se iba a trabajar, deje caer un poco en mi coño, me abrí de piernas y deje que me lo chupase, madree que gustisto me estaba dando, fue tanto el placer que agarré la tostada entera y la restregué por toda, quedando una pasta de mermelada en la maraña de pelos, el perro empezó a lamer como si estuviese hambriento y mientras yo me puse a comer el resto de la tostada que me acababa de restregar, que placer es que mientras que estas desayunando alguien te esté comiendo el coño, aun que sea mi perro.
Mi perro ya no solo estaba comiendo la mermelada sino que también le gustaban los jugos que iba segregando mi coño, ya no me hacia falta echar mermelada aunque de vez en cuando lo hacia. Metía los dedos en el bote y me los metía bien adentro para que la mermelada entrase hasta el fondo, me abría mucho de piernas, incluso le facilitaba el camino abriéndome bien con los dedos para que metiese la lengua hasta mis entrañas.
Como bien os he contado no era la primera vez que mi perro me comía el coño pero aquella mañana estaba siendo maravilloso, igual podía ser por el morbo de estar en el salón de mi madre, también es cierto que solo lo había hecho para obtener un orgasmo y de ahí nunca había pasado, aun que no voy a ocultar que alguna vez me había venido a la cabeza ¿que pasaría si me dejase follar por el?, pero nunca me había atrevido.
Ya estaba a tono y cachonda perdida, segregaba fluidos como una vulgar ramera, me levanté y fui a mi habitación, rebusqué en el bolso y encontré un consolador que tengo de un tamaño bastante considerable, como pretendía que mi perro me siguiese comiendo el coño decidí que el mejor sitio para el era insertarlo en el culo, me puse a cuclillas en medio del salón y chupándome los dedos y lanzando escupitajos sobre ellos empecé a lubricarme el agujerito,
cuando ya había metido unos cuantos dedos y lo tenia acostumbrado puse debajo el consolador y empece a sentarme encima de el, al principio dolía pero luego empece a sentir un placer-dolor que me volvía loca.
Fue darle al botón de la vibración y mi coño empezó a babear como una fuente, sin cesar de salir esos líquidos espesos que tanto le gustan a mi perro, me volví para el sofá con el vibrador a tope metido en mi culo y bien abierta de piernas para que mi perro siguiese dando placer a su perra favorita.
Mientras mi perro seguía comiéndome el coño de la manera mas hábil que había experimentado vi que su capullo había salido del escondite y ya tenia parte de el fuera, me espatarré mas y llegué con la mano hasta su rabo, empecé a moverselo como haciéndole una paja y cada vez se le ponía mas y mas dura, lametazo tras lametazo yo me había puesto como una perra en celo pidiendo que se la follen, a esas alturas yo ya había tenido tres corridas a cual mas grande y mi cuerpo pedía ser follado y maltratado.
Aparté la mesa de centro del salón, me arrodille en el suelo y apoye mi cuerpo en el sofá sacando culo para incitar al perro.
Yo – vamos perro follate a tu perra.
yo - venga monta a tu perrita, venga sube.
El perro me lamia el coño y el ojete desde atrás, estaba muy abierta de piernas para que la raja se me abriese y también me ayudaba con las manos, el seguía lamiendo y ya había perdido toda esperanza de que me montase, estaba pensando si algún video que había visualizado en la red sobre el tema seria un trucaje, pero de pronto y ya a punto de retirarme se subió encima de mi montándome como si estuviese montando a una perra.
El empezó el movimiento de la follada pero no lograba metermela, así que pasé la mano por debajo de mi coño cogiéndole el rabo y guiándole hasta que de un empujón metió el capullo en mi coño, hizo una parada me supongo que notando el calorcito que tenia yo en el chocho y de pronto empezó un mete-saca frenético, a una velocidad que ningún tío me hizo nunca y mira que me he calzado a unos cuantos, ¡¡ si !!, una es un poquito puta.
La tenia mas larga y mas gorda que la de mi marido y me estaba matando a pollazos literalmente, empece a gritar y a aullar, no podía parar de disfrutar como una loca, después de un rato sudando como una loca, mi coño goteando flujos formando un charco debajo de mi y mi culo totalmente abierto por el vibrador que seguía funcionando ya había perdido la cuenta de los orgasmos que había tenido, de pronto empiezo a notar como mi coño se iba inundando por un liquido caliente que deduje que era su corrida.
Yo – Así perrito lindo, preña a tu perra.
yo - llénala de leche caliente para tener cachorritos.
yo quedé rota encima del sofá en la postura que tenia al ser follada, cuando empecé a notar una bola dentro de mi chocho que me lo estiraba como si me lo estuviesen abriendo por dentro, yo deduje que el tenia que sentir el vibrador a través de la fina separación que hay entre mi coño y mi culo y recordé que alguna vez había leído que había que esperar un rato hasta que el se desenganchase de mi.
En ello estaba cuando se abre la puerta y aparecen mi madre y mi hermano en el salón,
literalmente quería que me tragase la tierra, mi madre recuerdo que se llevo las manos a la cara con la boca abierta.
Ella venia con una camiseta blanca bastante transparente que a mi hermano le gusta que se ponga, y como nos había ordenado que nada de ropa interior se le notaban los oscuros pezones y el coño a través de la tela.
Jose – ¿has visto mami la perra que tenemos en casa?.
Ana – si hijo y la gusta que la monten.
jose – pues habrá que montarla.
ana – hijo ahora tiene que tener el coño muy sucio.
jose – ¿quien ha dicho que la iba a montar por el coño?.
Y apartando el perro que ya se le había bajado la bola, sacó el consolador de mi culo dejándolo abierto y notando como entraba aire fresco en el y lo cambio de sitio, metió de un golpe el vibrador en el coño taponando la salida de leche de mi coño y me incrusto su polla en el culo, lo tenia tan abierto que casi entró sin empujar.
Yo – cabrón me estas destrozando, ya me duele el coño y el culo
jose – ¿no decías que querías cachorros? Después te lavas el coño que yo te los daré
yo - ¿hijos de puta desde cuando estáis ahí escuchando?
Jose – el tiempo suficiente
yo – cerdo termina ya, alivia esos cojones y déjame descansar ya
mi madre estaba a mi lado con la camiseta levantada hasta la cintura y tocándose el conejo que veía muy brillante, o era muy rápida segregando flujo o ya venia bien follada de la calle, se sentó delante de mi en el sofá dejando una pierna a cada lado de mi cabeza y con el chocho abierto delante de mi cara, era una invitación a comer el postre que me traía.
Ana – vamos perra saborea la comida que te traigo.
Ana - es leche de tu hermano, mi conejo acaba de ordeñarlo ahí entre los arboles.
Empecé a ver como le salia un hilo de leche de su conejo, comencé a pasar la lengua para tomar mi ración y para hacer una limpieza de bajos a mi madre, me estuvo llenando la boca unas cuantas veces tanto con la corrida de mi hermano que saqué gustosamente de su chocho como de su propia corrida que tragué saboreando como el mejor de los manjares.
No se cuanto tiempo estuvo bombeando pero al ratito noté el chorro de lefa dentro de mi culo, leche caliente y espesa, al sacar la polla metí mis dedos en el culo para comprobar el boquete que me había dejado y salieron todos mojados con grumos de leche que aproveché para llevarme un poco a la boca y saborearlos compartiéndolos con mi madre.
Terminamos los tres rendidos pero cuando fuimos a comer yo no podía ni sentarme de lo que me dolía aun el culo, allí me sinceré con ellos y les conté tanto mi afición a que mi perro me comiese el coño, (bueno a partir de hoy que también me follase) como mi frustración por no quedarme embarazada a pesar de ser fértil, yo sabia que lo era por unas pruebas que me hice sin que mi marido lo supiese, pero el no las quería hacer ya que venían de una familia muy conservadora y algo machista en el que sus hombres son muy machos y nunca tienen la culpa de esas cosas.
Jose – hermanita aquí tienes un macho que te va a dejar preñada, no te preocupes.
Yo - tu estas loco, si mi marido se entera de lo que has dicho nos mata a los dos.
Ana – estas loco jose pero con lo que has dicho se me acaba de mojar el coño entero.
Ana – tanto se me ha mojado que el perro está debajo de la mesa haciendome la mejor de las limpiezas.
Mientras estuvimos comiendo el perro le estuvo comiendo el coño a mi madre y luego descansamos un poco en las habitaciones. Por la tarde mi hermano salio de la habitación y nos dijo que en 15min. iban a venir unos amigos suyos a echar unas partidas a la play.
Nosotras estábamos vestidas como a mi hermano le gustaba, mi madre seguía con la camiseta blanca medio transparente a menos de medio muslo y yo me había puesto una camiseta de esas de sobaqueras muy grandes en las que las tetas se me salían todas por los lados y que me llegaba un poquito por debajo de las nalgas, la camiseta era de esas que tienen agujeritos a modo red y como no llevaba nada debajo se veía absolutamente todo, los pezones luchaban por salir por los agujeros y en el coño algunos pelos si lograban salir por ellos. Quisimos ponernos algo mas decente pero no pudimos.
Jose – ni se os ocurra cambiaros, ademas así estáis perfectas por el precio pagado.
Esto ultimo no lo entendimos hasta que llegaron, cuando llamaron al timbre entraron y eran dos amigos de Madrid a los que conocíamos de toda la vida, incluso a sus madres, ¡¡que vergüenza!!, y la otra pareja yo no la conocía pero al ver la cara de sorpresa de mi madre le pregunté y me dijo que era una pareja a la que jose la había entregado
hacia dos días
en la playa para que se la follasen.
Los amigos de Madrid al vernos se quedaron de piedra, mientras mi hermano nos tocaba las tetas y levantaba un poco las camisetas para que viesen la mercancía.
Jose – no os asustéis, aquí tenéis dos putas como os dije, y no sabéis lo buenas que son
¡¡esos si!! sabéis que lo que aquí pase, aquí se tiene que quedar, sino ateneros a las consecuencias.
Ellos dijeron que si, que no había problema, ademas al ser conocidas había mas morbo, soltaron 100€ cada uno, menos el de la pareja que venia con la chica que solo soltó 50 porque la chica también era parte del pago, nosotras estábamos que no dábamos crédito, había ganado 150€ con nuestros coños y nos dijo que no serian los últimos.
Jose – desde ahora y hasta que acabe el día podéis hacer con ellas lo que queráis, follarlas como cuando y donde os apetezca, ellas no protestaran para nada, ¿verdad mami?
***Ana –
verdad
hijo, estamos para servirte.***
Jose – tenéis sus agujeros y todo su cuerpo a vuestra disposición, solo hay una condición: A mi hermana si la folláis el coño tiene que ser con preservativo, los demás agujeros como os de la gana.
Acercándose a mi oído me dijo: ”tu vas a salir preñada de aquí y el cornudo de tu marido no se va a enterar” . La primera en ser follada fue mi madre, entré a la cocina a beber y me encontré al chico de la playa dándole por el culo estando ella apoyada en la encimera y la pierna derecha subida a una silla, no paró hasta que
empezó a
salir de su culo un reguero de lefa caliente y la picha se le salió del agujero.
A partir de ahí fue todo un descontrol tremendo, el alcohol hacia mella en nosotros y al final hasta el perro volvió a follar, una vez a mi madre y otra a la chica que había venido.
De aquello han pasado ya unos cuantos días y acabo de dar positivo en la prueba de embarazo, estoy preñada de mi hermano, por supuesto mi marido se llevo una sorpresa muy agradable y esta orgulloso de haberme preñado “pobre cornudo, ni se imagina la puta que tiene por esposa” , ni que decir tiene que muchas mañanas cuando sale por la puerta a trabajar, viene mi hermano y disfruto de su rabo toda la mañana, quedando llena de lefa que no suelo limpiar hasta que mi marido llega de trabajar y se la come toda sin enterarse de nada, mi hermano esta deseando que tenga leche en las tetas, dice que le tendré que amantar igual que al crio.
Un beso a todos.
Me he puesto cerda contándolo y tengo que aliviar mi coño.