Ver en la Obscuridad: Cap. 6
¿Es cierto que cuando una persona queda ciega sus otros sentidos se súper desarrollan?
¡Hola! Muchisimas gracias por sus comentarios en la entrega pasada, sus valoraciones y sus lecturas. Los dejo con el 6to capitulo:
-Te Amo-
Seguíamos en aquella pequeña cabaña de ese momentáneamente solitario parque donde minutos atrás Andrés me había dicho que me amaba. Después de eso ninguno había vuelto a hablar, todo era muy incomodo, yo estaba tratando de asimilar todo lo que me había dicho, y él supongo que esperaba alguna respuesta de mi parte, era como si ambos compitiéramos por incomodar al otro con el silencio, y fui yo, yo perdí miserablemente nuestra secreta batalla.
-Andrés, todo eso que acabas de decir… ¿Estás seguro?
-Tan seguro como estoy seguro de las pocas cosas de las que estoy seguro en el mundo. –volvía a ser tierno.
-Es que… no sé qué decir. Me la pase tanto tiempo pensando que esto nunca sucedería que no me preocupé en pensar que si podría pasar.
-No tienes nada que decir, a menos que no te guste lo que dije o no sientas lo mismo por…
-¡No! – Le interrumpí- no es eso…
-Entonces no tienes porque decir nada, con eso es suficiente para mí. –Luego de esto fue que me di cuenta de que Andrés y yo llevábamos todo el rato con las manos agarradas por encima de la mesa de piedra, sus mano estaban sudando por los nervios- Ven –Empezó a levantarse de la mesa.
-¿Y ahora a donde me llevas? – risas.
-Deja la quejadera, además vamos a ir a un lugar cerca de aquí, solo déjame botar esta basura.
-Andrés no botes la pizza que quedó, déjala para…
-Para dársela a alguno de los perritos hambrientos que hay en parque. –ahí estaba su ternura otra vez.
-Bueno, si es que alguno de esos pobres animales se atreve a comerse una pizza de carne mechada. –dije entre risas.
-No sé por qué no te gusta –él también reía- además, esa pizza no es de las más raras que venden ahí, deberías probar la deliciosa pizza de carne con anchoas.
-¿Ah? –mi cara debió ser de autentico terror, porque Andrés estalló en risas.
-Sí, bueno yo no la he probado, lo juro. Un compañero de la oficina me dijo que es sabrosa, pero sinceramente, y sin temor de sonar como tú, esa pizza me da como grima.
Andrés me dejó solo unos minutos mientas colocaba la basura en su cesta correspondiente, cuando regresó me ayudo a bajar los escalones que habían para salir de la cabaña y comenzamos a caminar hacia ese lugar al cual quería llevarme. Sin poder verlo, pude imaginarme lo adorable que se vería Andrés dándole una rebanada de pizza a cada perro que encontrábamos en el camino y más aún corriendo detrás del perro que le robó la caja. Cuando se dio cuenta de que no iba a poder alcanzar al rápido animal, regreso conmigo y abandonamos el camino de pavimento y continuamos caminando sobre el césped unos minutos hasta que llegamos a un árbol y nos sentamos bajo su sombra.
-Quiero hacerte una pregunta, sabes que siempre me ha causado curiosidad, no te la había hecho antes por temor a tu reacción, pero supongo que ahora que estamos bien puedo hacerla ¿no? –ya sabía a qué se refería.
-Hazla, sin miedo.
-¿Es cierto que cuando una persona queda ciega sus otros sentidos se súper desarrollan? –Acerté.
-Primero… Te morías por preguntar eso ¿Verdad? – no puede evitar sonreír.
-No puedo decir que no.
-Bueno, te explico. Al quedar ciego, los demás sentidos no se súper desarrollan, al menos no en mi caso –reí- es más, creo que ni siquiera cambian, siento decepcionarte.
-Nunca –me interrumpió.
-Los demás sentidos siguen iguales, solo que ahora debes aprender a prestarles más atención. A mi parecer, las personas percibimos el mundo un 50% de manera visual, el otro 50% lo dividimos entre los demás sentidos a los cuales le prestamos poca atención. Al perder la visión, estamos obligados a concentrarnos en los demás sentidos, sobre todo el oído y el tacto, estos pasan a ser los principales, al menos para mí lo son.
-¿Pero qué tanta atención puedes prestarle? Es decir, ¿te das cuenta de todo lo que pasa a nuestro alrededor?
-No exactamente de todo, eso es imposible, pero en estos momentos puedo notar gracias a las hojas en el suelo, que el árbol debajo del que estamos sentados está perdiendo sus hojas. También se que estamos cerca del rio y que no muy lejos de aquí hay un grupo de niños jugando, apuesto que esto último no la habías notado ¿Cierto?
-La verdad no, lo del árbol y el rio sí, pero porque los veo, a los niños no. Déjame intentar algo.
-¿Qué?
-Silencio por favor, intento concentrarme –me calló, no entendía que estaba haciendo- No, definitivamente no puedo escuchar a los niños, por más que me esfuerce y aunque cierre los ojos no puedo. –dijo luego de un momento en absoluto silencio, su comentario me hizo reír.
-Eso es porque esto no funciona así, Bueno, si funciona así, pero no de la forma en la que quieres que funcione.
-¿A qué te refieres?
-Aunque cierres los ojos, sabes que tus ojos están ahí y funcionan, la tentación para abrirlos y saber que pasa, es tan fuerte que concentras casi toda tu atención en eso, no creo que lo hagas de forma consciente, pero lo haces. No es lo mismo que en mi caso, yo sé que no podre verlo y por eso me concentro, se podría decir que me obligo a escucharlo. En el caso del tacto no es muy diferente, por ejemplo, cuando va a llover, te das cuenta por las nubes grises en el cielo y por la brisa fría, yo tengo que notarlo unicamente por la brisa fría. –le expliqué, en otras circunstancias no creo poder haber hablado del tema con tal naturalidad, pero él logró que lo hiciera.
-Ok… Mira vale, todos los días se aprende algo nuevo –admitió divertido-. Me encanta cuando hablas así.
-¿Así como? –no le entendí.
-Así, tranquilo y decidido. Me gustas más así. Me gusta más este Gustavo. –Me sonrojé- no tienes porque ponerte nervioso, no es mi intención –lo notó.
-No lo estoy –le mentí.
-Si lo estas, cuando estas nervioso te sonrojas y empiezas a hacer eso con los ojos, tus hermosos ojos empiezan a moverse en cualquier dirección, Siempre ha sido así, no puedes ocultarlo.
-Y te aprovechas de eso –le recriminé divertido.
-Jamás, pero me ha sido de ayuda.
Volvimos a quedarnos en silencio, esta vez, tendidos sobre el césped. El momento era perfecto, el solo escuchar su respiración y saber que estaba ahí conmigo me hacia feliz. Ahora que lo pensaba no sabía cómo no me había dado cuenta de los sentimientos de Andrés, aunque nunca fue obvio, con un poco de dedicación se podía notar. Supongo que no me di cuenta porque pasaba mayor tiempo pensando que esto nunca sería posible en vez de creer que si lo seria.
-¿Puedo preguntar yo algo ahora?
-Ya lo hiciste.
-Sabes que quiero decir.
-Pregunta tranquilo, pregunta lo que quieras, si se la respuesta no dudes que te la diré.
-¿Por qué fumas?
-No lo hago.
-Sí, Si lo haces. Discúlpame por haberlo hecho, pero el otro día revisé la guantera de tu carro y encontré un paquete de cigarrillos. ¿Por qué fumas?
-Yo no fumo, dejé de hacerlo. Gracias por recordarme que tengo que botar eso –la caja de cigarrillos-.
-¿Dejaste de hacerlo?
-Sí. Y dejé de beber también, debo darte las gracias por cierto, ¡Gracias!
-De nada, pero la verdad no entiendo.
-No quiero sonar repetitivo –comenzó- pero cuando tuvimos el accidente, le hice una promesa al que está allá arriba –Dios-, Él y yo hicimos un trato, cuando te vi tan mal, cuando temí por tu vida, le prometí que dejaría de beber y fumar si te salvaba, además me comprometí a ayudarte con todo lo que pudiera y a confesarte todos mis sentimientos hacia ti, él cumplió su parte y ahora yo hago lo mismo.
-¿Por qué eres así conmigo? –fue lo único que pude preguntarle.
-Porque tú me haces ser así contigo, con tus malos momentos y todo, –Reímos- en serio, a veces te pones insoportable –me recriminó un poco más serio-. Si te causa curiosidad –continuó-, cosa de la que estoy totalmente seguro –me conoce- solo bebía en pocas ocasiones, de eso tú fuiste testigo y si junto todos los cigarros que fumé, no completaría ni una caja, a final de cuentas nunca le agarre el gusto ni al cigarro ni al aliento que deja.
-¿Sabías que eres la persona más hermosa del mundo? –le pegunté sin pensar.
-Y eso que no puedes ver la maravilla que estos dos meses de gimnasio han hecho conmigo – no pude evitar reír ante su comentario – pero te equivocas, la persona más hermosa esta acostada a mi lado.
-Gracias... por todo, de verdad.
-No hay de que, ha sido todo un pacer. –Pausa- Ahora me disculpo por romper este hermoso momento, pero tengo que volver a sentarme y te quiero pedir por favor que tu también lo hagas –lo hice- quiero retratar este instante para siempre.
Mientras Andrés programaba la cámara de su teléfono, pasó uno de sus brazos a mí alrededor y me pego más a él. “-Voltea hacia el frente y sonríe” me indicó, pero yo en vez de hacerle caso, en el momento que se supone que debíamos sonreír, sin pensar me lancé a darle un beso sorpresa, al parecer levante mucho la cara porque mis labios chocaron con su nariz, haciendo que Andrés estallara en risas. Yo me quería morir de vergüenza.
-Disculpa, Disculpa de verdad no se en que estaba pensando y… -No me dejo terminar. Esta vez fue él quien me besó, colocó una de sus manos detrás de mi cabeza e hizo que me recostara en el césped nuevamente con él sobre mí sin parar de besarme. Fue mi primer beso, y fue mucho mejor de lo que había pensado que seria. Si, a mis 17 años nunca había besado a nadie y puedo decir que valió la pena la espera.
- No sabes cuánto me imaginé haciendo esto. –admitió.
-Yo, bueno…
-Nunca te habían besado, ¿Cierto?
-No –admití con pena.
-No tienes por qué avergonzarte, eso hace este momento aun más hermoso. –Hizo una pausa- y… ¿Qué tal te pareció?
-Me gusto –estaba sonrojado.
-Lo sé, soy bueno en todo lo que hago. –Su comentario rompió con la poca tensión que había entre nosotros- Ahora, si me permites… –volvió a besarme.
Estuvimos otro rato en el césped y nos besamos varias veces. Este momento fue sin duda, mil veces mejor que todos los anteriores. Sentir como unía sus labios a los míos y la delicadeza con la que lo hacía ocasionó en mi un mar de sensaciones inexplicables. Con todo nuestro pesar, tuvimos que separarnos porque escuché que se acercaban unos niños y no queríamos incomodar a nadie, una cosa es que nos viera alguien adulto, pero unos niños, era diferente. Nos sentamos nuevamente, la suave brisa y el calor en mi cara me confirmaron que el sol se estaba poniendo en el horizonte, podría apostar que estábamos en el momento exacto en el que el cielo se tiñe de miles de tonos de naranja y morado, sé que al menos para él, la imagen seria hermosa, yo no podía tener una imagen, pero la sensación, incluso más intensa, nadie podría quitármela.
-Bueno, ya es tarde. Lo mejor será que nos vallamos antes de que mi tía empiece a preocuparse. –dijo después de uno de nuestro habituales silencios. –si quiero que te sigan permitiendo salir conmigo, tengo que llevarte a casa temprano.
-Si mi mamá sabe que estoy contigo no se preocupará. Desconfía de cualquiera menos de ti. Ella siempre te ha tenido como en un pedestal.
-Eso es porque seguro mi tía sabe que yo sería incapaz de hacerte daño. ¿Cómo podría hacerle daño al ser más hermoso del mundo? ¡Eso es imposible! Pero, por más que quiera quedarnos así para siempre, no podemos. Debo llevarte a tu casa –se levantó- Ven –me ayudó a levantarme.
-Yo podría haberme levantado solo perfectamente, no tenias que ayudarme. A veces me mimas demasiado, eso me gusta, pero es demasiado. Tengo que aprender a valerme por mi mismo.
-No puedes negarme el placer de ayudarte. Además cuando no estés conmigo, puedes aprender tranquilamente, pero mientras lo estemos, no puedes negarme el placer de ayudarte –repitió.
-Te Amo –dije finalmente.
-Y yo a ti –me besó.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Ya la hiciste –le contesté divertido.
-Se que normalmente solo lo hago para ayudarte a subir al auto o en momentos de estricta necesidad, pero ¿Puedo tomarte de la mano? Al menos mientras no haya niños cerca. Quiero caminar de la mano con la persona que amo, quiero caminar de la mano contigo.
-Si te digo que no, ¿Serviría de algo? – pregunte divertido.
-¿Sinceramente?... No –respondió.
-Entonces Hazlo.
¡Hoooola! gracias por llegar hasta aqui y dedicarle parte de tu tiempo a mi historia, de verdad lo aprecio.
Recuerda que en a-venezuelan-guy-tumblr.com puedes descargarte este cap mas un pequeño avance del siguiente, ademas dejo mi correo ( eeergatedijequeno@gmail.com ) por si quieren escribirme por ahi, si tienen alguna duda o quieres preguntarme algo. Mi correo es asi porque cuando lo abria google me tenia 'Verde' con sus sugerencias, y esa es una expresion utilizada en algunos lugares de venezuela, al principio la escribi a modo de broma, pero luego me gusto y la deje.
Espero este capitulo les guste, fue un poco mas dificil para mi a nivel personal.
Valoren, comenten, escribanme al correo. ¡Diganme su opinion!
¡Hasta la proxima!