Verano caliente con mama (3)

Final de la historia.

VERANO CALIENTE CON MAMA III (FIN)

Como he dicho, el mejor verano de mi vida (hasta ahora). Espero luego el invierno, la primavera, etc.

Hola de nuevo. Voy a continuar relatándoos lo sucedido en el pasado verano entre mi madre, Carmen y

Recordareis que una tarde mi madre trajo a Carmen a casa con la esperanza de follarla entre los dos, pero sin que ella supiese nada de lo que iba a suceder. Pues bien, estos encuentros se repitieron un par de veces en cuatro días.

Al quinto día quedamos para pasar otro rato juntos mi madre, Elsa, nuestra amante carmen y yo, y así se lo hicimos saber a mi hermana (no que íbamos a follar con Carmen, sino que tendríamos que salir a la capital de la provincia, ya que a mi me hacía falta ropa, y que Carmen venía con nosotros, ya que quería ver una cosa).

El problema fue que casi al salir el coche hizo un par de extraños en el motor y mi madre decidió que lo mejor era no seguir por si acaso, y ya llevaría el coche al mecánico para que le echara un vistazo.

La sorpresa "gorda" llegó cuando regresé a casa, ya que mi madre fue hasta el mecánico. Escuché unos ruidos semejantes a los del día que sorprendí a mi madre follando con Carmen. Ahora la sorpresa me la daba mi hermana. Pensé que algunos de nuestros amigos se estaba beneficiando a mi hermanita, pero no…con la que estaba follando era con Estela, la hija de Carmen. Inmediatamente pensé…de tales madres folladoras, tales hijas folladoras.

Con sigilo me dirigí a mi habitación. Me quedé pensando que las dos tenían un cuerpo genial. En este caso era Estela la que tenía las tetas más grandes, quizá por ser un par de años mayor que mi hermana, pero Eva tiene un culo que es una delicia, de esos que cuando lo ves te dan ganas de follarlo.

Para evitar que mi madre llegase de improviso fui hasta el taller, contándole lo que acababa de ver. Se quedó tan estupefacta como yo al principio. Sin embargo no sabía hasta que punto podía mi madre ser tan guarra y puta.

-A esto le podemos sacar tajada

-¿Quéeee?

-Que si, Carlos, que no está de más ampliar el abanico de oportunidades.

-Por mi…No sabes que tetas se gasta Estela. Son enormes. Más que las tuyas, creo.

-¿Crees?

-Hombre, tendría que medirlas, pero así,…a ojo, creo que una 110.

-Si que tiene buenas tetas, más que su mami.

Ahí quedó la cosa esa mañana, pero mi madre, Carmen y yo trazamos un plan para la noche. Esa noche quedamos a cenar todos en casa. Carmen le dijo a su hija que Elsa (mi madre) las había invitado a cenar. Parece que se puso muy contenta, pero el motivo no era la cena, sino que vería a su "amiga", la que le comía el chocho y la follaba con un consolador con cinturón.

La cosa fue más o menos como cuando le conté a mi madre que la había visto follando con Carmen, es decir, lanzarse y decirlo sin miramientos.

-Bueno, ¿que tal habéis pasado el día? (Elsa)

-Bien, ya sabes, la rutina del verano, playa, dormir y eso (Eva)

-Sabéis que al final no pudimos ir a la ciudad porque el coche falló. (Carmen)

-Ah?!! (Estela y Eva)

-Y Carlos vino a casa. (Elsa)

-¿Quéeee?!!!!! (Estela y Eva)

-Si, os vio a las dos en la cama. (Carmen)

-Podemos explicarlo (Estela y Eva)

-Creo que no hace falta ninguna explicación, por lo que vi. (Carlos)

Intentaron explicarnos que no eran lesbianas sino más bien bisexuales, que le gustaban los tíos, pero que la primera experiencia de ambas había sido un poco traumática, por lo que tras contárselo mutuamente decidieron que quizá con una chica sería más delicado, y por eso lo hicieron, pero que les gustó tanto que quisieron repetirlo, y por eso se iban tantas veces a quedarse una en casa de la otra. La cosa era poder estar juntas. Ahora mi madre y nuestra amante lanzaban otra bomba.

-No nos extraña que os guste estar juntas, porque desde hace cinco veranos, nosotras también follamos juntas. (Carmen)

-¿Quéeee?!!!! (Estela y Eva)

-Si. Pero no solo eso. Desde hace unos días se nos ha unido otra persona. (Elsa)

-¿Quién? (Estela y Eva)

-Pues la persona que aparece donde no debe, pero que hemos dado las gracias por que lo hiciera. (Elsa)

-¡¡¡Carlos!!! (Estela y Eva)

-Si, Carlitos. (Carmen)

-Pero, mamá, es tu hijo (Eva)

-Ya lo se. Pero al principio empezó por una especie de chantaje, ya que me dijo que nos había visto follar juntas, y eso me puso tan cachonda que nos metimos en la cama a follar nosotros, y luego enredé a Carmen para que se uniese a la fiesta. (Elsa)

-La verdad es que me alegré mucho de la nueva incorporación. No veas como folla el condenado (Carmen)

-¡¡Mamá!! (Estela)

-Es verdad hija. No es solo que tenga una buena polla, sino que sabe usarla muy pero que muy bien. Venga Carlos, enséñales la polla a estas nenas. (Carmen)

Sin más me puse en pie y me bajé los pantalones y los calzoncillos. Mi hermana y su amiga no daban crédito a lo que estaba pasando esa noche.

-Creo que podemos ir a la habitación, estaremos más cómodos. (Elsa)

Fuimos a la habitación y mientras mi madre, nuestra amante y yo nos sentábamos en la cama, mi hermana y su amiga se quedaban de pie, rojas como tomates y sin saber que decir.

-¿Nos vais a enseñar lo que hacíais esta mañana? (Elsa)

-¡¡¡Pero mamá. Tú estás loca!!! ¿Cómo vamos a hacer eso ahora? (Eva)

-Pues creo que no es tan difícil. ¿Se lo enseñamos, Carmen?

En ese momento preciso mi madre y Carmen se miran una a la otra y se empiezan a besar. Luego, Carmen le va quitando la camisa a mi madre, el sujetador y le come las tetas. Yo ya no aguantaba más, así que me uní a la fiesta, le quité la camisa a Carmen y le devoré las tetas. Por su parte mi madre cerró el círculo, cogiéndome la polla y haciéndome una paja de las que hacen época. Casi nos habíamos olvidado de mi hermana y Estela. Estaban a punto de reventar, y por fin pude ver como se cogieron la mano y al cabo de menos de treinta segundos se estaban dando un beso en la boca, mientras que Eva le tocaba las tetas a Estela y ésta a su vez le magreaba el coño a Eva.

-Bien, chicas ¿os unís al grupo?(Carmen)

Ya estaban completamente desarmadas, así que como dos corderitas se dirigieron mansamente al redil. Al principio no sabían que hacer, así que tuvimos que tomar la iniciativa. Así mi madre empezó a comerle el coño a su propia hija, mientras que Estela, un poco más lanzada se lo comía a Carmen, que a su vez me chupaba la polla como la maestra que es.

Yo tenía desde la mañana dos obsesiones. Una eran las tetas de Estela y la otra el culo de mi hermana.

Cuando terminé y me corrí en la boca de Carmen, me fui directo a las tetas de su hija. Le devoraba esas preciosidades que tenía, mientras su madre ahora le hacía un cunilingus espectacular.

Por su parte mi madre y mi hermana seguían a lo suyo y ahora estaban enfrascadas en unas tijeritas de las que hacen época, frotándose sus respectivos coñitos, mientras gemían como auténticas zorras.

Carmen y yo conseguimos que su hija se corriese como una posesa, gritando como una perra.

-Si, seguid, así mamá, párteme el coño de gusto, siiiii. Carlos, mi vida, que bien chupas las tetas. Oh, dios, que gusto, me voy a correr.

-Si, córrete, puta, así, como una puta.

-Si, soy una puta, de las grandes, pero estoy de puta madre.

Después de cumplir uno de mis deseos, estaba el otro. Partirle el culo a mi hermana.

-Eva? (Carlos)

-¿Si? (Eva)

-¿Sigues siendo virgen por atrás? (Carlos)

-¿Por qué quieres saberlo? (Eva)

-Porque tienes un culo para follarlo (Carlos)

-Pues si. Sigo siendo virgen por atrás (Eva)

-Pues prepárate que vas a dejar de serlo (Carlos)

-Tú estás loco. Con esa polla ni de coña me vas a follar por atrás (Eva)

-Déjate llevar. Hasta hace unos días yo también era virgen del culo, pero no veas como sabe usar la herramienta tu hermano. Es una sensación indescriptible. (Elsa)

-No se. Creo que me va a doler (Eva)

-Al principio molesta un poco, pero Carlos sabe como usar la polla, va poco a poco. (Elsa)

-Vale, pero por favor, vete muy despacio. Y si te digo que pares, lo haces y ya está. (Eva)

Preparé el lubricante y empecé la operación de dilatarle el ojete a mi hermanita. Por su parte, Carmen se había puesto el consolador a la cintura y se estaba follando a su hija.

-Tiene gracia (Carlos)

-¿El qué? (Eva)

-Pues que me follado los coños por los que habéis nacido tu y Estela (Carlos)

-Y tú también (Eva)

-Es verdad, me he follado el coño por el que vine al mundo. Es lo más de lo más. Hace falta ser muy puta para follar con tu propio hijo, eh mamá? (Carlos)

-Si, hijo, si, soy muy puta, pero no menos que Carmen, que se está follando a su propia hija con una polla de goma o tu hermana, que te va a abrir su culo por primera vez para que entre una polla. Y tu claro, eres un pedazo de cabrón, capaz de follarse a su madre y a su hermana.(Elsa)

Fui poco a poco, dilatando el culito perfecto de mi hermana. Ella gemía, al principio un poco por temor y luego por placer. Fui aumentando el ritmo hasta que me vine dentro del culo de mi hermana, que quedó completamente satisfecha de su primera tomada de culo.

A la única que me quedaba por follar de las presentes era a Estela, así que tras tomar un poco de aire, y poner la herramienta apunto me follé a la amiga de mi hermana, a ella por su coño, completamente depilado. Mientras Estela y yo estábamos a lo nuestro, mi madre y mi hermana hacían llegar a lo más alto a Carmen, hasta que casi al mismo tiempo, madre e hija se corrieron gritando como lo que son, dos putas, muy buenas, eso si, lo mismo que las perras de mi madre y mi hermana.

Este verano pasado ha sido el mejor de mi vida, pero lo bueno es que seguimos viéndonos, ya que todos vivimos en Madrid, y el carnudo de Carmen, quiero decir, el marido de Carmen pasa fuera de casa veinte días al mes, por lo que nuestras orgías siguen su curso, a veces con todos los componentes y otras falta alguno.

FIN