Ver en la Obscuridad: Cap. 7

Yo nunca he estado con nadie –Moría de la vergüenza.

Primero que nada: Muchas gracias por todos sus comentarios, Gracias a todas las personas que me escribieron al correo, gracias por compartir conmigo  sus opiniones. Les recuerdo que despues de este capitulo solo quedan tres para finalizar la historia. Los dejo con el capitulo:

-Estamos juntos en esto-

-Por favor dime que te gusta el pollo agridulce o me vas a dañar la sorpresa. – comentó Andrés entre risas.

-Si me gusta, pero no entiendo ¿Por qué lo preguntas? –Estaba realmente confundido.

-¿A qué crees que te traje a mi apartamento? – pregunto con voz infantil.

-No me digas que cocinaste para mí en mi cumpleaños porque eso sería un cliché imperdonable – No saber los planes de Andrés me tenia nervioso y los mismos nervios hacían que me riera como un tonto.

-¡Nop! –Me dio risa su forma de decirte, fue tan adorable- mejor aun, vamos a cocinarlo juntos. –me tensé.

-Andrés no sé si te das cuenta pero yo en una cocina soy un potencial desastre –sentí miedo- yo no puedo cocinar –admití apenado.

-y no sé si tú te diste cuenta que dije “Vamos a cocinarlo juntos”, ni loco te dejaría solo en una cocina, tranquilo, confía en mí.

-Andrés, de  verdad, yo no…

-Tranquilo –me interrumpió- Gustavo… Confía en mí. – Me besó- sabes que yo nunca te haría hacer algo que te hiciera daño… Espérame aquí un momento, voy a buscar todas las cosas. –me dejó en la sala sin tener tiempo de contestarle.

Era martes, mi cumpleaños, Andrés me explicó que faltó a su trabajo con la excusa de que “Tenia asuntos personales demasiado importantes que atender”. Hasta ese momento no supe que planes tenia Andrés para ese día, solo me había dicho –toda la semana anterior, todos los días- que no aceptara ningún plan con nadie para esa fecha. Pude escuchar desde la sala como Andrés sacaba los implementos de cocina y los que supongo eran los ingredientes de la comida a preparar, duro varios minutos, por momentos lo escuchaba quejarse de no encontrar algo. Cuando terminó lo que hacía, regresó por mí a la sala.

-Parece que no conoces tu propia cocina –le dije haciendo alusión a sus quejas de poco tiempo antes.

-sí, bueno es que no encontraba la bandeja que le pedí prestada una vez a mi tía Clara y que hoy pude confirmar que nunca la devolví, ahora entiendo porque se negó a prestarme las pinzas el otro día – se reía, me encantaba escucharlo reír –Ven, pasemos a la cocina… Aquí están todos los ingredientes que hay que picar para la salsa y para rellenar el pollo –dijo cuando llegamos- Sostén esto –me dio un cuchillo.

-Andrés no, no puedo –tenía miedo-, no puedo hacer esto, yo no debería tener un cuchillo, podría lastimarte, podría lastimarme yo.

-No lo permitiría –me interrumpió.

-Pero ¿Qué se supone que haga con esto? –Levante la mano con el cuchillo- yo no puedo ayudarte a cortar nada.

-Espera, déjame ayudarte –se colocó detrás de mi- no te asustes, solo voy a colocar mis manos sobre las tuyas, ahora tomemos este pimentón, debemos cortarlo en tiras, así, coloca el cuchillo frente a la punta de tu dedo y corta, desliza un poco mas tu mano hacia atrás y hacemos lo mismo. Así de fácil.

-De… Déjame intentarlo solo –me soltó- pero no te alejes.

-No lo haré.

Andrés tenía razón, no era difícil. Yo solo, pude cortar todos los ingredientes para el relleno y la salsa mientras el limpiaba el pollo.

-Espérame aquí un momento, voy a poner algo de música que se que te va a gustar. –Efectivamente, Andrés coloco música y era mi cantante favorita, le subió el volumen y regreso conmigo.

-Tus vecinos se van a molestar –le dije a modo de recordatorio.

-No podrían, esta es la primera vez que hago esto. Además, el hijo de la señora del 3B siempre lo hace y no se quejan. –me besó- Canta, se que quieres hacerlo –terminó.

-Es que me da pena –admití.

-¿Pena? ¿Conmigo? –pregunto divertido, yo asentí. Él empezó a cantar logrando que yo también lo hiciera.

Seguimos cantando sin temor alguno a perder la voz en alguno de nuestros berridos, solo callábamos cuando nos estábamos besando. Terminamos de preparar la comida que al final era “Enrollados de pollo agridulce con papas enteras”, si, las papas se debían comer enteras, hasta con concha. Metimos la bandeja con pollo al horno y montamos las papas a hervir, bueno en realidad fue él quien lo hizo. Fuimos a la sala a esperar que la comida estuviera lista, seguimos cantando y besándonos, por momentos hasta bailamos, claro si a eso se le podía llamar baile, no se él, pero yo movía mi cuerpo de cualquier forma y en cualquier dirección.

El timbre del horno sonó indicándonos que ya la comida estaba lista. Andrés fue a sacar el pollo para que este se enfriara y regreso a la sala a preparar la mesa.

-Ven, acompáñame a servir la comida –me tomo de la mano y me llevo hasta la cocina.

-¿Qué puedo hacer por ti? –le pregunte una vez llegamos.

-Podrías servir las papas, tranquilo que ya están frías –me dijo al notar mi expresión- ¡Estúpido Pollo! – le escuche decir.

-¿Qué pasa con el pollo?

-Que no se quiere quedar donde lo pongo.

-¿Si recuerdas que yo no puedo verlo?

-No importa, es ahí donde se tiene que quedar. Así tiene que servirse. –la forma en que lo dijo me causó gracia. –Vamos a la mesa –coloco mi mano alrededor de su (hasta ese momento desconocidamente para mí) musculoso brazo y luego tomó los platos. Cuando llegamos a la mesa me ayudo a sentarme y volvió  a la cocina por los cubiertos.

–Habría comprado algún vino, pero como ninguno de los dos lo toma, no lo hice. En cambio traje agua y un par de coca colas. –Hizo una pausa- Espérame una última vez –acto seguido apagó la música y volvió a la cocina. Cuando regresó, empezó a colocar unas cosas sobre la mesa, no supe que era hasta que el característico sonido del encendedor me lo dijo.

-¿Trajiste velas? De verdad no era necesario, además no puedo verlas.

-Pero sabes que están ahí. Eso es más importante aún… Ahora creo que si ya estamos listos –Me besó- ¡Feliz Cumpleaños!

-¡Graci –me besó nuevamente- as!

A pesar de no tener mucha hambre, lo comí todo. El pollo estaba realmente delicioso. Andrés por su parte tuvo que quitarles la concha a las papas –mira quien es necio con la comida-.

-En otras circunstancias lo apropiado después de comer seria ver una película, pero como eso no se va a poder… ¿Te gustaría seguir escuchando música conmigo?

-Seria un autentico placer –le contesté sonriendo.

-Me encanta cuando sonríes. –coloco su mano en mi mejilla.

-Y a mí me encanta cuando dices que algo de mi te encanta. –Me sonrojé.

-Es que tú eres un encanto. Ahora por ejemplo, todo nervioso, estas adorable.

-Te Amo –lo besé.

-Te Amo –me volvió a besar.

Entre los dos recogimos la mesa y lavamos los platos, al ritmo de la música debo admitir. Me causaba mucha gracia escuchar a Andrés cantando, las canciones eran en inglés y aunque lo pronunciaba bastante bien, habían algunas palabras que simplemente él no lograba decir. Cuando las canciones cambiaron a baladas con ritmos más lento, preferimos seguirlas disfrutando sentados en la sala. Yo estaba sentado, él se acostó y colocó su cabeza  en mis piernas, yo comencé a acariciar su cabello y de repente recordé algo que me había dicho hace tiempo.

-Ahora que recuerdo, una vez me dijiste que vas al gimnasio para ponerte “Bonito” para la persona que te gusta, creo que puedo asumir que esa persona soy yo, lo que no entiendo es ¿Para qué ponerte “bonito”? es decir, ¿Para qué mejorar tu apariencia? Yo no puedo verte.

-Y tú una vez me dijiste que ahora para ti lo principal es el oído y el tacto, ¿No? –Asentí- Pues, ¿Qué importa si no puedes ver? En cambio puedes tocar y para mí eso es mejor –Se subió la camisa y coloco mi mano en su marcado abdomen. Yo me puse nervioso y cuando intente apartar mi mano de su abdomen accidentalmente la pase por su entrepierna -¡Uy! ¡Miren quien se puso juguetón! –Bromeó. Yo me aparté- ¿Qué pasa? –No respondí- Gustavo ¿Qué pasa? –Se sentó.

-Lo siento, me puse nervioso.

-¿Y por qué estas nervioso?

-Yo nunca he estado con nadie. –Moría de la vergüenza.

-Y yo nunca he estado con un hombre, tengo un lunar de nacimiento allá abajo y uno de los dedos del pie medio torcido, ¿Qué tiene de malo?

-Es que yo sé tú quieres, pero mis nervios no…

-Claro que quiero. Sería la mentira más grande de este mundo si te dijera que no me muero por estar contigo. Pero, no hay prisas. Cuando tú te sientas preparado, entonces lo haremos.

-Es que yo si quiero estar contigo, pero no sé cómo.

-Gustavo, de verdad, no hay problema. Cuando te sientas preparado, tranquilo –Me besó- te amo tonto, por ti esperare lo que sea.

De verdad no entendía como Andrés podría ser tan perfecto –al menos para mí-  yo conocía a mis demás primos y otros chicos, sabía que ellos no habrían reaccionado de esa forma, esto quería decir que, o Andrés no me “deseaba” de esa forma ó me amaba tanto como para esperar hasta que yo decidiera que era el momento. Luego de buscar algo mal en la respuesta de Andrés, me di cuenta que quien en realidad estaba mal era yo, con esto no quiero decir que tenía que acostarme con él en forma de pago, no, sino que me di cuenta que si no lo había hecho antes era por mi miedo a hacerlo mal, hacer algo estúpido mientras lo hacíamos, pero Andrés me había demostrado que para él nada de lo que yo hiciera sería estúpido, y en todo caso, si lo fuera, él haría algo más estúpido aun para hacerme sentir mejor. Entonces tomé la decisión, tenía que despejar mi mente de todos esos absurdos pensamientos, y además, ¿Qué podría salir mal? Estaría con Andrés y eso lo haría perfecto.

-Quiero hacerlo –dije después de un largo silencio.

-¿Ah? –no escuchó bien.

-Quiero hacerlo, Hoy.

-Gustavo, mi amor…

-Quiero hacerlo Andrés, de verdad.

-¿Seguro?

-Seguro, Vamos –le tome la mano y ambos nos levantamos, yo iba adelante y lo guiaba hacia el cuarto.

-Ese es el camino hacia la puerta, el cuarto esta hacia allá –me volteó,  fue un giro de casi 180 grados- bobo –me besó.

Llegamos a su cuarto y Andrés me acostó con mucho cuidado sobre su cama. Estábamos besándonos cuando yo empecé a desabotonar su camisa.

-Ya va, espera un momento – se levanto y busco algo en su closet- Ahora si estaremos a mano –se acostó a mi lado.

-¿Qué hiciste?

-Me vendé los ojos. Toca –colocó mi mano sobre sus ojos y efectivamente tenía algo cubriéndolos.- Si esta va a ser nuestra primera vez, ambos debemos estar iguales.

-Andrés no…

-Shhhh. No hables –se acostó sobre mi y empezó a besarme.

Ahora si empecé a desabotonar su camisa y luego Andrés hizo lo mismo con la mía. Besó todo mi pecho, no quedo ni un solo centímetro que sus labios no tocaran, poco tiempo después se deshizo de mis pantalones y empezó a besar mis pies y a ir subiendo por mis piernas, cuando estaba por llegar a mi entrepierna, pasó de largo y seguía con mi pecho hasta llegar nuevamente a mi boca. Me volteó suavemente y él se quito sus pantalones, ahora estábamos ambos en ropa interior. Besó y masajeó toda mi espalda, como pudo, aun estando yo boca abajo, me quito mis bóxers dejándome completamente desnudo. Espesó nuevamente a recorrerme con sus labios desde los pies hacia arriba, cuando llego de nuevo a mi zona intima, pensé que haría lo mismo, seguir de largo, pero me equivoque, esta vez, sus labios también besaron esa parte de mi cuerpo. Los besos de Andrés eran como pequeñas descargas eléctricas en todo mi cuerpo, apenas estábamos comenzando y yo, ya me sentía en el cielo. No me hubiese importado si solo hacíamos eso y no pasábamos a mas ese día, lo que realmente me importaba era que era Andrés quien me estaba haciendo sentir todo eso, que era por él por quien tenía toda mi piel erizada, era él quien me estaba haciendo sentir todos esos escalofríos.

-Voltéate otra vez – Me susurró en el oído.

Rápidamente obedecí a su petición, Andrés me beso apasionadamente y se quito su ropa interior, fue bajando nuevamente con sus besos, tomo mi miembro con su mano, no supe que haría hasta que lo escuché hablar:

-Definitivamente debemos proponer la nariz como órgano sexual. –me dijo entre risas, cuando intento introducir mi miembro en su boca, este golpeo su nariz.

-esta vez fue tu cul… Ahhhh- exclame de placer al sentir su cálida lengua en mi glande.

-Sabe mejor de lo que esperaba –me dijo antes de, ahora sí, introducir mi miembro por completo en su boca.

-Por favor, si en algún momento te lastimo, dímelo. No quiero hacerte daño.

-Tranquilo –ahora era yo quien lo calmaba- además ya me preparaste lo suficiente, hazlo, tú nunca me lastimarás.

-Ahí vamos, avísame si te duele. –comenzó a introducir su miembro en mi interior. -¿Qué pasa? ¿Te molesta? –se apresuró a decir al escuchar mis primeros gemidos.

-No, Todo lo contrario, sigue. –Baje mis piernas de sus hombre y las coloque alrededor de su cintura, el me besó.

  • ¿Sabes? Oficialmente, estamos haciendo el amor. –dijo antes de empezar a retirarse un poco y volver a introducirse por completo.

-Y no podría ser más perfecto.

-Te Amo.

-Te amo.


¡Aqui estoy otra vez! ¡Gracias por llegar hasta el final!

Si, esta fue su primera vez, no quise poner demasiados detalles porque no sabia como y porque no queria "arruinarlo", estoy bastante satisfecho con como quedo, espero que les gustara.

De nuevo, muchisimas gracias por comunicarse conmigo, cuando decidi publicar mi correo no esperaba que me contactaran tantas personas. ¡Gracias!

les recuerdo pasar por http://a-venezuelan-guy.tumblr.com para descargar este cap. mas un pequeño avance del siguiente.

¡Valoren y comenten! haganme saber su opinion, sea por aqui o por mi correo ( eeergatedijequeno@gmail.com ).

¡Hasta la proxima!