Ver en la Obscuridad: Cap. 8

-Deberíamos escribir nuestros nombres aquí –cambió de tema- hemos vivido cosas importantes aquí, nuestros nombres deberían estar en este lugar.

-Lo Amo-

-Creo que deberíamos llamarla Tobby.

-¿Si te das cuenta de que lo que dices no tiene sentido?

-¿Por qué?, Tobby es un lindo nombre para una mascota.

-Sí pero esta mascota en particular, es hembra.

-¿Y? –pregunto ingenuo.

-Que no puedes ponerle Tobby a una perrita, pobre animal, el padre que le tocó –bromeé- ¿cómo te vas a hacer cargo de ella si apenas tiene dos horas con nosotros y ya quieres cambiarle el sexo?

-Pues, afortunadamente tiene a su otro papá, quien no me dejara cometer ninguna locura con esta rubia y hermosa criaturita.

-Deberíamos llamarla Estrella –le propuse.

-¿Estrella?... tal vez… ¿Te gustaría llamarte Estrella? –Le preguntó al animal- Si, definitivamente si, Estrella será, tiene cara de llamarse Estrella.

-Estás loco.

-Por ti –me besó-. Él me tiene loco –le hablaba al animal- es tu papá Gustavo –Continuó- El me ayudara a cuidarte, es buena persona, vivimos en casa separadas y tú vivirás conmigo porque él no puede hacerse cargo de ti solo. Pero tranquila, estaros mejor conmigo, tu papá sufre de cambios de humor repentinos –bromeó- y por tu bienestar psicológico y físico, estarás mejor conmigo.

-Sí, pero porque tu papá hace cosas que me sacan de mis cabales, admito que estarás mejor con él, pero mantente alerta, nunca se sabe.

-Le estás hablando a mi pierna –empezó a reír.

-No, le estoy hablando a la perra que hasta hace poco tenías ahí. –le seguí el juego.

  • Si, pero la quite para tapar sus oídos, no iba a permitir que escuchara esa cantidad de mentiras –bromeó.

-Yo no miento.

-Si lo haces, bastante seguido debo decir. – Me besó- bueno, tú crees que mientes, porque la verdad, eres malísimo haciéndolo.

-Es por falta de práctica.

-Deberíamos escribir nuestros nombres aquí –cambió de tema- hemos vivido cosas importantes aquí, nuestros nombres deberían estar en este lugar. Lástima que no tenemos ni un lápiz.

-Será para la próxima, vendremos muchas veces más.

-Sí, te prometo que la próxima vez que vengamos, escribiré nuestros nombres aquí.

Andrés y yo estábamos  en la misma cabaña donde tiempo atrás, por primera vez, fuimos nosotros. Llegamos allí luego de adoptar a estrella esa mañana, una cachorrita que Andrés se empeño en tener desde la semana anterior que la vio por primera vez en esa tienda. Yo al principio me opuse, ya que obviamente yo no podría hacer mucho por el animal, pero Andrés terminó convenciéndome, como siempre.

-He estado pensando –continuó-, mucho en realidad, y creo que estoy listo para hablar con la familia sobre nosotros, claro cuando tú quieras.

-Yo he estado pensando lo mismo, pero me da mucho nervio. ¿Cómo lo haremos? ¿Reuniremos a todos y se los diremos?

-deberíamos comenzar con nuestras respectivas tías/suegras –bromeó- un paso a la vez mi querido saltamontes –dijo citando uno de mis libros favoritos, él me lo había leído.

-Sí, sería mejor así –acepté- Me da miedo la reacción de mi mamá –admití luego de varios minutos.

-¿Por qué?

-No es que me vaya a botar de la casa o me desherede –bromeé-, es solo que, ella siempre habla de tener nietos de sus tres hijos y bueno…

-Si quieres le presentamos a estrella –me interrumpió bromeando.

-Sabes a que me refiero.

-Si quieres podemos comenzar contándole a mi mamá, yo se que ella lo tomará bien, tal vez nos ayude con la tía  Victoria. ¿Te parece?

-Esa es una muy buena idea –admití.

-Entonces vamos –me tomó de la mano.

-¿A dónde?

-A hablar con mi mamá.

-¿Ahorita? –Pregunte sorprendido.

-Sí, no hay tiempo que perder, vamos.

Estuvimos todo el camino en silencio, ambos estábamos nerviosos, lo único que se escuchaba eran los ladridos de Estrella en el asiento de atrás.  Cuando llegamos a la casa de mi tía, Andrés solo estaciono el auto al frente y nos quedamos dentro de este por un rato más. Andrés tomó mi mano, la suya sudaba, estaba nervioso, hablaríamos con su mamá, sobre nosotros, era la primera vez que se lo diríamos a alguien, sabíamos que mi tía no reaccionaria mal, siempre ha demostrado tener una mentalidad liberal, pero tomando en cuenta que Andrés y yo éramos primos, tal vez podría ser demasiado para ella.

-Es hora, salgamos – rompió el silencio- vamos Estrella, vamos a presentarte a tu abuela –bromeó- Vamos –dijo ayudándome a salir- es ahora o nunca.

Caminamos lentamente los pocos metros desde la acera a la puerta de la casa, ambos tratábamos, inconscientemente, de retrasar el momento.

-Juntos, pase lo que pase –tomé su mano.

-Juntos –repitió apretando mi mano.

-Te amo.

-Te amo –tocó la puerta, soltamos nuestras manos.

Mi tía nos abrió y luego de saludarnos, se disculpo con nosotros porque tendría que dejarnos solos un momento mientras terminaba de cocinar, nosotros preferimos esperar en la sala.

-Primero, ¿Y esa perra? ¿De quién es? –pregunto cuando regresó con nosotros.

-Nuestra – Respondió Andrés tranquilamente.

-¿Suya? – no entendió.

-Sí, nuestra, de los dos. –Le explico Andrés nervioso.

-No entiendo.

-De eso venimos a hablarte mamá, pero siéntate primero por favor.

-Ok, me siento. Pero ya, habla, no entiendo nada.

-Ma… Mamá –vaciló, yo apreté su pierna en señal de apoyo. – ella es Estrella, Gustavo y yo la adoptamos esta mañana, si, ambos, veras, Gustavo y yo… Gustavo y yo estamos juntos –hizo una pausa- nos amamos y… bueno, queríamos que lo supiéras, queremos contar con tu bendición, no estás obligada a dárnosla –estaba nervioso, demasiado-, pero a nosotros…

-Hijo… -Lo interrumpió- tranquilo –lo calmó-, a ver, que tu hijo te diga que esta enamorado de otro hombre no es algo que pasa todos los días, pero tampoco es nada del otro mundo –Andrés y yo respiramos más tranquilos luego de esto- Es gracioso ¿Sabes? Yo siempre pensé que terminarías con alguien de la misma familia, obviamente no me esperaba que fuera Gustavo, pero sabia que algo así pasaría, tanto cuidarte de Carolina, la hija de tu tío Julián, no me gusta cómo te mira esa muchachita y mira, al final al muchacho –refiriéndose a Andrés- me lo conquistó quien yo menos pensaba –risas.

-Mama… ¿No estás molesta?

-¿Molesta? –Preguntó sorprendida- Hijo, el sueño de toda madre es ver a sus hijos felices, si es Gustavo quien te hace feliz, ¿Cómo podría molestarme?

-Bueno, pero Gustavo y yo somos primos –estaba más calmado.

-¿Y? Hay un dicho que dice “La carne de primos se come”, nunca la he probado, pero por ustedes, puedo ver que es sabrosa –soltó una carcajada.

-Mamá…

-¡Cálmense ustedes dos! Vamos que esto no tiene nada de malo, sus abuelos eran primos, y aquí estamos, el mundo no se acabo por eso.

-Los abuelos –hablé por primera vez- eran...

-Si –me interrumpió- en esta familia no se habla mucho de eso, es normal que no lo supieran, lo que quiero decirles, es que, el hecho de ser primos no hace ninguna diferencia, son dos personas que se aman, ¿Se aman cierto?

-¡Claro! –contestamos los dos al mismo tiempo.

-¿Entonces? ¡No hay ningún problema! Hijo, luego de lo que pasó hace algunos años atrás, pensé que no te vería sonreír así de nuevo, Gustavo te hace sonreír y eso es todo lo que necesito para estar bien. Además, el hecho de que no me lo esperara no hace que me sorprenda, al principio me pareció rara tanta cercanía entre ustedes, pero después que se volvieron peor que la uña y la mugre, tú eres el único que convence a este tarado –refiriéndose a mí- de hacer cualquier cosa, estaba claro que algo raro pasaba entre ustedes, corrijo, estaba claro que ALGO –enfatizó- pasaba entre ustedes, porque amar a alguien no tiene nada de raro.

-Debo admitir que esperaba una reacción algo más dramática, con lagrimas, gritos y esas cosas –bromeé.

-Eso es porque tienes una tía moderna, conocedora del mundo –me contestó en el mismo tono- vamos cariño, cambia esa cara, pareciera que te va a dar algo –le dijo a Andrés.

-Es que esto es tan raro.

-¿Quieren gritos? Yo puedo dárselos, ¡Se van de mi casa! ¡Yo crié a un hombre! –Grito con falsa nostalgia.

-Jajaja tía por favor, Andrés, en serio, tranquilo. –tome su mano.

-Awww –escuche decir a mi tía, supongo que al ver lo que hice –que encanto.

-Gracias mamá, gracias por apoyarnos.

-No pasa nada, tranquilo hijo.

-Tenias razón, fue buena idea contárselo a mi tía primero, es la mejor del mundo –le dije a Andrés tomando ya sus manos con libertad.

-¿Soy la primera? ¡Tan lindos! ¡Hay Andrés por favor! ¡Agárrale las manos bien, deja la pena! – Exclamó al notar que era yo quien se las agarraba a él- ¡Así está mejor! –Andrés me apretó las manos con fuerza.

-Ahora solo falta mi mamá –le dije a Andrés.

-Si quieren yo puedo ayudarlos con eso, no se preocupen. –contestó mi tía.

-¡Te lo dije! –lo escuché reír.

-Ahora préstame a ese animal, ¿estrella? Dijiste que se llama Estrella ¿No? –Asentí- Venga para acá, venga con la abuela –Andrés se la dio- ¿Tienes hambre? –Ahora hablaba con la cachorra- Es lo más probable, este par de descuidados –nosotros- no te debe haber dado comida aun, vamos a la cocina, seguro allá consigo algo que darte. – se alejó.

-Tenías razón, mi tía es la mejor.

-Ven acá –Me besó- Te amo Gustavo, Te Amo, escúchame bien: Te Amo –volvió a besarme.

-¡Sin demostraciones demasiado explicitas de afecto por favor! –gritó mi tía Marta desde la cocina, Ambos reímos.

-Disculpa mamá, es que… ¡Lo Amo! –Le gritó Andrés de vuelta.

-¡Entonces demuéstraselo! –le contestó- ¡Pero allá arriba, en la habitación! ¡Déjenme asimilarlo!  -Ambos estallamos en risa.

-¡Ni se te ocurra que vamos a subir! –le dije a Andrés por lo bajo.

-¿Te da pena con mi mamá? – pregunto divertido.

-Tú sabes que si, además allá arriba debe estar Rafael.

-¿Donde está Rafael mamá? –le grito a Andrés a su madre.

-¡Salió! ¡Está con Patricia! ¡La Novia de turno! – contestó recordándonos lo “Don Juan” que es su hijo menor e informándonos que el piso de arriba estaba totalmente solo.

···

- Gustavo tu mamá… ¡Hay por dios! ¡Si van a hacer esas cosas por lo menos pónganle el seguro a la puerta! –Nos gritó mi tía divertida cuando entró sin avisar al cuarto de Andrés, no estábamos haciendo nada fuera de lo común, solo nos estábamos besando en su cama con la ropa un poco movida, pudo ser peor.

-Mamá, si tal vez tocaras la puerta, esto no pasaría. –Le dijo Andrés muerto de pena.

-Esta es mi casa, ¡No pienso tocar las puertas dentro de mi propia casa! –Risas- como sea, Gustavo, Victoria llamó y como le dije que estabas aquí, me pidió que les dijera que fuéramos urgente a tu casa, ella viene de la clínica, de hablar con los doctores que llevan tu caso, dice que trae muy buenas noticias.


¡Hola! ¡gracias por leerme!

Gracias a todas las personas que comentaron el capitulo anterior, sea por aqui o por correo ( eeergatedijequeno@gmail.com ). Les pido disculpas por no contestarles, es que me surgio un problema imprevisto y estoy muy ocupado, prometo que les respondere a todos apenas pueda, tambien pido disculpas por no publicar este cap en mi tumblr ( a-venezuelan-guy.tumblr.com ), no lo he hecho por los mismos motivos.

Les recuerdo que despues de este capitulo solo faltan dos para terminar la historia, espero que entendieran el final de este cap. ahi dice de que se tratara el proximo.

¡Comenten, valoren, escribanme! ¡Diganme su opinion!

¡Hasta la Proxima!